Planeta Lázaro – Batman vs. Robin

Llueve sobre el Universo DC.

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Edición original: Lazarus Planet: Alpha, Lazarus Planet: Assault on Krypton, Lazarus Planet: We Once Were Gods, Lazarus Planet: Legends Reborn, Lazarus Planet: Omega Lazarus, Planet: Next Evolution, Lazarus Planet: Dark Fate USA (DC Comics, 2022)
Edición nacional/España: Planeta Lázaro / Batman Contra Robin (ECC Cómics, 2023)
Guion: Mark Waid, Tim Seeley, Gene Luen Yang, Brandon T. Snider, Ram V, Alyssa Wong, Chuck Brown, Dennis Culver, Delilah S. Dawson, A. L. Kaplan, Frank Barbiere, Gene Luen Yang, Phillip Kennedy Johnson, Dan Watters, Josie Campbell, Nicole Maines, Alex Segura, Leah Williams.
Dibujo: Chris Burnham, Alitha Martinez, Billy Tan, Riccardo Federici, Laura Braga, Mike Perkins, Baldemar Rivas, Ro Stein, Ted Brandt, Lalit Kumar Sharma, Haining, Sami Basri, Francis Manapul, Clayton Henry , Billy Tan, Jack Herbert, Marguerite Sauvage, Scott Godlewski, Riccardo Federici, Max Dunbar, Skylar Patridge, C. S. Pacat, Caitlin Yarsky.
Entintado: Sami Basri, Francis Manapul, Clayton Henry , Billy Tan, Jack Herbert, Marguerite Sauvage, Scott Godlewski, Riccardo Federici, Max Dunbar, Skylar Patridge, C. S. Pacat, Caitlin Yarsky, Mark Morales, Vicente Cifuentes.
Color: Rain Beredo,Brad Anderson, Jordie Bellaire, Ivan Plascencia, Brian Reber, Sebastian Cheng, Al Kaplan, Matt Herms, Alex Guimaráres, Nick FIlardi, Hi-FI.
Traductor:: Bárbara Azagra Ruiz.
Formato: 136-176 páginas. A color. Rústica. 20,50 – 17,50 euros / Grapa. Color. 48 páginas. 5-3,75 euros

Cuando las ideas se estancan

Desde los tiempos de Crisis, se instauró la costumbre de lanzar un evento que golpeara, en mayor o menor medida, a todo el Universo DC. Un evento que tuviera consecuencias de algún tipo y fruto de esta práctica editorial, los lectores pudieron leer trabajos como Legends, Millenium, Invasión, Hora Zero, Armagedon 2001… y a finales de 1995 le llegó el turno a Underworld (llegaría España de la mano de Zinco en noviembre de 1996 con el título de Underwolrd – Mundo Criminal), en el que el villano de turno, un tal Nerón, tentaba a los villanos (y algunos héroes con promesas imposibles) de DC concediéndoles su mayor deseo a cambio de algo tan nimio como su colaboración para llevar a cabo sus planes maléficos. Y Planeta Lázaro tiene resonancias claras.

El artífice detrás de la propuesta fue Mark Waid, respaldado por un primerizo, Howard Porter, con un derroche de tinta verde brillante por doquier con el que manifestar las energías místicas desatadas por parte de Nerón.

¿Y porque abrimos esta reseña hablando de un evento de hace 28 años? Pues porque existen ciertos paralelismos que no les resultaran ajenos al lector de antaño. No en vano esta obra no se volvió editar en España hasta 2018 y lo hizo dentro del coleccionable Sagas DC, donde no solo se publicaron los tres números centrales editados por Zinco del evento, sino que estaba acompañado de los especiales One Million correspondiente a un evento posterior. Hoy es un tomo que no está disponible y por tanto es una saga que ha caído algo en el olvido colectivo.

Los paralelismos son varios. El primero es que Planeta Lázaro y la miniserie de Batman vs. Robin, están escritos por Mark Waid. El segundo es el uso del verde fosforo, de nuevo, para manifestar las energías desatadas. El tercero es que al igual que en Underworld, se reparten nuevos poderes. Tres puntos en común que ponen de manifiesto que detrás de este planteamiento hay pocas ideas frescas.

Todo empezó con la serie de Robin, escrita por Joshua Williamson, en la que Damián se marchaba a la Isla Lázaro a un campeonato de lucha al más puro estilo, Operación Dragón. L segunda parada en lo que a lecturas se refiere hay que ir a buscarla en los primeros 5 números de Batman/Superman Los mejores del mundo, donde Batman y Superman se ven las caras con Nezha. Tras aquellos acontecimientos, los lectores se adentran de lleno en la miniserie en la que Damian se enfrenta de manera brutal a su padre. Y es en esta miniserie cuando se revela el villano de la función, el diablo Nezha, que posee el control de la resina Lázaro acumulada en un volcán y cuya explosión, por la acumulación de el poder mágico de muchos de los héroes y heroínas vinculados con lo etéreo, pone en marcha un evento de destrucción global con consecuencias para el Universo DC.

