RESEÑAS
Ken games 2: Feuille, de José Manuel Robledo y Marcial Toledano; Diábolo Ediciones; 48 págs., color, 15,95 €.
La segunda entrega de Ken Games no ha hecho más que confirmar que nos hallamos ante una de las sagas más redondas de la moderna historieta española.
Gráficamente, Marcial Toledano no tiene desperdicio. Su particular fusión de estilos, dentro de esa escuela que Vicente Galadí tuvo a bien llamar iberomanga, resulta sumamente atractiva. La cosa, por supuesto, no acaba ahí, puesto que Toledano también narra a la perfección. No sólo con fluidez, sino con verdadero ímpetu; embelesando y capturando la mirada del lector a partes iguales. Acción, dramatismo, tensión, romanticismo, melancolía… la variedad de registros emocionales que maneja parece absoluta, convirtiéndole así en una suerte de ilustrador para los argumentos más elaborados; ricos en matices y generosos en cuanto a caracterización. Por si todo lo dicho fuese poco, Toledano introduce, en su detallado grafismo, elementos icónicos más propios de ilustradores como Chris Ware o Àlex Fito que no de un dibujante realista. Sin embargo, sorprendentemente, consigue que esos elementos funcionen a la perfección, tanto por su clara función narrativa como por su milagrosa adecuación dentro del conjunto de su propuesta gráfica. Si ahora mismo me preguntasen cuál es el dibujante español al que considero más completo, impactado como estoy por la reciente lectura de esta segunda parte de Ken Games, posible y tal vez injustamente daría el nombre de Marcial Toledano.
Afortunadamente para todos nosotros, semejante avalancha de destreza se pone al servicio de un argumento elaborado con tino y habilidad por José Manuel Robledo. Géneros cuya mezcla podría chirriar, protagonistas complicados de utilizar por lo complejo de sus contradicciones internas y la tentanción de contentarse con menos… de todos esos peligros sabe huir Robledo, ofreciendo una historia que se sigue con creciente interés y que avanza con meritoria coherencia. Así, en este segundo capítulo hemos visto como parte de las tramas apuntadas en el primer libro llegan a su aparente conclusión, no siempre tal como uno podría prever, mientras que personajes que hasta ahora eran meros comparsas empiezan a desarrollarse y a adquirir una dimensión propia que incide en los protagonistas de manera que lo que pueda depararnos la tercera y última entrega se convierte en una absoluta incógnita.
Aunque hay alguna situación tópica y conductas un tanto forzadas en contadas ocasiones, la solidez del relato y la maestría con la que nos lo presentan Robledo y Toledano es tan alta que – yo también – me sumo a las muchas recomendaciones que podréis encontrar instándoos a leer esta emocionante historieta en tres partes.
El arte de volar, de Antonio Altarriba y Kim; Edicions de Ponent; 208 págs, bitono, 22,00 €.
Vivir necesita de un para qué. Esa es, a mi entender, la aseveración más prominente de esta obra singular. Una aseveración diría que caduca para la masa social que nos rodea, plácidamente inmersa en la hoguera consumista, devorando a manos llenas la realidad – simplemente – porque sí. Porque ya no hay horizontes y sólo queda aquello de lo que puedo apoderarme. Aquello que puedo poseer, utilizar y desechar.
De todas formas, Altarriba parece decirnos que no hay nada nuevo en eso y que, desgracidamente, convivir con el sinsentido zafio del homo acaparador es la condena que la vida tiene reservada para los soñadores y los idealistas. Una verdadera cadena perpetua: saberse constantemente fuera de lugar, debatiéndose entre la nausea que provoca el transigir y el sufrimiento que acarrea mantenerse fiel a uno mismo.
Mucho se ha hablado ya en Píldoras Nacionales de El arte de volar, y debo decir que con toda la razón del mundo. Su ambición original y los logros conseguidos oscilan entre lo sobresaliente y lo notable, convirtiéndola con todos los derechos en una de las obras de referencia de la Historieta española. Y, de hecho, su fuerza no se halla tanto en el periodo histórico que nos retrata, como en la forma de hacerlo.
La prosa de Altarriba, cuando se hace presente, es de las más bellas que hemos tenido en nuestro Cómic: poética y densa sin volverse farragosa en ningún momento. Lo mismo sucede con su enfoque para con lo narrado, siempre sincero y trascendente en una obra que no puede dejar de serlo por cuanto explora el rastro existencial del padre del autor. Posiblemente todo ello contribuya, junto con la acertada y rica elección de contenido anecdotario, a que la lectura de El arte de volar – a pesar de tratarse de una obra extensa – resulte fluida y apasionante.
