Píldoras Nacionales 61: Entrevista a Rayco Pulido

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RESEÑAS

Sin título (2008-2011), Rayco Pulido; Edicions De Ponent; 72 págs., color, 20 €.

Después de dar muestras de su singular personalidad gráfica ilustrando trabajos tan dispares en contexto y abordaje como Final Feliz y Sordo, el primero a las órdenes de Hernán Migoya y el segundo por las sendas que marcaba David Muñoz, Rayco Pulido acomete la autoría completa -para sorpresa de algunos- en Sin título (2008-2011), un interesante experimento historietístico que ha dado mucho que hablar.

La obra funde dos líneas discursivas bien distintas, la una por encima de la otra. Por un lado, asistimos a las miserias de un guardia civil destinado a una de las patrullas costeras de las Canarias; una patrulla implicada en un asunto de tráfico de inmigrantes ilegales. Por otro lado, a través de una fotonovela descubrimos que dicha historia no es sino un proyecto de novela gráfica que un autor relativamente amateur pone a disposición de la mirada (hiper)crítica de un analista de guiones televisivos y cinematográficos, resultando además que dicho analista estaba antes vinculado afectivamente con la actual pareja del dibujante. Ambas líneas se entrecruzan continuamente, la segunda criticando y completando los contenidos de la primera, aquella en la que asistimos al progresivo hundimiento del protagonista, desgarrado por tensiones internas y externas que le llevarán a enfrentarse con todos los que están a su alrededor mientras en las aguas del Atlántico empiezan a aparecer restos de cuerpos humanos. Así, mientras que «el relato» avanza mediante pequeñas anécdotas autocontenidas, haciendo uso de un imaginario fácilmente reconocible para conseguir una mejor economía narrativa, crítico y dibujante discuten sobre los entresijos del contar, un tanto a la manera de los libros de Scott McCloud sobre teoría del cómic. La particular dinámica que eso genera, no sólo por lo interesante e intuitivo de las apreciaciones analíticas, sino también por su efecto sobre nuestro aprehendimiento de la historieta del policia, ha ocasionado que no pocas voces loen los logros de Pulido en esta parcela de la obra, incluso a expensas de considerar el hilo argumental dedicado al guardia civil como un simple pretexto -más o menos atinado artísticamente hablando- a partir del cual poder dar salida a la parte más disertativa. Como fuere que Pulido se revela como un gran autor en todos los ámbitos, que su protagonista desprende de forma creible angustia y confusión a lo largo de su discurrir por el libro, y que la aventura guarda en su interior algunos hallazgos gráficos de gran intensidad emocional (como la viñeta ladeada en plano subjetivo con el picado sobre la esposa del policia o la perspectiva submarina que nos revela la verdadera naturaleza de una supuesta «sirena»), debe afirmarse que nada es gratuito en la propuesta de este joven autor canario: ni lo es la discusión del autor y el analista, ni lo es la historia que analizan en cuanto materia de estudio, ni lo es tampoco esa misma historia en aquello que cuenta de dramático y verdadero. A pesar de sus carencias (que las tiene, como la fotonovela no deja de señalar), a pesar de sus variadas intenciones, debe asegurarse que Sin título (2008-2011) apenas si tiene desperdicio… y nos situa ante un autor con tan evidente conocimiento del medio artístico por el cual transita que no resta sino esperar sus siguientes obras.

ZN ENTREVISTA A… RAYCO PULIDO

Toni Boix: Me resulta inevitable, antes de nada, preguntarte por la génesis de Sin título, dado que presenta tanto una historieta “descartada” como una foto-novela donde adquiere gran importancia su parte más disertativa. ¿Concebiste desde un inicio que la obra tuviese esas dos partes o existe realmente ese analista que obligó de alguna manera a que te replanteases tu propuesta?

Rayco Pulido: Afortunadamente ese analista no existe, sólo es un reflejo de la autocrítica. La idea inicial de la historia era hablar sobre los mecanismos convencionales para generar ficción, así que Pie de trinchera sólo es una víctima a la que despiezar, la historia podría haber tocado otros temas. El único cambio que sufrió Sin título (2008-2011) fue que introduje la fotografía, que pese a tener la idea desde el comienzo siempre me echaba un poco para atrás por el toque kitsch que siempre tiene la fotonovela. En las primeras muestras que hice para mover el proyecto utilicé dos estilos de dibujo distintos, uno para cada historia, pero no funcionaba.

