Phonogram 2. The Singles Club

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Phonogram_Portada

Edición original: Phonogram Vol. 2: The Singles Club.
Edición nacional/ España: Norma Editorial (2018).
Guión: Kieron Gillen.
Dibujo: Jamie McKelvie.
Entintado: Matthew Wilson.
Color: Matthew Wilson.
Formato: Tomo cartoné de 160 páginas a color.
Precio: 17.5 euros.

 

La noche es mágica. Puede suceder cualquier cosa. Ya sea porque pase o porque has bebido lo suficiente para percibirlo de esa forma. Jóvenes hedonistas, personas que se desinhiben de lo que son durante el día, personas atormentadas, piscópatas, seres humanos que no deberían estar ahí, gente que parece no haber salido de ahí, amigos y hasta personas que desearías no volver a cruzarte… Todos se unen en una comunidad efímera que por una noche forman una comunidad efímera, pero intensa. Puede que hasta te conozcan mejor y te vean hacer el ridículo más que personas con las que has compartido más tiempo. Y el espejo de ello es The Singles Club.

Es muy difícil deducir qué es exactamente una pieza como Phonogram. Tiene una surrealista cualidad de mantener una lógica causal más propia de un sueño. Tampoco tiene coherencia argumental respecto a lo planteado en el primer tomo. La continuidad es prácticamente marginal, aunque sí que rima sonoramente si atendemos a los temas.

En el segundo tomo, al más puro estilo Altman tenemos una historia coral en la que unos personajes independientes tienen un único punto de intersección muy concreto. Aquí, como no podía ser de otra manera, es una fiesta.

Cualquier personaje de los que se cruzan bien podría merecer una serie propia. En un solo número logra caracterizarlos y que empaticemos con ellos y ellas de un modo muy sorprendente. Aunque tengamos elementos mágicos, son personajes sufridos, con almas atemorizadas en los que resulta obvio que Gillen ha destilado mucha verdad emocional. Como en cualquier fiesta, es más probable que nos encontremos a alguien como estos personajes: atormentados que disimulan y salen de fiesta como método chamánico de exorcizar sus males, o que han sido arrastrados por amigos o amigas. Gillen no juzga.

Uno de los temas que plantea este tomo y que más interés me han suscitado es como las acciones de los otros afectan a nuestro devenir, sin que seamos conscientes de ello. Es ambiguo y bañado en alcohol y frenesí, pero creo que el que se nos plantee lo diferentes que pueden llegar a ser las noches de distintas personas que están en un mismo lugar, es un indicador de ello. Como en otras obras, en este microcosmos tenemos una pieza más que interesante de antropología y del comportamiento humano. El contraste entre unas noches y otras es producto de la acción humana. Podemos triunfar y fracasar, podemos hacernos daño y amarnos, podemos sentir la soledad aun estando rodeados de personas que, aparentemente, lo están pasando mejor que tú… Todo ello a la vez de forma contradictoria, pero con una extraña coherencia. Pero, sin duda, no depende del todo de nosotros, sino que ese devenir es fruto del factor azar, o de acciones externas de las que poco o nada tenemos que ver.

Si algo demuestra Gillen (aparte de su talento, como ya he expuesto) es un increíble conocimiento enciclopédico de la música del britpop. Aunque aquí amplía horizontes y décadas, sigue teniendo un claro espíritu de celebración de lo que supuso este movimiento cultural.

Eso se palpa, también, en el tono de este cómic. Es un cómic escrito con una actitud como la que podrían tener los Gallagher en su momento cúspide de fama. Entran en tu cerebro sin que los hayas invitado y montan una fiesta ahí, lo dejan todo destrozado, se va sin ordenar y ni te pide perdón.

Como la otra vez, McKelvie siempre suma y no resta. Se puede apreciar que es un proyecto en el que su particular estilo pop tiene un encaje perfecto. Esa falta de realismo con personajes que se pueden apreciar que son figuras icónicas suma a una saga que tiene estos aspectos como elemento integral. Pero el dibujante no es un mero apoyo, si no que siempre suma y aporta una serie de elementos (como se puede apreciar en el making of). Pero se coordina con un guionista que se nota que escribe teniendo en mente que el dibujante se tiene que lucir. Sin embargo, no es una obra sencilla puesto que se atreve con la experimentación formal (tenemos un número mudo, otro en el que toda la historia se tiene que narrar con el mismo encuadre…) y, sin lugar, a dudas McKelvie está a la altura. Se puede apreciar una evolución a pasos agigantados respecto a lo que nos ofreció en el primer tomo y al artista que en un futuro nos dará The Wicked+The Divine. Y el color de Matthew Wilson con colores llenos de luz, es igual de preciso y rema en la misma dirección.

La guinda la pone Norma Editorial que ha puesto mucho mimo en la edición de esta serie, y eso se nota. Complementa los números con una numerosa cantidad de extras como son las portadas, material promocional, un divertidísimo y muy útil glosario de bandas y de términos a todas las referencias que hay en los cómics, que no son pocas y un minucioso insight al proceso creativo de Gillen y McKelvie. Imprescindible la anécdota alcohólica del guionista.

Phonogram es una serie que apela efectivamente a las experiencias personales del lector. Que exige que te acerques a ella con los ojos de una adolescente con todo por descubrir. Da más de lo que parece. Y lo hace pareciendo fácil. Y lo hace con temazos. No es para todo el mundo, pero, para quien sea, se va a convertir en una de sus favoritas indiscutibles.

  Edición original: Phonogram Vol. 2: The Singles Club. Edición nacional/ España: Norma Editorial (2018). Guión: Kieron Gillen. Dibujo: Jamie McKelvie. Entintado: Matthew Wilson. Color: Matthew Wilson. Formato: Tomo cartoné de 160 páginas a color. Precio: 17.5 euros.   La noche es mágica. Puede suceder cualquier cosa. Ya sea porque…

Tu Joey Ramone

Guión - 8.5
Dibujo - 9
Interés - 9

8.8

Phonogram te coge de la mano y te conduce a un local que no no conocías. Pero que suena bien.

Vosotros puntuáis: 7.46 ( 2 votos)
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Stasis
Stasis
Lector
7 noviembre, 2018 13:01

Me estáis arruinando la vida.
No me iba a pillar Phonogram y por culpa de vuestra maldita reseña me lo acabaré pillando.
De donde queréis que saque el dinero????