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RESEÑAS

Jan Europa 1 y 2, Edmond; Ediciones Glenat; 192 págs., BN, 17,95 €. c/u.

Hace algunas semanas los habituales de esta sección contrastábamos distintos pareceres acerca de las posibles vías de crecimiento del cómic patrio. Javie, uno de los comentaristas que intuyo se halla formándose como autor, abogaba por la conveniencia de comercializar productos de nuevo cuño de las líneas que hoy por hoy son más comerciales entre nosotros (superheroico, manga…) que estuviesen elaborados totalmente desde aquí y por gente de aquí. Curiosamente, la Operación Nostalgia que de un tiempo a esta parte viene articulando Ediciones Glénat ha recuperado recientemente para todos nosotros una serie que – en su momento – se nutría en buena parte de ese espíritu que Javie reivindicaba. Y es que reeditar Jan Europa supone sin duda un ejercicio de nostalgia, pero a la vez hace muy patentes para el lector de hoy las herramientas con las que la industria editorial de ayer – una industria que todavía se sentía fuerte – buscaba captar la atención del público de entonces.

Como decía, reeditar Jan Europa debe entenderse claramente como un alegato a la nostalgia, por cuanto no estamos ante lo que la mayoría crítica consideraría un clásico (en mi modesta opinión, tal vez equivocada): ni Edmond es un autor que alcanzase en su momento las mieles del reconocimiento a un mérito artístico sobresaliente por parte de sus coetáneos de profesión ni esta serie se tiene por uno de los grandes hitos de nuestra Historieta. Las virtudes de Jan Europa deben buscarse más bien en el hecho de que su protagonista se convirtió en icono doméstico y reconocible de unas aventuras que durante diversos momentos de nuestra historia editorial tuvieron una buena acogida por parte de los lectores. Salvando muchas distancias, nos hallaríamos ante un trasunto de lo que también representa Esther Lucas: un personaje que consiguió hacerse un hueco en el imaginario de un importante grueso de la juventud del momento, incluso podríamos decir que en su corazón.

Y es que, en su día, Jan Europa logró aquello que pretendía – capturar nuestro interés – mediante la buscada e inspirada combinación de elementos dispares que le otorgaron a la serie una personalidad muy propia, al tiempo que la dotaban de unas características capaces de llamar la atención de compradores de sensibilidad bien diversa. Porque, como abogaba Javie, Jan Europa supo aglutinar género y cotidianidad, exotismo y realismo, imbricando a un personaje heroico más o menos estereotipado que vivía peripecias de todo tipo con un entorno absolutamente familiar para el lector al que el tebeo iba destinado. Más todavía, integró en una misma historia multitud de elementos fantásticos y, a la vez, preocupaciones de fondo que el autor supo presentar siempre supeditadas a la máxima del entretenimiento, pero que durante la incipiencia de nuestra Transición democrática podían resultar tremendamente transgresoras para buena parte de aquella sociedad: pacifismo, europeismo, denuncia apasionada del totalitarismo…

Hoy el lector talludito puede valorar como trasnochados ciertos aspectos de aquellas historietas, saturados como estamos de grises algarabías del estilo de La noche más oscura o Siege, aunque yo tengo la intuición y la esperanza de que Jan Europa y sus secundarios todavía conservarán todo su atractivo para los pre-púberes del siglo XXI.

La joya de la semana

Aventuras de Cacauequi, Jacobo Fernández Serrano; El Patito Editorial; 70 págs., BN, 15,00 €.

Soy muy poco dado a ese Arte con mayúsculas que, de puro minimalismo o referencialismo, se vuelve totalmente incomprensible para el espectador profano. Es por eso mismo que huyo de ciertos cómics «experimentales» donde abundan los silencios y unos simbolismos entre vacuos y mediocres (no daré nombres) que a mí personalmente no consiguen llevarme a ningún lado; tal vez por mi propia estulticia, lo reconozco. Por todo ello me miraba con cierto recelo
estas Aventuras de Cacauequi, temeroso de que también éste fuera uno de «esos tebeos», al no identificar que su autor era el mismo que me había sorprendido gratamente con las historias cortas que le leí en la revista BD Banda.

Tuvo que ser la insistencia de mis amigos del norte (Julio, Rafa, un abrazo!!) la que pusiera remedio a mi refractariedad hacia la obra, aunque reconozco que incluso después de sus efusivas recomendaciones me aventuré en la lectura de este trabajo de Jacobo Fernández sin sentirme muy seguro. Poco a poco, la labilidad de registros gráficos y los juegos visuales de Fernández empezaron a intrigarme, al tiempo que la extraña conducta de sus personajes cobraba cierta huidiza coherencia. De hecho, todo en Cacauequi parecía disonante y, sin embargo, lejana sonaba una sentida melodia. Tristeza, desamparo, ilusión, esperanza, crueldad y travesura… imaginación, exotismo, maravilla, contradicciones y melancolía… motivos temáticos y variedad de emociones se sucedían a un ritmo vertiginoso, cual notas diversas capaces cada una de ellas de conjurar todo tipo de estados de ánimo sólo tangencialmente racionalizables. Y en esas que la historia se acaba… y recomienza, puesto que el apartado de anotaciones que constituye la segunda parte del cómic es otro mundo en sí mismo: en esas notas, la peripecia de Cacauequi se reorienta mediante el nuevo entrelazado que Jacobo Fernández elabora a partir de las anécdotas ya vistas en la primera parte y, a la vez, el entorno por el que se mueve el protagonista cobra verdadera dimensión, en una acumulación de genialidades y ocurrencias por parte del autor que logran llevarnos hasta una (ir)realidad bien distinta de la nuestra, graciosamente peculiar y sugerente.

