Edición original: Batman/ Lobo USA, Batman: Black & White Vol. 1 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Alan Grant, Neil Gaiman
Dibujo: Simon Bisley
Entintado: Simon Bisley
Color: Nathan Eyring
Formato: Rústica, 64 págs. A color.
Precio: 6,50 euros
La colección dedicada a Otros Mundos es una herramienta, una válvula de escape, que permite a guionistas y autores dar rienda suelta a su imaginación para poder contar todas esas historias que, bien por continuidad o exigencias editoriales, nunca puede llegar a escribir o dibujar. Por tanto, es una colección en la que siempre se encuentran trabajos más que aceptables que con el paso del tiempo han llegado a convertirse en verdaderos clásicos. Algunos ejemplos de ellos son Luz de Gas, Hijo Rojo, Terror Sagrado, El Clavo, EL Último Hijo de la Tierra… pero el que hoy nos compete queda lejos de poder entrar en tan selecto club.
Lobo experimentó su momento de gracia a mediados de los años 90. Su irrupción en el medio resultó ser demoledora y su éxito proporcional a la cantidad de violencia gratuita que sus miniseries mostraban. Los años noventa fueron tiempos de héroes rudos, de dientes apretados, pasados oscuros y dramáticos, armados hasta los dientes y con actitudes poco ortodoxas según lo que marcan los cánones del superhéroe. Lobo, por tanto, es un digno hijo de su tiempo, máximo representante del extremo más absoluto de mala baba, violencia y actitud que poblaron las páginas de los comics de esa época.
Scarface ha contratado a Lobo para que este acabe con la vida del Joker. Hábil como nadie, cuando se encuentra cara a cara con el caza recompensas consigue persuadirle para que mate primero a Batman, no sin antes desacreditarlo por completo ante la opinión pública. Comienza así una desenfrenada y violenta ola de crímenes perpetrados por Lobo en Gotham que terminarán por enfrentar a Batman contra un enemigo que tal vez no pueda vencer.
Se trata de una historia sencilla, casi simple, donde Alan Grant se limita a cambiar de sitio a varios personajes para contarnos fábulas donde la violencia manda. Grant necesita una excusa para seguir fiel al Lobo que triunfó en la miniserie el Último Czarniano, sin darse cuenta que para que Lobo funcione bien tiene que tener una trama sólida que conduzca la visceral carga de terrorismo físico y palabrotas que acompañan siempre al personaje. Sin esa trama, lo que queda, es tan solo violencia gratuita y sin sentido, que deja de ser divertida por sí misma y acaba por resultar aburrida.
Sin lugar a dudas que a los lápices esté el dibujante definitivo de Lobo ayuda a que el producto gane enteros y no resulte soporífero. Ver de nuevo al Czarniano con su aspecto de macarra duro, cargado de cadenas, dientes apretados, puro mascado, botas de cuero y goteando sangre de los puños es una visión a la que difícilmente puede uno no rendirse. Su imagen es abrumadora, incluso en este especial, en el que el trazo ya no es el que fuera antaño y se muestra más dado a la exageración desmedida, con signos de aburrimiento por parte del dibujante. Bien es sabido que Bisley es famoso por lo inquieto que es a la hora de mantenerse en una serie y como su dibujo refleja su implicación con la obra o el personaje.
Recorrer Gotham con Bisley es agotador. Su manera de narrar se torna más frenética que nunca y la historia de Grant que parece estar escrita para contentar las exigencias del dibujante, no ayuda a crear una historia que termine por divertir que es a lo que podemos aspirar con Lobo en los años noventa.
Por otro lado, ECC, aprovecha para incluir en el tomo una historia de los especiales Black and White dedicados a Batman, en la que Neil Gaiman nos regala una historia corta original y bien escrita. El trazo de Bisley en blanco y negro resulta refrescante tras el desenfreno de color al que han sido sometidas nuestras retinas, al tiempo que los textos de Gaiman, sin necesidad de hacer uso de la violencia primaria tan característica de Bisley, nos enganchan de principio a fin.
Un tomo para la nostalgia de una década polémica que siempre anima cualquier conversación entre aficionados, con un excesivo regusto añejo que falla a la hora de divertirnos y hacernos reír. Un producto de su época, tal vez demasiado anclado en su momento vital, que más de quince años después no consigue emocionar. No hay nada peor que pasar de moda y este Otros Mundos lo ha sufrido en sus páginas con absoluta crudeza.
Review Overview
Guion - 6
Dibujo - 7.5
Interés - 6
6.5
Valoración Global
Comic añejo hijo de su tiempo, que adormece al lector y tan solo resulta interesante por la nostalgia que despierta de volver a ver a Lobo al estilo de los años 90, rudo, duro y mal hablado. Visceral.
Hombre, yo de Lobo sólo he leído El Último Czarniano y El Retorno, pero he de confesar que me deshuevé de risa con ambas historias, hasta tardé un tiempo en caer en que era el mismo personaje que apareció hace siglos en mis adorados Omega Men.
Esto no lo he leído -aún- , pero se me hace difícil pensar que el tándem Grant – Bisley dé a luz algo aburrido. Alan Grant es un veterano del 2000AD más que curtido en lo que a humor negro y violencia gratuita se refiere, y Bisley es otro cachondo mental de la misma escuela.
Tal vez esa falta de «garra» que deja usted entrever en su más que correcta disección, Sr Gustavo, se deba a la ausencia de Keith Giffen -padre de la criatura- en la historia, ya que solía ser éste el que maquinaba y desarrollaba las tramas, aunque dejara la confección del guión completo a Grant.
Vuelvo a repetir que no lo he leído, pero esto me suena a gamberrada sin pretensiones para pasar el rato, y por seis pavetes, eso lo convierte en algo recomendable para los que gusten de las irreverencias zafias, como servidor.
Claro que a lo mejor lo leo y me parece un truño, oiga.
Un saludete.
El último Czarniano caerá un día de estos. Esta otra, por lo que decís, va a ser que no (aunque el precio está bien). ¿Qué tal está Autopista al Infierno?, porque, la verdad, que lo haya escrito Scott Ian en lugar de un guionista de verdad, me tira algo para atrás.
Le daré una ojeada a ver qué tal.
Gracias por vuestros comentarios. 🙂 Siempre hay que leer a Lobo como un divertimento, una gamberrada, pero siempre se puede sacar algo más y eso es lo que falta en este tomo. Lo que se apunta sobre que no esta Giffen es del todo cierto. Sin su mano Lobo es solo sangre, palabrotas y mala leche y eso al final no mola.
No tenemos a Giffen en la consideración que, sin duda, merece.