RESEÑAS
Echando la vista atrás por Rafa Tenorio
Haciendo café, de Quim Bou; Dude Comics; 24 págs., B/N, 1’5 €, descatalogado.
Aprovechando que en las fechas estivales que se avecinan, proliferarán por todo el territorio nacional ferias del libro, jornadas y salones del cómic, es buena práctica rebuscar entre los cajones de saldos y atrasados para ver si tenemos la suerte de encontrarnos joyas como Haciendo Café, de Quim Bou.
Publicado en el año 2000, dentro de la colección La Huella Futura, de Dude Cómics, se trata de un breve y emotivo trozo de realidad espléndidamente narrado. El slice of life es un género bastante particular. A algunos lectores, que un autor le cuente pasajes de una vida, inventada o no, puede no decirles dice nada, a otros les llega a calar hondo. Se podría decir que este es mi caso. Casi diez años después de su edición, releo esta historia corta y obtengo las mismas buenas sensaciones que el primer día.
… Creo que sería una buena idea que alguna editorial se animase a recuperar este tebeo en una nueva edición.
Endurance, de Luis Bustos; Planeta DeAgostini Cómics – Forum; 184 págs. encuadernadas en cartoné, B/N, 12,95 €.
En 1914, Sir Ernest Shackleton lideró la expedición Trans-antártica imperial, estertor del afán explorador británico que pese a verse truncada, terminaría convirtiéndose en una de las más épicas aventuras desarrolladas durante el siglo pasado. El objetivo no era otro que el de cruzar por primera vez la Antártida en trineo, recorriendo una distancia de 2900 kilómetros, buena parte de ellos inexplorados. De forma previa, los 27 tripulantes del buque rompehielos Endurance tendrían que completar una larga travesía… pero las adversas condiciones derivaron en la demostración práctica de que la combinación de ingentes cantidades de fe, lealtad, camaradería, valentía y determinación, posibilitan que cualquier obstáculo aparentemente insalvable puede ser sorteado.
Durante el pasado mes de mayo, coincidiendo con la celebración del 27º Salón Internacional del Cómic de Barcelona, la línea Fórum de Planeta DeAgostini Cómics acogió en su catálogo una nueva obra titulada Endurace, centrada en las peripecias de Shackleton y su tripulación. A cargo del guión y el dibujo nos encontramos con Luis Bustos (Madrid, 1973), quien tras poner de manifiesto sus credenciales en La riñonera de Chewbacca, Rayos y centellas, Residuos o Zorgo, afronta su proyecto más ambicioso.
En primera instancia, podríamos pensar que ante el historietista madrileño se presentaban dos obstáculos tan intimidatorios como los bloques de hielo que imposibilitaron el avance del famoso buque: la necesidad de ser fiel a hechos reales y la dificultad que entraña condensar en 184 páginas los sucesos desarrollados durante casi dos años. Pero Bustos no solo esquiva ambos obstáculos, combinando cierto rigor histórico con sentido de la aventura y entretenimiento de calidad, sino que además, para tal fin se vale de una variada gama de recursos gráficos y narrativos, funcionales, sorprendentes y estéticamente atractivos. La planificación de página pasa a desempeñar un papel fundamental a la hora de sortear las limitaciones espaciales, planteando curiosos juegos entre tiempo y espacio; además, la alternancia de tamaños y formas de las viñetas y su distribución a lo largo de la página, contribuye a crear un ritmo fluido, haciendo al lector cómplice del estado de ánimo de los protagonistas, sumergiéndolo en la aventura narrada, haciéndolo partícipe de la ilusión, la inquietud, la desesperación, la angustia y la esperanza experimentada por 28 hombres que hicieron Historia.
Afortunadamente, el continente está a la altura del contenido, pues la edición de Planeta DeAgostini resulta realmente atractiva: encuadernación en cartoné, precio razonable y diseño atractivo. ¿Qué más se puede pedir? ¿Una buena historia? Dicho y hecho. Por todo ello, ésta es la joya de la semana. Una grata sorpresa, sumamente recomendable para aquellos lectores que disfruten del género de histórico y de aventuras en su estado más puro.