Como parte de la promoción del proyecto, hace un par de meses colgúe un blog nuncatrabajessolo.blogspot.com, donde además de enlazar críticas, entrevistas y reseñas, también hablo del proceso creativo del libro. En uno de los post escribo sobre la transformación que sufrieron las páginas fotonoveladas, con imágenes del proceso.

Versión de una misma página dibujada y fotonovelada
(haced click sobre la imágen para ampliarla)

Toni Boix: Creo que la opción fotográfica que acabaste escogiendo otorga una connotación de “realidad” a la parte dedicada a la “teoría del cómic”, diferenciando y dotando de mayor entidad esos dos hilos narrativos y la interacción que pueda darse entre ellos. Posiblemente, de haber optado por una versión dibujada para la parte teórica, esta hubiese podido parecer más “artificial” y eso hubiese dotado al conjunto de una original pretenciosidad que restaría peso a la historieta que se analiza. Cuando comentas que esa parte dibujada “no funcionaba”, ¿lo dices en referencia a intuiciones de este tipo?

Rayco Pulido: Sin duda la fotografía parece acercarlo más a la “realidad”, aunque es una representación igualmente. Aquí recurrí a una idea que pertenece al subconsciente popular: Fotografía=Realidad.

Cuando todo era dibujado, para conseguir que la parte del autor y el analista fuera más real que la de Pie de trinchera, opté por la vía más conceptual, osea, al revés. El dibujo más realista para la historia de ficción y el más icónico para la historia “real”, en lugar de cargarla de detalles (que sería el camino obvio) la simplifiqué. Pero pese a que en mi cabeza funcionaba, también era consciente de que no todo el mundo comparte la idea de que pueda haber más verdad en un cuadro de Paul Klee que en uno de Richard Estes. Como no quería desviar más la atención del contenido troncal del libro, opté por el camino más directo, incluir la fotografía, que al final le acabó dando un plus al aspecto formal del trabajo.

Toni Boix: Diversos detalles de la maquetación cumplen una función narrativa en absoluto gratuita. ¿Tuviste claro desde un principio que sería así y eso justificó que plantearas asumir tú tanto el diseño del libro como su maquetación?

Rayco Pulido: En Edicions de Ponent, Paco Camarasa te da libertad total, así que siempre he procurado asumir el control de esa parcela, aprovechar el diseño editorial para que te ayude a transmitir una idea. Además diseñar el libro es de las partes más divertidas, hasta el código de barras está donde tiene que estar… esta vez incluso escogí el papel de la edición. Después de tanto esfuerzo no sé si podría delegar el aspecto final del libro en otra persona.

Toni Boix: El autor de cómic de la foto-novela comenta que la premisa básica en la historieta es la condensación de la información. Aunque lo dice en referencia al apartado argumental, ¿podría decirse que eso es algo que tú gustas también de aplicarlo a tu grafismo?

Rayco Pulido: Supongo que contar historias es jugar (aquí iba a poner manipular pero suena raro) con la información, darle un sentido, una dirección, un tiempo, omitirla, desvelarla de una manera determinada… Además en el cómic americano y europeo (mis principales influencias) la condensación por cuestiones de espacio siempre ha sido primordial. Ahora los formatos han ido cambiando, no son tan rígidos y parece que el mercado obliga a los autores a dibujar libros de 300-600 páginas, donde el diseño del lomo es casi más importante que la portada (de canto estará la mayor parte del tiempo en las librerías). El problema de eso es que cada vez veo más historias “estiradas”, que con la mitad de páginas iban… Pero ahí no falla el formato, sino el autor. Maus o Louis Riel tienen un porrón de páginas, pero todas y cada una de ellas contienen un volumen de información que las hace indispensables. A mí me dió para 72, ojalá hubieran sido más: el libro quedaba más bonito.

En cuanto al dibujo… sí, intento que cuente lo justo, que sea directo y funcional, eso provoca que a veces no sea todo lo estético que se espera, lo que tira bastante para atrás a algunos editores. Eso es algo que intentaré variar en el próximo trabajo… De todas formas siempre me ha preocupado más la composición global, y trato de “ver” las páginas de dos en dos, tal y como se las encontrará el lector.

