He de confesarles un pequeño secreto. Cuando comencé con el revival del trío “canadiense” de historietistas (hacía años que no se publicaba nada sobre ellos en Zona Negativa), tenía las ideas muy claras: me era indiferente empezar por Chester Brown o por Seth; sea como fuere, y habiendo querido dejar lo mejor para el final, indudablemente, tenía que acabar con Joe Matt. Realmente, no digo que sea el mejor de los tres, pero sí que es mi favorito. Tanto Chester Brown, como Seth y Joe Matt, tienen sensibilidades diferentes y singulares, aunque también puntos en común. Cada uno aporta su visión, su estilo y talento particular al noveno arte, pero no puedo evitar tener una especial debilidad por el autor de Buen tiempo.
Recordarán ustedes que hace semanas les hablaba de Nicholas Gurewitch a propósito de La hermandad de la Biblia Perry, y les decía que era un artista maldito. Pues bien, Joe Matt todavía lo es más; seguramente, es uno de los autores más malditos dentro del mundo del cómic. Y esto es debido a que, apelando al título de su último tebeo, Joe Matt se ha Consumido poco a poco hasta el punto de no publicar nada. Tal es mi preocupación al respecto que, durante la gira por España de Seth, tuve la oportunidad de poder charlar con él. Evidentemente, no podía dejar escapar tal ocasión para preguntarle por el bueno de Joe Matt. No me quise andar con rodeos, y directamente le dije a Seth: “¿sigue vivo Joe Matt?” Por fortuna, la respuesta fue afirmativa. Profundizando un poco, Seth me contó que Joe Matt lleva trabajando durante 10 años en un cómic que todavía no ha acabado en el que saldría, de nuevo, el tridente “canadiense” (recuerden que Joe Matt es estadounidense en realidad; vivió una temporada en Toronto como inmigrante ilegal). El día que por fin se publique, estaremos ante un serio candidato a cómic del año (por no decir de la década). Seth, apenado (sentimiento que comparto), me contaba que era una lástima que Joe Matt tardara tanto en publicar algo, porque, además de amigo, era artista con enorme talento. Y así es, a lo largo de su carrera, Joe Matt apenas ha publicado 4 cómics debido al carácter y estilo de vida del autor (además de haber sido colorista dentro del género «pijamero» con el solo propósito de pagar las facturas). Después de su periplo por Canadá, regresó a su país de origen, pero no a Filadelfia (la ciudad que lo vio nacer), sino a Los Ángeles. Por este motivo, Seth ya no queda en persona con Joe Matt. Su contacto se ha reducido al intercambio de correos electrónicos. Al menos Seth sí que continúa viendo a Chester Brown.
¿Y qué quieren que les diga sobre
Si Chester Brown tenía Yummy Fur, y Seth, Palookaville; Joe Matt creó la publicación Peepshow, en la que apareció por primera vez
Aparentemente, Joe Matt no inventa nada dentro del cómic. Aparentemente. Está claro que recoge la tradición de determinados autores de los 60 y 70, entre los que destaca la influencia de Robert Crumb. El tebeo autobiográfico que también cultivan Chester Brown y Seth era de nuevo puesto a la orden del día por esta Santísima Trinidad del cómic norteamericano (Canadá y Estados Unidos), pero, como he comentado hace solo un instante, sin inventar nada… ¿O no? Formulo tal cuestión porque si se fijan, y siendo un adelantado a su tiempo, Joe Matt al sobreexponerse en sus cómics, al buscar ser el centro de atención, convierte al tebeo en una especie de red social. No hay mucha diferencia entre las páginas de su obra y las publicaciones que podemos ver en Instagram, Facebook, Twitter… Párense a pensar en aquellas personas que diariamente publican sobre ellos mismos, todo sobre sus figuras y sin ningún tipo de filtro. Esos inefables selfies (matutinos o no) delante del espejo, los platos que comen, adónde van de vacaciones, etc. Como si fueran un diario de exaltación de su ego. ¿No les recuerda a Peepshow? Quizá por este motivo, Peepshow fuera el primer «cómic/red social» de la historia.
Una vez oí decir a alguien que Pobre cabrón era “novela rosa para hombres”. No es una definición descabellada de un cómic que está dedicado a sus dos grandes amigos e inseparables por aquella época. No esperen una gran revelación o epifanía con esta obra (bueno, ni con ninguna otra del mismo autor).
Ojalá vuelva un día al ruedo Joe Matt. No sé si ustedes lo desean tanto como yo, pero cuento cada segundo hasta que llegue ese ansiado momento.
Guion - 9.5
Dibujo - 9
Interés - 10
9.5
Obra maestra
Joe Matt creó su mejor título hace ya unos años, demasiados. Una obra que no dejará indiferente a nadie que se acerque a ella. O se le quiere al autor, o se le rechaza de pleno. Yo pertenezco al grupo de los que le quieren. ¿La razón? Pocas veces me he divertido tanto como cuando he leído algo creado por Joe Matt, uno de los grandes autores de las últimas décadas.
Con este cómic precisamente empecé a leer a Joe Matt y también me quedo con este. Se lo pasa uno pipa leyendo las cosas que se le pasan por la cabeza a este hombre.