Tras hacerse con los derechos de publicación en España de la línea Vertigo Crime, desde Panini Comics siguen apostando por las obras secundarias del subsello adulto de DC Comics y se apuntan ahora a la gran variedad de novelas gráficas de tinte social que se están publicando al otro lado del charco. Así, leo en su web oficial que en marzo publicarán Cuba: Mi revolución, autobiografía ficcionalizada de la artista Inverna Lockpez. Con la ayuda de Dean Haspiel a los lápices (quien ya le echó una mano y algo más a Jonathan Ames en la mediocre El Alcohólico), Lockpez nos intentará hacer llegar su desencanto con el régimen castrista en una historia que comienza en 1959 en La Habana, justo cuando Sonya, una estudiante de medicina de 17 años que sueña con ser pintora, se une a la milicia revolucionaria. Apresada y torturada por sus propios camaradas tras los sucesos de Bahía de Cochinos, intentará dar rienda suelta a sus pulsiones a través de la pintura, pero la censura la hará elegir entre su libertad, su familia, su amor y su país. Unas cuantas páginas, aquí mismo. ¿Posibilidades de cara al futuro? Pues, a buen seguro, cosas como las que se anunciaron en la SDCC de este año en relación al apartado de novelas gráficas. Ya veremos qué sale de aquí…
Pues nada, ya tenemos Vertigo partido en dos en España: novelas gráficas de autor y Vertigo Crime para Panini, u otra editorial como La Cúpula cuando provengan de autores de su catálogo, como el caso de Other Lives de Bagge; y Planeta se queda con las regulares, miniseries y novelas gráficas de personajes del sello. Por mi perfecto, ya que esta división significa para mí, por ahora: 1) Lo saca Panini: paso del tema, 2) Lo saca Planeta: puede ser interesante. Al menos mientras este tipo de material sea mediocre, o no me llame la atención…
Bueno, con las páginas que se muestran ya se puede intuir de qué va el asunto: anticomunismo del más rancio y barato.
Mr. Bats… el comunismo cubano (como cualquier otro) es rancio, barato, liberticida, etc… A mí bien que se publiquen obras con crítica social. Igual que se publican sobre las barbaridades del nazismo, está bien dar voz a otros muchos artistas que nos puedan ofrecer testimonio de primera mano de los abusos que padecen los ciudadanos en determinados regímenes tan herméticos como el cubano o el chino, por ejemplo.
En cuanto a la obra, las páginas del preview recuerdan (sobre todo la primera viñeta) a los carteles comunistas de la 2ª guerra mundial y parece que la gama cromática utilizada es la propia de estos carteles. No tiene mala pinta…
«el comunismo cubano (como cualquier otro) es rancio, barato, liberticida, etc…» Pero que daño está haciendo Intereconomía…
Un poco de OT.
Torralba, ¿sabes algo de ese Calígula que va a editar (o ha editado ya) Avatar con guión de David Lapham y dibujo de German Noble?
A mí me parece bien que se publiquen obras con crítica social si son buenas. Si la crítica social lo único que busca son las ventas rápidas a partir de un tema candente sin ofrecerme una perspectiva distintiva a cambio y una buena factura técnica, que se olviden de mí.
Jorgenexo… Intereconomía será intoxicante, pero las Brigadas de Respuestas Rápidas me da que vienen de antes ¿eh?
Armin, el Calígula de Lapham es un cómic al estilo Avatar sobre el emperador romano, con una pequeña pizca de elementos sobrenaturales y un enfoque propio de una historia de terror. Va sobre un granjero llamado Junius cuya familia es violada y asesinada por Calígula, que llega a Roma buscando venganza y que se ve envuelto la depravada y viciosa corte de nuestro querido «botitas». Vaya, una historia de terror con John Hurt visto desde la perspectiva de sus víctimas xD
José Torralba, GRACIAS por recomendar Daytripper…
X cierto, alguien sabe x qué se llama así, q relación tiene el comic con la canción de los beatles??
El ideario que guía a Intereconomía y a quienes no termináis de ver mal del todo su «toxicidad» es bastante previo a los 80, Torralba. Alguien que opina que el comunismo, per se, es rancio, barato y liberticida y alguien que se toma la molestia de refutar dicha afirmación, son dos caras de la misma moneda (en este caso, un duro del Franco regordete).
A mí el comunismo también me parece rancio, barato y liberticida y no he visto nunca Intereconomía
Bueno, con las páginas que se muestran ya se puede intuir de qué va el asunto: anticomunismo del más rancio y barato.
Santa Lucía te conserve la vista. ¿De dos páginas dos con una moza mojando las bragas por Castro en plena revolución sacas todo eso?
Eso es por pura y simple ignorancia, Giallo.
O por puro y simple empirismo. Nunca entenderé la tolerancia que se tiene por las dictaduras de izquierda frente a las de derecha. Desde luego Goebbles fue un aprendiz en eso de la propaganda. E Intereconomía no me gusta especialmente, gracias.
Chinchi, ¡Gracias por el agradecimiento! Daytripper en inglés significa «excursionista de un solo día», y Ba comentó en una entrevista a Newsarama; que en la vida hay días concretos que resultan trascendentales y que convierten la propia existencia en una pequeña aventura. Y en la medida en que la serie fragmenta la concatenación de esos días importantes, de esas pequeñas aventuras, tanto para Bras como para el lector, le pusieron el nombre de Daytripper. Él vive un solo día, nosotros lo leemos.
A mí estas discusiones, que casualmente siempre comienzan personas que yo considero fascistas (esto es, amantes de una ideología totalitaria de cualquier signo, ya sea nazi o comunista, falangista o batasuna, etc, etc, porque piensan que la miseria que crea su ideología es mejor que la miseria que crea la ideología del de al lado), siempre me recuerdan a aquella vez en que una compañera de facultad, muy roja en su ideología, llevaba la biografía de Hitler (la de Kershaw, no cualquier panfleto) envuelta en papel de periódico porque «si no la gente te identifica ya como un nazi». Mejor dejamos de leer/ver/escuchar cosas que no nos sean dictadas por alguien, no sea que aprendamos algo inadecuado, ¿no?
Por cierto, ya hemos cumplido la ley esa que dice que cuanto más se alarga una conversación en internet más probable es que alguien mente a Hitler, 13 comentarios y alguien que pasaba por allí ha dicho su nombre XD
Ya sé que a veces te cuesta, Torralba, pero equiparar comunismo y dictadura es pura y simple demagogia, por mucho empirismo que me pongas delante. Demagogia de la buena, además, de la interesada. Y el caso es que atendiendo a la doctrina comunista pura, la del «Manifiesto», nunca he entendido como nadie puede criminalizar el comunismo por se, salvo por ignorancia o evidente mala fe. Que sí, que ya sé que luego el empirismo nos pone a todos en nuestro sitio, pero más lamentable es el resultado de su aplicación al cristianismo y sus sucedáneos, y sin embargo cuentan entre sus más radicales defensores a quienes precisamente más beligerantes se muestran con el comunismo en todas sus dimensiones (salvo en la teórica, probablemente). Pero eso sí, el comunismo ha fracasado, el cristianismo, no. Anda ya…
Es que equiparar fascismo y comunismo, pese a las modas y a los intereses impuestoas por la neoderecha (¿conoces a alguien verdaderamente de izquierdas que diga eso de que «ya no hya derechas ni izquierdas»?), es también pura demagogia, Miki. O ignorancia, no sé cuál es tu caso. Más bien aprece que la B, ¿no?
No sé, elige la que opción que quieras sobre mí, a mí me parecen iguales ambas ideologías en la mayor parte de sus aspectos una vez llevadas a la práctica, vamos a ver:
-Creación de un superestado que está por encima de los individuos y sus derechos «fundamentales» (ya sabes, esa carta de 1948 que si no recuerdo mal firmaron también la URSS y China).
-Censura de los medios de comunicación.
-Eliminación de los opositores y/o disidentes.
-Financiación de grupos de presión hacia su ideología en otros paises (Alemania en Austria, URSS en nuestra guerra civil, Alemania e Italia en nuestra guerra civil, URSS en diversos paises africanos, …).
Respecto a la cuestión de la ideología como ente etéreo y que no puede juzgarse por su aplicación a la realidad, bueno, Aristóteles era un tio majo, todos los niños lo estudian en el cole, aunque pensase que la esclavitud era buena. Seguro que llevas razón, y que la teoría tiene una validez superior que la desliga de sus resultados en la práctica y por tanto la esclavitud y el comunismo tienen que ser cojonudos si lo dicen personas como Aristóteles o como tú.
Respecto a lo de neoderecha, uno que lleva afiliado al PSOE desde la transición me llamó rojo cuando hablamos de alguna de las últimas políticas de Zapatero (que no me hacen mucha gracia, no por ver intereconomía sino porque me leo el boletín oficial del estado todos los días y sé, en vivo y en directo, qué es lo que se aprueba por el parlamento, no mediante informaciones de 10 minutos o menos en tal o cual canal de la tele), si encuentras una explicación házmela saber cuanto antes.
Cada vez me convencen más tus razonamientos. Sigue así, seguro que me borras los malos recuerdos que me traje del tiempo que estuve en Pekín hace una década, cuando todavía consideraban que eso de abrirse al resto del mundo era burgués. XD
Sinceramente me alegro de que Panini se haga cargo de dar salida a las novelas gráficas, ya que creo que este es uno de los puntos más débiles de Planeta en la actualidad. Y se están acumulando unas cuantas obras interesantes (las que siempre cito: Cairo, Incognegro, Greendale …).
Respecto a ésta dedicada a Cuba, me interesa el punto de vista histórico. Y si es una crítica al régimen cubano tampoco me extrañará, ya que pienso que debería haber durado hasta poco más allá de la revolución. Y por supuesto en la actualidad carece por completo de sentido. Noy hay que olvidar que hasta el propio Che Guevara dió a entender su desengaño y disconformidad respecto a este gobierno. Ahora bien, entre la dictadura de derechas de Pinochet y la de izquierdas de Castro también existe una evidente diferencia social.
«Ahora bien, entre la dictadura de derechas de Pinochet y la de izquierdas de Castro también existe una evidente diferencia social.» Que va, tío, son idénticas formas de fascismo, pregúntale a Miki, confía en uno que sabe, el Halcón Estelar de la teoría política.
Lo que me encanta ver es ultimamente que los de izquierdas estais teniendo la misma actitud hacia las ideas de los demas y hacia las criticas como la tenian de antaño los de derechas. Me encanta que los de lerdos de derechas me llamen comunista y que los mente flojas de izquierdas nos llamen fascistas… Por favor vamos a despertar un poquito y a darnos cuenta que son el mismo perro con distinto collar, vamos dictadura es dictadura de un lado o de otro. Parece que seguimos viviendo las guerras y las pataletas de nuestros abuelos.
Y sí el comunismo es buenisssiiimooooo, diselo a los presos politicos, puedes darnos las clases que quieras de historia… que dudo sean muy objetivas… pero no vas a convencer a nadie del hecho de que especialmente en Cuba hay un regimen comunista pero libertad ninguna.
No puedes convencer a la gente con dos dedos de frente de que tanto una cosa como otra es una autentica privación de los derechos a la libertad
Si no vete a Cuba y mira a ver la cantidad de comics que vas a leer , la libertad de expresión que vas a tener, y en todos los foros que vas a poder meterte en internet para soltar toda esa propaganda barata.
Es muy facil poder expresar tus ideas e insultar al que no piense igual que tú( de q me suena eso???) en un pais con «libertad», pero trata de hacerlo en cuba, china…etc.
De todas maneras… ¿Esto no era un foro de comics?¿teneis que politizar todo? ¿Porque no lo leemos antes de sacar conclusiones?¿Acaso es miedo a ver que las cosas no son tan buenas como las pintan?
La dos encarcelan y matan por pensar y disentir. Para mí no hay diferencia, la verdad. Aplicar una lógica ideológica (idealista) me parece tan repugnante como aplicar la finalista (el desarrollo que suelen dejar a su paso las dictaduras de derechas frente a las de izquierdas). Lo dicho: igual de repugnante.
Y hablando de Halcones Estelares de la teoría política, jorgenexo, por mil puntos: en el marco de la teoría marxista y no de sus aplicaciones empíricas, dime cuántas formas de gobierno pueden llevar a la práctica la abolición de la propiedad privada y la nacionalización de los medios de producción necesarias para establecer ese socialismo previo al ideal comunista (el que nunca llegó, por cierto). Por cien mil, dime cómo un estado socialista debe enfrentarse desde el punto de vista competitivo al modelo económico de eventuales países capitalistas circundantes.
Mirad, *****: el comunismo es un ideario político perfectamente definido y que, como tal, cuenta con su virtudes y sus defectos, pero, como ideario, es diametralmente opuesto al facismo. El problema que tiene el comunismo es que su puesta en práctica requiere la implicación de individuos, entre los que abundan mentes preclaras como las vuestras, entre las que ha triunfado ampliamente la definición que del comunismo nos viene dada por parte del liberalismo, principalmente el de raíz más conservadora, pero también por parte de los socialismos deudores de los dueños del capital.
Y así, tengo que aguantar a una panda de ******* que me dicen que los ideales que inspiran un levantamiento de izquierdas son mínimamente equivalentes a la basura reaccionaria que condiciona los alzamientos de la derecha, que el ideario de izquierdas es mínimamente comparable, en términos de ética pura, de solidaridad, de equidad y de justicia, a la repugnante condescendencia, chulería, intolerancia y centralismo a todos los niveles que caracteriza a los postulados de derechas. Pues no, *****, si no tenéis ni puta idea o si la tenéis pero sólo queréis hacer valer por buenos vuestros tendenciosos posicionamientos, me parece muy bien, pero no me vengáis con zarandajas. Sé perfectamente que los regímenes cubano, chino, venezolano y coreano son deleznables, pero no son sino una perversión de un ideario cuyo objetivo primigenio es admirable. Y de ese ideario primigenio, también pervertido pero de forma más amable, surgen modelos de sociedades democráticas con regímenes más o menos progresistas, más o menos liberales, repletos de defectos, pero más o menos aceptables para una mayoría de sus ciudadanos. Pero ni la derecha española ni la derecha norteamericana, por ejemplo, para quien el términos socialista es puramente despectivo y comunismo es poco menos que sinónimo de satanismo son democráticas en esencia, viven en democracia a su pesar.
