Pase el tiempo que pase, siempre te recordaré
«El amor no es morir por alguien… es vivir por esa persona.»
Anteriormente en Patrulla-X, Cifra intentó mediar entre las dos islas mutantes, pero no hubo reconciliación posible. Además, esto no mejoró cuando Charles y Magneto se reunieron con Isca y se dieron cuenta de los graves problemas de comunicación entre los mutantes de ambas islas. Por si esto no fuera poco, había asientos libres en el consejo y muchos proponían mutantes, pero tanto Jean como Scott prefirieron no acceder y volver a la raíz, ayudando como lo hacían en el pasado, al pueblo mutante. Tras esto, Ororo, Jean y Cíclope aceptaron la misión de rescatar a Xandra y realizar una intensa investigación para averiguar más sobre el culpable. Cuando lo descubrieron, Pegadora les asistió, rescataron a Xandra y ella tomó una gran decisión como emperatriz.
En el presente arco argumental, centrado en Los Hijos de la Cámara y la Creación de Nimrod, Lobezna, Sincro y Darwin entran en la Cámara para investigar más a estos enemigos que viven en una zona donde el tiempo avanza y las personas evolucionan más rápido, por lo que debían cartografíar todo lo que pudieran, averiguar sus secretos, acabar con ellos si era posible — en el caso de ser una gran amenaza — y salir de la Cámara cuando pudieran para transmitir esos conocimientos. Lo malo es que los enfrentamientos que tuvieron les hizo retrasarse demasiado hasta el punto de estar allí durante un siglo — en tiempo Cámara —, pero, llegado el momento, todo empezó a torcerse, llevándose a Darwin y encarcelando a Sincro y Lobezna. Por suerte, con el paso del tiempo, Sincro consiguió escapar de su jaula, salvar a Lobezna y traspasar una barrera que les quitó los poderes y los abrasó. Ante la cantidad de enemigos, Lobezna se quedó allí para morir y dejarle tiempo a Sincro, mientras Darwin también moría. Cuando Sincro salió de la Cámara contactó psíquicamente con el Charles Xavier y eso bastó para transmitir toda la información, aunque los Hijos de la Cámara lo mataron. Al resucitar los tres, solo Sincro recordó lo vivido en la Cámara, a diferencia de Laura y Darwin. Por otro lado, Mística intentó evitar la creación de Nimrod con un arma creada por Forja que actuaba como agujero negro. Por desgracia, cuando llegó a Orchis, Nimrod se activó y sacrificó su personalidad para duplicarse y lanzar lejos la bomba, no sin antes mandar un mensaje a Mística, matarla y mandarla de vuelta a Krakoa. Finalmente, una vez resucitada y habiendo comunicado la situación, Mística pidió la resurrección de Destino.
En general, estamos ante un arco argumental que ya estaba tardando en llegar y que ha cumplido bastante con las expectativas que teníamos hasta el punto de superarlas. Aquí, Jonathan Hickman ha llegado hasta el punto de jugar con los personajes y el lector para dar una extensa trama muy interesante contada a través de los sentimientos y pensamientos de Sincro y de los diagramas que iban resumiendo esos largos años perdidos en los que se infiltraban o luchaban en la propia Cámara contra los Hijos o huían de la Madre. Además, no solo consigue que sea una carrera contra el tiempo mismo — pues los enemigos pueden estar listos en cualquier momento — y veamos cómo nuestros personajes envejecen, sino que los vemos sufrir, sacrificarse físicamente, emocionalmente e incluso dejar atrás a uno de los suyos, todo por la misión para poder salvar Krakoa de una amenaza mayor que podría igualar a la de Nimrod si no llegan a detenerlos en el momento adecuado, ya que ellos evolucionan más rápido. Para ellos, un siglo en la Cámara no es nada y ese es el verdadero peligro, pues fuera de la Cámara ha pasado poco tiempo y ellos ya se han adaptado y mejorado de muchas formas. Sin duda alguna, la trama de Los Hijos de la Cámara ha sido una de las mejores dentro de este arco argumental y más con la narración en cartuchos con los sentimientos de Sincro. Por otro lado, el número autoconclusivo de la creación definitiva de Nimrod es una trama que abre muchas puertas de cara al futuro de la franquicia mutante y al evento Inferno, pero que, a diferencia de la historia de Los Hijos de La Cámara, no hemos llegado a encontrarle una epicidad más allá de que nos vamos a encontrar con un enemigo formidable casi imposible de parar. Siendo este último número casi una muestra de que Nimrod puede salvarse de situaciones difíciles, en vez de demostrar más poder armamentístico o mandar una gran amenaza a Krakoa. ¿Lo mejor? El ultimátum mental de Mística al querer ya sí o sí que resuciten a Destino o seguiría la profecía, algo que se da a entender con los cartuchos y el viaje de Charles y Magneto a la habitación de Moira con el título Inferno.
