Siempre hay tiempo para guerrear con Garth Ennis
Los que leáis con asiduidad la sección indie probablemente sepáis que por aquí estamos siempre muy pendientes de Garth Ennis, y en especial, de su idilio con el género bélico. El guionista de Predicador es un enamorado de la historia de la guerra y un absoluto erudito sobre sus datos y su tecnología, y lo ha demostrado en infinidad de ocasiones. En los últimos tiempos hemos tenido la oportunidad de disfrutar de muchos de estos trabajos, gracias a la llegada a España de obras como Sara, Dreaming Eagles o The Stringbags, una magnífica lista a la que este pasado mes se ha sumado un título más, una obra que llevaba tiempo pendiente de aparecer por nuestro país: Out of the Blue.
Para conocer la génesis de esta historia tenemos que retroceder unos cuántos años, un total de 18. Corría el ahora idílico 2004 cuando Ennis se encontraba trabajando, entre otras cosas, en War Stories, una serie antológica publicada por la difunta Vertigo en la que el norirlandés exploraba en cada número una historia ambientada en distintos conflictos armados de la historia, siempre con una gran presencia de la II Guerra Mundial, por supuesto. En aquel año saldría a la venta el número 8 de la colección, titulado Archangel y perteneciente al segundo volumen de la edición en tomo. Una edición que, por cierto, podéis encontrar a día de hoy de la mano de Avatar Press, pero que en español está descatalogada por desgracia.
En aquella historia, Ennis narraba junto al dibujante Gary Erskine la historia de Jamie McKenzie, un quejicoso pero hábil piloto de la Royal Air Force (RAF) británica cuyos desencuentros con su superior le hacían acabar destinado a una misión de alto riesgo. Aquella historia le servía a Ennis como excusa para tratar los CAM Ships, “buques catapulta” que, ante la escasez de portaviones, protegían a los convoyes en la ruta del Atlántico Norte eyectando avionetas que, tras espantar a los enemigos, debían tratar de llegar a tierra con el poco combustible restante o bien amerizar y quedar a la espera de que algún barco aliado los recogiera. Sin embargo, su cenizo y pesadumbroso protagonista, incapaz de ver más allá de su mala suerte excepto cuando se pone tras los mandos de un aeroplano, dejó en la mente del guionista el suficiente poso como para querer volver a su historia y ver si era capaz de “curar” su pesimismo.
Así nace Out of the Blue, una obra publicada originalmente en 2019 en dos álbumes por Aftershock, editorial en la que Ennis ha dejado ya un buen puñado de trabajos excelentes (Dreaming Eagles, Jimmy’s Bastards, A Walk Through Hell). En ella nos vamos a los últimos coletazos de la II Guerra Mundial y seguimos al pobre McKenzie, que a pesar de haber conseguido casarse finalmente con la mujer que amaba, sigue con el mismo pesimismo y la misma mala suerte: un accidente en una maniobra rutinaria provoca, una vez más, que su nuevo superior al mando la tome con él y busque todas las maneras posibles de putearlo, ya sea asignándole el peor avión de la flota o coqueteando abiertamente con su mujer.
La gran diferencia de Out of the Blue con otras obras similares de Ennis es que aquí la historia no gira alrededor de un evento histórico o un hecho relevante de la guerra (como los combates de los Fairey Swordfish en The Stringbags o los grupos de francotiradoras soviéticas en Sara), sino que el eje principal de la trama es su protagonista. No es que en otras obras Ennis descuidara a sus personajes, claro. El guionista de The Boys siempre ha sabido poner el corazón en sus guiones y no limitarse a la mera historia bélica, sino adentrarse en el sufrimiento, el coraje y el miedo de los peones de la guerra. Sin embargo, en esta obra todo gira alrededor del pobre McKenzie y su pesimismo empedernido, quedando la acción muy en segundo plano en comparación con otras obras. Esto no tendría por qué ser un defecto necesariamente, pero es quizás una de las obras bélicas de Ennis más olvidables: su protagonista no consigue ser lo suficientemente atractivo, y los pasajes de acción cuentan con más exposición sobre los distintos modelos de aviones presentes que con verdaderos momentos de clímax, lo que hace que la obra resulta algo más anodina.
A pesar de ello, Ennis sabe dejarnos como siempre esos detalles que tanto nos gustan de sus obras. Además de su habitual y acertada representación del hipócrita racismo de la época (representado en el personaje indio), encontramos los siempre fascinantes datos reales sobre la II Guerra Mundial, de enorme interés para cualquier aficionado a su historia. Es el caso del Guinea Pig Club, un club formado en los años 40 por distintos soldados quemados de gravedad con los que el doctor Archibald McIndoe experimentó nuevas técnicas de cirugía plástica y reconstrucción facial con la esperanza de corregir sus horrorosas heridas de guerra. Un episodio realmente interesante que probablemente no sea el único dato real presente en la obra, pero que es difícil saber ante la ausencia de las habituales notas finales de Ennis comentando sus fuentes. Es un texto que se echa de menos y que no parece ser culpa de Planeta, pues la edición original tampoco cuenta con él.