Toni Boix: ¿Te planteas variar la estética de tu dibujo simplemente por una cuestión de agradar más o existen elementos en tu próximo trabajo que demandarán esa diferente aproximación?

Rayco Pulido: El tipo de dibujo, el tono y el tipo de narración siempre me lo sugiere el guión. Cada libro que he dibujado tiene variaciones en este apartado.

Cuando comento lo de variar el dibujo me refiero al acabado: la base está ahí, eso no lo puedo cambiar. Creo que la funcionalidad y la construcción como la base de todo; intento no coger atajos ni repetir trucos. Así que tengo un estilo que en realidad no es tal, a medio camino entre un montón de influencias: no parece independiente americano, pero tampoco mainstream, mucho menos manga, ni siquiera se acerca al estilo del álbum europeo mas clásico, pero tampoco al independiente… Estoy convencido de que el estilo es una herramienta más, siempre al servicio de la historia, así que no tengo una “marca”, lo que complica las cosas a la hora de encontrar editor o presentar proyectos a concursos.

En mi próximo trabajo volveré a plegarme a lo que me sugiera la historia.

Toni Boix: Imagino que por eso mismo tomas conciencia de que al introducir aguadas sin línea y dibujos más realistas, atrapas la mirada del lector y ralentizas la lectura. ¿Hasta qué punto crees que la página o una misma historieta puede incorporar cambios más o menos bruscos en el grafismo sin llegar a obligar al lector a percatarse de que está ante unos dibujos puestos unos al lado de otros?

Rayco Pulido: No sé hasta que punto se puede variar el nivel de iconicidad de una viñeta a otra sin que te saque de la historia… Sfar, Blain o Blutch juegan continuamente, y lo hacen bien, a veces para montar un gag, otras para acentuar algo o como dices, ralentizar la lectura. Los japoneses lo han hecho siempre, personaje icónico- fondo realista: para eso tenían a los asistentes. Por ejemplo, si hojeas Operación muerte de Mizuki, el salto es bestial, parece una distancia insalvable. Luego lees el tebeo y la historia te absorbe, así que supongo que si el motor funciona el coche avanza.

Toni Boix: En Pie de trinchera parece observarse un trabajo de paginación muy estudiado, así como también un análisis concienzudo del valor comunicativo de los pequeños gestos. Ante el story-telling, ¿eres de aquellos autores que se dejan ir guiados por la intuición o sometes cada uno de estos aspectos a reflexión previa?

Rayco Pulido: Como te comenté antes, suelo trabajar las páginas de dos en dos, según van enfrentadas en el libro, y trato de que todas las viñetas hagan avanzar la historia, anoto la cantidad de información que debe contener cada escena y cual va a ser el elemento bisagra para mantener la atención entre páginas. Así que hay bastante reflexión previa; luego la intuición sugiere soluciones diferentes y me ayuda mucho a dialogar.

Sea como sea, siempre dejo el trabajo un tiempo en barbecho, para coger un poco de distancia y dejar espacio a la autocrítica. Así que la cosa queda en un sandwich reflexión-intuición-reflexión, por eso igual voy tan lento.

Toni Boix: Resuelves las perspectivas en ligero picado diría que con un único punto de fuga, detalle que otorga a esos planos una naturaleza icónica (por oposición a realista) no sé si deseada o no. ¿Por qué lo haces así?

Rayco Pulido: La misión de la perspectiva es engañar al ojo humano, plegar el espacio a dos dimensiones, un fake renacentista. Yo tiendo a levantar un poco el punto de vista porque facilita la disposición de la escena, así el lector y yo estamos siempre situados, pero esto me sale de manera natural (intuitivo si quieres llamarlo así). Si alguna viñeta pide una perspectiva más marcada procuro usar la más sencilla, colocando un solo punto de fuga.

Para mí, la perspectiva (como el estilo) solo es una herramienta más y la utilizo en función del tipo de trabajo. Un ejemplo, si dibujase un cómic tipo francés donde el marco histórico fuera importante me documentaría muchísimo y en casi todas las viñetas metería un mínimo de dos puntos de fuga, por el contrario si me encargaran un manual de instrucciones usaría la axonometría como hace C.Ware.