En cuanto a los personajes, Lobezna es la mayor superviviente y protectora del equipo dentro de la Cámara, arriesgando su vida y prestando sus poderes en más de una ocasión para que la misión pueda cumplirse. Es más, la lealtad hacia sus amigos, Krakoa, y la misión es tal, que es capaz de usarse como cebo para que los demás puedan intentar escapar aunque ella pueda perecer en el intento. Darwin no llega a destacar mucho en este arco argumental, aunque sí es relevante dentro de la misión por el papel que le toca, aunque su destino llega a ser demasiado funesto. Por otro lado, Sincro es nuestro principal guía dentro de la Cámara al ser nuestro narrador en los cartuchos de las viñetas, explicando en peligro, lo que buscan, sus logros y cómo al final, aunque encontraron lo que necesitaban, todo se redujo al amor y el compañerismo que sintió allí, aunque ninguno de sus amigos pueda recordarlo. Por último, Mística busca terminar con el trabajo y destruir a Nimrod para que resuciten a su mujer, pero por mucho que lucha no llega a ser suficiente y llega a sentirse frustrada y pide igualmente a Charles y Magneto que resuciten a Destino porque ha cumplido todas sus órdenes y ya no puede hacer nada más por ellos.
Sobre el ritmo, Jonathan Hickman opta por unos tiempos más lentos para hacer notar el paso del tiempo y la tensión que sufren el equipo mutante en la Cámara y funciona de manera perfecta, ya que te sumerge en la trama casi al instante gracias al storytelling. Al contrario, en el último número trata de dar unos tiempos equilibrados con tendencia hacia la acción a medida que Mística pone en marcha su plan y actúa en contra en Nimrod y él destapa sus engaños y contraataca.
A nivel artístico, Mahmud Asrar nos deja un dibujo de alta calidad con viñetas muy notables que llegan a sorprender por el dinamismo o efectismo que puede llegar a provocar, con páginas increíbles tanto en momento de acción como en aquellas más relajadas que se centran en las emociones o en la infiltración. Además, su diseño de fondos es detallado y el de personajes es excelente, mostrando emociones muy naturales. Con Francesco Mobili se nota el cambio de estilo, a uno incluso más oscuro, dinámico y detallado, pero manteniendo características previas del dibujante anterior.
En definitiva, considero que estamos ante un arco argumental excelente que nos deja los nervios a flor de piel, que nos sumerge en la historia y que provoca que nos preocupemos por los personajes en todo momento y más sabiendo todos los años que pasan en la Cámara. Además, el final con el ataque de Mística a Orchis para evitar la creación de Números es el epílogo perfecto a esta colección antes de volver a un nuevo número 1 — sin contar el número especial de la Gala Fuego Infernal, que no creemos que toque la trama de Orchis, Hijos de la Cámara o Nimrod—, pues aporta tensión, algo de acción, un buen cliffhanger, y nos deja con la duda sobre si Mística será capaz de ir con su plan hasta el final si no resucitan a Destino.
Lo mejor
• La trama de los Hijos de la Cámara está perfectamente trabajada.
• Los héroes protagonistas del arco de Los Hijos de la Cámara están bien definidos y se profundiza bien en ellos y su evolución, aunque mucho más en Sincro.
• Mística echándole valor al pedir al final que resuciten a su esposa mientras piensa en las palabras que ella le dijo.
Lo peor
• Tal vez habría venido mejor un tercer número de Hijos de la Cámara para evitar tanto diagrama y poder haberlo visto en las viñetas
Guión - 8.5
Dibujo - 8
Interés - 8.5
8.3
¡Fantástico!
Estamos ante un arco argumental que lo da todo y no decepciona, justo antes de la Gala Fuego Infernal, con acción y emociones a flor de piel.