Partiendo de la poca originalidad de la propuesta, donde también hay ente infernal de por medio como en Underworld, los dos especiales, Alfa y Omega, así como la miniserie de Batman vs. Robin, todos ellos orquestados por Waid, son lo mejor de este teatrillo en el que se despliega un catálogo de nuevas intenciones por parte de la editorial, al presentar nuevas interacciones de algunos de sus personajes más conocidos, como la Patrulla Condenada, La Cazadora, Power Girl, Question o Firestorm, por citar algunos, mientras se genera espacio para presentar a otros de nuevo cuño (si puede expresarse de tal forma), como es el caso de Dreamer, Vigil, Flatline o Deadeye… Así que tenemos, dentro de los dos todos de Plantea Lázaro, los especiales centrales de la trama, más los números dedicados a presentar a estos personajes y darles el empujón inicial para dar el asalto a nuevas oportunidades editoriales. El resultado, pues muy irregular, con especiales realmente anodinos, incluso directamente insulsos, con otros que arañan un poco las posibilidades que tienen estos personajes. Mención aparte tiene la aparición de Rey Mono, un inserto forzado que se nota a la legua es injerencia de la editorial, por su participación en un evento en el que su presencia se siente como un pegote sin arco alguno en la trama, que se ve justificada, de alguna forma, gracias a la historia de complemento escrita por Gene Luen Yang (con dibujo de Billy Tan), dado que el Rey Mono y el propio Nezha, son dos personajes extraídos de la propia mitología y literatura china. Y aun así uno no puede quitarse el sabor de la boca de que todo responde a dar visibilidad sin más a este personaje. Una verdadera lástima que se hagan las cosas de esta forma y más cuando en Omega manifiesta abiertamente tener muchas posibilidades si se sabe explotar su potencial.

Waid, por el contrario, nos narra una aventura a la vieja usanza, con acción a raudales, en la que inserta cierta dosis de caracterización a través de la relación que tienen Damián y su padre, con Talía por medio, en lo que sin duda es una familia disfuncional de manual, pero que acaba doblegando sus diferencias para alcanzar sus objetivos. Un objetivo cuya resolución deja un tanto que desear y queda insertada en el terreno del deus ex machina.

Muchas páginas, mucha acción, diálogos interesantes en manos de Waid, menos en manos del largo elenco de guionistas detrás de los especiales comentados, con nombres como Frank Barbiere, Gene Luen Yang, Phillip Kennedy Johnson, Dan Watters, Josie Campbell, Nicole Maines, Alex Segura, Leah Williams… que ponen la puntilla a ese desequilibrado resultado final que le queda a uno cuando concluye este periplo, cuya planificación obtiene mejores resultados que su ejecución.

En términos artísticos, el dibujo de la miniserie y los dos especiales en los que Waid ejerce de maestro de ceremonias, está en manos de Riccardo Federici, para el especial de Lázaro Alfa y Omega, con Mahmud A. Asrar, en las labores de lápices en la miniserie de Batman contra Robin.

El primero resulta todo un despliegue visual para el lector. Su composición de página, su estilo pictórico, apoyado por una paleta de colores muy acertada en manos de Brad Anderson, hacen que su trabajo brille con identidad propia dentro de los parámetros de una historia perteneciente a un nuevo evento, con las cortapisas que algo así genera.

El segundo destila buen hacer en la miniserie, con algunos deslices en caras y poses, pero acaba por saber aportar el dramatismo que Waid desea plasmar con la historia, por lo que el resultado es satisfactorio, dentro de unos parámetros mucho más estandarizados.

En cuanto a los especiales, hay todo un despliegue de talento que, con mayor o menor fortuna, consiguen plasmar estos pequeños arcos argumentales de forma que algunos quedan firmemente marcados en la memoria visual del lector, mientras que otros pues acaban perdidos en el limbo cromático con el que se nos bombardea a diario.

En definitiva uno tiene la sensación de haber leído un trabajo correcto, de la vieja escuela, con ideas recicladas de antaño, que acaba siendo resultón por el buen hacer y los años de experiencia de Waid, pero sin que por ello llegue a sentirse que se esté ante un trabajo relevante. En cuanto a los especiales anexados, pues el resultado final es irregular, como ya se ha comentado, con propuestas interesantes, pero con otras insulsas que apenas son capaces de despertar interés alguno. Un evento más que llega y pasa sin apenas generar ruido y lo que es más relevante, sin asentarse en el recuerdo, y del que ahora toca ver sus consecuencias en la iniciativa El Amanecer de DC del que en breve empezaremos tener ya por aquí las primeras series regulares, pero antes llegará un nuevo especial donde veremos más consecuencias de esta lluvia Lázaro en el Universo DC, bajo el título de La Venganza de los dioses.

Lo mejor

• La historia central es puro cómic de superhéroes.
• El trabajo de Riccardo Federici.

Lo peor

• La falta de originalidad.
• Lo innecesario de todo el evento.

Edición original: Lazarus Planet: Alpha, Lazarus Planet: Assault on Krypton, Lazarus Planet: We Once Were Gods, Lazarus Planet: Legends Reborn, Lazarus Planet: Omega Lazarus, Planet: Next Evolution, Lazarus Planet: Dark Fate USA (DC Comics, 2022) Edición nacional/España: Planeta Lázaro / Batman Contra Robin (ECC Cómics, 2023) Guion: Mark Waid, Tim…
Guion - 5
Dibujo - 6.5
Interés - 5

5.5

Olvidable.

Con más ganas que buen hacer, Planeta Lázaro es puro cómic de superhéroes que se deja llevar demasiado en su concepto ya visto antes, para intentar vender algo que no resulta trascendente ni relevante para el lector.

Vosotros puntuáis: 4.86 ( 10 votos)
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Matches_Malone
Matches_Malone
Lector
1 octubre, 2023 23:10

Estoy seguro de que se deja leer y estoy seguro de que no me interesa. Lo guay del género superheroico es eso, que puede uno tirar para donde le plazca de manera espontánea y que la lectura sea satisfactoria simplemente en base a eso.
Hace un par de meses me dio por pillarme Thor (edición española), la colección no está en mano de autores de renombre ni narrando nada especialmente relevante (más aún teniendo en cuenta que tiene un reinicio a las puertas) pero mira, me apetecía Thor y lo estoy disfrutando.
Superhéroes: sus historias no siempre molan, pero ellos molan siempre.