Toni Boix: De todas formas, si escoges una u otra opción, tu dibujo le está transmitiendo cosas diferentes al lector. Mientras que en un caso intentas conseguir conjurar cierta ilusión de realidad, en el otro básicamente comunicas información mediante el dibujo.

Rayco Pulido: Exacto, en este caso no me preocupaba transmitir sensación de realidad; de hecho ni me documenté, todo está dibujado de memoria: barcos, uniformes, armas… Lo importante en Pie de trinchera era tarnsmitir la acción de la manera más directa posible, que el dibujo no distraiga la atención ni por exceso de detalle pero tampoco por lo contrario.

Toni Boix: Perdona mi atrevida ignorancia, pero siguiendo con el análisis de tu grafismo, veo en él no pocos detalles cercanos al de otro dibujante afincado en las Canarias que firma con el mismo apellido que tú. ¿Existe alguna relación entre Javier Pulido y tú y hasta qué punto su evolución estilística ha supuesto una referencia para ti?

Rayco Pulido: Es mi hermano, nos llevamos 8 años, así que cuando yo tenía 7-8 años el ya estaba publicando ilustraciones en las secciones del lector de cómics fórum. Tengo otro hermano mayor que él que también lee y dibujaba, así que los cómics llegaron antes que yo a mi casa y aprendí a leer (y a colorear) con ellos. Además me gustaba de todo, creo que por eso no tengo un especial apego por ningún género, todo estaba ahí a la vez (Superhéroes, francobelga, El víbora, el Cairo,Totem, Zona 84, Mortadelos, Madriz…) y sin demasiado filtro.

Por supuesto que mi hermano ha sido una influencia importante en mi trabajo y en la manera de afrontarlo.

Toni Boix: Los globos de texto son la conexión gráfica entre un relato y el otro, muy aprovechados en la foto-novela, algo experimentales en su diseño y utilización en el dibujado. ¿Cuál es tu relación con los globos de texto, elemento que tuviste que usar poco en Sordo, tu obra anterior?

Rayco Pulido: Bueno, a nivel formal la rotulación manual es uno de los apartados en los que quiero y debo mejorar. También es la parte del trabajo que más pereza me da: encontrar una tipografía que funcione con mi dibujo y que no sea mecánica es una de mis prioridades ahora mismo. En cuanto al contenido… creo que no dialogo mal, al menos suena a gente normal hablando y eso ya es un avance importante. Odio los diálogos “literarios”; demasiado afectados, solemnes, grandilocuentes… son “personas” hablando y a eso deben sonar. Otra cosa es que el diálogo sea parte del estilo, tipo Sequeiros, pero salvo excepciones como esa, demasiado alarde literario me tira para atrás.

Toni Boix: Sin embargo, como comentas en tu blog, algunas de las páginas de la foto-novela tienen unos globos de texto de gran extensión y, por eso mismo, no parecen buscar el crear la sensación de que estemos asistiendo a un diálogo. ¿Crees que ese era un lujo que te podías permitir en esta parte por la naturaleza de la misma?

Rayco Pulido: Bueno, la fotonovela son sólo unas pocas páginas, en las que debía condensar mucha información textual. Alargar esas escenas para que el diálogo quedara menos forzado afectaba demasiado al ritmo de lectura de la historieta de ficción.

Además, buscando el máximo contraste entre las dos historias, escribí Pie de trinchera utilizando la menor cantidad de diálogos posible.

Toni Boix: Recuperando la idea de la “condensación” como premisa básica de la historieta, ¿por qué crees que es así y en qué medida opinas que eso puede condicionar el tipo de contenidos abordables por el medio?

Rayco Pulido: Cada medio tiene sus limitaciones y sus ventajas, no creo que haya ningún contenido vetado específicamente a cine, literatura o cómic (por hablar de los medios más próximos). Lógicamente hay historias que funcionan mejor en un medio que en otro, no hay más que ver las adaptaciones (yo ahora trabajo en una y me preocupa mucho este tema), pero en realidad creo que todo el peso recae en la destreza de los autores/escritores/cineastas…

Toni Boix: Y en la práctica, ¿cómo lo has vivido en tu primera aproximación al cómic como autor completo?