Endurance: una pequeña entrevista a Luis Bustos, por David Fernández
David Fernández (D.F.).- La primera pregunta, no por tópica o esperada, podemos dejar de hacerla: ¿qué es lo que más te fascinó de la aventura protagonizada por Sir Ernest Shackleton y su tripulación y en qué momento tomaste conciencia de que podría convertirse en un buen cómic?
Luis Bustos.- Todo partió de la exposición que se programó en el museo marítimo de Barcelona a finales del 2007 titulada Atrapados en el Hielo. Anteriormente no conocía ni a Shackleton ni la expedición así que encontrarme allí, delante de las fotografías de Frank Hurley, tan potentes, tan hermosas y a la vez tan humanas, siguiendo el desarrollo de los acontecimientos, fue realmente impactante. El relato en si no deja de ser simple. Una serie de hombres tienen una misión, por causas ajenas todo se va al traste y deben, a partir de ese momento, recorrer la Antártida de un punto a otro para alcanzar la salvación. Pero precisamente en su simpleza es donde reside su fuerza. Y la historia me impresionó lo suficiente para que semanas después todavía estuviese pensando en ella y en lo atractivo que sería como relato y más concretamente como novela gráfica de tropecientas páginas.
D.F.- Imaginamos que desde que finalizaste las 174 páginas de Endurance, allá por el mes de diciembre de 2008, hasta su publicación el pasado mes de mayo, la espera habrá sido realmente tensa. ¿Cómo valoras tu particular aventura al frente de este tebeo? ¿En algún momento pensaste en arrojar la toalla, o siempre tuviste fe en sacarlo adelante?
Luis Bustos.- Yo llegué al Endurance en un momento personal delicado, y necesitaba dar un vuelco a algunos aspectos de mi vida. El proyecto me permitió ser mucho más ambicioso de lo que había sido hasta la fecha. La historia era apasionante y, sobre todo, positiva. Necesitaba transmitir esos valores universales y que a su vez algo de ello se me impregnase en el proceso. Lo curioso es que salvo un par de momentos en los que me sentía desconcertado, todo el proceso creativo fue realmente cómodo. Me lo tomaba como un reto, una aventura, ¡mi primer álbum gordote! Y de esta manera, las páginas salían a una velocidad pavorosa. Bien es cierto que hay elementos que me habría gustado que hubiesen quedado mejor, ciertos desarrollos de personajes o algunos diálogos, pero vaya, estaba dando el 100% y uno tiene que asumir sus límites. Realmente he disfrutado dibujándolo y en todo momento sabía que conseguiría entregarlo a tiempo. Me comprometí que estaría en diciembre del 2008 y el 31 a las 7 de la tarde acababa de terminar la última página. Después me iría de fiesta a celebrar el álbum y la entrada del nuevo año.
D.F.- Por su carácter épico y su relevancia, no han sido pocas las obras centradas en La Expedición Imperial Trans-Antártica. Numerosos libros y documentales de los que a buen seguro tendrás conocimiento. ¿Cuáles fueron las fuentes a las que acudiste con mayor regularidad para documentarte durante el proceso de realización de Endurance?
Luis Bustos.- Básicamente Atrapados en el Hielo de Caroline Alexander, que también es guionista del documental programado en el IMAX. Compré Shackleton, la odisea de la Antártida una miniserie de dos episodios para la BBC, protagonizada por Kenneth Branagh pero sólo la utilizé como referencia visual (ropa, equipo, el Endurance…) De hecho, todavía no la he visto con audio. Internet también ha sido una gran ayuda. La Wikipedia y algún foro me han resuelto dudas sobre el contexto histórico, nombres o localizaciones.
