De vez en cuando uno bucea en las esquinas de la Historia y encuentra recodos, recovecos en los que algunos de sus grandes protagonistas giraron a la derecha en vez de a la izquierda… y la Historia cambia por completo.
El recodo en el que hoy me fijaré es pequeño en comparación con los grandes acontecimientos, pero que podría haber sido muy significativo para la historia de los comics y del cine. Podría.
Situemonos en 1944, EEUU. La segunda guerra mundial está a punto de acabar. y Orson Welles, con un flamante Oscar bajo el brazo (al mejor guión original por Ciudadano Kane, sorprendentemente no ganó los de mejor actor, mejor director y mejor película por esa cinta, a pesar de estar nominado) se presenta en las oficinas de National (luego DC Comics). Motivo: una posible película de Batman. Las negociaciones comienzan.
1946. Orson Welles finaliza «El extraño» (la que para mi gusto es su mejor película) y se lanza de lleno al proyecto para el que ya tiene estudio y derechos: Batman the movie. Quiere realizar un psycho-drama muy adulto, «con todos los elementos de las matinees de los sabados por la mañana pero con la respetabilidad de un caleidoscopio de heroismo y pesadilla«. Para ello recurre a Greg Tolland, que realizará unos diseños de pre-producción del traje del murciélago. Escribe un planteamiento de 36 páginas: comienza con la muerte de Thomas y Mary Wayne (no sabemos porque le cambió el nombre a la madre de Bruce) y finaliza con Batman desenmascarado y luchando por su vida contra el Joker, Enigma, Dos Caras y Catwoman en una prisión en la que los villanos han tomado el control.
Ya está el guión. Y, como siempre, llega el momento de poner caras a los personajes. Y con ello, los problemas.
Humphrey Bogart rechaza el papel de Dos Caras, pero George Raft acepta. James Cagney quiere el papel de Enigma, y el fenomenal Basil Rathbone aceptaría poner su rostro al Joker. La antigua amante de Welles, Marlene Dietrich, podría vestir las mallas de Catwoman. Menudo casting, ¿verdad?
Pero el ego, el dichoso ego, el gran problema de Welles durante toda su carrera, vino a cruzarse en el futuro de tan prometedor proyecto. Porque claro, Orson quería vestir el manto del murciélago. Y el estudio quería a alguien más… mainstream. Así que buscaron a la emergente estrella Gregory Peck, que incluso llegó a hacer una prueba de vestuario en un descanso del rodaje de «Duelo al Sol». Pero Welles no comulgaba con la decisión, y al ir a quejarse al estudio, se le sugirió que sustituyese a Rathbone en el papel de Joker. Indignado por que le ofreciesen el papel de «payaso«, Welles mandó el proyecto entero al garete (Tim Burton hizo algo parecido con Superman, ¿recordais?) y se inmiscuyó de lleno en «La dama de Shangai».
Podría haber sido el renacimiento de una edad de oro de los comics. ¿Prematura? Imaginemos a John Ford, eterno rival de Welles, respondiendo a «The Batman» con «Capitán América«. O a Cary Grant y Katherine Hepburn como Clark Kent y Lois Lane… Imagina…
PD: Esta noticia es sólo fruto de la imaginación de Mark Millar, de la cual soy poco más que un mero transcriptor. A pesar de que él la vendió como buena, no es real. Es casi perfecta, pero se le escapó algún detalle muy importante. El lector avezado se dará cuenta de cuál es. Y yo digo… ¿y qué si es mentira? Fantaseemos un poco.
muy bueno sí señor
Hubiera cambiado el look de las pelis de supereheroes?!?