Píldoras Nacionales 46: Entrevista a J.M. Beroy y J.M. Polls

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RESEÑAS

3537El lado salvaje: La esencia del vampiro, Rafa Fonteriz; Diábolo Ediciones; 120 págs., color, 17’95 €.

El presente cómic reune por vez primera en formato papel una historieta serializada por Rafa Fonteriz a través de su blog, como ahora está haciendo con La frontera invisible. Cabe suponer, pues, que la concepción original de esta historia obedeció totalmente a la necesidad creativa de su autor, dibujante al que admiro profundamente desde que lo descubriera con Nocturne y que me acabó robando el corazón con sus Iberia Inc. En base a este detalle, El lado salvaje: La esencia del vampiro se diría que es una propuesta debida por entero a la pulsión gestadora que periódicamente se apodera de todo artista que merezca ese nombre, aunque cuando nos acercamos a ella uno acaba concluyendo que Fonteriz -por si alguien lo dudaba- es un gran ilustrador y la pulsión que lo posee y que le hace tributario del apelativo de artista se circunscribe únicamente al aspecto gráfico de la historieta… creo yo.

Y no lo digo porque este relato gráfico se adscriba a uno de los géneros narrativos populares que las élites culturales tipifican como literatura denostable, puesto que repetidamente he expresado mi devoción hacia esos productos que utilizan esta clase de géneros para presentarnos un reflejo atractivo pero también lúcido de nuestra entraña diaría.

Ni siquiera destaco la pericia gráfica de Fonteriz -como también hace Rafael Marín en el prólogo del libro- por encima de sus dotes como literato porque el género narrativo escogido por el autor sea el thriller vampírico tan al borde de la extenuación estos días, tras la sobreexplotación sufrida a manos de ciertas sagas por todos conocidas.

Lo digo, simplemente, porque pasada una primera mitad que se sostiene excelentemente en base a una intrigante premisa y a un variado elenco de personajes de interesante interacción, cuando este cómic se dirige ya hacia su conclusión, queda preso de los tópicos y pierde todo su encanto.

Las ilustraciones de Rafa Fonteriz son, sin duda alguna, dignas de todo elogio, así como la expresiva variedad de tratamientos cromáticos que pone de forma coherente al servicio del argumento. No menos meritoria es su composición de página, magníficamente realzada en este formato apaisado que Diábolo Ediciones ha confeccionado con esmero. Pero es una lástima que todo ello no sirva a un guión más ambicioso, menos encallado en los formalismos más superficiales de un género que, confrontado con las contradicciones propias del ser humano, con su dualidad, podría dar más de sí teniendo a tan gran dibujante a su disposición.

3537Versus, Josep Maria Polls y José María Beroy; Diábolo Ediciones; 64 págs., color, 15’95 €.

Esta remasterización de Versus ha supuesto toda una alegría para mí. Un agradable reencuentro con José María Beroy, uno de los autores que más me impresionaron durante mi adolescencia, y una mirada nueva a uno de sus trabajos realizados al alimón con Josep Maria Polls que menos me interesaron en su momento… pero que ahora cobra un nuevo significado que lo redimensiona ante mis ojos gracias a los insertos que sus autores han realizado para esta nueva edición.

En su primera versión en álbum, Versus no constituía mucho más que una antología de relatos gráficos meticulosamente confeccionados, de deslumbrantes ilustraciones y medido discurso visual, cuya unidad última únicamente residía en el hecho de que todas sus historietas presentaban a individuos enfrentados entre sí en situaciones extremas, esperpénticas, de una inquietante monstruosidad en determinados momentos, los más inspirados, como en la contienda entre los submarinistas, la bacanal gastronómica o el enfrentamiento de una asustada mujer con una jauría de dobermans. Dicho esto, cabe reconocer que ya hallazgos como los ahora mencionados bastaban para reivindicar la validez del cómic publicado en su día por Norma Editorial, y seguramente nadie podría discutir tal aseveración. Pero por su brevedad, por meternos ya de repente en (la) situación de unos personajes de los que poco sabíamos, el enfoque de aquel Versus limitaba sus aspiraciones al golpe de efecto, más o menos animado éste por una mirada descarnada al proceder de aquellos que se encuentran en algunos de los márgenes de nuestras sociedades modernas.

Afortunadamente, este nuevo Versus es esto… y mucho más.

