¡Oh, adorable y dulce Petra!
Ponent Mon nos da una nueva alegría con un nuevo título de su colección Maestros del Fumetto. En esta ocasión recupera uno de los títulos fundamentales de
Attilio Micheluzzi es un historietista italiano nacido en 1930 y fallecido en 1990. De familia militar, algo que sería muy importante en su obra posterior, tanto por su fascinación por la aviación como por su ideología profundamente conservadora. Trabajó como arquitecto varios años, algo también muy visible en su obra, sobre todo en Libia hasta que el golpe de estado de Gadaffi le dejó sin trabajo y tuvo que volver a Italia. Allí fue donde en 1972, comenzó su trabajo en el mundo del cómic, firmando su primeras obras con el pseudómino de Igor Artz Bajeff. Creador de multitud de series y personajes para revistas y editoriales como Il Corriere dei Piccoli, Il Giornalino, Skorpio, Bonelli, Alter Alter, Orient Express, L’Eternauta o Comic Art. En nuestro país nunca tuvo la aceptación de otros autores italianos y su obra fue muy poco publicada. Por suerte tras mucho tiempo alejado de las librerías, en los últimos años se han publicado varias obras suyas como Mermoz y Air Mail ambas publicadas por Ninth Ediciones y Titanic publicada por Norma. Pero todavía quedan muchas obras suyas por publicar como Afghanistan, Marcel Labrume, Bab-el-Mandeb, Siberia, Tanganyika, Khyber, Johnny Focus, Roy Mann o Molly Manderling. Esperemos que las veamos lo más pronto posible.
Las aventuras de Petra se desarrollan durante la Primera Guerra Mundial y en la época inmediatamente posterior. En ellas se mezclan los aviones con las intrigas de espías, recorriendo todas las zonas en conflicto desde Europa hasta el oriente próximo acabando en la Rusia revolucionaria, conformando una de las mejores series de aventuras de la historia, por la que no pasan los años.
Micheluzzi creó a Petra en 1977 para la revista Il Giornalino y sus aventuras se prolongaron hasta 1982. En 1986 la revista El Capitán Trueno de Bruguera publicó algunas historias pero no tuvieron continuidad. Hoy por fin podemos disfrutar de todas sus aventuras. El tomo se compone de 25 historias cortas de entre 10 y 14 páginas, ordenadas de manera cronológica a su publicación. Las historias en un principio independientes entre si y con una estructura similar entre ellas. Algo que cambia hacia la mitad del integral cuando la accion se traslada de Europa central hacia los Balcanes y continúa hacia el Este, en eso punto las historias pasan a ser de continuará concatenándose hasta el final.
Petra de Karlowitz es una mujer de 23 años de orígenes franco-polacos aunque de nacionalidad holandesa. Es glamurosa, cosmopolita y sofisticada pero a la vez fuerte, culta y decidida, capaz de hacer cualquier cosa y asumir cualquier riesgo por defender los valores en los que cree, y para ello no duda en romper con los limites que su época establecía para las mujeres. Su aspecto físico es el de la actriz Louise Brooks, que también prestaría sus rasgos a otro personajes mítico del Fumetto, la Valentina de Crepax. Representa la nostalgia del autor de una época caduca, con esa nobleza decadente que tuvo su final con la revolución rusa. Recuerda inevitablemente a Corto Maltés, por ser ambas series de aventuras, contemporáneas en creación y desarrollarse en la misma época, pero se alejan en su visión del mundo en el que viven. Corto vive y respira con las clases más bajas y a pesar de su cinismo mira al futuro con esperanza, Petra en cambio, es una heroína que aun siendo moderna es la visión anticuada de Micheluzzi de una nobleza que no era tal.
Las historias de Petra nos servirán para conocer los diferentes escenarios en los que se desarrolló la Primera Guerra Mundial y alguno de sus protagonistas, como el Barón Rojo o Lawrence de Arabia. El único personaje fijo además de Petra es Nung, el resto no aparecen más que en una historia. Sin embargo están bastante bien caracterizados a pesar de contar con pocas páginas para hacerlo tirando en muchos casos de tópicos. Pero sin perder de vista a la verdadera razón de ser de la historia que es la aventura, rodeada de espías, traiciones, aviones, altos cargos del ejercito estúpidos, etc… Aunuque sin evitar condenar la estupidez de las guerras y la humana.
