Los dos están solos. Y ninguno parece divertirse demasiado.
Orlando es un niño que vive en una isla en la que la mayoría de los habitantes son pescadores, pero sus padres son la excepción, ya que son escritores que se trasladaron a la isla para trabajar en calma. Como es hijo único para divertirse tiene que ir al pueblo, allí coincide con los lugareños y los turistas. Todas sus experiencias con ellos las transforma en historias fantásticas para relatárselas al resto de niños del pueblo. Sus padres le permiten moverse por el pueblo sin ninguna restricción, con la única salvedad de subir al monte Soplón porque, como dicen, nunca se sabe. Un día del cráter del monte Soplón, que en realidad es un volcán, comienza a salir humos. Algo que parece el prólogo de una erupción volcánica. Todos los pescadores del pueblo deciden huir con sus barcos llevándose a sus hijos, pero Orlando y su familia deben esperar a un ferry que les saque de la isla. Mientras, él se dispone a explorar lo prohibido y descubrir el secreto del monte Soplón.
No es fácil afrontar una crítica de un cómic pensado para niños pequeños, porque, aunque intentes leerlo con los ojos de un niño de manera inconsciente es inevitable fijarse en detalles en los que de niño no reparáis. Pero no tengo ninguna duda de que mi yo de siete-ocho años se quedaría extasiado con este cómic. Tiene todo lo que me gustaba: aventuras, misterios, barcos, islas, naturaleza, un niño soñador como protagonista y un dragón. ¿Se puede pedir más?
Estamos ante un libro que tiene muy claro a quienes van dirigido, así que el lenguaje y las expresiones que usan están adaptado al de sus lectores. Pero los juegos de palabras que hay por todo el libro consiguen sacar una sonrisa incluso a los lectores adultos. Leyendo el cómic tenía unas ganas enormes de hacerlo en alto. Quizás la única pega es que hace algo corto y te deja con ganas de más.
En El secreto del monte Soplón encontramos una historia sobre una amistad aparentemente imposible. Algo que les sirve a los autores para enseñar varías lecciones valiosas sobre la tolerancia y sobre lo poco que importan las diferencias (sociales, raciales, económicas o del tipo que sean) cuando te encuentras con alguien afín. Algo que en estos tiempos convulsos en los que desde varios sectores de la política se están atacando a los diferentes es de vital importancia que enséñenos a los peques. También pone en valor la imaginación y la creatividad como forma de mejorar el día a día. Y hay una sutil crítica a los turistas que llegan en manada a unos pueblos tranquilos y alteran el ecosistema tan tranquilo de esas localidades.
Gráficamente es un tebeo que llama la atención desde el primer vistazo con la brillante y llamativa paleta de colores que usa. Turconi es un dibujante que viene de la factoría Disney italiana y aquí mezcla ese estilo con el tradicional de la escuela franco-belga. Además hace un gran uso del formato apaisado, con una composición de página atractiva, pero teniendo en cuenta que lo van a leer niños. Pero la principal cualidad de este cómic es que seguro que los peques que lo lean tendrán unas ganas enormes de ponerse a dibujar ellos.
La edición de Dibbuks es preciosa, con una gran reproducción que permite disfrutar del arte de Turconi. En Italia ya ha aparecido el segundo número, así que esperemos que este funcione bien por aquí para verlo próximamente.
El primer álbum de Orlando es una serie pensada para los niños que la disfrutaran enormemente por las aventuras, pero que consigue transmitir un mensaje de tolerancia y amistad más que necesario. Como adulto te hace pasar un buen rato, sobre todo por el trabajo de Turconi. Un cómic ideal para regalar a los peques cuando pase la cuarentena. Ahora toca quedarse en casa. Mientras tanto Dibbuks ha preparado unas actividades para los más peques con otros de sus cómics infantiles que se pueden descargar de manera gratuita aquí.
¡Viva Orlando!
Guión - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 8
7.8
Un cómic para los más pequeños de la casa lleno de imaginación y colores que hará las delicias de cualquier peque.
Gracias por la reseña, lo voy a poner en compra obligada para mis nenes cuando pueda bajar a la tienda. Me encanta el dibujo, en la viñeta del restaurante parece que huelo a mar en agosto.
Saludos¡
Esto va a ser compra obligada sí o sí.
Veremos si lo leen primero ellos o yo 😀