Y equiparar comunismo a fascismo es poner de manifiesto nó sólo una total y absoluta ignorancia, sino mostrar un desprecio absoluto por una ideología de la que parten en buena medida los logros en materia social y el reconocimiento de derechos a todos los niveles de los que tanto os gusta hablar y por los que tantos compañeros y compañeras murieron a lo largo del siglo XX y que tan ansiosos están por barrer, aprovechando la coyuntura que nos ocupa, los de siempre, joder.
Así que no, majo, no son el mimo perro con distinto collar, han sido, son, y serán, dos perros muy diferentes, por mucho que os digan lo contrario y vosotros, indolententemente (o convenientemente), os lo creáis.
Autarquía promovida por la solidaridad plena entre conciudadanos y conciudadanas entendida como valor absoluto, consumo ultrarresponsable y coexistencia equilibrada con el entorno y sus recursos. Más simple agua, Torralba. Sin la injerencia de los estados capitalistas circundantes que verían en la propagación de las bases de tal sociedad una amenaza para sus intereses y un adecuado control de los individuos que querrían hacer prevalecer sus intereses personales sobre las necesidades de la colectividad, podría funcionar, ¿no? Yo vivo en un falansterio secreto en la Sierra de Aralar: si quieres un día quedamos por aquí cerca, te vendo los ojos y te conduzco a nuestro santuario para que lo veas.
Algo corto… no merece la pena responderte… ya te respondes tu solo con tus comentarios.
En que no es lo mismo llegamos todos, diferentes ideas etc etc, pero al llegar al poder la cosa cambia y no se demuestra.La idea es muy buena sí… la practica es nula, es pura utopia. Y de ideas no se vive
Y tanto que valoras «… términos de ética pura, de solidaridad, de equidad y de justicia...» ¿porque no lo aplicas a tus comentarios ? Porque por ahora lo que estas mostrando es «…repugnante condescendencia, chulería, intolerancia y centralismo a todos los niveles que caracteriza a los postulados de derechas…». ¿tú tambien te has quedado en la teoria de los postulados comunistas y se te olvida la practica?
Por favor perdona a estos niñatos que no pensamos como tú … ¿o deberiamos ser fusilados o ir a la carcel?
No te pongas así … que te regalamos el comic para que te lo leas y así lo critiques con mas motivo… ademas lo bien que va a quedar al lado del «Manifiesto comunista» de tu estanteria …
Armin y José, gracias por la info del Calígula de Avatar.
Jo, jo, jo… sí señor, con dos cojones: autarquía, solidaridad plena, consumo ultrarresponsable y no injerencia del entorno. Jjjjajjajajajajajaja ¿Es un chiste? ¿Una proclama iluminada? ¡Oh, Monesvol, líbrame de los idealistas que de los pragmáticos ya me libro yo! En fin. Nah, en serio ¿te parece algo realista esa postura? ¿no te parece que tu Internacional Socialista es otro opio del pueblo tan inexistente como Dios? Además, eso que planteas es el estado comunista, amigo mío, y lo que yo te he preguntado es cómo llegar desde aquí, hasta ahí. O lo que es lo mismo, ya que tanto te has empollado a Marx: ¿cómo demonios llegas a la utopía comunista sin pasar por el socialismo y cómo implementas este último?
Por lo demás, ¿no te das cuenta de que un fascista podría darle la vuelta a tu coda? «Equiparar fascismo a comunismo es poner de manifiesto no sólo una total y absoluta ignorancia, sino mostrar un desprecio absoluto por una ideología de la que parten en buena medida los logros del estado del bienestar (auge de la clase media, seguridad social, medicina pública, infraestructuras) de los que tanto os gusta hablar y por los que tantos españoles de bien murieron combatiendo a socialistas y subversivos anarquistas y blalbalab». Es lo mismo. Muertos por ambos bandos. Campos de concentración/gulags, fusilamientos/sacas, García Lorca/Muñoz Seca. Tú lo justificas por idealismo; ellos, por finalismo. Repugnante.
Ah, y por cierto, en alguien que, como tú, tan dado es a seguir los postulados del materialismo dialéctico, me resulta extraña la incapacidad de ver los numerosos puntos comunes del fascismo y el comunismo: exaltación de la unidad social por encima de la individualidad o la clase social, política centralista, economía nacionalizada, partido único, reeducación social, voluntad expansionista, desaparición de poderes públicos, partido único… luego el fascismo se pervertía por su asociación a poderes fácticos preexistentes (a partir de su defensa de la propiedad privada y de valores morales tradicionalistas), pero ¿en esencia? Joder, pero si es que hasta el franquismo, que tanto se separó del falangismo original, dedica sus veinte primeros años de existencia al llamado período autárquico. Y tú ahora vas y defiendes la autarquía ja ja ja
PD. Lo que más gracia me haces es lo violento que te pones. Estoy seguro de que si te dieran una guillotina te pasabas tus buenas palabras por el arco triunfal.
No querría defender a Cuba, cuyo régimen político detesto y considero absoleto. Pero a la hora de comentar que hay dictaduras y dictaduras lo hice pensando en niveles del país como el de escolarización, educación, sanidad y seguridad ciudadana. Así que perezosamente he entrado en la wikipedia (fuente tan fiable como se quiera considerar, pero rápida para mis propósitos). En el comparativo de países Latinoamericanos, Cuba tiene aún hoy en día el ídice más alto de educación (99,3%) de América Latina; y la segunda espectativa de vida más alta (78,5 años, siendo la más alta la de Costa Rica con 78,7). De manera que en cuanto a sanidad y cultura no andaba muy desencaminado.
Respecto a países comunistas en mejor situación que sus vecinos capitalistas, Cuba también sirve de ejemplo. Especialmente teniendo en cuenta que Cuba cuenta con vecinos democráticos como Haiti, Guatemala, Honduras y Nicaragua, todos ellos con los índices de pobreza extrema más altos del continente.
Pero Raúl, esos indicadores no se toman nunca aislados porque ocultan el PIB per cápita. Por ello la ONU tiene un indicador más fiable que es el IDH (Índice de Desarrollo Humano), que pondera la esperanza de vida, la alfabetización y el nivel de vida (no importa la vida, sino también cómo la vives). Y, según el IDH, Cuba está por detrás de Chile, Argentina y
ParagayUruguay, tres países con dictaduras de extrema derecha en el XX. ¿Hace eso mejores a las dictaduras de derecha? Pues NO.El comunismo ha logrado que Kerala alcance el mayor desarrollo social de la India. Y sin checas, presos políticos o fusilamientos.
Hay que agradecerte Raúl Martín, tengas la ideologia politica que tengas,que hayas entrado en el debate. Porque por ahora el unico qu defendia el comunismo jorgenexo no decia mas que tonterías que hacen quedar mal a una ideologia politica, tan buena de base. El chaval ya estaba quedando mal y diciendo tonterías de panfleto de UGT. Y discutiendo con gente que le deja por el suelo con menos parrafos sacados de cualquier STALINciclopedia. Parece que responde copiandolo del wikipwdia y encima lo entona con la epica propia de abuelo cebolleta que luchó en la guerra. ESTE ES DE LOS PEORES seguro que es de los que vive en el barrio de Salamanca y vota Aguirre, luego se toma un litro en malasaña y se cree Karl Marx.
Por eso la izquierda no hemos conseguido nunca nada. El enemigo esta entre nosotros
Armin y José, gracias por la info del Calígula de Avatar.
Bueno, la info la ha dado Torralba, yo sólo curioseaba XD
Gracias e-LEPHANT, creo que mi ideología ha quedado clara en más de un artículo escrito por aquí, pero no tengo inconveniente expresarlo. Servidor piensa que es de izquierdas, liberal (como diría Albert Pla: estoy a favor hasta de ir en contra), democrático y ferviente republicano. Con respecto al comunismo, de entrada la idea me parece más justa y solidaria que el capitalismo; pero los desastrosos resultados que ha obtenido a lo largo de la historia demuestran que una cosa es un manifiesto y otra cosa la naturaleza humana.
Y en cuanto al capitalismo, encuentro curioso que se lo defienda tanto aquí, en un época de crisis global como la actual. Está claro que hemos llegado a unos límites realmente destructivos y tóxicos con este concepto. Es por eso que está destacando cada vez más la idea de capitalismo sostenible (o solidario). Tal vez el mundo debería ser más capitalista de fronteras adentro y más comunista a nivel internacional.
En cualquier caso, siempre nos quedará la duda de si el comunismo cubano podría haber funcionado mejor, cualquier valoración que no contemple el bloqueo ejercido por la primera potencia mundial es injusta. En general, creo que se le exige mucho más que a otros países con los mismos recursos, son 12 millones en una isla……
No se puede ser capitalista con respecto al interior y comunista a nivel internacional porque el capitalismo implica la interacción económica con el exterior. Por lo demás, aborrezco el comunismo ideológicamente tanto como el fascismo… los dos son intrínsecamente totalitarios. Si bien entiendo la aparición del primero en su contexto de las primeras décadas del siglo XX: cuando supusieron una catarsis en países que tuvieron que afrontar una desaparición tardía y repentina de estructuras pseudofeudales.
Por lo demás, por retratarme, me encuentro enormemente cómodo con una organización política socialdemócrata/socioliberal, que conjugue las virtudes sociales filosóficas y políticas liberales (individualismo, libertad, propiedad privadad) con un reparto más garantista que el capitalismo laissez-faire. Porque tú, por lo que dices, eres tan capitalista como yo, Raúl. Lo que a ti molesta es el liberalismo económico descontrolado.
PD. Black Francis, ¿y qué tiene que ver el bloqueo con la libertad de prensa o de asociación, con los presos políticos y represaliados, o con las brigadas de respuestas rápidas?
¡Hombre! Se ha montado aquí un interesante debate. Siendo el tebeo propuesto una visión personal y autobiográfico (como lo es «Pyonyang», por cierto) hay que partir de la base de que no es ni tiene que ser objetivo, sino que será de su madre, en este caso. Que a partir de ahí se plantee la consonancia o la disonancia con la experiencia vivida, ya es otra historia. En cuanto al tema del comunismo y el fascismo, me parece que equipararlos en concepto es un error, de ésos con los que se justifican los desmanes de unos por los de otros. La confusión, a veces autoinducida, a veces interesada desde fuera, es la que hace que puedan escucharse contradicciones como «nacionalista de izquierdas» o calificar como izquierdistas movimientos violentos de corte directamente nazi.
Ser nacionalista de izquierdas es algo totalmente posible porque de izquierdas se puede ser desde el punto de vista socialdemócrata o eurocomunista (por ejemplo); dos puntos de vista que han abandonado el internacionalismo, que se han dado cuenta del avance social de la clase media y que han abrazado la democracia pluripartidista. De hecho ser de izquierdas actualmente es sinónimo de ser socialdemócrata.
Respecto al nazismo (que socialmente se aprovecha de las mismas debilidades que el comunismo agresivo), la verdadera derecha, que es la neoliberal de principios objetivistas (randianos), poco tiene que ver con él.
Y vuelvo a decir: el fascismo y el comunismo tienen muchísimos puntos en común teóricamente (unidad social, centralismo, nacionalización de los bienes de producción, reeducación social, expansionismo, estructuras públicas únicas) y aún más a nivel práctico (dictaduras unipersonales, culto al líder, represión violenta, cultura estatalizada).
Ser nacionalista y de izquierdas es una contradicción en los términos como la copa de un pino. Siendo el capitalismo un elemento hondamente vinculado al nacionalismo, cualquier componenda vinculada a etiquetarlo como «de izquierdas» no deja de ser un disfraz para que no salgan a la palestra comparativas odiosas con ciertos movimientos. No se puede tirar en dos sentidos distintos y plantear al mismo tiempo tirar las fronteras y construir otras, sobre todo cuando el concepto de nación y el nacionalismo son movimientos de derechas. Y el avance social de la clase media es el resultado de tener elementos dispuestos a pactar con el capital, como los socialdemócratas, y el miedo a tener a una masa obrera furibunda asaltando el palacio de invierno. Curioso y más curioso que ahora que ya no hay bloques, ni muros, con esto de la crisis los derechos sociales se recorten a pasos agigantados. Precisamente, hoy ser de izquierdas no es precisamente ser socialdemócrata, y a las pruebas de los recortes sociales del gobierno ¿socialista? me remito.
Ítem más, no está de más hacer un repaso para ver que detrás de movimientos como el fascismo o el nazismo estaba el gran capital italiano y alemán, que veía con simpatía estos movimientos más controlables que a los otros, sustentados y espoleados desde la URSS.
Sí, eso es cierto, pero por eso decía que tanto el fascismo como el falangismo se acabaron adulterando por su defensa de la propiedad privada y de valores tradicionalistas, que hicieron que esos grandes capitales los vieran no sólo como más controlables que los espoleados por la URSS, sino directamente como ariete contra estos últimos. Pero en origen y maneras, comparten muchísimos puntos programáticos con el marxismo-leninismo.
Por lo demás, vuelvo a decir: ser de izquierdas no es ser comunista, y desde el momento en que se renuncia a los postulados internacionalistas se deja cabida al nacionalismo. ¿Que el nacionalismo puede y de hecho tiene su origen en delimitar el reparto social a un colectivo más cerrado, y que por tanto parte de una posición económica exclusivista? Pues sí, pero al conjugarse con posiciones culturales identitarias pueden dar lugar a un sentimiento genuino. Y puede hacerse desde la izquierda.
