De como unos abueletes se meriendan a la más glamurosa de las flappers
«No es de extrañar que nos llamen rebaño. ¡Seguimos en manada un puñado de convenciones que nos ahogan!»
Hay obras que parecen haber encontrado la fuente de la eterna juventud y que, además, se han dado un largo chapuzón en ella. Porque
Esta comic strip pionera empezó a publicarse en formato de tira diaria el 4 de diciembre de 1912 bajo el título de Positive Polly. La primera página dominical apareció un año más tarde, el 28 de diciembre de 1913 ya con el título definitivo de Polly and Her Pals.
Al principio, la serie estaba centrada en las aventuras amorosas de la veinteañera Polly Perkins, una joven hermosa, moderna y glamurosa (una flapper de libro) que no se cansa de recibir a sus pretendientes en casa. Precisamente son sus padres y sobre todo el añejo Sam, más conocido como Pa’ Perkins, los que le acaban usurpando toda la atención de los lectores y acaban protagonizando la inmensa mayoría de gags.
Un poco como la contemporánea Bringing Up Father (1913-2000) de Geo McManus, el resorte argumental de los primeros años de esta tira de prensa se basa en las diferencias generacionales y sociales entre los jóvenes de la familia y sus progenitores. Una familia extraña y poco convencional que está formada por los Perkins; Pa’, Ma’ y Polly además de su criado asiático Neewah, un gato negro llamado Kitty y varios familiares pesados y gorrones como el primo Ashur Earl Perkins, la molesta cuñada Carrie y la pequeña Gertrud.
Los contrastes entre las ansias de modernidad de los adolescentes y la resistencia a los cambios de los mayores acaban produciendo divertidas confusiones que Sterrett explota con mano maestra. Pero a medida que la serie se va afianzando el autor empieza a experimentar de una manera extraordinaria con el lenguaje y el formato – especialmente en la página dominical – creando una serie de gags visuales de enorme calidad gráfica, narrativa y poética. Partiendo de un esquema básico de página dominical, desde una cuadrícula de cuatro tiras con tres viñetas y con encabezado del título insertado en un dibujo independiente, el autor de Minnesota compone y diseña unas coreografías originales, arriesgadas y divertidas. Siempre son diferentes entre sí, buscando la innovación, jugando con el ritmo, variando la composición y alcanzando un nivel que le emparenta con los mejores hallazgos de Krazy Kat, Little Nemo in Slumberland, Gasoline Alley y todos los ismos artísticos que dominaban la escena cultural europea de aquella época.
Sería muy difícil destacar unas sundays sobre las otras, pero vamos a intentar describir someramente algunas de nuestras preferidas para que los lectores desconocedores de la obra puedan hacerse a una idea.
Una de las páginas más conocidas es la página dominical del 26 de septiembre de 1926 donde de repente al pobre Pa’ Perkins todos personajes y todos los objetos se le aparecen de forma distorsionada, en forma de barriletes, como si la realidad se hinchara, se volviera elástica y gomosa. No es un sueño, sólo una confusión de gafas con su mujer, pero en el camino el autor nos ha regalado una colección de secuencias psicodélicas y lisérgicas que tardaremos más de cuarenta años en volver a ver viñetas…
Otra no menos conocida, y no menos brillante, es la dominical correspondiente al domingo 30 de enero de 1927. Tras una hermosa topper invernal de Dot y Dash, nos encontramos en la ópera, quizás en un teatro clásico, donde todos van de etiqueta, hermosos vestidos ellas, esmoquin ellos… incluso Pa’ Perkins. El vejete va a buscar dos vasos de agua a petición de su hija Polly y tras una interminable cola, al volver a su asiento un torpe señor le derrama los vasos. Agresión. Rayos y centellas. Cárcel. Es toda esta plancha muda un prodigio de ritmo, con un vaivén semejante a las olas de un mar algo embravecido y con una explosión final llena de formas y colores que demuestran que Sterrett, con casi nada, consigue alcanzar las cotas artísticas más altas.
También tenemos la archiconocida página del 08 de agosto de 1926 con el punto de vista submarino, pero como ya la comenta en el prólogo del álbum el gran P. Craig Russell, poco más tengo que añadir.
La última que destacamos, la del 20 de marzo de 1927, es nuestra favorita. La protagoniza el gato llamado Kitty y trata sobre los ruidos nocturnos, desconocidos e inquietantes, que despiertan nuestra paranoia. La forma en que Sterrett deforma las habitaciones cotidianas del hogar de los Perkins es antológica. Decorados de pesadilla, expresionistas, de colores fauvistas y formas surrealistas para consumar un gag completamente en off, intrascendente pero maravilloso.
Este primer volumen que nos presenta en castellano Diábolo Ediciones abarca la primera etapa de la comic strip más emblemática de Cliff Sterrett. Concretamente, para empezar nos ofrece una panorámica de las páginas dominicales comprendidas entre 1913 y 1924, a razón de dos por año e incluyendo la primera, publicada a finales de 1913. En la parte principal, encontramos todas las sundays aparecidas entre los años 1925 y 1927, un período considerado como el inicio de la fase más innovadora e interesante de la strip. Curiosamente, entre el 12 de abril y el 22 de noviembre de 1925, Sterrett se tomó unos meses de respiro y dejó la serie en manos de varios colaboradores sin acreditar. De este intervalo, menos interesante, el recopilatorio incluye seis dominicales.