Es por todo esto que, si sois gente de mente abierta que gusta de pícaros juegos y desafios imaginativos, Aventuras de Cacauequi es… nuestra recomendación de la semana. Personas serias y cuadriculadas, absténganse.

LOS PROFESIONALES RECOMIENDAN…
David Muñoz (Autor Sordo, El espinazo del diablo) recomienda…


Save Our Souls, de Felipe Almendros; Apa Apa Comics; 136 págs, BN, 15 €.

«Lo reconozco. La primera vez que le eché un vistazo al cómic de Felipe Almendros Save Our Souls, pensé que era una mierda.

Lo vi en la librería Madrid Comics y como la portada -con ese burro volador con alas que se propulsa en vertical por el cielo como un avión Harrier-, me llamó la atención, lo abrí para hojearlo y bueno… digamos que no tardé mucho en volver a dejarlo en su sitio. Los dibujos me parecieron horrorosos, una cosa esquemática e infantilota sin ninguna gracia, con grimosos rebordes pixelados; y además, las páginas estaban repletas de viñetas diminutas atiborradas de diálogos rotulados con una letra que me pareció casi ilegible.

El texto de la contraportada, explicando que el libro contaba un viaje del autor a Méjico ‘buscando su identidad fuera de su rutina (…) en busca de imágenes con las que llenar su VACÍO’ acabó de echarme para atrás. La palabra ‘vacío’ en la contra de un libro es una señal de que no es para mí. Que le vamos a hacer, soy de esos lectores a los que les gusta que pasen cosas en las historias que lee. Además, últimamente he acabado un poco harto de tanto cómic autobiográfico en el que su autor se empeña en convencernos de que cualquier nimiedad tiene una importancia trascendente solo porque le ha pasado a él.

Sin embargo, un mes después acabé comprándolo. En Madrid Comics se les había agotado (hay que ver lo poco que duran las novedades en las tiendas especializadas; cada vez menos, salvo que sea algo que venda muy bien) y acabé encontrándolo en la FNAC, donde todavía tenían un ejemplar en bastante mal estado perdido entre una montaña de cómics desordenados.

Y supongo que os preguntaréis porqué lo compré.

Pues hubo dos razones para ello.

La primera, que ordenando mis cómics, me encontré con Pony Boy, el anterior cómic del autor de Save our souls. Había olvidado completamente que lo tenía. No era capaz de recordar muy bien la historia pero supongo que debió gustarme bastante. No suelo quedarme la mayor parte de los cómics que compro (ni los libros, ni los DVD, ni nada; tendría que tener una casa de 1.000 m2 para poder almacenar todo lo que pasa por mis manos), así que si lo había conservado sería por algo.

Luego, amigos como Pepo Pérez y Santiago García lo reseñaron positivamente. Y aunque tampoco es que normalmente suela animarme a comprar lo que recomiendan (pese a que siempre me interesa leerles, últimamente me da la impresión de que disfrutamos con cosas muy distintas) en este caso me dio la impresión de que a lo mejor había cometido un error al dejar pasar Save Our Souls.

Y no me equivocaba.

Lo leí del tirón, en un par de horas, y lo disfruté mucho.

Como los cómics de Joe Matt, muchos momentos de Save Our Souls producen vergüenza ajena, resulta incómodo leerlos. Felipe Almendros muestra cosas que a veces uno casi desearía que no mostrara. Y que tampoco estamos demasiado acostumbrados a encontrarnos en la ficción que consumimos (¿cuánto hay de real en lo que se cuenta? Se supone que mucho, pero vete a saber; tampoco es que importe). Sin embargo, a poco que uno sea honesto no puede evitar identificarse con muchas de las cosas que le pasan. Especialmente con sus (muchas) mezquindades y debilidades. Como yo durante una época bastante patética de mi vida, el mayor problema de Felipe es que es incapaz de decir que no. Se debate entre la necesidad casi patológica de agradar a los otros y con mandarlo todo a tomar por el culo de lo harto que está de dejarse llevar. Si fuera un superhéroe de la Marvel de los 70, se llamaría ‘El hombre No Asertivo’.

Aunque en realidad lo que más me ha llegado de Save our Souls es otra cosa.

Me suelen gustar (y me conmueven) las historias de rockeros fracasados que todavía sueñan con ‘petarlo’ algún día, sobre todo cuando es obvio que no lo van a conseguir jamás, ya sea porque se les ha pasado el arroz o porque no tienen talento alguno. Y el grupo de punk con el que Felipe sale por ahí en Méjico y su vecino grillado ‘death metal’ son en ese sentido grandes personajes que resultan tremendamente auténticos. Te hacen reír, pero es una risa triste, con más empatía que distancia. Mira que han pasado años desde que yo fui un metalero adolescente, pero ninguno de ellos es tan distinto a mis colegas de entonces (casi todos eran músicos, pero ninguno llegó a poder ganarse la vida con ello). A su manera mucho más ácida y enfermiza, Save our Souls tiene más que ver con el documental reciente sobre el grupo Anvil que con cualquier cómic que haya leído antes.

Y, sorpresa, se lee estupendamente.

