El retorno de una esperada saga
Lo primero que debes saber, incauto lector, es que esto no es una review más. Me niego de plano a hacer una review al uso de
Haggard Games no se hizo de rogar.
Death to Spies: Moment of Truth, secuela directa del anterior, apareció tan solo un año después. Y aunque vivimos la época de las segundas partes que nunca son tan buenas como la primera, lo cierto es que este gustó en general a los fans. Las reviews eran positivas, el juego era adictivo, y de repente, el silencio.
Aunque fue anunciado para el año 2010, Death to Spies: Ghosts of Moscow no llegaría a ver la luz. En 2011 el publisher cierra y Haggard Games se queda en el limbo, esperando la respuesta a una pregunta que no se atrevían a formular: ¿está muerta la saga? Así parecía.
En 2013 se lanza un crowfunding en IndieGoGo, que falla. La saga parece nos despertar el suficiente interés, o quizás el montante demandado es demasiado para que un pequeño nicho de fieles al juego de espías en la segunda guerra mundial puedan asumirlo. El caso es que Haggard Games parece admitir la derrota. La licencia pasa entonces de mano en mano, sin ninguna perspectiva clara de que se pueda sacar adelante un proyecto viable. La crónica de una muerte anunciada, lástima para aquellos que disfrutaron en su día de la saga. Pero el año 2014 daría alas a una nueva oportunidad: se lanza un Kickstarter.
Haggard Games vuelve a estar detrás de todo el asunto, y esta vez parece ir enserio. Se lanza un gameplay donde podemos ver la infiltración en un castillo por parte del protagonista del juego, se vuelve a incidir en la variedad de misiones, en los múltiples caminos para resolver cada misión, en definitiva, todas las virtudes de la saga. Y aunque todo tiene muy buena pinta, con la promesa incluso de aparecer en consolas, el Kickstarter fracasa.
Y con todo esto en contra, pareciera que Haggard Games hubiera tirado la toalla. A estas alturas, y tras pasar por diferentes manos, el juego, o lo que haya disponible de él, es una amalgama de retales, de parches, de cosas hechas por diferentes manos que no conectan entre sí. Sin embargo, Maximum Games entra en juego y financia el proyecto. Por cuestiones de copyright, sin embargo, y aunque Haggard Games fueran padres de la franquicia, no se puede emplear el nombre original
Alekhine’s Gun
Viendo el aparatoso desarrollo del juego, se explican muchas cosas. Por ejemplo que el control (en la versión de PS4 que es la que hemos jugado) sea ortopédico, impreciso, arcaico y tantos cuyos malos apelativos se os ocurran. Los gráficos son de PS3 venida a menos, con un sistema de partículas inexistente y unos efectos de luz desfasados. Todo esto se le podría perdonar, sin embargo, pues son meras cuestiones técnicas. Lo que nunca se le podrá perdonar a un videojuego, es que no sea divertido. Hay juegos que son un reto tan enorme que nos pican y tenemos que jugarlos sí o sí, y otros que tienen un trama tan buena que nos engancha; hay algunos sin trama pero con un sistema de juego tan chulo, que perdemos horas y horas con ellos. Alekhine’s Gun no tiene ni lo uno, ni lo otro. No es divertido, no aprovecha sus virtudes.
Ahora bien, ¿es todo culpa del desarrollo? Sinceramente, lo dudo. Si en 2014 falló el Kickstarter y tuvieron que volver a darle vueltas a la franquicia, y sin embargo el juego aparecía a principios de 2016, es de recibo pensar que mucho no cambió la cosa desde el fallido crowfunding en lo que al juego se refiere. ¿Por qué? Si tu público potencial no quiso pagar por tu juego, ¿por qué no darle una vuelta de tuerca? ¿Por qué no repensarlo? ¿Por qué dejar todo como está? Y es que el mayor problema de Alekhine’s Gun es que se parece demasiado a sus predecesores, aunque aprovechando mucho más las cosas buenas que las malas. Es un juego de principios de 2008 en pleno 2016, está condenado. Y, efectivamente, el juego no funciona bien, no resulta retador, ni divertido, ni nada.
No voy a aprobar el juego porque me haya gustado, de hecho, no se lo recomiendo a nadie. Voy a ponerle un 5 a este juego por el potencial que tuvo. Esta pudo ser la saga, de haberse tratado bien y haber tenido medios, que desbancara a Hitman. Sin embargo, ha quedado en restos. Le voy a poner un 5 a Alekhine’s Gun porque es un recordatorio de que no es suficiente una buena idea: las circunstancias pueden echar a perder las grandes obras.
Valoración
Gráficos - 5
Jugabilidad - 5
Historia - 5
Sonido - 5
5
Valoración
El sucedáneo de Death to Spies no pasa la prueba. Una lástima lo que pudo haber sido este juego.