Finalmente, lo de la masa furibunda es precisamente el motivo por el que veo razonable las posiciones socioliberales: el liberalismo se basa en el interés individual, y el interés individual de mantener la paz social, evitar revueltas y convertir al obrero que sobrevive en consumidor que se contenta con pequeños placeres de rango variable es muy alto. Pero bueno, eso que ganamos: garantías sociales en el marco del capitalismo. ¿Qué más se puede pedir?
Capote, muy de acuerdo en general, pero aunque ser nacionalista y de izquierdas sea una contradicción «en los términos», puede que no lo sea tanto en la práctica. Algunos regímenes empleaban y emplean el nacionalismo para aglutinar al pueblo en torno a una causa. Es más fácil que un cubano se identifique con el patriotismo (representado por José Martí, el artífice de la independencia) que con el marxismo-leninismo, que le puede resultar algo más extraño y ajeno.
Yo defiendo el socialismo cubano por sus grandes logros sociales en condiciones extremadamente difíciles, pero no me pondré a argumentar aquí porque es muy difícil ir contra todo el imperio mediático de lo políticamente correcto. Y sobre todo, porque aquí estamos para hablar de comic. Yo sólo comenté que, por lo que he visto en esas páginas, este comic sigue la típica hipercrítica barata y cantosa contra el régimen cubano, y no parece que aporte ninguna perspectiva interesante sobre el tema.
Respecto a los recortes sociales de este gobierno… son necesarios. Lamentablemente lo son. ¿Por qué? Porque ha habido demasiados avances sociales que en los últimos tiempos estaban fundamentados en una bonanza económica falsa, y los avances sociales hay que consolidarlos sobre suelo firme o al final, acabas teniendo que pagarlos abusivamente. La crisis mundial, aún más agravada en el caso español, no es consecuencia del liberalismo o el capitalismo como sugería Raúl, sino precisamente de unas políticas socialdemócratas y socioliberales que se han propasado en su intervencionismo (un concepto puramente de izquierdas) sobre un bien básico: el suelo. Tenemos crisis porque por la parte de una izquierda trasnochada y extralimitada la regulación del suelo ha generado un mercado inmobiliario inflacionado y por la parte de la derecha se ha olvidado el espíritu liberal (la igualdad de oportunidades) y se ha tendido a una vomitiva concepción de la política como lobby empresarial.
O en otras palabras: la izquierda favoreció la especulación (el mal capitalismo, el que busca el atajo) con su intervencionismo sobre el suelo y alteró su precio real y luego la derecha cuando intentó cambiarlo con la ley de liberalización del suelo del 98 (que sólo establecía limitación en el suelo especialmente protegido por razones medioambientales y otras) dio marcha atrás porque a) la especulación iba a permitir un desarrollo desaforado a corto plazo y la convergencia con el euro, porque b) las plusvalías suponen un aporte recaudatorio jugosísimo para ayuntamientos y comunidades de izquierda y derecha y porque c) actuaron como lobby de la casta empresarial inmobialiaria, dependiente de las recalificaciones sobre el suelo acumulado. Y de ahí, al huracán: información privilegiada, viviendas por las nubes, créditos hipotecarios al por mayor por el aval sobre una vivienda que no valía lo que costaba (ni, por tanto, lo que se prestaba), un sector de la construcción hipertrofiado, un PIB inflado y una sobrecarga de las arcas estatales para sufragar gastos sociales y de infraestructuras que no se habrían podido acometer en un mercado saneado. Así que no, la crisis no ha sido la del liberalismo, sino la de un sistema falseado por la intervención proclive a la trampa, al atajo; a ese «jugar con las cartas marcadas» que va en contra del espíritu liberal.
No obstante, hay una segunda parte en todo esto: los países en vías de desarrollo como China, India o los países del Este, que están amasando materias primas para su desarrollo, están subiendo su precio a nivel mundial, y las están sufragando gracias a las deslocalizaciones industriales de un Occidente que prefiere mover sus fábricas y empresas a países con nulos derechos sociales, poco IDH y PIB per cápita por los suelos. Es decir, el desarrollo del Tercer Mundo nos hace hincar las rodillas. Y allí donde precisamente tendría que actuar el intervencionismo socialdemócrata/socioliberal para equilibrar con aranceles las condiciones de producción entre países con 35 horas de trabajo a la semana y países semiesclavistas, allí es donde se lava la manos y agita la bandera de la globalización. ¿Por qué? Nuevamente para actuar como lobby de unas empresas que siguen olvidando lo que es el ser liberal y que buscan otro atajo aún más ruin que el anterior: la búsqueda de las condiciones laborales del XIX.
Bueno Mr. Bats… cuando los cómics hablan de política, hablamos de política. Y ponte todo lo políticamente incorrecto que quieras que ya me encargaré yo de que nadie se exalte. Eso sí, por favor, con educación. El asesinato considerado como una de las bellas artes y todo eso… sin llamar niñato a nadie como jorgenexo.
Felicidades Torralba. La mejor síntesis de la crisis que he leido fuera de la prensa especializada.
Añádele una expansión crediticia y monetaria desaforada fruto de las políticas de los bancos centrales, controlados por politicos de izquierda o derecha en busqueda del atajo, y tendrás un cuadro más completo/terrorífico.
Torralba, entre los países sudamericanos que mencionas, Paraguay desde luego no supera a Cuba en IDH. Supongo que te habrás confundido con Uruguay.
De todas formas, estos países no partían del mismo nivel de subdesarrollo que tenía Cuba antes de la revolución. Por esas fechas, Argentina era receptor de inmigrantes por ejemplo españoles. Además, hay que tener en cuenta el terrible bloqueo económico al que está sometida Cuba, que desde que cayó la URSS le afecta bastante. El caso es que en educación y sanidad Cuba aventaja incluso a esos países que mencionas, porque el sistema socialista hace posible que el Estado concentre la mayor parte de recursos económicos y pueda dar prioridad a esos sectores incluso en unas condiciones económicas tan adversas como las de Cuba.
De todas maneras, no me siento cómodo hablando de política en esta web, en la que sólo busco comic y buen rollo, así que disculpas anticipadas si haceis mención a alguno de mis comentarios de este post y no contesto. Ya sé que fui yo el que hizo el primer comentario, y es que no me pude resistir, pero tampoco pretendía discutir tan ampliamente y de forma tan sesuda como he visto en los últimos comentarios.
Don José Torralba: Desde el momento que se renuncia al internacionalismo y se empiezan a construir barreras, habrá algo, pero desde luego, no será de izquierdas. Desde el momento en que se pretendan los beneficios sociales para un colectivo basado en bandera, raza, nación o cualquier elemento análogo, habrá algo, pero desde luego, no será de izquierdas. De hecho, en la práctica, los movimientos que se han definido de tal pelaje tienen más en común con el nacionalismo clásico que con un movimiento progresista genuino. Y si te conformas con las migajas, amigo mío, o consideras positivo que al obrero se le convierta en consumidor alienado, pues en realidad, lo poco que ganamos vamos camino de perderlo. En cuanto al falangismo que, por cierto, no tenía una ideología nada definida, si se separa el tema de la tradición y el tema de la propiedad privada, se separan dos temas básicos: el modelo social y el modelo económico. Es falaz hasta cierto punto colocar en pie de igualdad ciertas ideologías, basándose en lo que hacen sus presuntos ejecutores, sobre todo si tenemos en cuenta que el blanco principal de los movimientos de ultraderecha no son tanto los judíos como los comunistas y socialistas, y durante la II Guerra Mundial es de estos colectivos de los que sale una importante fuente de resistentes.
Y en cuanto a la alocución final sobre la necesidad de los recortes sociales, lo siento, pero tu interpretación me parece absolutamente aberrante. ¿Intervencionismo urbanístico? ¿Que la culpa es de la izquierda trasnochada? Ahora va a resultar que el pocero y los empresarios del ladrillo, así como las entidades bancarias que empezaron a dar préstamos hipotecarios al 120% son los ejemplos de izquierda y socialismo. Que Rodríguez Zapatero tuviera noticia de la crisis mucho antes de su arranque y se dedicara a perder el tiempo en juegos florales y a derrochar el dinero es otra historia, pero es impresentable cualquier afirmación o justificación que implique recortes sociales a las clases trabajadoras y más en este estado de bienestar de juguete que ha tenido España, cuando los principales grupos bancarios han cerrado con beneficios y se expanden hacia Brasil o hacia Turquía. Pero en materia económica, los gobiernos españoles han tolerado / defendido / fomentado una línea netamente liberal y que tiene poco o nada de progresista, socialdemócrata o simplemente, de izquierdas.
Mr. Bats: Curiosamente, yo crecí en un ámbito en el que el régimen cubano era visto como la gran esperanza blanca, la panacea, el paraíso socialista. Era un pueblo que tiraba más hacia lo rojo y eran los tiempos de Reagan. Luego tuve ocasión de estar allí, ver en directo ciertas cosas y conocer a mis familiares de allá y… bueno, digamos que nos oro todo lo que reluce. La situación de Cuba o su referencia al nacionalismo está más vinculada a la cohesión frente a la amenaza exterior (difícilmente se puede plantear la apertura cuando desde el vecino del norte estan forzando un embargo comercial, que no bloqueo y están siguiendo una política que se ha demostrado inútil, igual que fue inútil el aislamiento en tiempos del innombrable por aquí. Quien sufre las consecuencias de ello es el pueblo y no los dirigentes. En ese caso que menciona, yo veo que es más bien un caso de «populismo» más que de nacionalismo o de izquierdismo. Tampoco veo yo mucho izquierdismo real en los casos de la Venezuela de Chávez (que ha llegado a acuerdos con grupos empresariales de aquí como cierto grupo lácteo, para construir nuevas fábricas) o la Bolivia de Morales.
Cierto Aitor… el último gran punto que me he dejado fuera y que cuadra todo el sistema: los bancos centrales echando madera a la política crediticia bancaria para estimular de forma insostenible las políticas económicas cortoplacistas de los políticos que otorgan el cargo.
Mr. Bats, efectivamente se me fue la pinza: mi «Paragay» (xD) era Uruguay.
Don Luis Javier, lo que no hay es marxismo o comunismo teórico, pero izquierda haberla hayla. La izquierda contemporánea no se define por lo que quiso ser y nunca fue en el XX, sino por una enorme evolución posterior. Lo contrario sería como si un político conservador afirmara que no hay derecha porque tiene que pagar seguridad social. No vayamos al extremo (que, por cierto, siempre se toca con el otro).
Respecto a Falange, en realidad fue un movimiento muy bien ideologizado para calar en clases populares cuyos preceptos no fueron más que papel mojado por estar financiada por el capital… ¿Tenía carga ideológica? Mucha y principalmente travestida de izquierda. Pero claro, no era más que una SA cualquiera y corrió su misma suerte después, quedando totalmente transmutada cuando se integró en el recién llegado régimen franquista. Respecto a los judíos, yo no los he nombrado, pero Stalin los persiguió también con bastante ahinco. Sea como fuere el nazismi no es antisemitismo y ya, sino que es más complejo. Desde luego lo que no tiene nada que ver con los totalitarismos, por definición, es el liberalismo.
Finalmente me interpretación de la crisis económica no es ni aberrante, ni de izquierdas, ni de derechas. Es bastante ajustada. Alguien de izquierda me dirá que es aberrante por llamar trasnochada a la izquierda y alguien de derecha que es subversiva por llamar vomitivo lobby empresarial a la derecha. Es lo que tiene este asunto: o escoges un bando o cada uno se queda con lo mal que lo pones sin fijarse en lo que se dice del otro.
Bueno, ya que Torralba da pie, yo me animo y sigo un poco.
jorgenexo:
Me sorprende que metas en el mismo saco a los regímenes cubano, coreano, chino y venezolano; que, aparte de la amistad diplomática, poquito tienen que ver entre sí. Se trata de una visión muy simplona y que, con todos los respetos, te coloca en la misma corriente de borreguismo mediático que tanto criticas, al menos en este asunto. Aclaro que yo apoyo sin ambages a los gobiernos cubano y venezolano, pero desde luego no a los otros dos. Si hace falta explicar las diferencias lo hago, pero supongo que en realidad sí que las conoces y simplemente lo has dicho por comodidad o por no complicar el tema. La cuestión es si todos te parecen igual de «deleznables», porque las estructuras socioeconómica y política de cada uno son bien diferentes.
Capote:
Aunque en general estoy de acuerdo contigo, creo que hay que estar un poco ciego para «no ver izquierdismo real en la Venezuela de Chávez». Allí se están nacionalizando/socializando importantes sectores de producción. Los capitales que antes eran exportados al exterior se quedan ahora dentro del país y se invierten en su propio desarrollo y en prestaciones sociales, que están avanzando a pasos agigantados. El Estado social venezolano poco a poco gana poder para depender un poco menos del exterior. Pero claro, la dinámica en que se maneja el proceso «bolivariano» es complicada, la estructura económica apenas ha empezado a adquirir rasgos socialistas y aún necesita contar con inversiones extranjeras de las que depende el empleo de una parte importante de la masa laboral. Lo que está claro es que se están dando pasos en la dirección socialista, un socialismo tan «realista» que asusta y mucho a los capitalistas occidentales, que se empeñan en denigrar de cualquier manera a este gobierno a través de sus voceros oficiales en los medios de comunicación.
Sobre Cuba, yo tampoco digo que sea ningún paraíso, sino que el sistema socialista permite una realidad mejor que la alternativa, alternativa que vendría a ser Honduras o El Salvador, países capitalistas con el mismo nivel de renta y en parecido contexto histórico y socioeconómico. En estos países la pobreza material es similar o peor que la de Cuba pero sin prestaciones sociales básicas garantizadas.