Con unas pocas páginas de nueva factura entre historieta e historieta, Polls y Beroy reorientan la lectura global del cómic, le aportan unidad, contextualizan las penurias de los protagonistas de cada aventura y multiplican el hálito trágico que ya subyacía en las distintas partes, para que ahora ese hálito trágico -magnificado- impregne todo el conjunto y nos sirva una lectura sugerentemente inquietante.


Comparativa entre la primera versión de Versus y la actual.

ZN ENTREVISTA A… JOSÉ M. BEROY Y JOSEP M. POLLS

Toni: Vuestra eclosión como autores se produce durante la época de las revistas de cómic para adultos. ¿Cómo vivísteis su progresiva desaparición?

J.M. Beroy: Progresivamente comenzamos con:

-¿No están publicando demasiadas revistas? Están fragmentando el mercado, que ya de por sí se ha ido haciendo más pequeño y… ¿Seguro que hay mercado para tanta cabecera? Mira que no podemos poner un culo en cada portada (Toutain había comprobado que si en la portada aparecía un hermoso trasero femenino tenía asegurados al menos 5.000 ejemplares extras de ventas de una revista)

Y finalmente terminamos así:

-Chico, se terminó la fiesta, mejor que te busques otro trabajo. En serio, botarate ¿para que vamos a pagarte por dibujar una serie que solo os interesa a tu novia y a ti, pudiendo comprar todos los mangas que queramos por cuatro chavos ¡Y además salen en la tele! ¡se venden solos! Y total, si nos falla el manga -que no fallará- siempre nos quedan los superhéroes. ¡Adiós tontolaba!

De forma que, ¿cómo iba a vivirlo personalmente si no como casi -casi- una tragedia? Pero los dibujantes tenemos una gran ventaja sobre otras áreas productivas de la economía, ya que como profesionales hemos sido entrenados para medrar en la precariedad y el sufrimiento (siempre hay excepciones).

Curtido, esforzado y de espíritu espartano, el dibujante de cómics no necesita de una gran infraestructura para trabajar y está por lo general bastante concienciado de la volatilidad de la industria en la que se mueve. De hábitos frugales, el dibujante de comics puede permanecer largo tiempo en su madriguera viviendo y disfrutando de sus habilidades manuales. ¡A ver quién puede decir eso! ¡Qué manos!

Nos quejamos, sí, pero también se quejan los controladores aéreos y los del metro de Madrid.

J.M. Polls: Pues, en lo que a mí respecta, fue una verdadera decepción. De golpe te das cuenta de que la Industria no tiene cimientos y que todo se viene abajo, que toda una generación de prometedores autores está en “peligro de extinción”, teniendo en cuenta que tanto en Francia como en Estados Unidos, por aquel entonces el mercado nos estaba vetado.

Pintaba mal … No todos sobrevivieron a ello.

Toni: ¿Os fue doloroso, en aquel contexto de colapso de la industria de producción autóctona, asumir que la elaboración de historietas ya no sería vuestro principal medio de sustento?

J.M. Polls: Mucho, muchísimo… Si eres goloso y te prometen pastel para cenar, te muestran el plato, permiten que te cortes un pedazo y justo antes de saborearlo te lo quitan de la boca, y te dicen que a partir de ahora acelgas, que pese a saber mucho peor son más nutritivas, pues… el resultado suele ser traumático… Ahora combino acelgas con pasteles.

J.M. Beroy: La producción de historietas, de una u otra forma, ha sido una parte principal o muy importante en la forma en que me he ganado la vida durante todos estos años y hasta hoy, por lo que tan solo tuve que asumir que debía adaptarme a las circunstancias y que tendría que dejar apartadas mis neuras existenciales artísticas. Créanselo o no, pero no he parado de trabajar ni un momento en la historieta, bien fuera en el mercado alemán de revistas juveniles, haciendo multitud de esas historias de adolescentes teutonas aficionadas a la equitación, versiones en comic de Totally Spies, en suplementos de diarios, en revistas humorísticas (El Jueves, Puta Mili, ¡Barragan!), en diarios deportivos, en historieta dedicada al mundo de la publicidad, en agencias de dibujantes, en porno… Lo único que tuve que asumir fue que la creación de mis propias historias debía quedar al margen por el momento. Asumí plenamente y con orgullo mi condición de profesional dedicado a ganarse la vida con lo que mejor sabe hacer. Mi condición de mercenario sudoroso y maloliente vendido al mejor postor.

¡Y a la mierda con el arte!

Asumir esto fue sencillo: tan solo me costó un par de años en un psicólogo junguiano y una interminable serie de pruebas con antidepresivos hasta dar con el que logró finalmente hacer desaparecer mi manía de hablar a gritos desde el balcón de casa.