D.F.- En comparación con La riñonera de Chewbacca, Rayos y centellas, Residuos o Zorgo, Endurance representa un cambio de registro considerable, pues aunque el género de aventura está presente en tu bibliografía, en esta ocasión el enfoque es mucho más comedido y, evidentemente, realista. ¿En algún momento te sentiste limitado o intimidado por la necesidad de ser fiel a un acontecimiento sobre el que tanto se ha escrito?
Luis Bustos.- No, limitado no me sentí en ningún momento, quizás tenía respeto y ganas de reflejar perfectamente toda la aventura, más a un nivel emocional que desde un prisma casi documental. Aún respetando la mayoría de las fechas, nombres y localizaciones, me he sentido libre para retocar ciertos aspectos con la intención de darle mayor coherencia al relato y un aliento más épico. No pretendo ser absolutamente fiel, únicamente emocionar al lector y que se deje llevar por la aventura. Para lo otro, recomiendo el libro de Caroline Alexander.
D.F.- Uno de los aspectos que más llaman la atención de esta obra es la composición de página: atrevida, original y estéticamente atractiva, pero por encima de todo, sumamente funcional, ayudando a reflejar los estados anímicos de los personajes (páginas), a mostrar la inmensidad de las amenazas a las que se enfrentan (páginas) y a reflejar el transcurso del tiempo (páginas). ¿Te dio muchos quebraderos de cabeza el aspecto compositivo de Endurance? ¿Qué secuencia resultó más problemática?
Luis Bustos.- Para ser sincero, creo que todo el tema del diseño de página fue algo fluido y natural. Soy un gran fan de Tezuka y en especial de Fenix y desde el primer momento quería hacer algo que tuviese esa elegancia y sobre todo ese respeto al «cómic como cómic», no como libro ilustrado. En todo momento pensaba como podría resolver en una página el páso del tiempo o a falta de voz en off cómo se sentían los personajes. Quizás la secuencia más complicada fue la del motín, que al final resolví (¿con acierto?) en una cuadrícula estándar, dando todo el protagonismo a los diálogos. Y de la que más estoy orgulloso es del epílogo. Creo que es un buen broche para la historia.
D.F.- También destaca una interesante utilización de las tramas, tremendamente útiles a la hora de definir volumen, profundidad e iluminación. ¿Podrías detallarnos brevemente el proceso de aplicación de tramas, los criterios por los que te has guiado a la hora de emplearlas, etc…? Al hilo de esta pregunta, ¿qué herramientas, tanto artesanales como informáticas, empleaste durante la realización de Endurance?
Luis Bustos.- Bueno, para mi las tramas eran necesarias. Le daban calidez y profundidad al acabado. También eran muy útiles para separar planos e incluso utilizarlas como un elemento más «dentro del dibujo» como es el caso de la niebla. Yo, a pesar de hacerlo por ordenador, me gusta el acabado analógico, de modo que una vez escaneada la página, marcaba las zonas en gris y las transformaba con un filtro de semitonos del photoshop, después jugaba a «romperlas» con un pincel digital cuyo trazo daba un punto de suciedad muy interesante.
D.F.- Ya para finalizar, quizás aún sea demasiado pronto para valorarlo en su justa medida, pero personalmente ¿cómo valoras la recepción que hasta ahora ha tenido Endurance entre los lectores?
Luis Bustos.- Pues de momento parece que está gustando mucho, tanto a la gente que conocía la historia como a los que se acercaban ahora a ella. Espero que funcione ahora el boca-oreja y vea a más de uno refrescándose con la odisea antártica de Shackleton en la playa.
D.F.- Por nuestra parte, tan solo queda desear que Endurance funcione realmente bien, y agradecerte el tiempo que nos has dedicado.
Luis Bustos.- Gracias a vosotros por el interés.
LOS EDITORES PREPARAN…
Nota: En caso de que seas un editor que publique material de autores nacionales y te interese colaborar con esta sección ponte en contacto con nosotros en la siguiente dirección de e-mail: info@zonanegativa.com
Esta semana no disponemos de previa ofrecida por editores.