Torralba:
Aparte de las diferencias ideológicas, me parece muy bueno tu análisis sobre la crisis económica en España, muy acertadas tus apreciaciones sobre el sector inmobiliario y la idea de que parte importante del bienestar social español se sufragaba basándose en una bonanza económica falsa y volátil.
Sobre el tema del capitalismo con garantías sociales que planteas, el problema es que cada vez se hace más difícil asegurar las prestaciones sociales en tal sistema. La aplicación de ciertas presiones fiscales para poder financiar un Estado del bienestar adecuado hace que la inversión se ralentice o se deslocalice y los capitales huyan. Y la inversión es imprescindible para crear empleo, sobre todo con los niveles galopantes de paro que soportamos. Y más paro conlleva más subvenciones que a su vez conllevan más impuestos que espantan la inversión privada… El Estado se ve sometido a los chantajes de los mercados… Y claro, ya me dirás qué atractivo tiene España para atraer capitales extranjeros…
Torralba:
Sobre la persecución de Stalin a los judíos, creo que está claro que se debía a motivos socioeconómicos y no raciales. Se perseguía en todo caso a los judíos que fueran considerados contrarrevolucionarios (todos conocemos los tópicos sobre la posición social de los judíos) y no a la “raza judía” en su conjunto. De hecho, mucho antes de la creación del estado de Israel, los judíos tuvieron en la URSS la República Autónoma de los Hebreos de Birobidján, creada por la Revolución Soviética en 1934. Lo de “autónoma” no se corresponde con la concepción de autonomía que podamos tener en la actualidad, pero está claro que supuso un paso adelante para los judíos y creo que desmiente que la posición oficial del gobierno soviético fuera antisionista.
Mirad, Torralba y Cía: no es de recibo y es totalmente injusta la equiparación entre comunismo y fascismo. El comunismo surge como reacción a los desmanes de la revolución industrial y todos los avances en términos sociales y de reconocimiento de derechos de los trabajadores de los que disfrutaís en ese tipo de sociedades en los que os sentís tan cómodos, parten de ahí. Si no fuera por los movimientos obreros, de raiz comunista y anarquista, si fuera por quienes ostentan los medios de producción, aquí seguiríamos trabajando 16 horas diarias desde los 8 años con sueldos misérrimos y ninguna garantía social. Y eso, mal que os joda, surge de donde surge: equiparar comunismo y fascismo es un logro más de quienes tienen la pasta y sus partidos políticos y medios de producción, pero es total y absolutamente injusto.
Y por cieto, e-lephant, no me olvido de ti: «Por eso la izquierda no hemos conseguido nunca nada. El enemigo esta entre nosotros». Cuanta razón tienes: con individuos que se autoconsideran de izquierdas y se chotean del Manifiesto comunista, vamos a llegar bien lejos.
No, cada vez se hace más difícil asegurar el aumento de las prestaciones sociales en tal sistema, que es diferente. Nuestro sistema de gobierno y, en general, el de las socialdemocracias europeas, conjuga mucho mejor la seguridad y extensión de los servicios sociales con las libertades cívicas, que en tu análisis sobre los comunistas post-soviéticos pareces soslayar como si no fueran importantes o no supusieran un indicador de libertad social. Y es que el primer factor limitante para atraer a capitales extranjeros es la estabilidad del marco jurídico sobre el que van a operar.
Con Venezuela operan, me dirás. Y yo te diré que sí, pero es que Venezuela bajo su fachada bolivariana y comunista agresiva tiene una economía de mercado, cada vez más parecida a la finlandesa y menos a la cubana. Puede nacionalizar todas las cementeras y siderúrgicas que quiera, pero las explotaciones de gas y petróleo no las toca, sino que las abre a empresas extranjeras como BP, Shell o Texaco. Y no las tocará porque tiene mucho que perder. Una política de nacionalizaciones agresivas o de belicismo más allá del histrión, comprometería tanto las exportaciones venezolanas (el 80% de sus exportaciones son petrolíferas, y el 30% de las mismas son a USA) como sus intereses en el extranjero. Porque si ella nacionaliza, lo mismo puede pasar con sus refinerías en suelo americano y europeo, o con las empresas que tiene en Estados Unidos, Suecia o Alemania. Así que no: el desarrollo venezolano (y aún así verás tú a dónde la va a llevar su inflación y su política monetaria) se debe, como el chino, a su participación en la economía de mercado. La debacle cubana y norcoreana a lo contrario.
Respecto a que España no puede competir y a que está sometida a los chantajes del mercado, pues llevas razón. Pero a) Lo primero se debe a la base de progreso económico de un país que usó convenientemente el atajo económico (el suelo) para la convergencia europea y luego miró hacia a un lado cuando cayó en la cuenta de que a largo plazo no era un sistema sostenible. Si se hubiera invertido en I+D+i, si se hubiera fomentado la reconversión de los sectores agrarios andaluz y extremeño (altamente subsidiados) a un modelo de explotación como el murciano o el almeriense y si no se hubiera alterado el precio energético para apoyar a las renovables (para construir nucleares), ahora seriamos la California de europa, energéticamente independientes y tendríamos un tejido empresarial próspero. Pero así es la vida: en este país tenemos una práctica que equivale a fotocopiar dinero (derecha) y luego intentar comprarse muchas cosas con él (izquierda). Por otra parte b) la deslocalización empresarial se debe a la diferencia de condiciones laborales entre los países occidentales y las economías emergentes. En ese sentido, desde el punto de vista liberal, lo considero una irregularidad a corregir. Pero claro, hay más intereses en juego a corto plazo como para hacerlo (deuda externa comprada por países que tienen un PIB alto a fuerza de producir lo que nosotros consumimos pero no elaboramos aquí). De ahí que haya que refundar el capitalismo para adecuarlo a su espíritu original: condiciones de partida similares.
Finalmente, sobre los judíos en la unión soviética hay mucho que cortar. En primer lugar la persecución racial nazi a los judíos fue una forma de simplificar ante las clases populares la verdadera razón de la persecución que realizó la URSS: socieconómica, sí; pero eminentemente social. El judío no es un componente social al uso porque sus integrantes adquieren un fuerte sentimiento de clase reforzado por la religión, dos componentes inadmisibles en un sistema de gobierno comunista. Así que sí: a los judíos se le dio un Oblast Autónomo en el que representaban un 1% de la población, justo debajo de Siberia y encima de China, bien lejos, para orientarlos a la minería y el trabajo de carga. Gran contribución del soviet al sionismo internacional que, unida a las purgas estalinistas, acabó por provocar un río saliente de judios hacia USA, la RFA es Israel. Vulgo: lavado de cara.
Jorgenexo, eso nadie lo duda… pero el comunismo y el anarquismo han hecho más como grupos de presión y reivindicación sindical en países industrializados con un equilibrio democrático que impedía el completo desarrollo de sus puntos programáticos que en aquellos países en los que, por haberse implantado directamente sobre una organización políticoeconomica pseudofeudal o colonial, han tenido manga ancha. En esa clase de países, pese a la saludable catarsis revolucionaria inicial, ha resultado ser perjudicial y dañino… básicamente porque su desarrollo implica necesariamente dos cosas: la persecución de un imposible y el establecimiento de un régimen totalitario como mal menor en esa persecución. Y eso estaba en el manifiesto comunista. Querer ver otra cosa es ser un trasnochado con tendencia a justificar la represión en aras de un ideal, al igual que otros la defienden en aras de la comunión con el altísimo o la evalúan bajo principios finalistas en función de todo lo conseguido (clase media, seguridad social, desarrollo económico).
Don José Torralba: Sobre la Falange, los estudios de los hispanistas como Payne destacan que, si bien el movimiento tiene poco que ver con los de índole fascista, su fundador(es) no desarrollaron una ideología estructurada y organizada, sino que la cosa era un batiburrillo de consignas con un planteamiento poco definido, del que realmente no se llegó a desarrollar nada. Que a posteriori fuera instrumentalizada como el movimiento vacío que sustentaba uno de los pilares del poder de Franco ya fue la puntilla, pero de nuevo, no se debe confundir el populismo como la izquierda. Me parece otro de esos casos en los que se intenta, a posteriori, colgarse la medalla. Que de izquierdas también dicen ahora una parte de los carlistas que lo son.
No es sostenible la comparativa del político conservador y la seguridad social (que, por cierto, a la vista de la defensa de los seguros privados que hacen algunos…) con lo otro, que es un aspecto básico del planteamiento de izquierdas. Hasta ahora había visto los intentos de justificar eso del nacionalismo de izquierdas, pero lo que es para nota es la intención de irrogarse en exclusiva la condición, excluyendo al resto. Curiosamente, la reaparición del comunismo en países como la India o como Japón, se está vinculando como reacción a la existencia incontestada de un modelo de corte neoliberal y capitalista sin barreras, así que en este caso, no se puede hablar en modo alguno de una evolución en bloque y total de la izquierda. Justificar la equivalencia entre el comunismo y el fascismo pasa a ser una afirmación interesada para a renglón seguido añadir que el propio movimiento es la auténtica izquierda.
Y sigo sin ver acertada tu interpretación sobre la crisis. Repartes a partes iguales las culpas, cuando el modelo económico es uno y las políticas económicas han sido acordes con ese signo. Ítem más, si tenemos en cuenta que en el caso de España uno de los exponentes de la crisis ha sido la explosión de la burbuja inmobiliaria, el modelo de gestión del suelo no solamente no ha sido intervencionista, sino que tampoco ha tenido un único actor desde la perspectiva pública. Para poder expresar una equivalencia de responsabilidades, tendríamos que haber tenido en algún momento una política que hubiera intentado imponer un modelo económico distinto y eso no ha existido.
Mr. Bats: Creo que no me he expresado bien. Esas políticas que comentas del gobierno de Chávez, son de corte más autoritario que una expresión de un modelo económico en condiciones. El Estado se apropia de bienes privados es algo que suena indefectiblemente a lo que suena, pero si tenemos en cuenta es que progresivamente, la cabeza visible ha ido desmontando aquellos elementos que le impiden hacer un uso desmesurado e ilimitado del poder, mucho me temo que estamos ante un autoritarismo personalizado más que, como dices, un modelo económico distinto. Es un buen ejemplo de lo que puede pasar cuando el descontento por la clase política tradicional y un batacazo económico pueden llevar a ciertos aventureros al poder. Pero Latinoamérica is different, que dice el clásico, y ya que se mencionó antes el caso de Chile, cuando Pinochet se hizo con el poder, tuvo que llevar a cabo una política de intervencionismo mucho más brutal que la que se suponía a Salvador Allende. No veo yo en el caso de Venezuela un intento estructurado y organizado (más allá de la verborrea común a todos los gerifaltes de por allí) de montar algo que difiera excesivamente de lo que hay, como muestra el hecho de que grupos empresariales sigan apostando por invertir allí, pese al riesgo de cruce de cables. Y en el caso de Cuba, esa argumentación es la que suele salir a la palestra cuando se plantea la crítica el régimen castrista: que el entorno está en condiciones más lamentables, pero el problema del país caribeño desde mi punto de vista no es tanto la existencia de su condición pretendidamente socialista, sino la experiencia práctica de que también hay diferencias sociales y de que, con los recursos adecuados, puedes saltarte el embargo económico.
En cuanto a la persecución a los judíos, ya se me han adelantado, pero echando repaso a la propaganda nazi de los treinta, he encontrado un cartel donde se identificaba al comunismo soviético como «el eterno judío». Paradojas de la vida, los judíos de una determinada clase social y económica también jalearon al nazismo para contrarrestar la posibilidad de que Alemania instituyera un régimen como el de la URSS precisamente por esos motivos socioeconómicos. La irracionalidad del antisemitismo hitleriano (comentada en un libro bastante curioso llamado Anotaciones sobre Hitler, de Sebastian Haffner) se volvió en su contra.
Don Jorgenexo: efectivamente, los logros sociales no fueron una concesión graciosa, sino una forma de evitar los conflictos sociales generalizados. Por temor a una revolución, más bien, aunque yo no pondría a los anarquistas en el saco, porque fuera de sus algaradas nunca llegaron a ser una opción real.
P. D. Para que luego digan que leer tebeos no ayuda a la cultura 🙂
Bueno otros como Preston establecen una relación sólida entre falangismo y fascismo por su instrumentalización por parte de las clases sociales altas como ariete contra los movimientos de izquierda y por su voluntad asociacionista –aunque populistamente se negara– a través de las CAUR italianas, por ejemplo. De todas formas, sí: fue más populismo y por eso entre otras cosas usaba la expresión «travestido» de izquierdas. Pero no lo neguemos: hay mucho, muchísimo populismo en la izquierda. Y a nivel económico, que es lo que importa, la línea programática del fascismo está más cerca del socialismo que del liberalismo. Y el siguiente paso no es definir el fascismo como la verdadera izquierda sino condenarlo junto al comunismo por la restricción de libertades cívicas (que al parecer no suponen, supongo que por etéreas, ningún tipo de avance social) y por las matanzas y desmanes que en su nombre se han hecho.
Respecto al hecho de que no sea comparable la reacción que la seguridad social cause a un político conservador de carácter netamente neoliberal al internacionalismo de la izquierda por ser esto último un aspecto básico de su planteamiento… permíteme estar completamente en desacuerdo. En primer lugar, el internacionalismo es un aspecto básico del planteamiento comunista marxista-leninista, pero el comunismo no tiene el monopolio sobre el espectro político de la izquierda; otra cosa es que desde las posiciones maximalistas de la extrema izquierda se quiera hacer ver todo movimiento socialdemócrata como una concesión o, peor aún, como una traición, en lugar de como un proyecto socialista moderado genuinamente ideologizado. En segundo, si el internacionalismo es un aspecto básico del planteamiento comunista, también lo es por ejemplo la desaparición de la propiedad privada, el centralismo o la nacionalización empresarial; medidas intrínsecamente impuestas y coercitivas… por tanto, el totalitarismo sería igualmente un principio básico de «la izquierda». Y por último, considerar que cualquier tipo de impuesto y reparto social ejercido desde el Estado es una pequeña concesión en las políticas liberales maximalistas es desconocer la esencia del capitalismo laissez-faire y de su reinvención en la primera parte del XX por Rand y la escuela objetivista, verdaderos ideólogos del neoliberalismo radical. Tan esencial resulta el no intervencionismo para un objetivista rabioso como el internacionalismo para un extremista de izquierdas. Y en la India y en Japón están surgiendo movimientos comunistas, efectivamente: pero da la casualidad que son dos países con derechos laborales poco desarrollados, y yo mismo le he reconocido a jorgenexo la bondad del comunismo cuando se integra como elemento de presión y reivindicación en el marco de una forma de gobierno esencialmente no comunista… ahí es donde ha tenido especial valor.