Así que nada de dolor.

Toni: Comparando la situación de entonces y la de ahora, ¿qué diríais que significa el cómic para vosotros hoy en día?

J.M. Polls: Me da la sensación que el tiempo no ha cambiado demasiado las cosas. Cuando empecé no podía vivir solamente de ello. 30 años después aquí, en España, repito aquí… sigo sin poder vivir exclusivamente de ello.

La diferencia está en uno mismo, en la manera en que enfocas tu trabajo.
Como guionista soy mucho más maduro y conozco mejor el medio. He aprendido que este país no es el lugar donde empiezan tus trabajos si no donde terminan, que Industria es una palabra internacional, y que trabajo en la profesión que más me gusta.

J.M. Beroy: Yo no sé si puedo comparar estableciendo un antes y un después, puesto que para mí todo es parte de un proceso continuo, de una evolución que ha ido a la par de la mía como persona (que cosas digo a veces). Para mí el cómic es una de mis formas de ganarme la vida. Sigo disfrutando y leyendo (aunque reconozco que pocos) cómics. Y sigo trabajando en el mundo de la historieta, como siempre he hecho de una u otra forma.

Sí, ya sé que para muchos tan solo existen los superhéroes. O el manga. O el gafapasta.

Pero oye, el mundo es ancho.

Quizás la única diferencia es que ahora, como me sucedía al principio, tengo muchas ganas de volver a contar mis propias historias y de dejar ya de una repajolera vez los antidepresivos.

Toni: Beroy, después de un primer periodo en el que como autor completo elaboras una serie de obras de “continuará”, pasas luego a pequeñas historietas mucho más autocontenidas y guionizadas por otros. ¿A qué se debió este cambio?

J.M. Beroy: Respecto a las historias de pocas páginas autoconclusivas, en algunos casos fue por adecuarme al formato de publicación en revista. Por otra parte, siempre he amado las narraciones breves e impactantes, tanto en formato audiovisual como en cuentos. Respecto a trabajar con guionistas, en ocasiones ha sido impuesto, y en el caso de Josep Maria, fue porque sus guiones son fantásticos, me molaban muchísimo y nos lo pasamos bien trabajando juntos.
Además (sé que esto le pondrá nervioso), tiene unos bonitos ojos azules. Bueno, creo que son azules.

Toni: Versus ha cambiado mucho desde su primera aparición. ¿Cómo la concebíais cuando creasteis su versión inicial?

J.M. Beroy: Adecuándonos a una directiva editorial tratamos de realizar la cuadratura del círculo: realizar historietas para su publicación mensual que al ser recopiladas funcionasen como un álbum. Polls lo hizo girar todo alrededor de una idea-fuerza, la del enfrentamiento, lo que nos permitía crear mundos separados con un leitmotiv que los uniera. No obstante en el germen de las historias había ya un mundo que anhelábamos desarrollar enlazando las historias y los personajes en hipotéticos siguientes álbumes que, desgraciadamente, nunca vieron la luz. Ese germen finalmente se ha convertido en el nuevo percutor de la acción.
Y lo que te rondaré, morena.

J.M. Polls: Beroy, lo ha sintetizado perfectamente. Los argumentos surgieron por separado siempre teniendo en cuenta esa “idea-fuerza” de la que habla. De todos modos hay algo que nunca he contado y es como construí las cuatro historias de Versus.

Una de mis pasiones son los “cluster”, un proceso de asociación de ideas que parten de una situación bloqueada en busca de una solución que dé salida al relato, o a parte del mismo. Bien, pues hice algo parecido: buscaba decorados sugerentes, con una atmósfera especial, y me retaba a ver qué podía salir de ellos.

No sabía nada, solo que me entusiasmaba poder arrancar un pequeño argumento de cada uno de ellos. Tenía el leitmotiv de fondo y tenía el decorado, faltaba todo lo demás. En las cuatro utilice la misma fórmula.

Toni: Aparte de los nuevos insertos que habéis creado para esta edición, se adivina que hay algunas viñetas de las historietas antiguas “remasterizadas”. ¿Cuánto ha habido de voluntario, de dirigido, en tu evolución como dibujante? ¿Hacia dónde decidiste crecer?

J.M. Beroy: El remasterizado es consecuencia de mi Transtorno Obsesivo Compulsivo acerca del control de mis acciones y de la imposibilidad de manipular el flujo de la existencia. Un reflejo de un deseo inconsciente de volver al pasado. Pero tranquilos, que también me estoy medicando de esto.

