Lo que aguarda en las sombras
«Es posible que los lugares que se vuelven famosos porque en ellos aparecen fantasmas sean sitios donde, hace tiempo, pasó alguna desgracia».
ECC Ediciones lleva bastante tiempo apostando por el manga de terror. Aunque se centran sobre todo en ITO Junji y su amplia producción, de vez en cuando sorprenden a los aficionados con nuevos nombres, ya sea porque nos traen alguna de sus series, ya sea porque optan por publicar una antología en la que participan diferentes mangakas. Así fue precisamente como llegó ITO Mimika al mercado español: se incluía una historia suya en Relatos fantasmagóricos de las montañas, recopilatorio dedicado a la adaptación al manga de varias obras del escritor AZUMI Junpei. Ya en 2021 hemos podido disfrutar de dos tomos únicos de la autora, en los que Ito nos introduce en su mundo de percepciones extrasensoriales: Una mirada misteriosa y Pelo negro empapado. El primero llegó en marzo y el segundo, el protagonista de la reseña de hoy, se publicó en julio.
En Pelo negro empapado, ITO Mimika nos ofrece unas historias muy similares en su fórmula a las que podemos leer en Una mirada misteriosa: relatos breves sobre experiencias paranormales que la autora vive en carne propia o que recoge a partir del testimonio de amigos y conocidos. A través de ellas, nos permite asomarnos a ese lado oculto de la realidad contaminado por el dolor y la locura. Mujeres inquietantes que se aparecen a medianoche en un edificio de apartamentos. Fantasmas que despiertan a los mortales siempre a la misma hora, con la puntualidad de un reloj. Viejos hoteles encantados en los que aún se siente el aura de sus dueños. Extrañas criaturas negruzcas que ponen la piel de gallina. Todos los habitantes del mundo paranormal tienen varias cosas en común: aterran y perturban la tranquilidad de los seres humanos, pero son más de lo que parece a simple vista.
La sensibilidad de Ito hacia los espíritus y lo sobrenatural constituye una ventana que nos hace asomarnos a un terror escalofriante por su cercanía. En sus relatos, nos encontramos con situaciones que cualquiera de nosotros podríamos vivir y lugares encantados que frecuentamos habitualmente. Es ahí donde se esconden los fantasmas: en la cotidianeidad. Y eso es lo más espeluznante. El terror ya no nos resulta tan ajeno y, de esa forma, la mangaka consigue que nos sumerjamos de lleno en sus historias. En Una mirada misteriosa ITO Mimika demostraba su habilidad para conectar con los lectores; en Pelo negro empapado también lo consigue.
Sin embargo, no solo nos involucramos en los relatos breves porque sean estremecedores. Hay otro factor que influye: la «humanidad» de la que la autora dota a sus espíritus. No se trata simplemente de presencias que buscan hacernos daño. Todos ellos fueron víctimas de una desgracia en vida y terminaron en la ira, en el dolor, en la locura. Esa es la razón por la que no pueden descansar en paz. De alguna forma, a la vez que nos asustan, nos producen cierta lástima.
Ito refuerza ese sentimiento de empatía ofreciéndonos algunos detalles sobre las criaturas que le salen al paso. Las travesuras de varias de ellas se deben a que la muerte las condenó a una infancia eterna. Otras lamentan su soledad y quieren un poco de atención por parte de los vivos. Otras se quejan de aquello que les está haciendo daño. Además, el contacto con lo paranormal no siempre es fuente de inquietud; en ocasiones, sirve de consuelo. Este recurso de «humanizar» lo que nos da miedo es uno de los elementos que más destacan del manga, ya que dota de originalidad a los relatos.
La autora juega también con otra técnica interesante y muy coherente en historias de terror como las suyas: no nos cuenta todo sobre los espíritus. Al fin y al cabo, Ito no puede conocer su pasado con detalle; con suerte, los espectros pronuncian un par de frases que le permiten intuir muy ligeramente retazos de lo que les ha sucedido. No obstante, y pese a que muchas veces esta vaguedad juega a su favor, otras tenemos la sensación de que ciertos relatos quedan incompletos.
En cuanto al dibujo, destaca sobre todo la manera en la que ITO Mimika representa lo paranormal. Utiliza las sombras, un intenso color negro y líneas sueltas para dar forma a esas presencias inquietantes. Algunas de ellas tienen rostros deformados, de ojos grandes y sonrisa amenazadora: son sus rasgos exagerados los que las hacen terroríficas. Sin embargo, la autora también demuestra que no siempre es necesario detallar hasta ese punto la apariencia de un fantasma. A veces, basta con una sombra sin expresión para perturbar a los lectores.
Pelo negro empapado es un título que gustará a los aficionados al manga de terror. Por otro lado, es una buena forma de acercarse a la obra de Ito y comprender las bases de sus creaciones, las dinámicas narrativas que utiliza… Quienes disfrutaron de Una mirada misteriosa también lo harán con este manga, pero quienes no le hayan dado una oportunidad probablemente se queden con ganas tras cerrar el tomo de Pelo negro empapado.
Lo mejor
• Al convertir el terror en algo cotidiano, la autora consigue que conectemos mejor con sus experiencias sobrenaturales.
• Los fantasmas de ITO Mimika: resultan inquietantes, pero empatizamos con muchos de ellos en mayor o menor medida.
Lo peor
• En algunas historias, nos quedamos con ganas de saber más.
Guión - 7
Dibujo - 7.3
Interés - 7
7.1
ITO Mimika nos ofrece una muestra de un terror que provoca escalofríos y conmueve al mismo tiempo.
