Cuando se anunció en Estados Unidos el nuevo proyecto de Jason Aaron titulado Paletos cabrones (Southern bastards en el original) fuimos muchos los que nos alegramos, aunque es innegable su notable labor en sus trabajos para el universo Marvel ha sido en propuestas más personales donde ha rayado la excelencia, muy especialmente Scalped en la que tomando como base cuanto sucede en una reserva india que está apunto de ver cómo se inaugura un casino en sus tierras, rápidamente vemos como la historia se convierte en una de las mejores obras de género criminal que se ha publicado en el mundo del cómic. Ese estilo sucio, lleno de violencia, traición y sobretodo ecos del pasado sirve también de base a su nuevo trabajo que en esta ocasión ubica la trama en el Condado de Craw en Alabama, ahorraros buscarlo en Google, se trata de un condado ficticio creado para la ocasión, quién sabe si para evitar herir susceptibilidades por lo que aquí se explica, aunque a buen seguro que habrá tomado referencias de cuanto sucede en su tierra natal pues Jason Aaron nació en el condado de Jasper de Alabama.
El protagonista de la historia se llama Earl Tubb quien en su vejez decide volver al pueblo que le vió nacer, pronto descubriremos que su padre Bertrand Tubb falleció en 1972 y que fue el sheriff del lugar, ya en las primeras páginas nos muestran como Bertrand tuvo que defender a su familia del sindicato del crimen provisto tan sólo de un enorme palo de beisbol, este suceso y en particular la forma en la que defendió su casa del asalto le valió la fama de tipo duro. Poco más nos cuenta los autores quienes deciden centrar la historia en el ahora, cuarenta años después de la muerte de su padre y el regreso de Bertrand a la que fue su casa, una tierra que no pisaba desde el funeral, para sacar los pocos muebles de valor que en ella quedaban y ponerla a la venta. Desconocemos los motivos que le llevaron a Earl a abandonar este condado para establecerse en Birmingham, la ciudad más grande del estado de Alabama, de todas formas, y como él mismo cuenta en una misteriosa llamada telefónica, su intención es no pasar más de dos o tres días allí.
La historia tarda poco en coger velocidad, el tiempo que tarda Earl en pisar la cafetería del pueblo y coincidir con Dusty, quien le reconocerá a pesar de los años, no en vano estuvieron a punto de ser familia al salir durante un tiempo Earl con su hermana. El pobre Dusty parece que se ha metido en un buen lío con dinero de por medio y el entrenador del equipo de fútbol americano local Boss, quien parece ser dueño de medio pueblo pues su nombre aparece en no pocos locales. Boss, quien también tiene un pasado común con Earl, mueve también la mayoría de trapicheos del condado apoyado por sus chicos y con el beneplácito del sheriff sabiamente puesto en ese cargo por el propio Boss.
Entrar en más detalles sería un error pues desvelaría excesivos detalles de la trama, hay que dejarse llevar por lo que Jason nos cuenta, por la forma en la que va presentando a los distintos personajes y cómo poco a poco va desvelando el entramado que les une. Es ahí donde mejor funciona Paletos Cabrones, en la caracterización de Earl, Boss, Dusty, Saw y su panda de matones. A su modo, es una historia intensa, y con escenas con la suficiente carga emocional como para ponerte la piel de gallina y que te llevan a pensar si situaciones como esta no se seguirán dando en regiones como la ficticia Craw.
Vaya por delante que este nuevo trabajo no es Scalped, aunque estamos ante una historia más que notable y por la forma en que termina este arco argumental cerrando unas puertas para siempre y abriendo otras que serán clave en futuras entregas, a uno le queda la sensación de estar leyendo lo que perfectamente podría ser una película de sobremesa, con unos diálogos excelentes, con un dibujo magnífico de Jason Latour, pero al menos por ahora con una trama argumental vista una infinidad de veces, a pesar de todo, la maestría de Aaron hace que se no sólo se devore este primer volumen de una sentada sino que a raíz de lo que vemos en las últimas páginas el lector quede atrapado y a la espera del siguiente volumen.
Al respecto de la edición de Planeta Cómic va en la línea de sus publicaciones como Paria o Muertos Vivientes, edición en rústica con las cubiertas reproducidas al final del volumen incluyéndose en esta ocasión algunas portadas alternativas publicadas en Estados Unidos. A modo de extras se incluye un artículo a modo de prefacio firmado por Jason Latour, dibujante de la serie, una biografía de Jason Aaron y Jason Latour a continuación de las cubiertas, y a modo de curiosidad la receta original de los pastelitos de manzana de la madre de Jason Aaron. Con respecto a la traducción al español de este título decir que generó cierta controversia y por ello en su día nos trasladó David Hernando, editor de la serie en España, la explicación que os copiamos a continuación donde detallan sus motivos: “Southern” se traduciría, aislado, como “sureño». Pero, cuando se utiliza en una expresión ofensiva como “Southern Bastards”, el adjetivo adquiere connotaciones distintas. Cuando un estadounidense le dice a otro que es un “southern bastard” no le está diciendo que sea un cabrón que, mira por dónde, vive en el sur, sino que está aludiendo a un acervo histórico cultural que ve el sur como una región agraria, sudista, esclavista, atrasada y guerracivilista. Y la forma más fiel de traducir “southern” aquí era con algo que potenciara la fuerza ofensiva de la expresión, no que la mermara.
Sin más, tan sólo queda esperar al segundo volumen de esta nueva serie regular y ojalá este a la altura de este primer arco argumental en el que tanto Aaron como Latour han dejado el listo muy alto.
Gracias Raúl por la reseña. Tienes mucha razón en que la trama es sencilla y manida, pero la hace notable el estupendo trabajo realizado por Aaron y sobre todo por Latour.
Muy recomendable. Aunque es una obra que puede volver a generar el debate de páginas/precio, pues son 4 números ( que disfrutas de un tirón) por 15€. Por ello mas que hablar si es cara o barata es plantear ¿el precio de los derechos para su publicación es igual para todas?¿o hay unas mas caras que otras, y esa es la razón del precio que tenemos en España?
Un saludo y perdonar por el off topic