Rayco Pulido: Fue un proceso muy largo pero sobre todo lleno de incertidumbre, porque no quise buscarle editor hasta tenerlo acabado. Lo había movido en forma de proyecto por algún premio y subvención, pero al explicarlo siempre quedaba entre pretencioso y confuso.

La parte buena fue que, como era mi primer trabajo como autor completo, no tenía más presión que la autoimpuesta. Me temo que ya no será así a partir de ahora y eso bloquea bastante.

Toni Boix: Según eso, ¿cuáles fueron las ideas seminales tras el sub-relato Pie de trinchera y hasta qué punto surgió con el anecdotario global que las vehicula?

Rayco Pulido: Bueno, necesitaba que fueran temas sociales, porque quería dejar clara mi postura frente a las historias con moralina que nos atormentan a diario, así que me hice un listado de temas a tocar, contextualizándolo en Canarias. Los tres más evidentes: inmigración, seguido de la violencia doméstica (leyendo los datos en función de la población, somos la segunda comunidad con más muertes tras Castilla la Mancha) y paro (aquí sí somos líderes, un 28.9%).

En una entrevista, Frank Miller decía que él siempre empezaba las historias por el final; si encontraba un buen final ya sabía que ahí había algo y trabajaba a partir de ese germen. Yo le hice caso y cuando tuve el nexo final (tan final que es la imagen de la contraportada), empecé a hilar el resto. Lo que Miller no decía es que esa parte precisamente es la más difícil.

Toni Boix: ¿Por qué querías dejar clara tu postura frente las historias con moralina y, exactamente, a qué tipo de historias te estás refiriendo?

Rayco Pulido: Cuando hablo de esto no pienso tanto en el ámbito del cómic. Más bien en el cine. Me refiero a los “temas clave” (prostitución, paro, inmigración, homosexualidad, racismo, religión…), tratados desde la corrección política, que debe tener un guión si pretende tener alguna oportunidad en el reparto de subvenciones.

Por suerte (otros dirán que por desgracia) “los del cómic” no catamos ese tipo de pastel, así que la elección de los temas no está tan condicionada.

Pie de trinchera es una historia muy ambigua, con un protagonista más cerca del villano que del héroe, que además no recibe el castigo que a priori parece merecer (o sí, depende del punto de vista). Aquí la máxima “El tiempo pone a cada uno en su lugar” no aparece en el tebeo, otra cosa es lo que el lector intuya que puede ocurrir en la vida del personaje después.

Toni Boix: ¿El tener que alternar dos historias muy distintas entre sí te obligó a concebir la parte dibujada en escenas autocontenidas?

Rayco Pulido: Sí, escenas cortitas para insertar los comentarios sin partirlas ni afectar en exceso a la lectura de Pie de trinchera.

Toni Boix: Debo decirte que no estoy de acuerdo con tu analista cuando dice que en Pie de trinchera te quedas sin protagonista con el que el público pueda empatizar, cuanto menos por el evidente sufrimiento que le genera la situación de contradicción en la que vive. Espero que estés de acuerdo conmigo…

Rayco Pulido: Lo estoy, el analista es un personaje que a veces tiene razón, pero sólo a veces. Abel, el protagonista, es un pobre hombre, mezquino, envidioso, vago, celoso… En mí despierta cierta compasíón, siempre será un infeliz, por supuesto eso no justifica las cosas que hace. Así que habrá quien empatice con él o quien esté con el analista.

En cualquier caso no es un protagonista al uso y genera este tipo de discusión.

Nuestro protagonista tras perder los papeles
(haced click sobre la imágen para ampliarla)

Toni Boix: En el fondo, a partir de tu respuesta, ¿podemos convenir en qué creativamente hablando nada está escrito en piedra y muchas cosas tienen su sentido pero también sus inconvenientes… o a la inversa?

Rayco Pulido: En general, tengo muy pocas certezas sobre la vida, imagínate si encima hablo sobre el proceso creativo en mi primer trabajo en solitario… ¿Cómo voy a decir “esto se hace así o asá” si no lo he hecho antes? En Sin título (2008-2011) lo único que hago es compartir mis dudas sobre lo poco que sé respecto a cómo se cuenta una historia. La duda es el tema principal, algo que la distancia de cualquier manual sobre guión al uso, donde todo son recetas mágicas e infalibles.

