Lo que nos separa como punto de unión
«Hace mucho mucho tiempo había dos países vecinos que se llevaban mal».
Una de las mejores cosas que tienen las lecturas es que nos permiten viajar a otros tiempos, a otros mundos, sin límites, y reconocer en ellos nuestro sentir, nuestros problemas, para comprendernos mejor. Eso es precisamente los que nos propone IWAMOTO Nao en País del Oro, País del Agua, tomo único publicado por Fandogamia en el que nos trasladamos a dos naciones imaginarias que, sin embargo, tienen mucho que ver con nosotros y nuestros conflictos. Esta historia, publicada originalmente en la revista Flowers de Shogakukan, ha llamado la atención tanto de los lectores como de la crítica; de hecho, ha sido nominada a importantes premios como el Manga Taishô y se ha colado en varias listas de los mangas más recomendables. Además, en 2023 se estrenará su adaptación animada, una película producida por el estudio Madhouse, así que queda muy poco para que sus personajes cobren vida en la gran pantalla.
El País A y el País B hace siglos que no se entienden. Cualquier minucia les sirve como excusa para enzarzarse en una nueva discusión, o incluso en una guerra. No obstante, ahora las dos naciones quieren arreglar sus diferencias… o eso dicen. Por orden divina, llegan a un acuerdo: el País A enviará a su chica más guapa a contraer matrimonio con un hombre del País B, y el País B mandará a su chico más inteligente para que despose a alguien del País A. Sin embargo, los gobernantes de ambos territorios todavía sienten ciertas reticencias hacia el otro y deciden jugársela mutuamente una última vez: en vez de ofrecer a uno de sus habitantes, cada uno manda un animal, un gato y un perro respectivamente. No obstante, ninguno podrá evitar que Sara, una de las princesas del País A, y Naranbayar, el hijo del bibliotecario del País B, se conozcan y anhelen cambiar su mundo.
País del Oro, País del Agua es un manga sobre nuestras diferencias y cómo podemos superarlas para construir una realidad mejor y compensar las carencias del otro. IWAMOTO Nao transmite este mensaje a través de las vivencias de sus dos protagonistas, quienes desafiarán lo que siempre han conocido para restaurar la paz y conseguir que sus naciones prosperen, cada una a su manera. Para ello, utiliza con acierto recursos, como ese aire de cuento y leyenda con el que impregna el argumento, ciertos toques de humor o el contraste que establece entre algunos de los elementos de la trama: el País A, fastuoso y lleno de lujos, necesita los recursos naturales del País B, sumido en la miseria, pero con una naturaleza muy rica. Asimismo, nos propone un argumento con enredos e intrigas políticas bien llevadas que mantienen nuestro interés hasta el final.
A partir de las desavenencias entre las dos naciones y de las confabulaciones en el seno de una y de otra, IWAMOTO Nao nos habla de infinidad de temas sobre los que nos invita a reflexionar: el recelo hacia el diferente, el mal que pueden hacer nuestros juicios sobre lo que el otro es —o lo que consideramos que es—, las injusticias relacionadas con la riqueza… y la necesidad de colaborar para salir adelante. Trabajar en equipo suple nuestras debilidades y asienta nuestras fortalezas. Hay tantas cuestiones en sus viñetas que, en ocasiones, puede dar la sensación de que la historia necesitaría un poco más de desarrollo en ciertas partes para tratarlas con un poco más de profundidad.
Pero País del Oro, País del Agua también nos cuenta una bonita historia de amor. Este es el sentimiento que nace entre Sara y Naranbayar a medida que se van conociendo. Iwamoto lo integra bastante bien con el resto de elementos del manga y, además, de esa forma le da un toque entrañable. Los dos protagonistas son muy tiernos y enseguida conectamos con ellos tanto por la relación que hay entre ellos como por sus esperanzas y su decisión a la hora de luchar por un mundo mejor en el que puedan ser felices.
Por último, con respecto al apartado gráfico, IWAMOTO Nao se vale de un dibujo sencillo, caricaturesco en ocasiones —hay veces que las expresiones de los personajes cuando se enfrentan a una situación inesperada nos sacan una sonrisa—, bastante expresivo. No obstante, puede que no llame la atención de algunos lectores por esa sencillez. Uno de sus puntos más destacables es el detalle con el que la autora dibuja ciertos ambientes, sobre todo del País A, lo que nos ayuda a hacernos una idea de cómo es el mundo en el que se desarrolla la historia. Los contrastes entre las dos naciones, los poderosos y la gente más humilde, quedan plasmados no solo en las palabras de los personajes, sino también en las viñetas.
País del Oro, País del Agua es un manga que sorprende por lo que IWAMOTO Nao nos cuenta y nos permite conocer a una autora interesante, capaz de conjugar a la perfección una trama amorosa con otra de índole política, con sus maquinaciones. Desde luego, deja con ganas de seguir indagando en su obra. Por suerte, en el pasado Manga Barcelona, Fandogamia anunció la publicación de otro de sus títulos, The Seven Knights of the Marronnier Kingdom, que nos llegará dentro de poco.
Lo mejor
• La cantidad de temas que IWAMOTO Nao incluye en su historia la hacen muy interesante.
• Los protagonistas, Sara y Naranbayar, son adorables y enseguida nos encariñamos con ellos.
Lo peor
• Puede que el dibujo no llame la atención de algunos lectores.
• En algunas partes, tal vez la historia hubiera necesitado un poco más de desarrollo.
Guión - 7.8
Dibujo - 6.8
Interés - 7.6
7.4
País del Oro, País del Agua nos propone una historia muy interesante a partir del conflicto entre dos países enemigos y el amor que surge entre dos de sus habitantes.