Respecto a mi interpretación de la crisis, vuelvo a decir, es bastante ajustada. En un modelo económico que, por cierto, no es «uno»: aquí no tenemos ni comunismo (que es un modelo económico que, efectivamente, no hemos tenido), ni liberalismo (que tampoco hemos tenido). Lo que tenemos aquí es una socialdemocracia basada a partes en la economía de mercado y en el intervencionismo estatal moderado. Y el suelo, un bien intervenido por el Estado en una postura excesivamente a la izquierda primero y en el ejercicio de un lobby finalista por parte de la derecha después, jamás ha sido liberalizado. Y de ahí la llamada burbuja, que en términos económicos no es sino la elevación del precio de un bien por encima de su valor intrínseco; básicamente, una alteración ficticia del precio de las cosas que va en contra de las buenas prácticas del capitalismo (más en este caso porque estaba basada en una política estatal). Una práctica que los países «de izquierdas» conocen muy bien, entre otras cosas por la aplicación a sus monedas.
Por el principio: efectivamente, el comunismo no tiene el monopolio de la izquierda, como tampoco lo tiene la socialdemocracia (cosa que has afirmado previamente). Sin embargo, cuestión distinta es la pretensión de que puedas hacer coexistir un planteamiento de izquierdas con una ideología netamente de derechas, como es el nacionalismo. Puedes tener una postura más moderada y pretender que los cambios sociales y una política de amplia intervención pública se hagan dentro de un sistema de democracia participativa, de la misma forma que el comunismo no puede hacerlo (realmente, como decía Andrés Aberasturi, para ser comunista hay que ser consecuente y plantear un modelo como el soviético, que es el que ha estado más cerca de esa meta). Sin embargo, no se puede buscar el mantener esa línea y al mismo tiempo añadir un ideario que parte de consideraciones en torno a conceptos tan etéreos como los de nación, pueblo (término bastante utilizado en las pretendidas formaciones de izquierdas para que no se vea tanto el plumero) o similares. En la práctica, lo uno se acaba imponiendo a lo otro. Es falaz la comparativa de «si se asume esto, necesariamente ha de asumirse esto otro». Hay aspectos esenciales, otros secundarios y otros directamente innecesarios para la definición. Por último, en base a tu afirmación final en torno a lo acontecido en India o Japón, habría que concluir que por aquí nos movemos en la dirección contraria: una vez alcanzadas las cotas de bienestar social y desaparecida la amenaza del bloque del este, el Estado de bienestar empieza a erosionarse.
Por el final, si tu visión y explicación de la crisis pasa por calificar que nuestro modelo ha sido socialdemócrata, me parece que está bastante desajustada. Si tenemos en cuenta la proporción de participación pública y lo comparamos con otros países, vemos que estamos más próximos a un modelo liberal, y más cerca estaremos en la medida en que se vayan privatizando más servicios públicos. Y lo de que el suelo ha sido un bien intervenido y no se ha liberalizado… una mirada a lo que ha sido nuestra legislación urbanística y su aplicación en las últimas décadas es una imagen bastante patente de que es justo lo contrario: los planteamientos urbanísticos han tenido a permitir la puesta en el mercado de más y más suelo urbanizable, en una espiral que solamente se ha truncado con la explosión de la burbuja. Ítem más, no puedes considerar que ello sea exclusivamente resultado de una política de un solo signo, cuando los planteamientos urbanísticos han estado en poder de las corporaciones locales, y las ha habido de todo signo. Sobre eso se creo una falsa imagen de bienestar y crecimiento, cuando (coincido contigo) había que haber invertido más en otras vías, como por ejemplo I+D+i+d. Pero nuestro modelo económico es netamente capitalista.
No puedo más que estar de acuerdo con todo lo dicho por Torralba, si acaso incidir en el hecho de que la crisis española es culpa de los políticos de ambos signos que han permitido por activa (con las leyes del suelo que han creado un gran problema y sus posteriores «soluciones», tipo ministerio de la vivienda sin competencias reales por estar cedidas en su mayoría a las comunidades autónomas) y por pasiva (observemos la composición de las juntas que dirigen las cajas de ahorros y veremos qué número de políticos se han refugiado allí al acabar su vida electoral, que no es pequeño ni privativo de una sola formación política). Si a eso le añadimos que la legislación en cuanto al control político y los desmanes que puede provocar es muy laxa en España (cruzad, por ejemplo, el art. 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal con los art. 8, 26 y siguientes del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, que no olvidemos que aunque se llame orgánico es una ley y, por tanto, se puede cambiar mediante mayoría simple en cualquier momento sin que nadie lo haya siquiera intentado en esos puntos desde el año 81) tenemos la que tenemos montada, por culpa de todas las partes implicadas en el juego político.
Y respecto al primer comentario de Raúl Martín, con el que estoy de acuerdo en muchos puntos que ha desarrollado después, pero no en todos, decir que da igual cómo empieza una dictadura, la experiencia nos dice que no acaba bien y que sí, suelen ser los mismos perros con diferente collar.
Jorgenexo: gracias por lo de Halcón Estelar de la teoría política, haces que parezca un cruce entre Pikachu y Kissinger, pero sólo te he comentado parte de las ideas que he acumulado con mi experiencia vital, no lo sé todo como tú. Aun así, gracias, suena mucho mejor que la Layla Miller de la teoría política. XD
Luis Javier, te pido disculpas por un error no de concepto sino dialéctico: cuando dije que ser de izquierdas actualmente es ser sinónimo de ser socialdemócrata me refería a la definición social que en nuestro medio, en nuestro país, se le da a «ser de izquierdas», de la misma manera que «ser de derechas» se identifica con una posición mixta de socioliberalismo y conservadurismo. Pero es más: incluso la fuerza política mayoritaria que en nuestro país está a la izquierda de la socialdemocracia se adhiere a posiciones eurocomunistas que conciben la política en el marco de una sociedad democrática, garantista, con una amplia representación de la clase media y, en el fondo, con una economía de mercado más o menos intervenida. Es en ese marco, ajeno a la puridad del marxismo-leninismo, en el que veo compatible la izquierda con el nacionalismo. Evidentemente, en el modelo internacionalista no tiene cabida el nacionalismo más que desde la esquizofrenia ideológica. Eso sí: sí te digo que la socialdemocracia está tan lejos del comunismo como el socioliberalismo del objetivismo. En las dos posiciones intermedias se quedan fuera aspectos esenciales.
Por lo demás, el capitalismo empieza a erosionarse tras la caída del bloque soviético por un liberalismo mal entendido que integra en el modelo países en la antigua estela soviética, países en vías de desarollo y modelos comunistas en transición como el chino. Pero eso es una mala concepción de un liberalismo entre cuyos preceptos básicos para la librecompetencia está la igualdad jurídica y política de base. O en otras palabras: a lo que estamos asistiendo es a un modelo globalizado en el que las diferencias jurídicas y sociales entre países fomentan la competencia desleal entre sistemas sin derechos sociales asentados (y por tanto con bajas exigencias fiscales y retributivas) y sistemas que sí los tienen. Y las socialdemocracias sí deberían intervenir ahí, sin perjuicio de su fundamento ideológico capitalista, para nivelar los costes de producción y por el más puro sentido de la autopreservación.
Finalmente, aunque concuerdo en que nuestro modelo es netamente capitalista, el intervencionismo interno en cuestiones urbanísticas ha tenido una presencia mucho más acentuada de lo conveniente y de lo aplicable a otros bienes y servicios. Y precisamente la puesta a disposición de más y más suelo urbanizable de forma selectiva y arbitraria, atendiendo a políticas de recalificaciones a través de decretos y PGOUs y no al propio mercado, es lo que ha conducido a la crisis, al poner el valor del bien (el suelo) no en las características intrínsecas del propio bien, sino en su carácter legal y, por tanto artificial. Esta política es netamente de izquierdas (el intervencionismo no se concibe en el modelo liberal) aunque haya sido perpetuada por partidos de uno y otro signo por varios motivos. A nivel macroeconómico, por lo citado: ideológicamente desde partidos de izquierda, en su condición de lobby y por la convergencia europea desde partidos de derecha. A nivel institucional, por la recaudación a través de plusvalías que han dirigido un flujo constante hacia los agentes reguladores del suelo: comunidades autónomas y ayuntamientos, sean del signo que sean. A nadie le amarga un dulce.
Efectivamente Miki, nuestro marco jurídico es enormemente laxo y ha permitido tanto la desnaturalización de las Cajas de Ahorros (que funcionan a nivel inversor como bancos controlados por políticos, cuando su misión original era otra muy distinta) como auténticos coladores en el terreno de la separación de poderes. En palabras llanas, han tirado a la papelera a Montesquieu.
Don José Torralba: Nada hay que disculpar 🙂 que la verdad, poder debatir sobre estos temas siemrpe es un gusto, porque a veces piensa uno que la sociedad está más ocupada en el próximo OT y demás. Ya que comentas el caso de Izquierda Unida, me parece que no es el mejor ejemplo. Efectivamente, Santiago Carrillo fue uno de los artífices del eurocomunismo, como una vía para separarse de la influencia -¿hegemonía? ¿imposición?- soviética, pero a día de hoy, si de algo se puede calificar a IU es de ser inconsistente en su línea política. El intento de detener la sangría de votos y la ausencia de autocrítica les ha llevado a defender una cosa y la contraria, a aliarse en el País Vasco con un partido como el PNV, que está en sus antípodas… y en definitiva, a seguir perdiendo votos por un tubo. Sinceramente, creo que les iría mejor hasta recuperando sus viejas siglas, aunque también creo que van a pillar cacho de la debacle que le espera al PSOE si la situación económica no remonta. Y en cuanto al nacionalismo de izquierdas, es precisamente la experiencia práctica de ver en acción a los movimientos que se califican así lo que me permite plantear que, hasta el momento presente, han sido todos, no ya esquizofrénicos, sino nacionalismo del de siempre con camiseta del Che.
En cuanto al tema de la socialdemocracia, creo que el caminar se demuestra andando. Sobre el papel, coincido en esa idea que esbozas y creo que es el modelo práctico que ha tenido mejor resultado pero ¿puede seguirse llamando socialdemocracia a una fuerza política que hace políticas que van en contra de esa clase media? Económicamente, nuestro nivel de vida va decayendo y los servicios sociales se van recortando. Aunque la etiqueta sea una, la política parece ser bien otra. ¿Inducida por las circunstancias? De acuerdo, pero esas circunstancias se llevan anunciando desde hace años, y en lugar de atajarlas, ahora toca pagar las consecuencias… y no por los responsables (hace falta una ley de responsabilidad política, me temo). Me queda la duda de saber si, pasado el temporal, volveremos a la situación anterior o la restricción de garantías sociales se quedará tal y como está. Entrando en ejemplos más concretos, el partido en el gobierno que entraría dentro de la socialdemocracia, ha jugado con políticas netamente liberales y ha intervenido precisamente como gobierno-policía al estilo clásico. El ejemplo más reciente lo tenemos en la regulación de una propiedad privada, la intelectual, en virtud de la cual no ha tenido inconveniente en plantear un modelo legal vulnerador de un derecho fundamental como es el del acceso a la justicia con presunción de inocencia. Ha jugado la baza de situar un interés privado por encima del interés general, en unos términos absolutos. Ha sido bajo presión de unos lobbies que se llaman a sí mismos progresistas, pero que están defendiendo un modelo de dominio donde el beneficio privado se sitúa por delante del interés general. Se interviene, sí, pero no tanto como concepto básico como para defender los intereses de los grupos de presión que luego piden el voto.
En cuanto a la interpretación del tema de la crisis, los PGOU también, como en el caso anterior, son el resultado de grupos de presión. Las instituciones no son neutrales y la regulación que se dé a las mismas, tampoco. La política urbanística ha operado en base a grupos de presión vinculados al mundo de la construcción. ¿Intervenir es política de izquierdas? No necesariamente: de hecho, la crisis del Estado liberal vino dada cuando precisamente desde el capital se le pidió una política más activa de cara a la apertura de los mercados. Lo más cercano al intervencionismo inmobiliario que se ha visto por aquí que se pueda calificar como de izquierdas fue el intento de meter mano a las costas que hizo Cristina Narbona… y así acabó ella.
El problema de IU es que es una coalición de partidos entre cuyos integrantes está un PC que, en esa coalición, no tiene la representatividad que le debería otorgar su importancia dentro de la misma. Así que a la ya de por sí crisis de un eurocomunismo incapaz de romper totalmente con el aplauso a los totalitarismos de izquierda, se le suma la esquizofrenia puntual en función de las múltiples facciones internas, que cada una van a su bola.