Toni Boix: En la discusión entre el dibujante y el analista se establece cierta correlación entre realismo e intrascendencia y dramatización e inverosimilitud. Como creador que pareces gustar de aunar clasicismo y vanguardismo, ¿por dónde crees que debe transitarse ese esquivo terreno dicotómico en momentos como el actual, cuando el medio lucha por conquistar parcelas alejadas de los relatos de género?

Rayco Pulido: Pues no lo sé… ni siquiera tengo muy claro eso de que “el medio luche por conquistar parcelas alejadas de los relatos de género… No acabo de ver un nexo entre autores para conseguir que un medio derive hacia uno u otro camino. Cada uno tiene una idea y la trabaja desde su cueva. Lo que sí veo como lector es que cada vez hay más autores que se alejan de la narración convencional, aumenta la cantidad de historias con la narración fragmentada, generadas a partir de microrelatos, pequeñas piezas de un puzzle que no tienen una única solución, sino multitud de posibilidades (el trabajo de Chris Ware o los últimos de Daniel Clowes)…

Puede ser que de manera indirecta la tecnología esté influenciando la manera de narrar. Yo soy del 78, y ya preparaba los exámenes con la tele o la radio puesta, sin un estímulo externo me era imposible centrarme y supongo que eso irá a peor: la capacidad de concentración mengua, hay demasiados estímulos, un youtube de más de 3 minutos ya es una brasa… pero quizás también porque el cómic digital está muy cerca y el que pretenda mantenerse en el papel deberá ofrecer un producto (lo que en Bellas artes llamábamos “libro de artista” que solían ser piezas únicas, donde el apartado gráfico prima sobre el discurso) cuyo diseño haga que no sea posible disfrutarlo del todo a través de la pantalla del ordenador (gran parte del catálogo de Picture Box).

Verás que en esta respuesta hay muchos “no lo sé”, “supongo”, “quizás”… pues eso, que no lo veo nada claro, otra vez la duda.

Toni Boix: Tu uso del color amarillo, algún momento en qué insertas iconografía indicativa en las viñetas o, de hecho, la propia inclusión de los análisis de la foto-novela, ¿crees que pueden haber propiciado una obra que en su resultado final sea más disfrutable al ser analizada que al ser leída?

Rayco Pulido: Puede ser, ojalá haga las dos cosas, entretenga y dé los elementos suficientes como para generar algún tipo de reflexión en el lector.

Toni Boix: Y, considerando que parte de la obra gira alrededor de la teoría narrativa, ¿opinas que eso la puede alejar de los intereses del público generalista?

Rayco Pulido: No creo que el autor deba pensar demasiado en el público al ponerse a escribir. Descartar ideas por pensar que no tienen un público o pervertir tu idea inicial para hacerlo más accesible dudo que sean procesos creativos sanos. Ninguno de los autores a los que admiro lo hacen. Probablemente no sean los más comerciales, pero cada uno tiene una voz especial, individual e inconfundible.

El tablero de dibujo es “la fortaleza de la soledad”. Si encima no estás convencido de lo que estás haciendo…imagínate.

Otra cosa es trabajar dentro de una empresa o hacer encargos con las condiciones prefijadas; ahí supongo que haces el mejor trabajo posible para poder estar orgulloso de él, pero siempre mantienes una cierta distancia.

De todas formas creo que el contenido de Sin título… no es exclusivista. De hecho una de las partes más difíciles fue equilibrar el contenido del libro para que los lectores “especializados” encontraran algo interesante y los lectores eventuales no lo encontraran ininteligible.

Toni Boix: Por tanto, ¿sí que en cierto momento tuviste al posible público en mente a la hora de darle su forma definitiva al producto?

Rayco Pulido: Sí, pero no a la hora de plantearme la historia. Está todo lo que tenía que estar, lo que cambia es el cómo, y para eso lo único que hice fue trabajar duro en el tono del guión. El reto estaba en hacerlo interesante para unos (no nos engañemos, los propios autores somos un porcentaje bastante alto de los potenciales lectores) y comprensible para todos.