LOS AUTORES PREPARAN…
Nota: En caso de que seas un autor nacional y que estés interesado en hablarnos de una obra tuya que se va a publicar en breve por favor ponte en contacto con nosotros en la siguiente dirección de e-mail: info@zonanegativa.com
Nombre de la obra: JEKYLL Y HYDE
Autores implicados: Santiago García y Javier Olivares
Editorial: SM (Colección clásicos en historieta)
Fecha prevista de publicación: Octubre 2009
LOS PROFESIONALES RECOMIENDAN…
La tempestad, de Santiago García y Javier Peinado; Astiberri Ediciones; 96 págs., Color 16,00 €.
«Santiago García utiliza la ciencia ficción como terreno perfecto para replantear (o replantar) la obra de Shakespeare y hacer lo que mejor se le dá: Convertir lo mínimo el máximo y lo humano en sobrehumano (y no al revés, no os creáis). El dibujo de Javier Peinado es lo más ágil que he visto en mucho tiempo, la narración es sofisticada y casi analítica, como en la mejor ciencia ficción.»
Próximos proyectos de Carlos Vermut:
«En estos momentos estoy de lleno con la adaptación al cómic de la serie de Alex de la Iglesia: Pluton Verbenero. Que saldrá a la calle en septiembre de la mano de Astiberri bajo el título Pluton BRB Nero: La venganza de Maripili.»
Soy mi sueño, de Felipe Hernández Cava y Pablo Auladell; Edicions de Ponent; 76 págs., bitono, 22,00 €.
Santo Cristo, de Tyto Alba, Mario Torrecillas y Pablo H.; Ediciones Glénat; 240 págs., B/N, 19,95 €.
«Santo Cristo es una recomendable novela gráfica que quizá haya podido pasar desapercibida para los lectores que busquen una lectura diferente entre el aluvión de novedades del pasado Salón del Cómic.
Historieta con tintes autobiográficos que nos traslada a un barrio obrero de Badalona en la Cataluña posfranquista donde Paquito, protagonista de la historia, nos relata algunas anécdotas de su paso de la infancia a la adolescencia mientras estudia en una escuela salesiana y comienza a enfrentarse a la realidad de un mundo fuera de las rejas de su colegio católico.
Una de las sorpresas del pasado Salón que he podido leer y disfrutar recientemente, en la que el dibujante mejicano Pablo Hernández ilustra con un estilo sencillo y agradable, y con una narración pausada con influencias del manga, una agridulce historia escrita a cuatro manos por los catalanes Tyto Alba y Mario Torrecillas. Un estupendo álbum de debut de tres autores de los que a buen seguro volveremos a hablar en el futuro.»
La isla sin sonrisa, de Enrique Fernández; Ediciones Glénat; 56 págs., color, 12,95 €.
«Después de la fabulosa adaptación de El mago de Oz, en la que Enrique Fernández nos deleitó a los lápices; llega La isla sin sonrisa donde, estando también al guion, nos demuestra que no ha perdido ese toque mágico que ya nos sorprendió en Libertadores.
La isla sin sonrisa es una historia digna de convertirse en un clásico del cómic y del cuento, donde cada personaje que aparece es una puntada más que entreteje el rico tapiz que conforman esta obra: el Señor Dean, que aporta el dolor de quien rechaza la felicidad de su vida porque la cree inmerecida; Eli cuya alegría e imaginación son una estrella deslumbrante que despierta la magia a su alrededor y Mama Kindi y los demás personajes asombrosos y mágicos sacados directamente de la imaginación de Enrique Fernández, que aportan el punto de fantasía, pura pero sutil, estando relegada a la sombra de un mundo humano, pero brillando como una joya imperecedera.