Cosa que jamás habría podido suponer que diría tras echar aquel primer vistazo. Pero cuando terminas de leer Save our Souls, no echas de menos un dibujo más elaborado u otra composición de página; te parece que es cómo debe ser. Y creo que ese es el mejor piropo que puede echársele a cualquier obra de arte.

Lo único que espero es que si tras leer esta recomendación alguien se anima a comprarlo, no sea ya demasiado tarde.»

Hernán Migoya (Autor y Editor Olimpita / Ediciones Glénat) recomienda…


El Corsario de Hierro tomo 1 y 2, de Víctor Mora y Ambrós; Ediciones B; 96 págs., BN, 19’50 € c/u.

«Peco de falta de originalidad y matiz carrinclón, pero es que me han regalado la colección completa de EL CORSARIO DE HIERRO, y me lo estoy pasando tan bien leyéndola, que me admira que no se haya rodado ya una película de este personaje muchos años antes que del Capitán Trueno.

De las tres creaciones casi clónicas de Mora (EL CAPITÁN TRUENO, EL JABATO y EL CORSARIO DE HIERRO) me quedo con diferencia con esta última. No creo que sea por rollo generacional, porque de niño leía las tres. Pero hay algo en su atuendo rojo y blanco y en su aplomo que me gana. Mack Meck me gusta menos que Goliath, pero más que Ursus. Y Merlini me gusta igual que Fideus, pero… bueno, la verdad es que el mariconazo de Crispín también molaba mucho, en otra liga.

Y no hay villano más diverdido que Lord Benburry, con su gota, su peluca y su rapé.

Siempre me han chiflado los personajes que matan sonriendo. Y en esto, la sonrisa del Corsario de Hierro le gana en rutilancia a las de sus compadres.
Aparte de este detalle, si podéis echar un vistazo a la reedición gigante en blanco y negro que está publicando Ediciones B, se puede apreciar en el impresionante trazo de Ambrós -increíble su talento para la puesta en escena, para que todos los personajes cumplan su cometido actoral en el momento justo- cierto deje decadente que le confiere un encanto crepuscular incomparable.

Y Mora es una fiera escribiendo guiones. Cuando después de tantos años escribiendo uno nota que lee a alguien y no deja de aprender, ¡incluso mecánica de guión!, es que ese alguien es muy bueno. Mora escribe unos guiones de aventuras para el Corsario excelentes, llenos de personajes carismáticos, y con un sincero mensaje de libertad.

En fin, que EL CORSARIO DE HIERRO mola un mazo… de Goliath.»

Koldo Azpitarte (Divulgador Cómics made in Spain, Senderos) recomienda…


El vecino 3, de Santiago García y Pepo Pérez; Astiberri Ediciones; 144 págs, bitono, 3,50 €.

«Aunque los dos volúmenes anteriores de la serie me gustaron mucho en su momento, hay que reconocer que con esta tercera entrega, Santiago García y Pepo Pérez se han superado con creces. Puede que el estilo de dibujo que Pepo emplea en esta ocasión (más suelto, menos elaborado y en blanco y negro) no sea tan “bonito” como el de anteriores entregas pero tras su lectura uno no puede sino quitarse el sombrero ante una narración perfecta y unos trazos de una efectividad brutal. De hecho no soy capaz de imaginármelo dibujado de otro modo.

Y la historia…¿que decir de la historia sin desvelar detalles fundamentales? Bueno, tan sólo que el tono de comedia inicial del primer tomo que en el segundo se transformó en drama puro y duro, ahora adquiere aire de Nouvelle Vague (bueno, más bien de peli de John Cassavettes, pero porque ellos me lo dijeron, que sino no lo hubiera deducido). Una historia impresionante tanto por su ritmo como por su contenido: original y audaz.
Que un tebeo me guste no es muy difícil. Que un tebeo me sorprenda es algo más complicado. Que una serie mejore y me sorprenda con cada entrega es extraño… pero que además subvierta normas básicas de la estructura del tebeo (como la composición de página) y lo haga para bien, eso ya es algo que sólo está reservado para las grandes obras. El Vecino 3 es una de esas genialidades.»

Pep Boix (Librero – Sin Comics) recomienda…


El Capitán Alatriste, de Arturo Pérez-Reverte, Carlos Giménez y Joan Mundet; DeBolsillo; 176 págs., BN, 11,90 €.

No comencé por donde debería, pero lo comencé.

«Llevaba tiempo queriendo leer las novelas de El Capitán Alatriste. Pero el mercado está saturado de publicaciones y a veces es difícil decidir por cual empezar. Y fue pasando el tiempo y, de pronto, aparece la película. Sí, ya sé, opté por lo más fácil. Y, cómo no, me equivoqué.

Aunque tiene escenas fantásticas y la puesta en escena, los decorados y la fotografía son excelentes, la historia se pierde. Me decepcionó.

Pasados unos años, rebuscando en mi biblioteca, tropecé con la adaptación al cómic de este personaje. Los dibujos de Joan Mundet son obras de arte, y otra vez decidí, sin ir a la raíz del aventurero, dejar las novelas para el final. La lectura es ágil y al final del primer capitulo no pude resistir la tentación de comprobar la novela. Sorpresa, la adaptación de Carlos Giménez es brillante; ahí esta la visión de Arturo Pérez-Reverte. Lo que lees en la novela está reflejado, tal cual, en el cómic. Los personajes son los que él te describe; y el dibujo… ¡qué gozada!

