Segundo volumen recopilatorio de la serie regular de Ojo de Halcón escrita por Jeff Lemire y dibujada por Ramón Pérez, y la buena noticia es que mantiene el nivel de calidad de la anterior entrega. Lemire demuestra conocer a la perfección a Clint y también que tiene un plan para Katie, y el trabajo de Ramón es para deleitarse viñeta a viñeta dando una lección magistral de narrativa y superando con éxito el difícil trabajo que ya llevaron a cabo con la anterior historia de tener diferentes líneas temporales compartidas en una misma página, un ejercicio curioso a la par que interesante gráfica y argumentalmente del cual guionista y dibujante salen reforzados.
Si en el anterior volumen veíamos como decisiones del pasado tenían sus particulares ecos en el presente en esta ocasión es a la inversa, y la trama transcurre entre el presente y el futuro, un futuro en el que Katie y Clint tomaron caminos diferentes motivados por la entrega de los tres pequeños con superpoderes del proyecto comunión a Shield tras rescatarlos de Hydra, a ojos de Katie sacarlos de la sartén para dejarlos caer en las brasas, y es que en esta ocasión no hay un bando de los buenos. Lo interesante en esta ocasión es el uso que hacen los autores de ambas líneas temporales, en el futuro vemos con las consecuencias de su no actuación en el pasado para rescatar a los pequeños de Shield ha tenido graves consecuencias, además, y como suele suceder con historias que nos muestran pequeñas píldoras del futuro podemos pegarle un vistazo a cómo han cambiado los personajes con el paso de los años. Kate se ha convertido en alguien importante, la única y mejor Ojo de Halcón; Clint se ha convertido en un viejo huraño, casi un ermitaño, huyendo de cualquier relación con el mundo exterior, y habiendo colgado tiempo atrás los hábitos de superhéroe.
Que a Lemire se le da muy bien tratar las relaciones humanas en sus cómics no es algo que vayamos a descubrir ahora, este volumen es un buen ejemplo de ello, pues en él se pone bajo la lupa sobre cómo afecta a Katie su amistad con alguien tan dado a la autodestrucción como Clint, y de cómo sus amistades sugieren que vuele sola, que ya no le necesita en su vida. Al final, veremos como no todo es blanco y negro, tendemos a movernos en matices de grises y si algo debería prevalecer en el ser humano – aunque no siempre suceda – es la capacidad para aprender de los errores cometidos y subsanarlos.
Además de la trama que lleva caminos paralelos en ambas líneas temporales, guionista y dibujante nos ofrecen también un interesante viaje al pasado buscando ahondar en la personalidad de Katie y como esta viene marcada por la relación con su padre y de cómo se enteró esta de a qué se dedicaba en realidad, este episodio es capital pues sería ahí donde se encontraría por primera vez con Los Vengadores y donde pondría su ojo sobre Clint Barton convirtiéndose muy probablemente en ese rol de figura protectora que su padre acababa de perder. ¿estamos pues ante una relación sustitutiva debido al fuerte desengaño que sufrió Katie? Es algo que los autores dejan caer pero que resulta más que evidente, tanto como que en el otro lado de ecuación, el de Clint, la relación funciona porque en Katie ve esa figura a la que proteger, aunque muchas veces en el campo de batalla sea justo al contrario.
Ojo de Halcón sigue siendo una de las mejores series publicadas por Marvel Comics, y este volumen es un buen ejemplo de ello, una historia bien construida, unos personajes que evolucionan y que poco a poco van teniendo más capas que definen su relación y un dibujo cuanto menos espectacular. Con este tomo concluye pues un nuevo volumen de Ojo de Halcón, esto no significa el adiós de Lemire y Pérez pues en los USA salió un nuevo volumen con seis entregas publicadas donde daban continuidad a su historia, este nuevo volumen terminó en verano permaneciendo la serie en espera quién sabe si de nuevo con este exitoso tándem de autores al frente de sus aventuras, esperemos que así sea pues no se merecen menos Clint y Kate.
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Imprescindible
Lemire y Pérez siguen en la línea del anterior volumen creando una emocionante historia que ahonda en la relación de Clint y Katie. Imprescindible para fans de ambos personajes.
Otra serie actual que seguiré. La relación Clint-Kate es tan buena que impulsa el cómic por si solo, y recuerdo que la de Fraction y Aja además gozaba de otros puntos a favor, así que le daré una oportunidad a Lemire.