Por otra parte, hay que tomar medidas en contra de los avances sociales si esos avances han sido construidos sobre una base inestable, falseada, y ponen en riesgo avances pretéritos de mayor importancia. El cheque bebé (medida indiscriminada, por cierto), los famosos 400 €… ni siquiera los considero avances sociales, sino auténticos despilfarros populistas de carácter electoralista y claramente insostenibles. La ley de dependencia la considero el único y más importante avance social con alto coste para el estado (pues la ley del matrimonio homosexual, por poner un ejemplo con el que estoy plenamente de acuerdo, la metería dentro de la libertades cívicas; y la ley del aborto, con la que estoy también de acuerdo, la considero positiva en términos garantistas) que merece la pena conservar (junto a otros menores). El resto nunca debió implementarse. No hasta haber acabado con la burbuja, saneado y reducido las administraciones y empresas públicas, aclarado la duplicación institucional autonómica, regularizado los movimientos migratorios, revisado el senado o las diputaciones provinciales y otras muchas cosas que se están evitando. La reforma de las pensiones, no obstante, la considero inevitable por el simple hecho (totalmente objetivo) del aumento de la esperanza de vida. En este marco, la Ley Sinde es una muestra más de que el Estado obedece a grupos de presión y a maneras chapuceras, porque lo que toca es reformar la LPI. Grupos de presión que, como dije antes, también actúan sobre el otro lado del espectro.
Ah, y no te equivoques: desde la ideología liberal, toda intervención no destinada a igualar el marco jurídico y social se rechaza. El intervencionismo, conceptualmente de izquierdas salvo excepciones, es una injerencia. Y buscar empresarialmente el atajo (la apertura internacional de mercados para deslocalizarse; especular con un bien intervenido como el suelo; alterar artificalmente el valor de las cosas) es una vergüenza para el verdadero liberal.
Muy de acuerdo en el carácter populista de las medidas de los 400 euros y el cheque bebé. Se pierde la progresividad que debe caracterizar a medidas socialdemócratas que pretendan una mínima redistribución de la renta. Por no mencionar que los 400 euros no llegaban a los estratos más desfavorecidos que no llegaban a tener que pagar 400 euros, y que darle 2500 euros a la hija de Botín si tiene un hijo… Lo dicho, medidas totalmente electoralistas y sin sentido, o directamente derechistas.
Correcto, Torralba. Ahora dime algo positivo que haya salido del ideario «fascista». Yo sólo exijo respeto por el ideario comunista, por sus objetivos, por sus ideólogos, por su contribución al desarrollo de la humanidad. Y luego está el hecho de que comparar a Castro o a Chavez (pese a lo subnormal que es) con Hitler, Mussolini, Franco, Videla, Pinochet, etc, por poner tres ejemplos por todos conocidos es, como poco, una boutade. Cierto es que el abuelo Joseph, parece que pudo llegar cepillarse a más peña que estos últimos cinco juntos, Hitler incluido, pero la URSS estuvo viciada, desde el principio, por una lacra de la que nada bueno pudo salir nunca; el nacionalismo, y más un nacionalismo expansionista como el soviético.
Y no olvidemos otro aspecto muy positivo de las revoluciones comunistas: al final los estados generados tras las mismas, si triunfan, no suelen ser espacialmente dignos de encomio, pero durante el proceso revolucionario siempre cae una buena pandilla de hijos de puta, algo a tener siempre muy en cuenta, sin duda.
Y, por cierto, bastante de acuerdo con tu inervención 59., excepto en lo de tomar medidas contra los avances sociales debido a su mala planificación previa. Nunca debe de perderse terreno en este sentido y menos atendiendo a términos económicos; este tipo de ataques siempre son la antesala de otros mucho mayores. Tiene tan poco sentido darle el cheque bebé a todo dios como eliminarlo universalmente: el problema es querer comprar votantes entre colectivos que ni necesitan esa pasta ni te van a votar, por otra parte, en la vida.
Veremos lo que queda de las libertades cívicas recientes y no tan recientes cuando los verdaderos «liberales» vuelvan al poder…
Hitler y Mussolini sólo pueden ser entendidos en el marco de una política de crecimiento industrial acelerado basado en la economía bélica y el expansionismo. Más allá de la represión y del eventual antisemitismo, evaluando su política en términos puramente económicos, son el paradigma de la economía insostenible. Unos chapuceros macroeconómicos, vaya. Sólo pueden entenderse en el clima de claro hundimiento económico que sobrevino tras el tratado de Versalles. Tan es así que el modelo de análisis de la primera mitad del siglo XX más extendido en la actualidad es considerar un único conflicto separado por un período de entreguerras, dado el inmediato auge del nazismo y el fascismo a renglón seguido de 1919. Lo de Franco y Pinochet fue otra cosa. Nuevamente dejando de lado (artificial, inmoralmente) la represión y la dictadura y aplicando una lógica finalista, su modelo fue mucho más sostenible a largo plazo y tuvo no pocas ventajas. En España, por ejemplo, el período que siguió a la autarquía y que supuso la llegada de los tecnócratas fue vital en la incorporación del país al siglo XX, en el desarrollo y conexión de las áreas rurales con las urbanas y en el establecimiento de la clase media. En Chile, a su vez, los Chicago boys (análogos a nuestros tecnócratas) sanearon la economía y la recondujeron hacia el milagro chileno. Con ayuda de los Estados Unidos, sí, pero con políticas liberales. En 1975 España era un país hacia la convergencia europea, mientras que en 1930 palidecíamos en comparación con Francia o Gran Bretaña. Lo mismo ocurre en el caso chileno. Y ya digo, todo esto desde un punto de vista inmoral, peligrosa, deshumanizadamente finalista.
Sobre cepillarse a hijos de puta… bueno, yo soy de los que piensa que este país sería algo mucho mejor si cuando echamos a los franceses hubiésemos mantenido la Constitución de 1812 y hubiésemos puesto una hermosa guillotina para pelarnos a Fernando VII, al general Elío, a unos cuantos curas y a Mozo de Rosales (tras haberle hecho comer enterito el Manifiesto de los Persas). Y es que una cosa me tendrás que reconocer: lo que el comunismo es a los avances sociales del XX, lo es el liberalismo burgués a los del XIX.
Finalmente, la cuestión es la que comentábamos Mr. Bats y yo: las medidas que se han retirado eran cheques a cambio de votos, más que avances sociales. Y lo que pueda haber de bueno en ellas a) habría que haberlo planificado mejor para garantizar su estabilidad y permanencia b) debería haberse estructurado de una forma más progresiva e incluso c) podrían haberse reorientado. En lugar de un cheque bebé, hace mil veces más por la conciliación familiar y la estimulación de la natalidad promover fiscalmente la presencia de guarderías en las empresas privadas (por poner).
PD. El PP no es el paradigma liberal… como he dicho antes, tiene mucho de lobby empresarial (que va contra la librecompetencia del liberalismo) y mucho de tradicionalismo conservador (un área en la que el verdadero liberal ni se mete, porque no le importa que el de al lado se case con quien quiera, que aborte o que se divorcie diez veces). El problema del liberalismo es que políticos que suponen la máxima expresión de estos valores se autodenominen liberales.
Don José Torralba: De acuerdo con las medidas populacheristas del gobierno de Rodríguez Zapatero y su carácter insostenible, pero al hablar de logros sociales, pienso en cosas más asentadas como la imposibilidad de un despido libre (camuflada eso sí, bajo la fórmula del despido improcedente), el atraso en la edad de jubilación, la privatización de servicios públicos, etcétera. Coincido contigo en el hecho de que la política de estas dos legislaturas ha sido más la de hacer juegos florales de cara a la galería que de meter mano a problemas reales. En cuanto al matrimonio homosexual y la ley del aborto, más que de libertades cívicas yo hablaría de oportunidad cuando las cuentas de tantos votos salen, tantos entran, dan un saldo positivo. Que luego se venda de la otra manera es cuestión distinta pero, eso sí, también se han gastado muchas energías en lugar de ejecutarlo y a otra cosa mariposa. Eso sí, no cuento la ley de dependencia porque se montó sin fondos y las Comunidades Autónomas no se han puesto para nada las pilas.
Y no, no me confundo con el concepto de política liberal. Ahí están los libros de Historia y los de Ciencia política para contar que, desde luego, ese tipo de política no estaba tan destinada a igualar el marco social, sino a mantener amplias esferas de libertad, pero precisamente por eso no se planteaba el meter cuchara en la regulación laboral, que hasta 1873 no tuvo una legislación propia a través de la Ley Benot y donde la libertad de las partes se veía desequilibrada por el poder de quien puede elegir y las circunstancias de quien no tiene más opción que aceptar. El intervencionismo equilibrador es un concepto vinculado al Estado de bienestar y no al Estado liberal clásico que conceptualmente entra en crisis cuando empresarialmente se le pida que intervenga activamente más allá de su función de Estado-policía.
Por cierto, ya que mencionas a Chile y a los Chicago Boys, un libro reciente «La sombra del Dictador», de Heraldo Muñoz, comenta precisamente cuál fue la política de Pinochet y cuál la influencia de los segundos en la primera y lo plantea en unos términos bastante desmitificadores, señalando que el intervencionismo del caballero fue más fuerte incluso que el que se presuponía a Allende. En el caso de España y los tecnócratas, no hay que dejar de lado el hecho de que la guerra fría convirtió a Franco de compañero de viaje de Mussolini y de Hitler en un aliado a tener en cuenta contra el bloque del este. Eso, unido a la incompetencia del dictador y a lo irrealizable de sus planes abrió la puerta a una de las familias políticas en conflicto, que sí tenía más conocimiento de lo que había.
José Torralba, hermano, ojala hubiera más liberales como tu y menos «liberales» (de mentiras) como la señora Esperrancia Aguirre.
Dicho esto, diré que hay cosas con las que coincido, sobre todo en eso de haber mantenido la constitución de 1812 y haberse llevado por delante al Felón Fernando VII. Es más, si trazásemos una línea, los liberales de entonces hoy en día serian los progresistas, mientras que los absolutistas de entonces, hoy en dia serían conservadores. No hay más que ver de quién se consideraba heredero ideológico el franquismo según los libros escolares de los años de la dictadura, inclusive meter a liberales, socialistas y comunistas en el mismo saco de anti-españoles malvados y pro-soviéticos.
Dicho esto, hay una cosa en la que no tienes razón.
«En 1975 España era un país hacia la convergencia europea, mientras que en 1930 palidecíamos en comparación con Francia o Gran Bretaña»
Para nada, es más, si no hubieramos perdido 20 AÑOS de autarquía y de malas políticas económicas, hoy en día otro gallo nos cantaría. En 1957, antes de la entrada de los tecnócratas del Opus Dei (que por lo menos eran economistas, cosa que en el período anterior ni habia) el país estaba en la absoluta ruina económica, pese a la escasa ayudar norteamericana desde principios de la década.
Fueron años perdidos, en los que la economía europea estaba en pleno crecimiento expansivo y de desarrollo del Estado del Bienestar, por cierto, ideado sobre todo por los socialdemócratas (verdaderos triunfadores electorales del momento, ante una derecha tradicional desacreditada en muchos casos por el apoyo al nazismo durante la guerra) .
Es más, el crecimiento de los 60 fue sobre todo fomentado por el incremento del turismo (en los años 30 no existia) y por miles de españoles que tuvieron que irse a trabajar fuera (el dinero que enviaban favorecía a la economía española), y ver con resignación una europa más desarrollada y democrática. Es más, el tímido desarrollo industrial y aperturista acabó bruscamente con la crisis del petróleo del 73, que en España se dejó sentir con muchísima fuerza. En 1975, al contrario de lo qu afirmas, el país estaba en la absoluta ruina económica, para nada mirando a Europa, la cual por cierto, estaba retirando esacandalizada embajadores por los últimos fusilamientos de la dictadura.
Mira, cuando estudié el año pasado Historia del Mundo actual (estudio Historia), el análisis de la economía española y su crecimiento estaba en el mismo tema que Grecia y Turquía, y te hablo de los 50-70, mientras que USA, Francia, Gran Bretaña, RFA iban en otro tema dedicado a la gran expansión económica entre los años 1948-1973, de la cual España se perdió la mitad. Y de aquellos polvos vienen estos lodos.
«El intervencionismo equilibrador es un concepto vinculado al Estado de bienestar y no al Estado liberal clásico que conceptualmente entra en crisis cuando empresarialmente se le pida que intervenga activamente más allá de su función de Estado-policía.»
Chapó por el comentario. Esa es la madre del cordero.
Donde quiero llegar es que España perdió la primera parte del momento de oro de la economía occidental (1948-1973), cosa que los países democraticos vencedores del nazismo si aprovecharon, y que la dictadura de Franco no sólo tuvo costes sociales y políticos, sino también económicos. Y todo influye en la situación de hoy en día.
Brevemente porque estoy maquetando un artículo para mañana jejeje… Luis Javier, es totalmente cierto que el intervencionismo equilibrador es un concepto vinculado al Estado de bienestar y no al Estado liberal clásico, pero ese concepto de liberalismo data de cuando el liberalismo trataba de países que iban económicamente al unísono (o casi al unísono) y de sus colonias. El problema es que desde el momento en que globalizas el mercado y empiezan las deslocalizaciones, una función programática básica del liberalismo como es el mantenimiento de unas condiciones de librecompetencia se va al traste si no estableces condiciones arancelarias en productos manufacturados en según qué sitios. En otras palabras: si bien el liberalismo debe dejar operar a los individuos dentro de sus fronteras, debe regular en cierta medida una actividad empresarial que política y fiscalmente sigue teniendo fronteras pero que carece de ellas si hablamos de la cadena productiva.