He leído la novela y el cómic al mismo tiempo. No defrauda.

Voy a por el segundo. Espero que adapten las demás novelas.»

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Felipe Lorenzo
Felipe Lorenzo
4 marzo, 2010 12:24

Alaaaa Jan Europa… que recuerdos… y que bueno me parecía

Alfeizar
Alfeizar
4 marzo, 2010 12:34

Jan Europa…

Pura Nostalgia.  ¿Como se llamaba el maloso ese contra el que luchaba que parecía Magneto? Sí hombre ese que al final no era otro que… ¡Uy! Casi lo digo. Pero que me dejó marcado saber quién era el malo.

Por cierto: 
La noche más oscuraSiege,

¿Una en negrita y otra no? Ahora mismo vas al Comite en defensa de Marvel de Zona Negativa ( CEDDMEZN) y verás la que te van a liar, que ahora los de Marvel somos mayoría otra vez. 🙂

Gaeta
Gaeta
4 marzo, 2010 13:04

Yo a Jan Europa lo tengo relacionado con «Manos, guerrero indómito» (no sé por qué, la verdad). ¿Era Manos (untrasunto de Conan) también de autores españoles?

JAVIE
JAVIE
Lector
4 marzo, 2010 13:58

Vaya ,que ilusion me a hecho ver mi nombre citado( no mi nick) mas por el mensaje que intente dar que por narcisismo ( aunque reconozco que mola).

Pues si TONI yo soy de los que opinan,que un alto porcentaje de lo que se exporta de otros paises y por lo tanto llega a nuestras tiendas,aporta un nivel muy superable por partes de autores patrios,es mas, se da la controversia,que estos mismos autores españoles,luego triunfan en mercados mas competitivo que el nuestro( ee.uu,fracia,belgica…)

Conclusion: Apesar de haber ocupado imnumerables horas en buscar una explicacion para esto,sigo sin encontrarla.

Gaeta
Gaeta
4 marzo, 2010 14:19

Por cierto, Toni, si puedes comentar con tus compañeros que alguien tendria que moderar los comentarios de «Somos los X-Men», porque han llegado a los insultos (rollo «eres un hijo de puta» y tal. No me gusta mucho la censura, pero creo que flaco favor hace a esta web que un par de comentaristas empiecen de este rollo.

kaosbaggins
Lector
4 marzo, 2010 15:16

jan europa me encantaba y todavia tengo material de cuando lo publicaban en la revista mortadelo

pero me hubiera gustado que se respetara el color, en lugar de ponerlo en blanco y negro
entiendo que asi será mas viable el precio de salida, pero el mismo razonamiento se negaba en los tomos del cuarto mundo o del CDC batman, y aqui en cambio no he escuchado quejas al respecto

jorgenexo
jorgenexo
4 marzo, 2010 16:01

En España, salvo honrosas excepciones, no se sabe contar historias. Y cuando se dan estas excepciones, no se sabe venderlas. Esto pasa en casi todas las expresiones, pero destaca especialmente en lo audiovisual: la ficción televisiva o cinematográfica española es mayoritariamente penosa. Apenas veo cine español (aunque seguro que más que muchos) y jamás veo series de tv de factura española: con los trailers y anuncios, sobra. Las pelis yankees te la pueden dar con un trailer (de hecho, son especialistas en realizar impactantes trailers que ocultan un largometraje pésimo). Las pelis españolas tienden a tirar para atrás ya desde el mismo trailer.
Por lo cual, es lógico que, a falta de guionistas/creativos decentes, emigren y triunfen en los USA (o produzcan desde aquí para ese mercado) artistas (actores, dibujantes, músicos de bandas sonoras) y técnicos (de fotografía, sonido, etc).
Y que quede claro que no afirmo que aquí no haya creativos cojonudos, desde luego que los hay (o habrá) pero: o son muy pocos, o no interesan a quienes tienen la pasta para producirles.

JAVIE
JAVIE
Lector
4 marzo, 2010 18:00

Hombre empezar la frase con la afirmacion:

 En España, salvo honrosas excepciones, no se sabe contar historias

Ahora yo deberia citarte los muchisimos autores de comic nacionales,reconocidos por todo el mundo,pero como todos sabemos quienes son,voy a omitir esa parte.

En fin,comparar los medios  audiovisuales ,con los de estados unidos,es como lo de david contra goliat, pienso que no estas siendo justo,porque no tienen las mismas posibilidades,pero como ya e visto en otras ocasiones que dialogar contigo es imposible sin caer en el insulto o sin darte la razon,aqui lo dejo.

Gaeta
Gaeta
4 marzo, 2010 19:00

La verdad, jorgenexo, no sé por qué dices lo de la ficción televisiva española, cuando ahora todas las cadenas están produciendo grandes series que cosechan muy buenos datos de audiencia (es decir, sí las saben vender).

No te gustarán a ti (porque seguramente eres de gustos más americanófilos que la gente de a pie), pero series como La Señora, Águila Roja, Los hombres de Paco, El internado, Ventdelplà o El cor de la ciutat (estas dos en Catalunya) conectan perfectamente con el público español. I se saben vender muy bien.

