El Salón del Cómic de Barcelona es el más importante de España, de eso no hay duda. Y obtiene este apelativo por algo. No sólo de cómics vive el aficionado, si no que la oferta lúdica abarca más, va más allá de las compras, las charlas, las mesas redondas, las clases magistrales… Este año el programa de actividades culturales y lúdicas del Salón dio un paso al frente ampliando y diversificando su oferta (ya de por sí enorme y variada). Los juegos de estrategia y otros hobbies como el coleccionismo y creación de figuras tuvieron un espacio importante y una afluencia de público muy notable.
Al fondo, donde el año anterior colocaron la zona de firmas de autores, junto a una de las cafeterías del recinto y al lado de la zona profesional y del stand de Star Wars de la Legión 501, se ubicaban dos espacios diferentes, uno enorme de Devir (en realidad tres stands), orientado a los juegos de estrategia; y un espectacular diorama de más de cien metros cuadrados. Los dos lugares estuvieron repletos de visitantes en todos los momentos del día, en todos los días que duró el Saló.
El diorama fue realizado por la gente del foro Acciónunoseis (el foro español de los coleccionistas de figuras de acción a escala 1:6) con la colaboración de Planetacomic. Los espectadores podían descubrir todos los detalles que conformaban este espacio vivo que llevaba por título: “Maquetas en acción. Panzers contra Superhéroes”.
Unos jóvenes ataviados de militares dinamizaban la curiosa exposición, mientras los lectores más observadores podían intentar descubrir las diferentes escenas recreadas de diversos cómics donde la II Guerra Mundial es la gran protagonista. Escenas sacadas de El Soldado Desconocido o del Capitán América (enfrentándose, junto a Furia y compañía, contra su archienemigo Cráneo Rojo), entre otras muchas. Quizá el único “pero” que se le podía sacar, era el no poder introducirse de lleno en ella y poder detenerse, a una distancia menor, cerca de cada figuras. Aunque es comprensible la distancia de seguridad (que tampoco era excesiva) para salvaguardar las figuras.
Aquí se vieron tanques teledirigidos de un metro de longitud y cien kilos de peso, pasearse por el espacio reservado para ello, y muchas de las figuras estaban conversionadas a mano por sus creadores, lo que las dotaba de un detalle excepcional y un parecido enorme con los personajes que representaban.
La zona de maquetas se completaba con unos vitrinas donde los aficionados a las figuras de acción debían detenerse con suma tranquilidad. Su contenido era de auténtico lujo: réplicas realizadas a mano de muchos de los más famosos personajes, tanto del noveno, como del séptimo arte, junto a guerreros y soldados de diferentes épocas y lugares.
Entre los cristales estaban mafiosos de cine como Tony Montana, junto a héroes nórdicos (Thor en sus versiones clásica y ultímate) y héroes de Marvel (Spider-Man, Lobezno…) y DC (Batman), demonios de enormes puños y armas (Hellboy), personajes de la Guerra de las Galaxias, militares y samuráis, por citar sólo algunos ejemplos. Los coleccionistas de este tipo de figuras no paraban de fotografiar cada una de ellas, ya que el grado de detalle de las caras, de los accesorios y de las ropas era increíble.
La Legión 501 de Star Wars también tenía en sus vitrinas algunas piezas de coleccionismo muy curiosas. Los visitantes podían fotografiarse con algunos de sus personajes favoritos (gente disfrazada con trajes muy cuidados), mientras que los más pequeños dibujaban a esos mismos personajes para formar parte del concurso de pintura que tenían. Como curiosidad, quizá el mayor atractivo de su stand era una especie de árbol pintado en la pared donde los visitantes podían medir su altura y compararla con la altura de los diferentes protagonistas de la saga galáctica.