A los amiguetes ajenos al cómic les ha gustado, y eso que tengo alguno bastante cabroncete… y las críticas que he recibido desde el planetacómic en general han sido positivas, un gran alivio, porque este apartado era uno de los que más me preocupaba desde el principio.

Toni Boix: Momentos brillantes pero que –diría- tienen un peso algo tangencial en la trama, como la irrupción de la “sirena”, parecen sugerir que estamos ante una obra con muchas caras, no todas igualmente desarrolladas, pero sí todas ellas importantes para ti. ¿Te viste obligado a descartar muchas escenas de este tipo?

Rayco Pulido: Sí, unas cuantas. Desviaban la atención y los comentarios sobre ellas tocaban temas que se salían del camino marcado, se acumulaban los cabos sueltos y aunque prefiero formular preguntas a responderlas, eran demasiadas incertidumbres.

Toni Boix: Aunque tu dibujante argumenta que no pretende dar lecciones de moral, luego afirma que intenta hacer algo más que entretener. En realidad, ¿qué ha pretendido el autor Rayco Pulido introduciendo no pocos elementos de evidente relevancia social en Pie de trinchera?

Rayco Pulido: Dar lecciones de moral, entretener y sembrar un espacio para la reflexión son tres cosas distintas. No creo que el libro ofrezca respuestas a nada, solo formula preguntas que tienen tantas respuestas como lectores.

Como expliqué antes, trabajé a partir de un listado de temas “controvertidos”. La sensación que me da a mí al leerlo es que no reflexionas sobre esos temas, los dejas en un segundo plano y te centras en los relacionados con la mecánica de la narración. La fotonovela se come a la parte dibujada. Al menos así lo percibo yo como lector y en los comentarios que se han generado en los blogs donde se ha hablado del libro.

Toni Boix: Creo que la fotonovela se come a la parte dibujada, simplemente, porque incide sobre ésta, se sitúa en un plano “ontológico” superior al de ella y la fragmenta una y otra vez, pero en ningún momento me parece que esa parte dibujada no tenga entidad por sí misma. ¿Era deseo tuyo que así fuera o ya desde un inicio estabas dispuesto a que la prioridad que otorgabas a la parte teórica pudiese anular el relato de la parte dibujada?

Rayco Pulido: Si esto fuera una muñeca rusa, la fotonovela sería la pieza exterior y Pie de trinchera la muñequita que va dentro. Siempre se le presta más atención a la cubierta.

Pie de trinchera, pese a ser un tebeo pensado para practicar con él un sacrificio, creo que tiene cosas interesantes, sobre todo en cuanto a la narración. Además, la solución para el final me sigue haciendo gracia… y le acabé cogiendo cariño al miserable de Abel, el protagonista.

Tuve la tentación de incluir una nota al comienzo del libro en la que pedía al lector que primero se leyera la parte dibujada y luego el conjunto, pero era imposible hacerlo sin destripar la sorpresa inicial. Así que, querido lector de la Zona Negativa, si aún no has leído Sin título (2008-2011) te recomiendo que lo hagas así.

Toni Boix: De todas formas, aunque Pie de trinchera esté pensado para practicar con él un sacrificio, asumo que no caiste en los «errores» que presenta de forma voluntaria, sino que era la misma narración la que llevaba hasta ellos. ¿La imperfección es tan inherente a la realidad que hasta las lógicas narrativas a veces nos abocan a ella?

Rayco Pulido: Los «errores» que aparecen en el libro son propios y ajenos, es decir, a priori hice un listado de «fallos» que como lector detecto en otros y por supuesto en mí, cosas que se podían solucionar de manera más efectiva, casi siempre optando por la sencillez y austeridad en todos los aspectos del trabajo, desde la escritura del guión, la paginación, la narración, pero incluso a la hora de dibujar y dialogar. La dificultad está en que lo complejo parezca simple.

En cuanto a lo que comentas sobre la imperfección inherente a la realidad, supongo que es cierto; una prueba de ello podría ser que cuando detectas un error y tratas de solucionarlo a veces eso hace que surjan otros dos, luego cuatro más… y acabas metido en un pantano del que es difícil salir.