El problema que tiene el cómic en España es que no se hace un cómic que conecte con este público (bueno, sí, Glénat ha sabido ver el público que hay en España y está partiendo la pana con Las nuevas aventuras de Esther).

jorgenexo
jorgenexo
4 marzo, 2010 20:00

 En España, salvo honrosas excepciones, no se sabe contar historias

jorgenexo
jorgenexo
4 marzo, 2010 20:05

Y entre esas excepciones, no se encuentra ninguna serie de ficción televisiva. Los datos de audiencia, entre tú y yo, me la traen floja (aquí y en todo). ¿Que a ti te gustan? me alegro, tienes a patadas para disfrutar. Pero todas las series que citas (con excepciones de las catalanas de las que no me atrevo a emitir juico alguno dado que aquí he tenido la primera noticia de ellas), son pesimas. Y es más: te diré que jamás he visto más de 1 minuto de ninguna de ellas. No lo necesito; soy así de chulo, ya ves.
Y, JAVIÉ, si me dices dónde, cuándo y cómo te he insultado, me lo cuentas. Que te hayas podido sentir insultado, eso ya es otro cantar.

Gaeta
Gaeta
4 marzo, 2010 20:10

Pues no entiendo que en primer comentario digas que en España «no se saben vender los productos audiovisuales», y ahora digas que las audiencias te la traen floja (porque tener audiencia es lo que demuestra que han sabido venderse bien).

Y cuando puedas, explicas por qué son pésimas. ¿Por qué es peor La Señora que Lark Rise to Candleford? ¿Por qué es peor Águila Roja que Legend of the Seeker? ¿Por qué es peor El internado que Flash Forward? ¿Por qué es peor Los hombres de Paco que Past Life?

jorgenexo
jorgenexo
4 marzo, 2010 20:48

Cítsme una serie española que le llegue a la altura de la suela a Los Soprano, A dos metros bajo tierra, El ala oeste de la Casa Blanca, Doctor en Alaska o Canción trite de Hill Street, y hablamos.
Y en España no se saben vender los productos audiovisuales buenos. Los malos, como se regalan, comos se ponen a huevo sin dejar opción a más, triunfan. El porblema es el mercado, malos porductores, malos consumidores.

JAVIE
JAVIE
Lector
4 marzo, 2010 21:30

Hombres con las series no me queda mas remedio que darte la razon,ahora te digo,es muy cruel tratar con ese desprecio a los productos patrios,ya que tu no tienes ni idea con que presupuesto cuentan en uno u otro lado,con que actores…Las series en estados unidos,estan sufriendo en la actualidad un boom,haciendo que incluso actores y guionistas d lujo estesn rechazando ofertas en el cine.

Los sopranos es mi serie favorita,pero cosas como el ala oeste de la casa blanca,es una americanada ,solo apto,para patriotas o españolitos con el tipico complejo yankee,osea infumable,mira que habia series(the wire, lost ,prision break, the unit ,galactica, big ban theory,friends………)

doctor en alaska ,a dos metro bajo tierra,el ala oeste…..

JAVIE
JAVIE
Lector
4 marzo, 2010 22:02

Tampoco se requiere grandes analisis,yo sigo con mi teoria de que apostar por lo de casa siempre sera mejor,(aparte de ir poniendo ladrillitos para construir una industria mas fuere año tras año,es mas barato contratar a un chaval que empieza,que comprar los derechos de series mainstream)

Me a hecho especial ilusion la parte en la que dices:uno de los comentaristas que intuyo se halla formándose como autor,

No recordaba haber tratado el tema,aunque esa es la dura realidad,asi que una vez mas ,aciertas de lleno

jorgenexo
jorgenexo
4 marzo, 2010 22:35

Pues a ver si te ponen bien de pasta encima para que aportes algo al dsolado panorama de la ficción audiovisual, macho: acabo de ver los 30 pirmeros segundos de la gran»Águila Roja» (aquí hay pasta, no?) y he sentido lo de siempre al ver esas cosas de la casa por las que dices tú que es mejor apostar: verguenza ajena.
Y lamento que no te guste El ala oeste, Dr en Alaska, o A 2m bajo tierra, dao que coincido bastante con la apreciación del resto de series que has citado. NO te voy a poner a parir por no saber valorar tan insignes series porque estoy de humor tras preparar y deglutir la cena en buan compañía escuchando «Flor de pasión».
Mi opinión sobre los creativos de estas series y de bunea parte de las pelis españolas: falta de cultura, de referentes válidos (aunque por plagiar o versionear aquí se ha hecho de todo, muchas veces sin reconocerlo ni pa´dios, como con Cuéntame y Aquellos maravillosos años. hace poco oí a dos de sus guionstas en la radio y ni hiceron mención a la serie yankee como «inspiración» para su serie), de habilidad… y de imaginación. Para hacer un buen guión, que es lo básico, no nos engañemos, lo de la pasta es secundario. O se vale, o no se vale.

Gaeta
Gaeta
4 marzo, 2010 22:50

Toni, gracias por la información sobre Manos. Es de aquellas series que no sé por qué tenía de pequeño, pero qeu recuerdo con nostalgia.

Sobre la calidad de las producciones españolas, te doy un listado de series que creo que son de gran calidad: Fortunata y Jacinta, Cañas y barro, Turno de oficio, Anillos de oro, Siete vidas, La regenta, La señora, Aída, Motivos personales, Vientos de agua, Desaparecida, Mujeres, Pepa y Pepe… (y las catalanas Plats bruts y Porca miseria, que creo que es de lo mejorcito que se ha hecho en TV3).