La aportación gráfica de Kim, como en toda buena historieta, es parte constitutiva de los logros narrativos de este cómic. Cercano a Boucq por su fusión de lo poético y lo esperpéntico, en ocasiones a Moebius por su facilidad para reflejar la irrupción de la irrealidad en lo cotidiano, también a Joe Sacco por su aproximación feista al retrato documental de ciertas situaciones, Kim se revela como el gran artista que es en una obra que sería bien distinta de haber caido en las manos de un ilustrador menos personal. Parte del tono literario de El arte de volar se debe al grafismo de Kim, ajeno a modas y absolutamente único. Y es que Kim nunca cuenta las cosas como estamos acostumbrados a verlas hoy en día, pero sus imágenes tienen perfecto sentido y están en absoluta coherencia con el guión de Altarriba. A pesar de lo particular de su estilo, uno se queda con la sensación de que todo aquello no aceptaría otro dibujante, porque muchas de las claves gráfico-narrativas de El arte de volar resultarían disonantes en una concepción ilustrativa que fuese esta.
Por todo lo dicho, desde la relevancia de su temática a las consecuciones formales de sus autores, El arte de volar es también… nuestra recomendación de la semana.
LOS EDITORES PREPARAN…
Nota: En caso de que seas un editor que publique material de autores nacionales y te interese colaborar con esta sección ponte en contacto con nosotros en la siguiente dirección de e-mail: info@zonanegativa.com
LOS AUTORES PREPARAN…
Nota: En caso de que seas un autor nacional y que estés interesado en hablarnos de una obra tuya que se va a publicar en breve por favor ponte en contacto con nosotros en la siguiente dirección de e-mail: info@zonanegativa.com
LOS PROFESIONALES RECOMIENDAN…
Dimas, de Andreu Martín y Sagar Forniés; Astiberri Ediciones; 152 págs, BN, 18,00 €.
«Siempre me han gustado los géneros, las historias de terror, ciencia ficción, aventuras… Pero quizá hay dos de ellos que siempre me han echado para atrás. Uno de esos géneros es el western y otro el policiaco. Lo curioso es que algunas de mis obras favoritas pertenecen a estos géneros; El teniente Blueberry, Grupo Salvaje, El Halcón Maltes o Muerte entre las flores.
Cuando las obras son buenas da igual que puedas tener ciertos prejuicios sobre el género al que pertenecen, conectan, te enganchan y se vuelven imprescindibles.
Así que, reconozco que compré con reservas Dimas, pero a las pocas páginas ya me tenía totalmente enganchado la historia. Es uno de esos cómics que he leído de un tirón sin detenerme apenas en el dibujo. Esto no quiere decir que el dibujo no sea destacable, al contrario. Creo que el primer cometido del dibujo en un cómic debe ser el de no molestar a la historia y hacerla avanzar. Y en eso funciona perfectamente el dibujo de Sagar. Narra perfectamente y tiene la fuerza y el dinamismo necesario para hacer que la historia de Andreu funcione.
Un tebeo del que puede disfrutar cualquier lector, amante o no del género negro.»
Calles Contadas, de Juan Berrio; edición del Autor, 200 págs, bitono, 18,00€.
«Difícil la tarea de destacar un álbum de autoría nacional cuando uno mismo se dedica a publicar a autores españoles desde dos editoriales. Seguramente entre estos estarán aquellos que yo considero imprescindibles. Sin embargo aun no he tenido la oportunidad de tener en estos catálogos editoriales a un autor que es, seguramente, de los más destacables de los últimos años. En una sola ocasión pude contar con sus maravillosos y fácilmente identificables ilustraciones para un cuento infantil: La moto de papá.
Cuando Juan Berrio, el autor del que ahora quiero destacar una obra, sabe que tiene un proyecto único en su mesa, no es fácil que se deje tentar por ninguna editorial que quiera publicárselo si no es tal y como él desea. Este es el caso del último libro que el mercado ha tenido la suerte de tener en sus tiendas: Calles Contadas. Seguro que más de un editor le tentó para tenerlo en alguna de sus líneas. Incluso yo mismo hablé con él para llevarme el gato al agua. Pero “nanai”. Juan tenía las ideas muy claras de cómo quería que su libro viniera a la vida: pequeño, con clase, recoleto, extravagante y con un diseño ‘juanberriano’ que sólo él es capaz de ofrecer.
Cuando uno tiene el libro en sus manos (si ha tenido la suerte de poder hacerse con una copia, pues es, como todo lo excelente, difícil de encontrar en estos momentos), sabe que no va a poder dejar de pasar los ojos por sus páginas, imaginar situaciones y apreciar unos personajes estilizados y unas situaciones cotidianas salpicadas de humor, amor y chispa.
Incluso tenemos la oportunidad visual de apreciar cómo se imprimió el libro y disfrutar de la animación de algunos de los gags que contiene en un video delicioso que podréis encontrar en su blog.
Unos libro escogidos, unas colaboraciones en diversas revistas de culto y unos trabajos muy bien elegidos por Juan Berrio hacen que su universo gráfico destaque como pocos dentro del panorama nacional. ¡Quiero más historieta! Pero, seguramente, su gran amor por la ilustración y el cuento infantil dificultará bastante que tengamos nuestra dosis de Juan Berrio periódica. Animo a todos los editores a profundizar en su obra y a ofrecerle la libertad que necesita para editar las perlas que se imagina y sólo él es capaz de llevar a la realidad.»