La parte de los juegos de estrategia de Devir también gozó de una amplia popularidad entre los asistentes. Estos juegos tienen la virtud de desarrollar las capacidades cognitivas, fomentando, a la vez, la sociabilidad, porque ayudan a administrar la competitividad para aprender a ganar y a perder. Ello supone la aceptación de unas reglas comunes para todos los participantes, lo que favorece la convivencia y el compartir un buen rato. Por otra parte, los tableros y juegos de cartas suelen estar ilustrados, mostrando así la parte artística de los juegos a través del dibujo. Esta característica es un elemento más de complicidad con el mundo del cómic y la ilustración. Muchos artistas del noveno arte han colaborado o trabajado en juegos de rol y estrategia, tanto en sus inicios, como en momentos de cambio de serie, para realizar otras obras y variar en sus ocupaciones.
Todo ello ha impulsado al Salón del Cómic de Barcelona a crear un área del juego de estrategia compuesta por tres islas contratadas y gestionadas por Devir. En dichos stands se encontraban todos los juegos de la editorial, así como zonas de demostración de las principales novedades de este año, con especial énfasis en uno de sus lanzamientos más importantes, el juego de cartas coleccionables de Águila Roja (serie completamente de moda gracias al impulso de la película cinematográfica). También tuvo una presencia destacada el juego de cartas coleccionables de Yu-Gi-Oh! y los juegos de tablero más representativos de Devir, como «Catán», «Carcassonne», «La Isla Prohibida», «World of Warcraft» o «El Señor de los Anillos».
Además, dentro de las actividades programadas en este espacio, el domingo 17 de abril, a mediodía, se celebró una conferencia con el escritor Màrius Serra y el divulgador Oriol Comas. Ambos autores son conocidos por sus obras y actividades dentro del mundo de los juegos. Serra y Comas presentaron su nueva obra «Verbalia», una colección de juegos lingüísticos, y aprovecharon para jugar con el público asistente, en una sesión vinculada especialmente con el mundo del cómic que hizo las delicias de todos los que se pasaron por allí, realizando una actividad relacionada con las viñetas, pero a la vez suficientemente alejada como para cambiar de aires, que en ocasiones también viene bien.
Nos leemos.
Nerdgasmo!
Buahhh figuritas, el vicio que quiero tener cuando sea rico 😀
Hace relativamente poco que he descubierto los «juegos de mesa modernos», como los llaman, y son una pasada. Desde los basados en mundos lovecraftianos (Arkham Horror, Mandions of Madness…), hasta los bélicos (Memoir 44, Commands & Colors…), pasando por los de la escuela alemana (Catán) y otros muchos… Enganchan cosa mala.
Yo estuve el sabado por la mañana ahi, y oí decir que un Panzer de esos costaba más de 3000€.
Bueno, Joy Division!, siempre puedes hacerte con alguno más barato:
http://www.planetacomic.net/militar_detalle.aspx?Id=5990
http://www.planetacomic.net/militar_detalle.aspx?Id=7120
Amigos, gracias a todos por pasaros por aquí y compartir con los demás vuestras percepciones. Realmente estas actividades fueron algo distinto y consiguieron aportar al Salón de este año un valor añadido, algo extra relacionado con los cómics, pero suficientemente alejado. Soy de los que disfrutan con un buen diorama, tanto militar como de ciencia ficción o fantástico. También soy un apasionado de los juegos de mesa y de estrategia. No sé si conocéis la marca Asmodee (http://es.asmodee.com/), en Salamanca hemos descubierto sus juegos hace relativamente poco, pero debo decir que son todos estupendos y la mar de entretenidos.
El tema del coleccionismo de figuras también tiene lo suyo. Personalmente es algo que me pierde. Por tanto, casi donde más tiempo pasé fue frente a las vitrinas, babeando con los personajes realizados a mano que allí se encontraban. Hellboy, por ejemplo, estaba hecho de una forma alucinante.
Me alegra que os haya gustado el texto, como siempre digo, no se terminan hasta que llegan a los lectores.
Nos leemos.
Por cierto, las fotos son de mi buen amigo Alberto Vicente, con quien compartí prácticamente todos los ratos del Salón. La del Capitán America y Cráneo Rojo le dio algunos dolores de cabeza porque yo quería que saliese de una forma concreta y él estuvo buscando la forma de hacerla así (como comento en el texto, había una zona de separación para proteger la maqueta). Al final le salió de lujo. Gracias Alberto.
Nos leemos.