Series de gran calidad, que no creo que sean una excepción, como dice Toni. Creo que estamos demasiado acostumbrados a que de los Estados Unidos solo nos lleguen las mejores series que tienen (las que las televisiones de aquí llegan a licenciar), y nos pensemos que su mercado es mucho mejor. Pero la verdad es que hay muchas series malísimas (Human Target, Gossip Girl, Melrose Place…), y le damos una aureola de genialidad solo por ser americanas. 

Lo que sí que creo que son excepciones son las series buenas de verdad en los Estados Unidos (las que has mencionado en tu comentario, Jorgenexo). Pero creo que un Six Feet Under no hace verano, ni nos hace olvidar Flash Forward. 

JAVIE
JAVIE
Lector
4 marzo, 2010 22:58

 he sentido lo de siempre al ver esas cosas de la casa por las que dices tú que es mejor apostar: verguenza ajena.

Vamos a ver en cuanto a lo de apostar,yo me referia exclusivamente al mundo del comic,las comparativas con medios audiovisuales las as sacado tu,es mas,te doy la razon como ya e dicho,las series americanas le dan mil vueltas a las españolas,pero a las españolas y la del resto de paises del mundo,igual el cine,los comic y demas,pero ese es un medio demasiado complicado de compararr porque se necesita el requisito del dinero,mucho dinero,pero el comic es diferente y ai la grandeza,vi una entrevista de un autor ,creo que era CARLOS PACHECO,que dijo que preferia la historieta porque es la forma mas rapida,en el cine u otros medios entre que presentas el proyecto,y se emite la pelicula pueden pasar años,y decia que la magia del comic es eso,escribes una historia ,la dibujas y ya esta.

Gaeta
Gaeta
5 marzo, 2010 0:05

decia que la magia del comic es eso,escribes una historia ,la dibujas y ya esta.

Y la cobras. No nos equivoquemos, que en la historieta también hay mucho dinero.

Sobre la industria española, yo siempre diré que nunca volverrá a existir mientras todos los autores españoles sigan quejándose de la falta de industria y, a la que pueden, se marchan al extranjero a trabajar. Estos grandes autores (Pacheco, Guarnido, etc.) tendrían que hacer proyectos aquí, para ayudar a montar la industria. Sus nombres son sinónimo de grandes ventas, y  creo que es necesario que los autores también pongan de su parte para crearla (no todo tiene que ser culpa de las editoriales o de los lectores que no les compran).

JAVIE
JAVIE
Lector
5 marzo, 2010 0:29

Te contesto GAETA, en lo referente al dinero necesario para cada elemento,me referia al momento de creacion ,no de desarrollo,quizas no me e expresado bien.Si te interesa escribir o crear un comic o tus inquitudes pasan por algo parecido,lo unico que necesitas a priori es tiempo. escribes un guion,una descripcion de personajes por separados( los principales) y preparas unas paginas de muestras acabadas,a eso le añades tu ficha personal y ya estas listos para que te rechazen como dios manda.

En cuanto a lo de la fuga de talentos es mas complicados,date cuenta que esos autores,como tu y como yo,tiene alquiler que pagar,hipoteca,luz,agua…..es demasiado pedirles que sean ellos quienes den el primer paso,porque estoy seguro que todos y cada uno de ellos primero lo intento aqui,la dura realidad es que en ESPAÑA,dedicarte por completo al comic como profesional es muy dificil hoy dia,no hay muchos que les apasione la idea de dibujar comic y tener otro trabajo para pagar facturas.

Tachuela
Tachuela
5 marzo, 2010 1:02

Por lo que se comentó ayer en las jornadas de cómic de la UCM, simplemente es que en la «industria» de cómic español hay más gente que se dedica a los tebeos como hobby que como profesión. No piensan en terminos de «tengo que sacar pasta con mi trabajo», sino «tengo que pasármelo bien».

Eso es lo que me da rabia. No aparecen (buenas) licencias aprovechando las series de televisión o películas españolas con más éxito, no se potencian los tebeos periódicos de aventuras (no necesariamente grapa y superhéroes, por favor), no se fomentan formatos económicos (más blanco y negro, más tapa blanda, como Muertos Vivientes, el manga, o Persépolis, yo que sé…), se desprecia totalmente el legado de cómic que tenemos (personajes de aventura que se podrían resucitar, el mismo Jan Europa, recomendabilísimo primer tomo, el Capitán Trueno, el Supergrupo, Supernova, el inspector Dan…)

Básicamente, poco riesgo, poco empeño en salirse de lo normal, mucho conformismo… Pasamos del «que inventen otros» al «que produzcan historietas otros».

Tachuela
Tachuela
5 marzo, 2010 1:10

Quiero decir, ¿alguien se imagina «Los Doce» de JMS pero hecho con personajes de historietas de aventuras españoles de los 70? Que parece que reivindicar personajes antiguos es poco comercial y poco artístico.

Gaeta
Gaeta
5 marzo, 2010 1:55

¿Por qué crees que trabajando directamente para España autores como los que mencionas favorecerían la industria nacional más que viéndose editados “en diferido”?

Por varias razones:
1/ La venta de derechos al extranjero: es una de las grandes fuentes de dinero para las editoriales europeas y americanas, con la que sufragan la producción de nuevas obras. Una obra de Guarnido o de Pacheco publicadas aquí no solo darían beneficios por las ventas españolas, sino que tendrían beneficios extras con las ventas al extranjero, lo que ayudaría a la supervivencia de la editorial y a la búsqueda de nuevas obras «vendibles». Creo que este es uno de los grandes problemas que tienen las editoriales españolas, que no venden derechos al extranjero.