De hecho yo nunca decidí crecer ni “dirigirme” ¡bastante tengo con saber lo que voy a cobrar el mes que viene!.

Si había trabajo en el ámbito del humor, estudiaba a los clásicos e intentaba hacerlo lo mejor posible. Si comenzaba, por poner un ejemplo, a trabajar en el estudio de Javier Mariscal, trataba de dibujar como él (difícil, pero no imposible). Si dibujo porno, pues… He pasado por un montón de estilos, lo que a ratos viene bien y a ratos es un tanto engorroso.

Toni: ¿Os preocupaba en alguna medida que fuese demasiado acusado ese cambio de estilo entre el trabajo original y el nuevo?

J.M. Beroy: Er… No. De hecho, cada historia original ya está realizada en un registro diferente.

J.M. Polls: Aunque la responsabilidad recaía, casi por entero, en José María, personalmente tuve ciertas dudas iniciales. Pocas, pero las tuve. Sin embargo, tal y como afirma Beroy el camino queda allanado en cuanto observas que cada historia tiene su personalidad gráfica.

Toni: Resulta curioso que este tipo de insertos, al igual que sucedía en La enfermedad del sueño, puedan alterar tanto el significado de fondo de una serie de relatos aparentemente inconexos. ¿Cómo surgió la idea?

J.M. Beroy: En cierto sentido, tú mismo has contestado la pregunta: un pequeño cambio inicial puede dar lugar a enormes cambios al final de un proceso. Eso es Versus. La teoría del caos contra el determinismo. Lo difícil -imposible en las circunstancias de un sistema complejo- es hacer que esos cambios obren a tu favor. Que el determinismo se aproveche de la imprevisibilidad de los sistemas complejos. Esa idea nos fascinaba.

Pensamientos como éstos nos arrullan por las noches: ¿Cómo lo hace? ¿Quién lo hace? ¿Con que motivo? ¿Hacia dónde nos lleva todo esto? ¿Ganará el Barça la Champions?

Todo esto nos continúa fascinando, de hecho. Da para mucho.

Toni: ¿Hay posibilidades de que se recuperen obras anteriores vuestras?

J.M. Polls: De momento no me he planteado recuperar nada, mas allá de Versus.

J.M. Beroy: En lo que a mí respecta Glénat está preparando una recopilación con Mabuse, 999, La Enfermedad del Sueño y Ajeno que tendrá páginas añadidas y que se llamará Onírica.¿Se venderá? ¡Quien sabe! ¿Quién sabe qué coño le interesa a la gente? Se publicará en formato pequeño y manejable y será un tomo precioso, con una portada de ensueño. El regalo perfecto para cualquier época del año. Imprescindible, reserve su ejemplar. Compre dos, por si acaso. O tres.

Toni: Recuerdo, Beroy, que tu experiencia con Deadman en el mercado norteamericano no salió como esperabas. ¿Qué expectativas tenías puesta en la aventura americana cuando tu estilo y trayectoria parecen encajar mejor en el mercado francés?

J.M. Beroy: A estas alturas y teniendo en cuenta que mi estilo ha tenido que abarcar desde comic infantil a comic porno e incluso manga, tal como ya he explicado, parecería lógico pensar que mi estilo también puede encajar en el mercado americano. Y de hecho lo hace, ya que tras Deadman -expliqué las aburridas circunstancias de esa experiencia en mi blog, por si alguien siente curiosidad- he trabajado para la editorial IDW haciendo algún número de Star Trek y otro del Dr. Who, además de algunas portadas. Poca cosa, ciertamente, pero es que cometí el imperdonable error de rechazar otro Dr. Who para concentrarme en el proyecto de Miles Vorkosigan que desgraciadamente no ha tenido continuidad. Seguramente aquel día no había tomado todas mis pastillas.

Pero gracias a la buena relación con Chris Ryall ahora mismo estoy haciendo algunos fill-ins en la miniserie Spike, The devil you know, concretamente en el número 3 y 4. Me lo estoy pasando bomba y esta vez, si no me echan, yo no voy a dejarlo. Más que nada para que dejen de preguntarme por Deadman.

Pero como la burra tira al monte, tampoco descarto nuevos proyectos en Francia, ya que estamos preparando algo con el guionista de la saga Vorkosigan, Dominique Latil y hay en perspectiva otro proyecto con un guionista belga francófono, Kid Toussaint. Por supuesto, sabiendo que las cosas en el mercado francés son más bien a largo plazo, creo que podría alternarlo. Estoy preparando un álbum con Hernán Migoya y otro con Polls. Y si todo falla, siempre queda el porno y las revistas alemanas. Ya sé que no me lo has preguntado, pero me apetece explicarlo.