En el apartado artístico el trabajo de Keith Burns está muy en la línea del de su guionista. El dibujante, que ya trabajara con Ennis en War Stories y Johnny Red, no tiene un estilo especialmente plástico en lo que respecta a sus personajes, pero consigue dejar un resultado final lo bastante bueno como para que la historia fluya con firmeza. Donde sí que Burns se suelta la melena es en sus diseños de aeroplanos, barcos y demás material bélico, en el que se nota que el artista tiene un conocimiento y una formación excelente, apoyado por un eficiente trabajo de coloreado de Jason Wordie. La única pega que le pondría es que en ocasiones resulta algo confuso seguir las escenas de acción aérea, algo ofuscadas por unos diálogos que cuesta saber a quién pertenecen.
En definitiva, Out of the Blue no es una de las obras más destacables de la trayectoria bélica de Garth Ennis, pero podría recomendarla a los fans acérrimos del guionista… si no fuera por su edición. La traducción que presenta Planeta es uno de los peores trabajos que recuerdo en muchísimo tiempo, con una enorme cantidad de palabras y frases que resultan entre extrañas, antinaturales y directamente cómicas. Nos encontramos con traducciones literales de expresiones que no tienen sentido en nuestro idioma, como por ejemplo la maldición “shit and corruption” por “mierda y corrupción”, o cosas como traducir “old story about Broome” por “historia antigua sobre Broome”. En general, todo el volumen está lastrado por una constante traducción farragosa, que parece hecha en automático, lo que hace que las ocurrencias creativas resulten más desconcertantes aún. Ocurrencias como traducir “fritz”, “jerry” o “hun” (todas ellas maneras peyorativas de referirse a los alemanes) como “tudesco” (¿?), algo que destruye por completo el tono de la lectura.
Este, desgraciadamente, no es un caso aislado. Hace ya tiempo que venimos observando una cantidad sonrojante de obras estadounidenses publicadas por Planeta que cuentan con traducciones que van desde lo perezoso a lo bochornoso. No es mi intención señalar a nadie en concreto por esto: la responsabilidad de estos errores no puede caer únicamente sobre el traductor en cuestión, pues es evidente que la editorial está prescindiendo del corrector, una figura cuya importancia está claro que ha sido subestimada. No conozco las condiciones ni la carga de trabajo de los traductores, por lo que no me aventuraré a depositar la culpa sobre ellos exclusivamente. Lo que sí puedo decir con total confianza es que Planeta está esforzándose por traernos un catálogo magnífico de cómic USA, y que es una pena terrible que no pongan más mimo y cuidado en cómo nos lo traen.
Lo mejor
• Keith Burns realiza unos diseños de aeroplanos formidables.
• Siempre es interesante conocer más del Ennis historiador bélico.
Lo peor
• Falta algo de épica, no es de los mejores trabajos de Ennis.
• La traducción española es espantosa.
Guion - 7
Dibujo - 7.8
Interés - 7
7.3
Interesante
Junto a Keith Burns, Garth Ennis firma una obra alejada de sus mejores trabajos bélicos, pero siempre interesante para los aficionados a la guerra.
Aún no lo he leído pero ya está en mi estantería esperando.
Y si, lo de las traducciones en este país es de risa, y jode porque las ediciones suelen ser buenas o muy buenas pero ese aspecto en concreto algunas editoriales lo descuidan mucho, hay algunas obras con una traducción que hace llorar al niño Jesús.
A ver si espabilan.
Me da muchísima pena sobre todo porque hay trabajos de traducción muy buenos, sin ir más lejos el de Saga, que es de la misma editorial, o los de otras editoriales como Norma o Astiberri que suelen cuidarlo bastante. Ojalá que pongan más cuidado, porque hay veces que te chafan la experiencia con obras muy buenas.
Lo curioso de esto es que el mismo traductor, Nacho Bentz, ya tradujo otra obra de Ennis en Aftershock, A Walk Through Hell, y también hizo una traducción HORRIBLE, tanto que hacía casi ilegible aquel cómic.
Me parece inaudito que después de lo que hizo allí le hayan vuelto a dar otro tebeo para que lo vuelva a hacer.
La única explicación que veo es que en Planeta ni supervisan el trabajo de los profesionales que contratan,ni se leen el producto final acabado,y por supuesto no se leen tampoco las críticas vertidas en Internet.
La otra opción que se me ocurre es que lo lean y simplemente les dé exactamente igual.
Lamentable lo de la traducción, una verdadera pena,ya no lo compraré. Muchas gracias por avisarlo.