2/ La creación de personajes y franquicias propias: Aunque cuesta que suene la flauta, en España muchas veces se ha dado en el clavo: Superlópez, Mortadelo y Filemón, el Capitán Trueno, Makinavaja, Esther, Zipi y Zape… Estos personajes han encajado perfectamente con el gran público español y han dado muchos productos derivados (películas, coleccionables) y se han integrado perfectamente en el imaginario popular español. Esto da como resultado unos mayores ingresos al creador y a la editorial al producir las adaptaciones.

3/ La creación de una línea continua y evolutiva de cómic español: Así como en los Estados Unidos triunfan los superhéroes, en Francia la fantasía y la «gafapastada», creo que los autores españoles tendrían que buscar una voz propia, que marque una evolución del cómic español. Me da a mí que el creador español (en cualquier arte) está siempre muy cercano a la parodia, y los autores de aquí tendrían que tirar por ese camino y evolucionar a partir de allí para lograr crear una línea continua de cómic español. 

y cada uno de ellos primero lo intento aqui,la dura realidad es que en ESPAÑA,dedicarte por completo al comic como profesional es muy dificil hoy dia

Javie, yo entiendo completamente la necesidad de pagar las facturas (dímelo a mí, que tengo que estar haciendo malabarismos para llegar a fin de mes), pero me refiero a los autores «estrella», que siempre se quejan de que en España no hay industria, pero nunca deciden aportar su granito de arena. Estoy seguro de que si Planeta puede pagar a Alessandro Barbucci para hacer su siguiente obra con ellos, también podría pagar a Pacheco o a Guarnido. 

se desprecia totalmente el legado de cómic que tenemos
Totalmente de acuerdo contigo, Tachuela. Los autores de hoy en día no son «artistas», son «artesanos» del cómic, lampistas que lo único que quieren es sacarse el dinero a final de mes y no les importa ni un pimiento estar dibujando Thunderbolts, Hulka o Power Pack. No hay base creativa detrás de ellos (me refiero, claro, a los que trabajan en Amerilandia).
  

Gaeta
Gaeta
5 marzo, 2010 1:57

¿alguien se imagina “Los Doce” de JMS pero hecho con personajes de historietas de aventuras españoles de los 70?

Huy, me he dejado esto… ¿No era Iberia Inc. y Triada Vertice algo por el estilo? Nunca las he leído, pero aparecian unos trasuntos del Cap. Trueno, Crispin y Goliat, ¿no?

Tirso
5 marzo, 2010 17:44

Bueno, como Toni sabe, no soy muy dado a meterme en estos fregados, pero me gustaría aportar algo, por si os sirviera de algo.

Primero, sobre la falta de creativos en España. Al contrario, es un pais exportador de creatividad. Igual que otros hacen con el petróleo. Hablando por ejemplo, del campo de la publicidad, dónde trabajé algunos años, estamos, junto Argentinos, Brasileños y Estado Unidenses en el top mundial en premios en creatividad publicitaria (eso sí, cabría mencionar que las agencias Yankee están llenas de españoles, brasileños y argentinos)… pero sería importante remarcar, con que marcas que ganan esos premios? Cierto, muchas veces no son del propio país. Sobre todo en España… algo que pasa menos en Brasil o Argentina.
En dónde trabajaba yo, haciamos campañas internacionales, y acumulabamos muchos premios (no yo, que de aquella era aún más pipiolo que ahora)… y los mismos compañeros que ganaban en Cannes, San Sebastian, Berlin con campañas increiblemente originales, modernas y creativas, con Smart, Amnistía Internacional u otros clientes, eran los mismos que estaban tras apestosas campañas de «Bukler compra dos llevate una» (como ejemplo aleatorio, no quiero desprestigiar a nadie)…  pero viene a resumir que la creatividad depende de si puede serguir unos canales hasta ser expuesta, y en muchos de los casos no es así.
En cine es clamoroso, y sin ser alguien muy enterado del tema, tengo buenos amigos que trabajan en la industria… y es bastante desalentador.

Por otro lado, respecto al tema de los autores, como alguien ya ha comentado es una simple cuestión económica. La mayor oferta la puede hacer quien tenga un mercado autosostenible, y a parte, luego puede exportar su producto… pero sabe que recuperará fácilmente la inversión con su propio mercado. Eso, en el mercado patrio es imposible, porque no se lee suficiente, y cómics, menos.
Un autor, a parte de los royalties, que es algo que puede llegar o no, vive de los adelantos de estos royalties, directamente proporcionales a las tiradas. Si un editor en España hace una tirada de 3000 ejemplares en el mejor de los casos y uno francés, de 20.000, el sueldo juega con esas cifras. Con la diferencia que la primera no permite matemáticamente un sueldo, y la segunda sí. Que un autor venda mucho, sigue siendo poco en cifras totales. Pacheco o Guarnido difícilmente podrían vivir de hacer cómics en España… con todo lo que venden! Si su sueldo dependiera de la edición española.
Que se vendan al extranjero después, daría un beneficio a la editorial, pero no al autor, que percibe una cantidad bastante irrisoria de las ediciones extranjeras (en torno al 4%)…
Y eso si te dejan, porque muchos de estos mercados potentes son proteccionistas. Venden pero no compran. La implantación incluso de un canal de distribución propio puede ser una odisea.
Entonces, ¿porqué hacer ese sacrificio? Es un trabajo. Acaso cualquier otro renunciaría a trabajar por el doble por algún motivo patriótico? Bueno, quizás haya quien… pero quien no, somos libres de elegir, al igual que al contrario.