Uniendo eso a un dibujo limpio, de estilo original y fresco, un tratamiento del color brillante y que sabe ajustarse con maestría a cada viñeta, y un ritmo pausado y delicado, propio de los mejores cuentos de hadas, sólo cabe decir que nos encontramos ante todo un clásico. Tras disfrutar de la lectura de esta obra, únicamente cabe pensar que Enrique Fernández tiene la fortuna de tener en su mente un portal que le lleva directamente a ese mundo, mágico, onírico y lleno de luces -y sus sombras- solo compartido por autores de la talla de Hayao Miyazaki. Una fortuna que, gracias a sus lapices, nosotros también disfrutamos.»
Cristobal Nazareto, de Alex Fito; Ediciones Glénat; 64 págs., color, 15 €.
«Cristobal Nazareto es sin duda una de las obras de nuestros autores que más impacto van a generar. En mi opinión, claro.
Fito apunta, dispara y acierta directamente a las emociones desde el contexto argumental de la marginación urbana. Nazareto representa a esas personas que dedican su vida a la gente excluida, que luchan sabiendo que siempre por muchas batallas que ganen la guerra está perdida.
Las historias que desarrolla no dejan indiferente a nadie, presentándolas con su estética cartoon, de líneas redondeadas y suaves, para golpearnos con los argumentos duros y agresivos socialmente.
En fin, una obra fresca, con una personalidad propia y diferenciada que merece nuestra curiosidad y conocimiento.
Unas líneas sobre los pasos del autor (copiado y pegado en catalán por falta de tiempo, aunque comprensible)…
ÀLEX FITO (Ciutat de Mèxic, 1972). És un dels nous valors de la historieta espanyola,com així ho demostra el recent premi a l’autor revelació que obtingué amb la història Raspa Kids Club, en el Saló Internacional del Còmic de Barcelona (2.000).
# S’inicia els anys noranta amb el col·lectiu La Penya (amb Ismael Ferrer, Albert Monteys i Isidro Ferrer) que realitza la popular sèrie Mondo Lirondo. En el 96 escriu guions per a historietes d’en Pere Joan (Bit y Bat, per El País) i per en Rafel Vaquer (Fauna Autòctona, Diari de Balears). Amb aquesta darrer, dibuixarà, amb guió de Pere Morey, la història de la conquesta de Mallorca, Desembarc a Santa Ponça.
A partir d’aquí, amb el suport editorial de Max i Pere Joan a la revista Nosotros somos los Muertos i la col·lecció Medio Muerto, Fito troba un codi narratiu i gràfic, influït per l’estètica del cartoon ianqui i del japonès, de línies arredonides i cossos desproporcionats amb el que es desenvolupa i aconsegueix adaptar a la necessitats de cada història.»
- Recomendaciones nacionales
- Archivo de Píldoras nacionales.
Afortunadamente, el continente está a la altura del contenido, pues la edición de Planeta DeAgostini resulta realmente atractiva
Y no nos olvidemos de la cantidad de faltas de ortografías de las que está plagado el cómic.
Rafa, tras escribir la reseña de Endurance, me topé con el debate suscitado en La Cárcel de Papel en relación a lo que comentas. Curiosamente, durante la lectura del tebeo no me llamó especialmente la atención la presencia de faltas de ortografía, por la sencilla razón de que salvo excepciones muy graves y evidentes, no suelo prestar demasiada atención a ese tipo de errores.
Ojo, no estoy justificando ni restando importancia al tema: la editorial debería cuidar este tipo de detalles, en los que últimamente no andan precisamente atinados.
Un saludo.
Endurance me dejó tan frío como el hielo que plaga sus páginas. No sabía si me había gustado o no, y eso es mal asunto, pq la duda ya inclina la balanza por su cuenta. Es un buen cómic, eso no lo pongo a debate, y hay un gran trabajo, tampoco lo discuto, pero… no sé, conmigo el autor quizás no consiguió eso que menciona en la entrevista. Hay buenos momentos en la historia y un par de frases reseñables, pero la lucha invisible contra el hielo y el mar llega a ser un poco tediosa. Yo me imaginaba que en una expedición extrema de 2 años pasarían más cosas; más luchas internas entre los tripulantes (al menos haber reflejado más las relaciones entre ellos), alguna muerte frente a la fiera naturaleza… En definitiva, un desespero más palpable, ese que no me llegó.