Toni: Puesto que ambos estáis vinculados como profesores a la Escuela de Cómic Joso, ¿qué aptitudes y qué carencias creéis que está produciendo la actual oferta de cómic en las nuevas generaciones de aspirantes a artistas?

J.M. Beroy: Aptitudes: Espíritu de sacrificio y constancia. Profesionalidad. Sentido del realismo respecto a las circunstancias del mundo laboral en que se van a mover. Dominio del dibujo, expresividad y narrativa. Talento. Son la caña.

Carencias: Quizás orientar su futuro profesional en uno u otro mercado determina una cierta tendencia a homogeneizar los estilos. Pero esto tampoco tiene porque ser intrínsecamente malo. En estas épocas procelosas, de decadencia moral y bajos instintos a flor de piel, ser poseedor de un estilo muy marcado te sitúa en el centro de la diana de las envidias.

O algo así.

J.M. Polls: Beroy responde por mi.

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sergioaph
sergioaph
Lector
29 julio, 2010 13:38

No sé si es porque ya soy muy viejo o qué, pero me parecen OBSCENOS algunos precios. Casi como que me siento insultado, vaya.
El cómic de Fonteriz estuve al borde de comprarlo, hasta que me fijé en lo que costaba. Lástima, tenía un aspecto excelente.

JAVIE
JAVIE
Lector
29 julio, 2010 17:36

Una semana mas y depsues de demasiadas notcias sobre thor,ironman,vengadores…..Solo puedo decir  !!gracias!!
 
Y ahora las criticas:
 
Seria posible en reseñas como la de El lado salvaje,colocar algunas paginas de muestra,mas que nada para hacernos una idea de por donde van los tiros en lo que atañe al dibujo, en este caso he mirado el blog del autor y la verdad que me ha gustado bastante,eso si,con ciertas reticencias en la parte que le toca a la obra que hoy nos ocupa,un poco rarillo,espero que solo fuera esa viñeta y que el resto del comic tire hacia lo realista.
 
Vaya cachondo el Beroy,la entrevista desde luego no tiene precio,lo que me he podido reir cuando ha saltado con el transtorno obsesivo compulsivo,un maquina.
 
Me hubiera gustado saber si hay alguna editorial interesada un publicar la saga Vorkosigan en España.
 
Un saludo maquina!!.

JAVIE
JAVIE
Lector
30 julio, 2010 1:09

Muchas gracias amigo.
 
El dibujo me parece impresionante la verdad,da gusto que gente de estet alneto publique en españa,ahora una de sinceridad que te pongo en spoiler:
 

Aviso de Spoiler

¿Me lo recomendarias?o mejor vuelvo a construir la pregunta¿se lo recomendarias a un amigo tuyo al cual quisieras con el corazon?
 
 Eso de que es una pena que el guion no sea mejor me ha sonado un poco raro.

Sollero
Sollero
30 julio, 2010 12:47

Yo me leí el Lado Salvaje en su estado primitivo es decir en el blog de Rafa. Es cierto que la historia no es nada del otro mundo, es entretenida, se deja leer y para nada aburrida. Tambiés es cierto que el aspecto fuerte de este comic es el aspecto gráfico, sin dudas Rafa es uno de los mejores narradores que tenemos en España. Se desenvuelve con igual soltura en comic americano o en formatos europeos, le da igual historias de vampiros, de superheroes o porno, y la rotundidad de su dibujo, la perfección de sus anatomias o la perfecta ambientación no son dignas de alabanzas.
Dicho esto, es un comic que merece la pena comprarse, yo me lo he comprado, aún siendo el precio un pelín elevado. La calidad de la edición es excelente, tapa dura y bien encuadernado, papel satinado de peso considerable, en formato apaisado y bitonos, que es lo que sube el precio, no es lo mismo editar en vertical y a 4 tintas con impresión en China, que en formato horizontal, no estandarizado, a dos tonos y en España.

hielario
hielario
2 agosto, 2010 20:55

¡¡BIEN!! ¡Una reedición de «Ajeno»! Desde que perdí la pista de dos o tres Cairos con trozos de aquella historia que tenía dando vueltas estaba preocupado, pero vamos… yo me la compraría. -si me alcanza el preupuesto, claro, que vivir en Sevilla se lleva lo suyo-