Personalmente, la falta de industria no es un problema de fácil solución, pero hay que buscar una mayor implantación del hábito de lectura, que es dónde podremos ganar mercado. Leer la cantidad que se lee en Japón, o en Francia, en cifras… estamos tan lejos, como hábito social, que es difícil crear sobre una base, fuerte pero reducida, de lectores como es la que existe actualmente. La otra opción es aumentar la población hasta las cifras americanas, y así, los bajos porcentajes se conviertan en cifras globales importantes.

No es algo fácil de solucionar aunque si una tertulia muy socorrida! jeje  🙂

Pero creo que es algo que sucede en muchas profesiones. Médicos que se van fuera, Ingenieros, etc. No lo veo raro. Cada uno se va a dónde mejor le valoren su trabajo o más posibilidades tenga de realizar un determinado trabajo. Los motivos pueden ser muchos, pero básicamente es «tirar adelante» en las mejores condiciones.

Bueno, no me enrollo más, y perdonad el ladrillo. Estoy con amigdalitis y unas décimas. Igual ha sido por eso que me lancé.

un saludo a todos!
t.

Gaeta
Gaeta
5 marzo, 2010 20:05

Una cosa: yo en ningún momento he dicho que en España no haya buenos creadores; solo digo que el mero hecho de haber nacido en España no hace tu producto español (igual que una peli en que salga Banderas no tiene porque ser una película española).

Comprendo perfectamente que los autores españoles se vayan a Francia o a América porque allí les pagarán más; lo que no me gusta es que esos mismos autores después se quejen de que en España las editoriales no arriesgan más, cuando ellos mismos tampoco se arriesgan publicando directamente, poniendo su granito de arena para montar la maquinaria industrial. Porque declaraciones así las hemos leído montones de veces.

Como bien dices tú, la implantación de los habitos de lectura es un paso, como también lo es que se conciba el cómic como algo de entretenimiento, también por parte de los autores, y que busquen llegar a públicos mayores.  

Gaeta
Gaeta
5 marzo, 2010 21:48

Jajaja, Toni, pero no se lo he dicho a Tirso Cons, que La mansión de los susurros ya la he leído (los dos que han salido, claro). De todas formas, yo no estaba diciendo que él tenía que hacer esto, sino que los autores en general deberían hacerlo. Creo que de los pocos que lo tienen claro es Victor Santos.

JAVIE
JAVIE
Lector
6 marzo, 2010 1:24

PERE PEREZ,JOAN FUSTER,PASCUAL FERRY,BEROY…

JAVIE
JAVIE
Lector
6 marzo, 2010 1:27

Por cierto,sabes si el MICE TEMPLAR,se esta publicando en españa o hay vistas de ello,e buscado en el blog de victor santos pero solo veo las portada correspondientes a los numeros americanos.

un saludo

David Fernández
6 marzo, 2010 2:01

De Mice Templar Dolmen acaba de publicar el primer volumen en un tomo recopilatorio encuadernado en cartoné (28 €, más de 200 páginas y numerosos extras), que corre por cuenta de Bryan J. Glass a los guiones y Mike Oeming a los lápices.

El volumen 2, dibujado por Santos -titulado Destiny- ya va por el #8, que se publicará en abril en los USA. En marzo publican también en EEUU un primer recopilatorio de este volumen. Esperemos que no tarde en verse por aquí, porque es un tebeazo, muy, muy recomendable.

JAVIE
JAVIE
Lector
6 marzo, 2010 15:04

Gracias por la informacion David,lo e mirado en la pagina de dolmen y tiene una pinta increible,puedo asegurar que en breve pasara a estar en mi estanteria.

David Fernández
6 marzo, 2010 15:25

Ya contarás qué tal! Yo en breve, espero dedicarle un artículo al primer volumen.

JAVIE
JAVIE
Lector
6 marzo, 2010 21:47

Le tenia muchas ganas desde que vi las primeras paginas de victor santos,me imagine una mezcla entre la epica de los reyes elfos y esa estetica fantastica, si la narrativa cumple ,creo que estamos ante una serie muy potente.

Veo que tu hijo tiene buen gusto TONI,ya sabes de tal palo….

Tachuela
Tachuela
6 marzo, 2010 23:36

Nostalgia no, ¡arte! Este segundo tomo está interesantísimo. ¡Al final se desvela quién es Incógnito!

JAVIE
JAVIE
Lector
7 marzo, 2010 0:04

Poco a poco conseguiremos mas comentarios que en cualquier post de MARVEL….( soñar es gratis)

JAVIE
JAVIE
Lector
7 marzo, 2010 0:17

Javie, la semana que viene vuelve a tocar un cómic de los que a ti te gustan… o cuatro

Espero impaciente,debo reconocer que ahora con la falta de tiempo voy a la tienda mas a tiro hecho ,la mayoria de las veces por cosas que leo por estos lares,que bonito esos tiempos en los que podias hablar con tu afable librero y estar una hora o dos por alli investigando,ainsss…….