GobLiN (gracias por el piropo, por cierto), por un lado totalmente de acuerdo con el hecho de que en 1975, justo en 1975, la economía española no atravesaba su mejor momento. He elegido esa fecha históricamente (aunque no pragmáticamente) por ser cuando murió el dictador. Pero sin embargo no estoy de acuerdo en otra cuestión: aunque la autarquía desaprovechó nada más y nada menos que veinte años, no es posible establecer con claridad qué habría pasado de haber vencido el bando republicano en la Guerra Civil o de no haberse producido un alzamiento. La República fue un período enormemente inestable con políticos entregados y de primera pero también con auténticos saboteadores como Falange, la CEDA, la CNT o ese dinamitero que fue Largo Caballero en el PSOE. ¿Qué suerte habríamos corrido? Pues no lo sé… ¿nos habría invadido la Alemania nazi para controlar el estrecho? ¿apareceríamos en Historia del Mundo junto a Bielorrusia en lugar de junto a Grecia? ¿Tal vez junto a El Salvador o Nicaragua, por haber sufrido una política similar por parte de los halcones de la CIA? Es un misterio ignoto. El verdadero tren lo perdimos justo cuando volvió Fernando VII, que fue cuando debimos haber tirado de la guillotina. El clima de la II República de hecho fue el mismo clima que se vivió durante los tiempos de la Asamblea Nacional francesa postrevolucionaria… sólo que siglo y pico después.
jorgenexo,
no pensaba yo que fueras a caer en bastantes de los tópicos antisoviéticos y por extensión anticomunistas que se manejan habitualmente en los grandes medios.
Sobre el «nacionalismo expansionista» soviético… En la época en la que se produjo el gigantesco desarrollo industrial de la URSS, existían aún los imperios coloniales, aquellos que habían usado ese expansionismo para explotar los recursos humanos y materiales de vastos territorios en su provecho. Si una cosa no se le puede negar a la URSS es la virtud de haber realizado su revolución industrial sin esquilmar a ninguna colonia. Así que acusar a la Unión Soviética de expansionista me parece cuanto menos injusto. Con respecto a los países satélites de a partir de 1945, el expansionismo será político si quieres, pero dudo que el término se pueda aplicar al tipo de relaciones económicas que la URSS mantenía con esos países.
Sobre los millones de víctimas de Stalin: Bueno, sabemos que, con tal de desprestigiar semejante éxito social y económico, la visión oficial será capaz de cualquier cosa, y, como es difícil negar la existencia del Sputnik, pues se crean mitos que impliquen que se tuvo que pagar un altísimo precio por ello. Es bastante más fácil esto último, pues sí que hubo un alto grado de represión y muchas veces terrible. Pero de ahí a manejar cifras de decenas de millones, hay un trecho. Si has leído varias versiones sobre el tema, sabrás que esos cálculos no tienen base documental (como sí la tienen los de los nazis), y se hacen en base a… ¡proyecciones demográficas! Es decir, que en el censo faltan 25 millones de soviéticos y los ha matado todos Stalin. No se tienen en cuenta cosas tan sencillas como que el desarrollo industrial y el consiguiente aumento del porcentaje de población urbana conllevan una menor natalidad… En fin… Con esto no pretendo hacer una defensa a ultranza del gobierno de Stalin, sino hacer ver las delirantes manipulaciones a las que se somete siempre a los gobiernos que desafían el sistema dominante. Y eso incluye mucho de lo relatado en, por ejemplo, Archipiélago Gulag. De todas formas, la represión de la época de Stalin, requiere un análisis muy complejo sobre el peculiar contexto en el que se desarrollaba y no puede someterse a un planteamiento tan maniqueo como el que podemos ver en los medios.
Y hombre, yo no valoro como positivo el hecho de que «caigan unos cuantos hijos de puta». Ojalá pudiesen hacerse las revoluciones sin que eso pasara, así que lo considero como un mal necesario si quieres, un «si no hay ningún otro remedio…». No olvidemos que la Revolución Soviética comenzó aboliendo la pena de muerte, aunque poco después las terribles circunstancias obligaran a reconsiderar esa postura.
No, si nadie discute el éxito económico de Stalin, pero sí que el desarrollo económico soviético se hiciera a costa de dejarse millones de cadáveres en el camino. Pero logró su objetivo de formar una gran potencia capaz de oponerse, y de terminar derrotando, a la maquinaria de guerra nazi. Pero a que precio, claro. Típico de todos los dictadores, alcanzar el objetivo sin importar el coste en vidas humanas.
Por motivos familiares conozco de primera mano los régimenes totalitarios comunistas de Europa del Este y sólo puedo recomendar viajar a las zonas rurales de la antigua Unión Sovietica. Una vez allí preguntar a los sobrevivientes por las bondades del sistema comunista. Cuando los pobres campesinos, malvadamente manipulados por Solzhenitsyn, cuenten como cada pocos años y por generaciones les robaban todos sus bienes y sobrevivían comiendo raices es recomendable «hacer ver las delirantes manipulaciones a las que se somete siempre a los gobiernos que desafían el sistema dominante».
Con millones de esclavos como mano de obra en el interior, ningún derecho reconocido y la facultad de apropiarse de lo ajeno por decreto no hacen falta colonias. Si centramos ese excedente en dos o tres únicos objetivos planificados hasta el más chapucero de los régimenes totalitarios puede tener exito. Sumandole un impresionante y no superado sistema de propaganda internacional ya tenemos el paraiso en la tierra. Lo que me resulta increible es que hoy en día todavía se sigue pensando que la Unión Sovietica era Moscu, Leningrado o Kiev cuando todos hemos visto el estado real de las Republicas Sovieticas más allá de los Urales.
Aitor, lo primero mostrar mi respeto por las personas que han sufrido las tragedias personales que comentas. Ya he dicho que sé que en esa época hubo mucho sufrimiento y mucha gente lo pasaría mal. Ahora, dicho esto:
Habría que preguntarles también a esos campesinos por qué preferían sacrificar su ganado y quemar sus cosechas antes que aceptar la colectivización agraria del primer plan quinquenal. Para mantener una productividad aceptable de los campesinos propietarios de tierras, era preciso mantener una notable industria ligera que les proveyera de bienes de consumo atractivos que les animaran a producir. El caso es que en ese plan se decidió que debía realizarse un esfuerzo en el tema de la industria pesada para lograr una industrialización acelerada, desviando todos los recursos posibles a ese sector, algo que sólo permite el sistema socialista, donde las inversiones se deciden en función de las necesidades sociales y no de las preferencias del mercado. Al plantear la colectivización, el gobierno se encontró con la antes mencionada feroz oposición de los kulaks (los campesinos ricos). Bien, a partir de aquí, cada uno podrá discutir la idoneidad o no de tal plan, pero ha de tenerse en cuenta que ese acelerado y casi milagroso desarrollo industrial permitió poder afrontar el ataque de la Alemania nazi. Y se consiguió gracias a la economía socialista que permitió concentrar tantos recursos en el sector, ya que en una economía de libre mercado no se habrían fabricado en ese momento tantos bienes de producción al no existir una demanda que los absorbiera. Es evidente que mucha gente sufrió mucho, pero creo que es justo que se conozca el contexto en que ocurrió todo.
Dices que con tantos «esclavos» es fácil conseguir ese desarrollo industrial. Muchos gobiernos han contado con lo que tú dices que tenía la URSS y no lo han conseguido ni por asomo, así que no veo la racionalidad de ese argumento. Y la URSS no era ningún «paraíso en la Tierra», pero sí contaba con un sistema que garantizaba a todos un nivel de vida mínimamente digno y las prestaciones sociales básicas con las condiciones de trabajo más ventajosas que nunca se han visto, aún a costa de grandes fallos como la ineficiencia de muchos sectores de la producción y la escasez de muchos bienes de consumo. Pero creo que comparada a la Rusia de hoy sale ganando por goleada. De hecho en las encuestas que realizan entidades poco sospechosas de comunistas, se revela que alrededor del 50% de la población añora el socialismo y cree que se vivía mejor antes de 1991.
Estimado Mr.Bats, de manera inconsciente no haces más que repetir propaganda. O lo que es peor, argumentos de esos maravillosos manuales universitarios dónde el mayor problema del modelo de la Unión Sovietica era que «descuidó la producción de bienes de consumo centrandose demasiado en los bienes de equipo».
Los Planes Quinquenales nunca existieron fuera del papel en el que fueron escritos. Y mucho menos los resultados, falseados desde la base. El cumplimiento o no de partidas del plan eran argumentos en la lucha por el poder de los distintos planificadores. A cualquier nivel.
Yo también me emocioné leyendo «Campos Roturados», que decir con 14 años lo que uno se emociona con «Así se templó el acero» y quién no se emocione con escenas de Octubre es que no tiene corazón. Pero son obras maestras de la propaganda sin ningún vínculo con la realidad. La denominación «kulak» se aplicaba a cualquiera que tubiera, por ejemplo, una cabra. De hecho, cualquier campesino que tubiera alguna propiedad podía entrar en cualquier momento en esa definición. La producción disminuyó brutalmente tras la colectivización y el argumento de «los saboteadores internos» no deja de ser, una vez más, mera propaganda.
Lo de «las inversiones se deciden en función de las necesidades sociales y no de las preferencias del mercado» supongo que te refieres a cosas como vender toda la producción de grano de Ucrania al extranjero porque necesitamos divisas. Ya los ucranianos sobrevivirán como sea, que total, hay muchos.
Ironías aparte, la afirmación es un sinsentido desde el punto de vista económico, desde el punto de vista, social, desde el punto de vista moral y se da de bruces con lo que realmente pasaba en la Unión Sovietica. Porque las «necesidades sociales» alguien las tendrá que designar.
Respecto al nivel de vida en la Rusia actual podría argumentar que es el más alto de su historia. Pero es un sinsentido. Ni la Unión Sovietica era sólo Moscu y Leningrado ni la la Rusia Actual es San Petersburgo y Moscú. En la mayoría de las zonas nunca han pasado de la economía de subsistencia. De todas maneras no conozco a ningún eslavo en general o ruso en particular que hoy en día añore el régimen comunista.
De todas maneras no conozco a ningún eslavo en general o ruso en particular que hoy en día añore el régimen comunista
Pues todas las encuestas dicen lo contrario, y el Partido Comunista es la segunda fuerza política, aun con la represión y manipulación de Putin. Supongo entonces que algún eslavo habrá que añore la Unión Soviética.
Yo también me emocioné leyendo “Campos Roturados”, que decir con 14 años lo que uno se emociona
La verdad que yo no me emocioné mucho con Campos Roturados, mucho premio Nobel el señor Sholojov pero menudo tostón, oiga. De todas maneras, espero que mis argumentaciones no den la sensación de basarse en eso, porque no es lo que pretendo.
Aitor, gracias por rebatir de manera tan civilizada, que no suele ser lo habitual tratándose de estos temas.
Saludos.
Sigues aplicando una lógica finalista con el fin de justificar un régimen totalitario, Mr. Bats. Las «condiciones de trabajo más ventajosas que nunca se han visto» excluyen el derecho a la asociación, a la expresión, a la libertad sindical, al control sobre la propiedad o a la producción acorde a un mercado que suele ser mucho más inteligente y fluido a la hora de interpretar las necesidades sociales (que implican prosperar, no sólo subsistir) que un comité del Gosplan: la NEP de Lenin, que estableció un nuevo tipo de diezmo medieval y de sociedad agraria feudal fue en realidad el detonante del atraso industrial que luego Stalin tuvo que corregir con su primer plan quinquenal (política económica chapucera: crear un problema y luego tener que solucionarlo). ¿Y cómo lo hizo? Construyendo grandes núcleos industriales urbanos que aumentaron aún más los desequilibrios con un mundo rural que se orientó a la producción para exportaciones, y que se estrelló con el crack del 29 (tan lejos del mercado, tan condicionado por él). Para colmo la industrialización se hizo sin ninguna cabeza, y acabó produciendo excedentes en determinadas materias primas y carestías en otras.
Luego sí, segundo y tercer planes quinquenales medio decentes orientados a ganar la guerra mundial, con una industrialización masiva que volvió a descompensarse con la agricultura, y un plan de infraestructuras centralista orientado a conectar grandes ciudades y centros industriales. A renglón seguido, una auténtica medición de miembros que descuida la agricultura y los bienes de consumo, justamente lo más básico para mejorar el nivel de vida de la población. Industrialmente, eso sí, una potencia como la copa de un pino. Políticamente, a pesar de no ser expansionista, su frontera llegaba de facto a la RDA.
Y a partir de ahí, el desastre: carrera armamentística que fuerza una fuerte inversión militar en un país que no podía permitírselo. Planes de economía descentralizadores como el septenal, que incluye ventajosísimas condiciones laborales como el despido libre o el salario a discreción de la empresa. Planes garantistas que garantizan una vivienda para cada ruso a fuerza de unas pésimas condiciones de habitabilidad. Exceso de trabajadores con alta cualificación profesional entre la población activa, que se tienen que poner por decreto a realizar trabajos manuales. Agricultura cada vez más por los suelos. Equipos técnicos desfasados, procedentes de las épocas de sobreproducción de bienes de equipo, que ni se renovaban ni se arreglaban. Una dependencia cada vez mayor de las exportaciones pretrolíferas. Importaciones masivas de bienes de consumo y agrícolas y, finalmente, la Perestroika y la bancarrota.
He ahí la brillante economía de la URSS… destrozada por la economía de mercado a pesar de su independencia, mal gestionada, desequilibrada y sólo aparentemente exitosa durante 60 años merced a unas materias primas que habrían convertido a cualquier país regulado por la economía de mercado en una superpotencia (como la URSS) sólo que próspera y estable. En el tema de libertades cívicas mejor no nos metemos, que no parece ser un baremo objetivo de la calidad de vida. ¿Quieren volver a la URSS ahora? No me extraña… después del desmán, lo que hicieron fue lavarse las manos, ceder los bienes de producción a oligarcas y decir «ahora estáis por vuestra cuenta».
Me he imprimido todos los comentarios… creo que voy a pasar una tarde muy amena y divertida…
P.D.: Leído el primer número de Daytripper, me ha encantado…. cuando termine con esta clase teórica de ciencias políticas, seguiré leyéndolo…
Mr Bats, afortunadamente para los que aquí escribimos estos temas no son mas que una animada charla de café. Así que perder las formas no sería sólo una grosería si no una estupidez. De todas maneras llevo años secuestrado por el mundo matemático y cada vez que leo lo que escribo me parece como si un niño de 6 años estubiera al teclado.