El arte de volar, de Antonio Altarriba y Kim; Edicions de Ponent; 208 págs, bitono, 22,00 €.
«El tono y los detalles. El arte de volar ha contactado conmigo por el tono y por los detalles. Antonio asume desde la primera viñeta un tono concreto, de narrador dual integrado, que puntea cuando conviene y deja volar al relato, un tono que transmite verdad. Kim evidencia la sabiduría del maestro, mostrando lo que enmarca la realidad, atento al detalle que ambienta, complementando un relato con dos narraciones, la literaria y la gráfica, que se funden con solvencia para generar un retrato personal que es, a la vez, el de muchas otras personas. No es ya sólo el recuerdo de una memoria política colectiva, es también el reflejo de sensaciones íntimas y desgarradoras.
Nadie debería perderse esta lectura.»
Ken games 1: Pierre, de José Manuel Robledo y Marcial Toledano; Diábolo Ediciones; 48 págs. c/u, color, 15,95 € c/u.
«Una recomendación que es también un voto de confianza ciego: con el tercer y último volumen todavía por aparecer en nuestro país -pese a la autoría española, fue Dargaud quien la publicó primero-, Ken Games se me antoja la gran promesa actual de la historieta patria, en tanto que aglutina una calidad más que considerable con posibilidades de un devenir comercial fructífero.
Estamos ante un relato protagonizado por tres amigos que viven enmarañados en una red de mentiras, una tras otra, construido a partir de un guión preciso y milimétrico (repito que la tercera entrega todavía está inédita, pero no estamos ante un work in progress y a buen seguro que todo estaba bien cerrado antes de dibujar la primera viñeta), que a su vez se ve plasmado sobre el papel con un estilo detallista pero a la vez dinámico como pocos, en la línea del Guarnido de Blacksad o el Ibáñez de Jazz Maynard (curiosamente, otros dos títulos de autores de aquí que se publican primero allá), y repleto de hallazgos visuales.
Por si esto no fuera suficiente, y no creo que sea el caso, estamos ante un cómic que nos llega de manos de una editorial independiente, que con paso firme y seguro, poco a poco, está armando un catálogo por el momento breve pero prácticamente impecable.»
- Recomendaciones nacionales
- Archivo de Píldoras nacionales.
Premio Nacional ya para EL ARTE DE VOLAR!!
El mejor cómic del año por goleada,al menos,nacional.
Tendré que hacer un repaso de lo que ha salido éste año internacional,para comparar si ha salido algo menor que éste.
Algunos los tengo en la pila de pendientes:ACME,ENDURANCE,POBRE MARINERO,EL GUSTO DEL CLORO,SPIROU de Bravo,etc,…
Saludos!
Donniedarko, secundo la moción. Dentro del panorama internacional, yo me quedaría sin dudarlo con el George Sprott de Seth, que es una absoluta virguería. Maneja unas unas formas bien distintas que El arte de volar, por lo que me costaría compararlos. Sin duda la obra de Altarriba y Kim contiene mayor potencia emocional, mientras que la de Seth tiene un mayor aprovechamiento de las posibilidades específicas del lenguaje del cómic en pro de una historia también muy interesante.
Un abrazo y dar las gracias a Zona Negativa por la idea de las «pildoras» y por todo el apoyo que nos estáis dando tanto desde la Zona como de los diversos profesionales, muchas, muchas gracias, viniendo de quien viene se agradece todavía más. 😉
Toni,el George Sprott de Seth lo tengo también pendiente.A ver si saco tiempo para leer,porque se están acumulando de forma sospechosa las lecturas.
Encima si no hoy,mañana pasaré por la tienda a pillarme las novedades de éste mes:GUS 3,GENESIS,LAS NOCHES DE ZIPANGO,EL COLE ES EL INFIERNO,GARFIELD Y PLANETA EXTRA.
De locos,vamos!
Saludos!!
MUY BUENA RESEÑA DE KEN GAMES.
A MI TAMBIEN ME CAUTIVO CON EL PRIMER ALBUM Y ACABE ENGANCHADO CON EL SEGUNDO
MUY BUENA RECOMENDACION
Y EL DIMAS … ME HA PICAdo mucho la curiosidad, porque me encantan las novelas
de ANDREU MARTIN, asi que seguro que busco el comic y lo devorare
bueno, saludos y perdonad las mayusculas, es q no tengo mucho tiemo y voy como un rayo escribiendo.
Yo también caeré con Dimas, Curioso, gracias a Paco Roca.
Robledo, vuestro trabajo es tan bueno que es imposible que pase desapercibido. Pero vaya, por nosotros no será que la gente no se entere de que esa joyita está a su disposición en las librerias.
Donniedarko, te aseguro que el cómic de Seth no te decepcionará ni lo más mínimo, o sea que voto porque sea el primero que saques de la pila de lecturas pendientes 😉 (si vieses la mía, sigh)