Resulta destacable que alguien de ideología tan conservadora crease a una mujer tan profundamente feminista. Si bien sus motivaciones a veces no están claras y da la impresión de que sus actos no son para ayudar al bando franco-ingles, sino para rebelarse contra las limitaciones que le impone la sociedad. Un heroína que no ha perdido un ápice de frescura y que por desgracia luchaba en batallas que todavía no se han ganado.
Las historias suele estar narradas por una voz en off que pertenece a Micheluzzi y que en muchos casos usa un punto de humor para alejarse de las historias. La propia Petra dialoga con la voz en off, que cuestiona sus acciones, a la que en alguna historia sustituye como narradora. Y más adelante el dialogo se produce con los propios lectores. Todo ello al contrario de lo que puede parecer no le quita dramatismo o realidad a la historia sino que la hace más cercana y sirve para humanizar a Petra. Una Petra que según transcurre la historia va despojándose de su condición de heroína, un papel que después de la revolución Rusa ya no puede desempeñar. Porque a pesar de su fortaleza, en los momentos más terribles, como le sucede a cualquiera, deja de ser dueña de su destino y se ve arrastrada por los acontecimientos.
En el dibujo de Micheluzzi es deudor de los clásicos americanos, sobre todo Noel Sickles y Milton Caniff, y de la enorme figura de Hugo Pratt. El uso de las onomatopeyas nos hace recordar al empleado por Alex Toth. Por ellos en sus lápices se observa ese aroma clásico pero también se puede apreciar la modernidad que predominaba en el cómic italiano de finales de los setenta. Micheluzzi como todos los dibujantes venidos de la arquitectura destaca por sus preciosas y precisas imágenes, sus diseños son impecables y equilibrados, además domina como pocos los claros y oscuros. Nunca cae en la repetición de encuadres y posiciones. Las paginas están compuestas en las primeras historias por cuatro tiras aunque si la narración lo requiere no duda en saltarse ese esquema, según van pasando las historias Micheluzzi abandona ese esquema por uno de tres tiras por página aunque en algunas historias vuelve al de cuatro. En Petra se puede apreciar el trabajo minucioso de documentación que realizaba para dotar de verosimilitud a su obra mediante los detalles. Parte de su maestría se puede observar en que con pocas líneas hace un rostro de Petra prefecto, reflejando la belleza y misterio del personaje. Es cierto que en alguna historia se aprecia un dibujo menos acabado, producto supongo de la velocidad con que trabajaba y de unos plazos de entrega muy ajustados. Un cómic para deleitarse con los detalles y el trazo majestuoso de uno de los maestros, tal vez tapado por el brillo de otros compatriotas suyos con Toppi, Pratt o Battaglia.
La edición de Ponent Mon cuenta con una gran reproducción que permite apreciar el arte de Micheluzzi. El integral comienza con una introducción sin firmar y con unas abundantes notas al final del tomo. Esperemos que la colección Maestros del Fumetto venda lo suficiente para que aparezcan nuevos títulos ya que hay un monton de joyas por editar y reeditar dentro del cómic italiano.
Petra Chérie es una de las colecciones más interesantes que ha dado el cómic italiano. Un mezcla de aventuras, romanticismo, aviación y espías durante la Primera Guerra Mundial dibujada por Micheluzzi, uno de los grandes olvidados de los últimos años por el que en Francia sienten veneración. Con toda la razón ya que es un autor espectacular.
Guión - 8
Dibujo - 9
Interés - 9
8.7
Aventura
Petra Chérie es una de las mejores series de aventuras del cómic italiano. Un personaje que sigue siendo actual y lo será siempre.
Uno de los lanzamientos del año. Petra Chérie es sumamente atractiva. Como obra, como personaje y como aventura.
Cuántas obras interesantes en el comic italiano. Ojalá sigamos disfrutando en castellano este tipo de material