En Sin título (2008-2011) el lector encontrará las dudas más habituales que a mí, como autor, siguen atormentándome.

Toni Boix: Tu analista llega a hacerse pesado con lo de que la historieta es un medio de escasa difusión que, por eso mismo, puede permitirse tratar con mayor libertad ciertos temas. ¿Crees que esa libertad es real y que está siendo bien aprovechada por los autores de cómic de hoy en día?

Rayco Pulido: Para David Muñoz, un excelente guionista con el que trabajé en Sordo, el cómic era el medio visual con mayor libertad porque nadie mete mano en tu trabajo (comparándolo con trabajar en cine o televisión), de manera que el resultado final se aproxima bastante a la idea original y eso le compensaba lo económico. Por el contrario a Hernán Migoya, otro titán con el que trabajé en Final feliz (y aquí acabo con la publicidad, lo prometo), lo crucificaron pública e injustamente cuando sacó Todas putas, así que supongo que tenemos una sociedad bienpensante en la que las apariencias importan más de lo que puede parecer y no hace falta saber o documentarse sobre un tema para vertir una opinión.

De ambos casos la única conclusión que puedo sacar es que la libertad es responsabilidad.

¿Si la libertad es real? Oro parece plátaNO es.

¿Si está siendo bien aprovechada por los autores de cómic hoy día? No lo sé, cada uno debe mirar su trabajo y valorar si durante el proceso de creación se puso algún tipo de límite y cuál fue la razón. Yo en el mío creo que por ahora no lo he hecho, al menos no de manera consciente.

Toni Boix:
Y ya para acabar, ¿la guía de personajes muertos del final busca replicar mediante el subrayado ese rol casi como de objetos anónimos que en el libro juegan los inmigrantes de kayuko?

Rayco Pulido: En el libro sólo aparecen como mercancía o como víctimas, no tienen voz propia, así que al final le hago un pequeño homenaje a los caidos.

La solución europea para los inmigrantes que entran a través de las costas canarias ha sido invertir más dinero en cerrar las frontera, financiando, por ejemplo el plan FRONTEX que consiste, en parte, en aumentar el número de patrulleras, radares y efectivos que vigilan los rutas habituales de entrada, obligando a los inmigrantes a zarpar cada vez desde más lejos para no ser interceptados, multiplicando la peligrosidad del viaje. Si existiera una cifra REAL de la cantidad de ahogados en los últimos 10 años sólo en aguas canarias se nos caía la cara de vergüenza, al menos durante 2 minutos, que es lo que dura la noticia en un telediario antes de pasar a la siguiente, la del bulldog francés que sabe cantar Only you de los Platters.

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José Torralba
16 septiembre, 2011 14:08

Qué maravilla de entrevista y qué bien puesta tiene Rayco Pulido la cabeza sobre los hombros. Felicidades a ambos… a Pulido por haber dotado a su criatura de un (doble) discurso tan ambicioso y a Toni por las preguntas que le ha hecho al respecto. Bueno, y a Pulido de nuevo, otra vez, por sus respuestas. Una gozada. ¡Ah! Y no sabía que era hermano de Javier. Menuda familia 😉

Spirit
16 septiembre, 2011 17:21

Saludos;
 
Pues interesante entrevista sobre el proceso creativo, la obra, el autor, etc…y la verdad es que se agradece ver que hay cómic más allá de DC y los súpers (que a mí es al primero que me molan, digo), y que aún quedan artistas patrios que pese a las dificultades exponen sus obras personales…Yo simplemente hacer una reflexión, y es que creo que este tipo de obras ya son de por si de difícil comercialidad al ir dirigidas a un público más especializado…por lo que creo que se le debería ayudar con un precio más accesible, porque 20 euros por 72 páginas (que no digo que no los merezcan o que no se deba reproducir una obra tal con garantías, pero no dejar de ser una pasta por algo que  no deja de ser una apuesta), decía…pues eso, que es una lástima que no sean más accesibles porque sin duda lo merecen.

jorgenexo
jorgenexo
17 septiembre, 2011 10:54

Esto debería de ser de lectura obligatoria en enseñanza secundaria. Igual así nos iría algo mejor; a varios necesarios niveles. AUnque ¿qué coño leen ahora los chavales y las chavalas en la ESO?