Cuando he comentado que «no conozco» hablo desde mi experiencia personal. Claramente habrá quien eche de menos los viejos tiempos depende de lo que le haya sucedido a lo largo de la vida.
Probablemente si leyese ahora mismo «Campos roturados» me parecería un toston. Pero ya ves, me pilló en una época en plena lucha contra el Capitalismo Opresor desde la comodidad de la casa de mis padres. Y al final ya ves, me siento más cómo leyendo a Hayek que a Lukacs, lo cuál no evita que experimente una especie de emoción irracional en cuanto me con una muestra de propaganda Sovietica. Hasta canto canciones y todo. Será añoranza de la niñez, que me hago mayor o yo que sé. Lo bueno de esto es que para mí la mejor obra de terror jamás escrita es «Darkness at noon». Madre mía que malos ratos me llevo.
¿Esto sigue vivo? Es que yo acabo de llegar de La Habana, ciudad preciosa como pocas. Y la gente encantadora. Y bueno, hay mucho mito en tooodos los sentidos, tanto a favor como en contra.
¿Educación? Pues mira, sí, pero por ejemplo el inglés lo habla poquísima gente En la reunión de ayer, de la parte cubana (35 personas la mayor parte de ellas directores de algo) creo que lo hablaba sólo el interprete y lo chapurreaba otro.Aunque eso si, que las escualas tengan como lemas, entre otros «Comandante, para lo que ordene» o «Revolución o muerte» me sigue resultando inquietante y muy orwelliano
¿Seguridad? Pues también, nada que ver con el resto de Sudamerica.
¿Sanidad? Joder, que dios te pille confesado si te pasa algo en Cuba (en el resto de paises por los que yo viajo también, todo sea dicho de paso), porque si bien pueden tener médicos bien formados, de medios materiales andan más que justitos.
¿Avances sociales? No sé a que os referís exactamente, pero desde el momento que en las reuniones había una comisaria política ya se respiraba que no existia libertad para expresar según que cosas. Y la pobreza está generalizada, pero una cosa es verdad, no existen las desigualdades sociales de Brasil o México.
¿Eficiencia industrial? Ni la conocen ni se la espera. Y el hecho de que toda industria que quiera constituirse alli tenga que ser mixta (con porcentaje estatal) tiene parte de culpa.
Por último, y con menores conocimientos sociopolíticos que los que aqui expresados, cierto es que entre China, Cuba y Venezuela más allá de los intereses politico-económicos, existen diferencias brutales. Pero no menos cierto que no cambiaria ser español y ciudadano de la UE por ninguna de esas nacionalidades. Ni de coña, vamos.
+1 a eso.
Torralba,
en general poco que objetar, has descrito bastante bien (aunque hiperbolizando todo, para que quede muuuuuy truculento) muchos de los fallos de la economía soviética, y en general de las economías de tipo de planificación centralizada. No sé yo si ahora, con medios informáticos, se podría mejorar la eficiencia de este tipo de economías, en temas como la asignación de recursos, pero bueno…
Un par de cosas que puntualizar:
-No sé qué tiene de «feudal» la NEP de Lenin. Después del «comunismo de guerra» de 1918-1921, absolutamente centralizado, se vio que iba a ser imposible estimular la producción agrícola y la de la industria ligera (o más bien artesanal, en aquella época) y se decidió acertadamente, en mi opinión, recular y dar cancha a los pequeños propietarios. Los resultados fueron exitosos a corto plazo, con instantánea elevación del nivel de vida general, pero supusieron luego un lastre para el desarrollo industrial, pues los pequeños propietarios tenían la sartén por el mango y frenaban la inversión y demás, así que se puso en marcha el primer plan quinquenal del que hablábamos antes. Así que… ¿feudal? No sé… ¿porque había impuestos sobre la producción, como el diezmo feudal? Hombre, en todos los lados hay impuestos, ¿no? No sé, tendrías que explicar un poco eso.
-Sobre tus dudas acerca de lo bueno de las condiciones laborales, por ahí no paso. Las jornadas laborales eran las más reducidas de la historia (en la constitución se explicitaba que de 7 horas, pero con el absentismo laboral generalizado sabemos que eran de mucho menos) los permisos laborales de maternidad y demás muy amplios, las vacaciones muy largas y con viajecito al mar Negro garantizado (con cupos en las empresas), la jubilación de 60 años para hombres y 55 para mujeres; y el «despido» significaba reubicación laboral, pues no existía el desempleo como tal. Por eso era muy difícil la lucha contra el absentismo. Todo esto se explicita en citas célebres populares como:
-«Nosotros hacemos como que trabajamos, ellos hacen como que nos pagan»
-«¿Trabajas mucho? Nah, para lo que me pagan… ¿Te pagan poco? Hombre, para lo que trabajo…»
A veces bromeo con algún colega sobre la ineficiencia de estas economías, porque para lo que parece que trabajaban, puede que fueran las economías más eficientes del mundo, jejej.
-Sobre las «libertades», al comprobar cómo funcionan en nuestro país, me da mucha pero que mucha pereza abordar la «falta de libertades» del sistema soviético. Hay mucha hipocresía sobre estos asuntos, nada más que decir.
Y, sobre lo de Phantomas en Cuba, no me gusta hablar de estos temas basándome en experiencias personales, sino manejando datos objetivos que den una perspectiva general del país. Me molesta mucho (en mi vida personal, no la intervención de Phantomas en el foro) cuando llega la gente dándome la plasta con: «Pues yo en tal sitio vi…» Que no me importa lo que tú vieras, hombre… (aclaro que no va por ti, Phantomas).
Para concluir, decir que ha sido un placer este debate inesperado en una página sobre comic y daros las gracias a todos por unas argumentaciones muy bien hechas y con mucho respeto.
Saludos.
interesantisimo todo, de verdad!!! creo que jamas he leido/visto/oido un debate historico politico tan bien argumentado por todas partes. solo tengo una cosa que objetar, y es que no entiendo que se meta a venezuela en el mismo saco que china, cuba o corea. puede que chavez parezca o sea un fantoche, y sus antecedentes le retratan( el intento de golpe de estado…), pero ha ganado unas elecciones democraticamente con el visto bueno de los observadores internacionales. si, que es como berlusconi, que hace todo los trucos que puede para aferrarse a la silla, pero mas alla de su ideologia no veo la comparacion
Mr.Bats, aunque lo que voy a exponer es una experiencia personal quizá te ayude a ver un poco como afectan los medios informáticos en el cálculo económico. Llevo años dedicado a modelizar activos financieros para grandes entidades financieras con el fin de calcular el valor real de estos activos de una forma más o menos inmediata. Incido en el hecho de que no se trata de predecir el valor de nada sino de simplemente calcular su valor real en un determinado momento. El desarrollo informático cada vez más acelerado, contra lo que pudiera pensarse, sólo hace esta tarea cada vez más complicada. Sobre unos algoritmos de cálculo ya de por sí discutibles se va calculando resultados teoricamente cada vez más afinados. El problema es que aparte de ir corriendo un riesgo operacional cada vez mayor, la existencia de los medios informáticos genera cada vez más variables. Variable que a la hora de modelizarla, sorpresa, generan más variables. De tal manera que un sistema que inicialmente pueda tener dos variables directamente observables acaba convirtiendose en un monstruo inmanejable. Este problema se produce con activos cuya cotización es directamente observable en una pantalla de Bloomberg o Reuters con lo que aparentemente no debería haber ningún problema. Espero que lo que acabo de escribir haya quedado medianamente entendible.
Yo creo que debe combinarse el doble aspecto: la visión general junto a la experiencia particular. Estadísticamente hablando, siempre pienso en la anécdota de los economistas y los tres tiros de flecha. La generalidad puede ser puesta a prueba por la particularidad, sobre todo cuando hay contradicciones. Interesará o no, pero dejo de creer en la idea de que no haya grandes diferencias sociales cuando veo que sí las hay. Yo tuve la suerte de estar en Cuba hace ya unos cuantos años, en el marco de un evento académico y las contradicciones eran bastante evidentes. Solamente con la experiencia personal no se puede dar una visión adecuada, pero tampoco podemos quedarnos en las estadísticas y en las tablas.
Ya que se menciona el tema de los derechos y libertades, es una vieja discusión la de lo que se debe primar y lo que se debe sacrificar. En algunos de los regímenes de los que hemos hablado, las libertades individuales quedaban restringidas (y viva el eufemismo) en pro de lo que desde el poder se consideraban necesidades o prioridades colectivas. Sin embargo, ese comportamiento lo estamos viviendo de un tiempo a esta parte en ordenamientos de corte democrático. Piénsese en las sucesivas restricciones para el tráfico aéreo o en la invasión de la privacidad en la Red.
Mr. Bats, no me lo tomo a mal, pero vamos que yo a Cuba he ido ya varias veces durante el año pasado y este para temas de trabajo, no de ocio, y por eso puedo comentar cosas como las de la eficiencia industrial. Y hombre, que quieres que te diga, prefiero una experiencia personal a las frases populares 😛
Por ejemplo, dato objetivo de la presentación hecha por un viceministro del MICONS (Ministerio de la Consrucción): de un total de 112 mil y pico trabajadores en la nación (y todas las empresas estatales relacionadas con la construcción están incluidas), más del 50% eran «ayudantes» (50 y tantos mil) u «otros» (12 mil y pico), frente al resto (soldadores, ferrallistas, pintores, etc). Si quieres abro el portatil y te miro los datos exactos.
Johny99,
como ya dije en un comentario anterior, no es sólo que Venezuela no tenga nada que ver con Cuba, China o Corea; es que ninguno de estos países tiene mucho que ver entre sí.:
-Cuba mantiene un sistema socialista, con iniciativa privada restringida a pequeñas empresas y participaciones extranjeras nunca superiores al 49% en otras grandes empresas, pero esencialmente socialista. Los servicios sociales básicos son garantizados por el Estado.
-China es presa desde hace mucho tiempo de un capitalismo salvaje gestionado por un partido que tiene por nombre «comunista», pero bueno, aquí en España tenemos al PSOE, que se hace llamar «socialista» y «obrero». Por supuesto, en China hace también ya mucho tiempo que sanidad y educación dejaron de estar garantizadas, y tampoco cuento con información como para asegurar si lo estuvieron alguna vez.
-Corea es un estado militarista, con todos los ciudadanos sometidos a la disciplina militar. Las empresas son propiedad estatal, o sea, militar. La economía es ruinosa y no permite garantizar los servicios sociales básicos aunque se tuviera intención de ello. Todo es fruto de una excesiva dependencia económica de la URSS y de su petróleo, que al interrumpir el suministro en 1991, dejó al país en la ruina y acabó con la sostenibilidad de las prestaciones sociales que antes sí eran garantizadas. Para colmo, el presidente actual tiene delirios megalomaníacos y dedica el 35% del presupuesto al sector militar con proyectos nucleares, argumentando que es necesario para defenderse de una posible invasión de Estados Unidos. Es mentira. Cuba es un blanco mucho más fácil y aún no ha necesitado nucleares.
-Y Venezuela cuenta con una economía esencialmente capitalista, pero también con un gobierno socialista y progresista que ha comenzado a socializar ciertos sectores de la economía. Los servicios sociales básicos no están aún garantizados del todo, pero se está trabajando en ello y se avanza a pasos agigantados.
Aitor,
muy interesante lo que comentas, pero me temo que no ha quedado demasiado claro, al menos para mí. Si me lo puedes volver a explicar con un lenguaje menos especializado, te lo agradezco. Por lo que parece, debes de ser un auténtico crack en lo tuyo.
Phantomas:
Hombre, yo antes usé frases populares porque corroboran un dato general y objetivo. El problema viene cuando las experiencias personales contradicen al dato objetivo. Muy interesante eso que comentas de los datos de la reunión. De verdad que te lo agradecería si puedes dar más datos. No sé exactamente qué quieres hacer ver con los números, supongo que harán referencia a uno de los problemas habituales de las economías socialistas, la sobredimensión de la mano de obra. ¿Es así? Aunque bueno, con el término de «ayudantes» no se especifica bien a qué se dedican.
Capote:
De acuerdo en que Cuba es un país llenito de contradicciones, especialmente exacerbadas tras la caída de la URSS, que obligó a tomar muchas medidas de último recurso. Pero si esas medidas fueron tomadas en gran parte para poder seguir garantizando los servicios sociales básicos, creo que el deber moral de los socialistas (socialistas, no psoeistas) es apoyar la Revolución. Sobre los derechos individuales y colectivos, lo ideal es conciliarlos, claro. Sin embargo, en condiciones muy extremas, como las del comienzo de la Revolucción soviética, los dos tipos de derechos pueden entrar en contradicción, con lo que se puede uno ver obligado a priorizar.
Mr. Bats: en el caso de Cuba, con el resultado de acabar reintroduciendo muchos de los elementos que ya existían en los días de Batista, como los guetos turísticos y la prostitución que, oficialmente, no existe en el país caribeño. ¿De qué sirve una revolución si acabas sembrando el germen de ciertas diferencias, sobre la base de aquello a lo que se puede acceder y lo que no? En el caso de Venezuela, está por ver en qué parará la cosa, principalmente porque está derivando hacia un personalismo que, a la larga, puede malograr el modelo de Estado que se construya, si se identifica demasiado con su cabeza visible. Eso sí, es curioso mencionar que en los casos de Cuba y de Corea del Norte, pese a sus diferencias, el modelo de sucesión es más próximo al una monarquía mesopotámica que al de una república cualquiera.
gracias por la precision MR BATS
Aún no he leido el cómic, por lo que no puedo realizar una crítica objetiva del mismo. Posiblemente me lo compre, hace poco viajé a Cuba y me parece un país con una historia muy interesante.
Les recomiendo además un documental sobre el Ché, llamado «Chevolución».