Peter Milligan vuelve a visitar Gotham

Peter Milligan no es ningún desconocido en Gotham. De hecho, ayudó a crear en tan sólo un puñado de números hace unos cuantos años parte de la mitología de la que se está sirviendo Grant Morrison. Además, aunque la figura del escritor se encuentre algunas veces asociada a otro tipo de obras (Shade, X-Statix, la más reciente etapa de Hellblazer), la verdad es que nunca ha querido perder contacto con la Bat-familia. Ahora, a punto de comenzar otra etapa en la colección central, en la de Batman a secas, los compañeros de Comicbookresources le han preguntado por su peculiar relación con el Hombre Murciélago.

Evidentemente, Milligan describe a Batman como uno de los personajes más interesantes del mundillo, que el abanico de historias que se pueden crear con él van desde “aventuras de terror hasta relatos psicológicos”. La esencia del personaje, para el escritor inglés, es que “su naturaleza melancólica, herida, se combina muy bien con lo que es el escenario de su propia psique (Gotham City), que es lo que lo hace tan satisfactorio de escribir o de leer”. Y se queda tan ancho. “Un hombre común para nuestra propia era de ansiedad”.

Preguntado por la primera historia del alter ego de Bruce Wayne que escribió, Dark Knight, Dark City (historia que fue recopilada por Planeta dentro del tomo dedicado al Acertijo que se publicó en la colección Batman Arkham), el escritor confiesa que estaba interesado en la peculiar relación entre personaje y entorno, entre Batman y Gotham. “Estoy interesado en ver cómo la ciudad es un personaje en sí mismo, al igual que el Joker, Gordon o el propio Acertijo”.

Y es que esta historia se encuentra de plena actualidad, ya que hay algún que otro elemento de ella que ha sido adoptado por Grant Morrison en el mega-arco argumental que está desarrollando con el personaje, primero en Batman y actualmente en Batman y Robin y The Return of Bruce Wayne. Preguntado a este respecto, Milligan cuenta que Morrison tampoco le comentó nada, pero que no tiene obligación alguna de hacerlo, y que cree que la forma de tratar ese elemento por parte del escritor escocés

es distinta a la forma que utilizó él, más simbólica.

Dark Knight, Dark City fue muy bien recibida. La verdad es que era una historia muy entretenida, en su momento novedosa a la hora de retratar Gotham, aunque creó algo de polémica por un Acertijo que, a mí personalmente, me parece un preludio del que vimos posteriormente en el arco Silencio. Frío, muy inteligente y hasta un poco obsesionado con Batman, pero con alguien detrás moviendo sus hilos. El éxito de la historia entre crítica y fans llevó a Milligan a escribir durante un tiempo Detective Comics. La etapa estuvo compuesta de historias autoconclusivas que se caracterizaban porque en ellas no solían aparecer el reparto clásico de villanos o personajes secundarios. Historias que a Milligan le “intrigaban o inspiraban. Creo que no estaba interesado en usar a los mismos personajes una y otra vez”.

Un punto fuerte de la entrevista, y que creo que nunca ha sido aclarado por el propio Milligan, es el papel que jugó el guionista inglés en toda la historia de La Caída del Murciélago, por la que incluso recibió una remuneración en concepto de prender la mecha… Al parecer, con lo que tuvo que ver fue con la miniserie La Espada de Azrael. Publicada en su momento por Zinco y reeditada por Planeta en su coleccionable, uno de los mejores trabajos que lanzaron al estrellato a Joe Quesada y, en la humilde opinión de quien escribe, una historia soberbia por parte de Dennis O´Neill, un entintado magistral de Kevin Nowlan y uno de los cómics de Batman más entretenidos de la época.

Al parecer, lo que ocurrió fue que, antes de despedirse de Detective Comics, se reunió con Dennis O´Neill, por entonces editor de las series de la Bat-familia y soltó el clásico “¿sabes cuál sería una buena historia?…”. El concepto que contó a O´Neill fue mutado por el editor en el personaje de Azrael y, suponemos, su arco argumental. Incluso cuenta que Alan Grant le llamó para darle las gracias después de llamarle “bastardo”. “De hecho, creo que DC fue bastante generosa en reconocer mi contribución a la historia”.

Pasan los años, y Milligan se encarga de escribir un arco de la colección que sustituyó a Leyendas de Batman, Batman: Confidential. Un arco dibujado por Andy Clark y con una ambientación de intriga política internacional. “Probablemente habría leído u oído algo sobre la situación que se vive en el Moscú post-soviético. Algo cuyas repercusiones llegan hasta donde yo vivo, hasta Londres, donde un gran número de disidentes rusos viven a día de hoy. De hecho, el ex agente de la KGB Alexander Litvinenko, que escribió libros críticos contra la KGB y el nuevo estado ruso, vivía a apenas kilómetro y medio antes de ser asesinado con polonio. El concepto que me interesaba era algo que ya había tratado: la importancia del entorno urbano (en esta caso Moscú) en la creación de un superhéroe o supervillano. El antagonista de la historia incluso llega a reflexionar sobre los monstruos creados por estas ciudades”.

Y una exclusiva: Milligan no ha escrito el número 703 de Batman, cuyos créditos corren a su cuenta y que se publica en los USA el mes que viene. Cuenta en la entrevista que cuando comentaba una de las historias que quería hacer con el editor Michael Marts, tuvo que encargarse de unos “asuntos personales”, por lo que el editor asignó esa historia a Fabian Nicieza, produciéndose una confusión en los créditos.

En este sentido, comenta el escritor, a pesar de tener un elenco muy interesante de personajes secundarios, el problema es que, al ser Batman (y también puede que el Joker) un personaje tan potente, incluso cuando no está, la escena puede salir plana, ya que da la impresión de que la acción está por venir.

Para terminar, y preguntado si tiene la intención de jugar con alguno de los “juguetes” que ha presentado Grant Morrison en la actualidad, dice Milligan que no lo hará de forma consciente, a pesar de encontrarlos “muy seductores”. “Tengo alguna historia de Batman que quiero contar. Especialmente una, pero hay que esperar a que la situación actual (refiriéndose a la continuidad) sea la deseada”. Concluye diciendo que es una historia bastante radical. Pues la esperaremos con paciencia.