Viajando sin moverse
En tiempos en los que vamos tan acelerados que no somos capaces de parar, o tenemos miedo a hacerlo, hasta el punto de que se están detectando cada vez más enfermedades mentales a causa de ello, siempre es bueno hablar sobre meditación. Es muy importante tomarse un momento para uno mismo, sentarse, tomar posición y dejar que tu mente vuele. Pero ¿de forma literal? Ahí están los viajes astrales, o al menos la idea de ellos porque ¿pueden ser reales? Cuando un autor como Peter Milligan comienza con una introducción hablando de que Out of body está desarrollada a partir de una experiencia que él mismo tuvo ya nos podemos imaginar que la obra va a ser algo especial.
El veterano autor inglés ha dado al noveno arte una ingente cantidad de obras de calidad variada. No se puede decir que es capaz de lo mejor y lo peor, pues sus obras más bajas siguen estando muy por encima de la media, pero a un guionista que ha escrito cosas como Shade, Blanco Humano, Enigma, X-Force/X-Static y más recientemente Britannia o American Ronin, siempre es bueno seguir haciéndole caso. Está claro que Out of body no tiene un puesto entre las obras antes mencionadas, pero es un trabajo interesante, entretenido y que hará las delicias de los seguidores del autor, pues aún con una cierta sencillez, muestra muchos de los dejes habituales de Milligan. Entre ellos los diálogos y esa temática que juega con lo metafísico.
Dan Collins ha sufrido un ataque. No sabe por quién ni porqué, pero está postrado en una cama de hospital sin poder comunicarse con nadie, hasta que Abi, una misteriosa joven que ejerce de médium en un pueblo, capta su presencia y le ayudará, no solo a descubrir el misterio de su ataque sino también con ese extraño que lo persigue.
Cuando se empieza a leer Out of body es imposible dejar de pensar en algo que uno no se podría imaginar con su portada, en la famosa película Ghost. La trama guarda ciertas similitudes, aunque aquí ni Dan esta muerto ni hay una historia de amor, o no exactamente, mientras que tenemos a un Milligan algo más macarra que prescinde de escenas de alfarería, cambiándolas por otras con una enfermera que quizás no esté contada de la mejor forma posible, aunque con un poco de humor negro pueda tener su punto.
Dicho esto la obra tiene dos puntos fuertes, el divertimento que ofrece gracias al juego con la investigación y, como no, sus diálogos. Dan es psicólogo y los autores lo confrontan continuamente con otros personajes. Por un lado está lo que él pensaba de ellos y por otro lo que ellos piensan en realidad, dando lugar a una serie de conversaciones que enganchan al lector invitándonos a seguir capítulo tras capítulo. Es la parte más reflexiva, siempre presente en las obras de Milligan, que habla de cómo nuestro ego se puede superponer a la realidad.
Está claro que lo mejor construido de todo este cómic es el personaje de Dan, su evolución y su aprendizaje es lo más interesante, aunque la investigación sobre el suceso que lo dejó en el hospital sea lo que hace que nos pique el gusanillo. Todo el tema de la reflexión astral queda enterrado bajo la investigación y la psicología, lo cual tampoco resulta malo aunque no es lo que se podría esperar al iniciar el cómic.
Evidentemente el dibujo también está muy en consonancia con la obra. Tiene algún que otro diseño interesante, tanto en escenario como en algún personaje, y a su narrativa no se le puede poner ninguna pega, pero no es su mejor trabajo. Inaki Miranda al dibujo y Eva de la Cruz al color presentaron una magnífica serie para Aftershock llamada We Live, donde un buen guion se acompañaba de un dibujo al que todos los elogios se le quedan cortos. Las comparaciones son odiosas, pero el trabajo que realizan en Out of body, aún siendo muy bueno, no lo es tanto como aquella serie. En ese sentido quizás mis expectativas eran más altas, sin embargo tampoco es un trabajo del que se pueda decir nada malo, más allá de que es un trabajo que no destaca tanto.
Pero es cierto que al acabar el tomo hay dos cosas que me han dejado un poco indiferente. La parte mística tira demasiado de tópicos. No está mal y tiene sus momentos, pero tampoco es tan destacable como los momentos que se dedican a la relación de Dan con el resto. Le falta una pizca de originalidad en ese sentido, pero si hay un punto negativo es el final. No es tan redondo ni tan satisfactorio como se podría esperar.
En definitiva, Out of body no estará entre las grandes obras de los autores que la firman, ni tampoco entre las de Aftershock, pero no se puede decir que sea una mala obra. Tiene muchas virtudes y entre ellas está hacernos pasar un buen rato, en especial con los primeros capítulos.
Lo mejor
• Es el Milligan bueno, el que nos gana por sus diálogos y sus personajes más que por la historia en sí.
• Inaki Miranda y Eva de la Cruz son sinónimo de un apartado gráfico solvente.
Lo peor
• El final no es tan redondo como podía haber sido.
Guión - 7.2
Dibujo - 7.2
Interés - 7.2
7.2
Astral
Un nuevo cómic de Aftershock resultón que nos da una historia muy entretenida y unos personajes atractivos. No pasará a la historia pero nos hace pasar un buen rato de lectura.
Coincido en qué se desinfla al final. De hecho hay un momento demasiado forzado y poco creíble cuando un personaje va a entrar justo en determinado lugar de forma totalmente fortuita pudiendo haber elegido entre miles. Se lo podría haber currado mejor.