En cuanto al uso de las sombras, de los grises y de las técnicas utilizadas, le doy un 6, siendo generoso, y tampoco entiendo las alabanzas que se le lanzan en este aspecto. Yo sólo me acordaba de algunas páginas paisajísticas de Lobo solitario, y al establecer sin querer cualquier tipo de ‘siempre odiosa’ comparación (época, herramientas manuales vs ordenadores, uso intuitivo del blanco y negro…) perdía Endurance por goleada.
En fin, que aún no sé si me la quedo o se la cambio al librero por otra cosa. La leeré una segunda vez para decidirme. «El arte se haya en la repetición».
A pesar de mi crítica, recomiendo Endurance, y que cada uno saque sus propias conclusiones. Las mías, como no podía ser de otra manera, son muy personales. Es más, qué coño, hace falta que los autores españoles le den más a obras de género: aventuras, noir, ciencia ficción…, y no tanto a obras costumbristas, cotidianas, biográficas, de ‘cacahuetes’ o chorradas. Para eso ya está la vida. En las páginas se ha de escribir otra cosa. Al menos, una vida interesante. Y eso es más fácil de plasmar en una obra de género. Por ahí, chapó para Luis Bustos.
Amigo Parabola,…siempre que no te gusta un cómic,..lo puedes devolver al librero,como dices en tu comentario??
Dime donde compras,hijo,….porque si eso fuera así,yo también cambiaría algunas novedades por otras.
Jajajajaja! Iba a comentar exactamente lo mismo que donniedarko! 😉
Jajajaja No lo digo pq el trato no creo que sea el mismo cn todos los clientes. De todas formas, tiene mucho sentido para ambas partes: tienda y cliente. La tienda no pierde pq vuelve a vender intacto, tal cual, el cómic que le devuelvo, y lo que hace es descontarme el importe de lo que me lleve ese día. Así que ellos nunca pierden; la mayoría de las veces, todo lo contrario, ya que lo normal es que me gaste más dinero, y esa devolución me sirva para adquirir algunos cómics que a palo seco jamás me atrevería (cómics de 25 euros pa’ arriba, europeos que me son desconocidos, etc…). Y yo, por supuesto, tampoco pierdo. Pero sólo lo hago en contadas ocasiones, cuando me arriesgo cn un cómic y luego me defrauda mucho y no merece el precio de la compra ni una segunda lectura en el futuro.
En cualquier caso, hay tiendas que realizan jugadas empresariales mucho más arriesgadas a priori. Coño, hay superficies que ya tienen zona de lectura con cojines y todo. No se me ocurre acción más ‘altruista’ y ‘valiente’ que dejarte leer algo que luego posiblemente ya no te vas a llevar. Son nuevas técnicas en los negocios, ajustadas a los tiempos que corren, tiempos de la mano del pirateo. Me parecen todas acertadas. Casi diría que lógicas.
Pues si el cómic en cuestión está plastificado,como los últimos de Planeta,al devolverlo,ya no está todo lo íntegro que estaba,…y eso a los libreros que yo conozco,ya no lo venden así.Por lo menos,en la ciudad donde vivo.
Ojalá pudiera hacer yo eso cuando compro cómics,la verdad.Y compro mucho,no te creas,..vamos,que soy buen cliente.
Saludos!!
A mí me gustó bastantante, y a mi pareja se lo dejé y lo leyó en la playa de lo más tranquilita y le encantó, y mira que es exigente. Yo ya sabía lo de las faltas y ni me di cuenta y ella tampoco; y filóloga hispánica que es.
Ánimo, Luis, que tienes mucho arte.