Además, en este primer tomo de Diábolo podemos ir apreciando la evolución de las sucesivas topper (series de cabecera) que Cliff Sterrett fue usando hasta llegar a Dot & Dash, su segunda gran serie, que acompañó a Polly y sus familiares del 21 de febrero del 1926 hasta el 24 de junio de 1928. Al principio sería bajo el nombre de Damon and Phytias, para alcanzar su nombre definitivo el 05 de septiembre de 1926, llegando a disponer de dos tiras en su momento de mayor esplendor. El gran editor portugués Manuel Caldas editó en octubre de 2010 una espléndida recopilación de esta topper que el no menos grande Javier Agrafojo nos reseñó aquí con su habitual clarividencia.
En Estados Unidos, un segundo volumen editado por IDW Publishing contiene todas las sunday pages de Polly and her Pals publicadas entre enero de 1928 y diciembre de 1930. De la misma editorial existe, además, un tomito apaisado de la línea LOAC Essentials con las tiras diarias del año 1933. Hasta el momento no se conoce ninguna noticia de que la firma estadounidense tenga previsto continuar con la colección.
Cliff Sterrett (1883-1964) nació en Minnesota y se estableció en Nueva York al cumplir los dieciocho años. Allí estudió en la Chase Art School.
Desde 1904 se encargó de dibujar ilustraciones, caricaturas, comentarios y bromas de actualidad (cartoons) en el periódico New York Herald, para pasar en 1908 al prestigioso New York Times y al final de su carrera a los rotativos The Evening Chronicle y Rochester Democrat.
Paralelamente a esta faceta, transcurrió su impresionante carrera de autor de comic strips, al principio con la serie Ventriloquial Vag (1911), para seguir con otros efímeros proyectos como When a Man’s Married, Before And After o For This We Have Daughters, todos para el New York Evening Telegram.
En 1912 es fichado por el magnate William R. Hearst para que colabore en sus periódicos, y es en uno de ellos, el New York Journal donde se estrena la primera de Positive Polly el 04 de diciembre de 1912. Poco más tarde la strip cambia de título al definitivo; Polly and Her Pals y el 23 de diciembre de 1913 incorpora la página dominical.
Durante algo más de cuatro décadas Polly and Her Pals se publicó en los periódicos estadounidenses distribuida por la agencia King Features Syndicate, también propiedad de Hearst. Los problemas de salud – artritis – le hicieron delegar la parte artística de las tiras diarias a algunos de sus colaboradores, desde el año 1935 pasaron a las manos de artistas como Paul Fung o Vernon Greene hasta su cancelación en 1940. La página dominical permaneció en los periódicos hasta el retiro de su autor. La última sunday se publicó el 15 de junio de 1958.
Cliff Sterrett nos dejó en diciembre de 1964.
Su influencia ha sido inmensa y profunda en varias generaciones de autores y artistas de todo el mundo, desde Chic Young, creador de Blondie o Al Capp con su Li’l Abner, pasando por los europeos Ángel Puigmiquel, Cabrero Arnal, F’Murr… u otros más alternativos como Jules Feiffer, Robert Crumb, Jim Woodring e incluso el multipremiado Chris Ware. Tampoco se pueden entender las maravillosas innovaciones animadas de Tex Avery, Bob Clampett o Friz Freleng sin la sombra alargada de nuestro Cliff Sterrett.
El diseño y la confección material de este álbum a cargo de Diábolo Ediciones es insuperable. El tamaño es considerable, pero algo menor que la edición americana y por ello más manejable. La impresión es buena y el papel excelente. Cuenta con varios artículos introductorios a cargo de P. Craig Russell, Jeet Heer y del editor de la versión norteamericana, Dean Mullaney, esclarecedores e inspirados, profusamente ilustrados por ejemplos de las series de Sterrett, fotografías, ilustraciones y muestras de periódicos o revistas de la época que nos ponen en contexto de una manera perfecta. El precio no es abusivo y el álbum vale cada céntimo que invirtamos en él.
Por todo, este primer tomo de Polly and her Pals será con toda seguridad uno de los tres mejores álbumes que se publiquen este primer semestre de 2022.
Si desconocéis esta serie pionera, dadle una oportunidad. Estoy convencido que a poco que os guste leer un tebeo diferente, divertido, dinámico y deslumbrante, esta strip os cautivará. Y si ya conocíais la obra más importante de Cliff Sterrett, no tengo nada más que añadir, solo que ya estáis tardando en llevárosla a casa.
Salut!
Lo mejor
• Una edición mayúscula.
• Un arte espectacular que abrió y sigue abriendo fronteras.
• Disponer en castellano de una parte esplendorosa de la historia de este medio.
Lo peor
• Crucemos los dedos para que aquí salga el segundo tomo y que en EEUU puedan seguir hasta el final de la serie.
Guion - 10
Dibujo - 10
Interés - 10
10
¡¡¡ARTE!!!
Una magnífica edición de un clásico del cómic de prensa norteamericano. Una obra pionera llena de color, diversión, atrevimiento e invención.
Qué bueno que se edite este tipo de material en castellano. Cliff Sterrett es uno de los pioneros que definió el lenguaje del comic