Por qué es buena idea llevar la parte sobrenatural de DC al cine

Cada vez que oímos o leemos que el simpatiquísimo Guillermo del Toro tiene un nuevo proyecto entre manos, uno piensa en las escasas horas de sueño de las que tiene que disfrutar el director mexicano. «El Gordo» -poseedor de una vivienda en Los Ángeles dedicada exclusivamente a albergar sus tesoros «frikis» (incluso con ventanas que simulan efecto de lluvia)- se ha ganado el crédito de los estudios con superproducciones, el de la crítica con sello de autor y el de los aficionados con la pasión que le pone a sus trabajos.

Su nombre ha sonado estos días para una hipotética película sobre los personajes del área sobrenatural de DC, que podría incluir a la Cosa del Pantano, Constantine, el Espectro, Deadman, Zatanna y Etrigan el Demonio. Un proyecto que bajo el nombre –esperemos que provisional- de Heaven Sent (Enviados del Cielo) no pocos han comparado con la Liga de la Justicia Oscura, la serie que reúne a lo más granado del sector paranormal, demoníaco y mágico del relanzado Universo DC. El realizador, cuestionado al respecto, aclaró que está discutiéndolo con Warner, propietaria de DC Entertainment.

Mientras tanto, los foros se habían vuelto locos: la posibilidad de que el director de Hellboy y El laberinto del fauno (y casi de The Hobbit), afecto a lo misterioso y lo fantástico, pudiese hacerse cargo de personajes como la Cosa del Pantano y John Constantine, derramó literalmente toneladas de baba en las alfombras de todo el mundo. Ambos han experimentado un vergonzoso paso por el cine, con adaptaciones poco afortunadas o directamente de tercera fila. Del Toro, siendo un declarado fan de los “monstruos”, como ha señalado en múltiples ocasiones y de lo que su obra fílmica y literaria da fe, podría ser una buena opción para llevar a cabo una película sobre un grupo de antihéroes… un poco peculiares.

El realizador ha aclarado que por el momento lo único que ha habido son conversaciones al respecto con el estudio, y ha expresado su amor por la Cosa del Pantano y Demon. La rumorología encuadra el asunto en el momentum generado en Warner por el próximo film del director, Pacific Rim, debido a los buenos resultados de los visionados de prueba. Ello habría llevado al estudio a buscar que del Toro quedase ligado a alguno de sus proyectos futuros; ¿qué mejor oportunidad para del Toro que ésta para llevar al cine un supergrupo de “freaks” del cómic? (u otro, tras su experiencia con Hellboy y el BPRD).

Pero, viajando a la raíz del asunto, me gustaría explorar qué significaría una película de esta clase para el Universo DC. ¿Un film de gran presupuesto sobre personajes desconocidos para la gran mayoría? ¿Sin haber estrenado a su supergrupo oficial, la Liga de la Justicia, a la espera de ver cómo funciona el segundo reboot de Superman, y con el ciclo de Batman presto a volver empezar en el Foso de Lázaro?

Hay diez razones por las que considerarlo una buena idea.

1. DC necesita héroes (en el cine). Con el mercado de los comics viviendo una segunda juventud en la gran pantalla, y pensando como corporación, no es cuestión de desaprovechar los activos de muchas décadas en el negocio. Es hora de hacer cosas nuevas -pero pensándolas bien, para evitar porquerías que no generen una trilogía- y ganar dinero. Cuanto antes se empiece a preparar su desembarco, antes estarán listos.

2. La competencia pisa fuerte. Tras el éxito de Los Vengadores, Marvel y su división cinematográfica caminan por las convenciones como un pavo real henchido, diseminando sus planes de futuro y obteniendo un rendimiento de millones de dólares en publicidad, atrayendo ventas y fans. Demonios, si pudieron planear una película de Guardianes de la Galaxia y otra del Hombre Hormiga, ¿qué no se podría hacer?

3. Lo oculto vende. O, mejor dicho, todo aquello con una aureola sobrenatural tiene el potencial de convertirse en un éxito de taquilla, dada la fascinación del público con uno de los géneros que han hecho del cine lo que es, el horror. Aunque sea adulterado. Mezcla dos géneros de éxito y quizás obtengas un megaéxito.

4. Diversificar mercado. Por demasiado tiempo, Warner y DC han sido identificados con Superman y Batman, dos personajes que están siendo explotados en profundidad. Cuando DC pasó a ser DC Entertainment, se planificó una estrategia para explotar todas las posibilidades de su catálogo en los medios audiovisuales. La primera gran piedra, Green Lantern, sufrió un relativo pinchazo; a otro nivel, veremos que pasa con Arrow en televisión. Pero por lo menos se va notando movimiento en esa esquina del ring.

5. Personajes de calidad. Sólo con Constantine y la Cosa del Pantano se podría construir un dinamic duo capaz de tumbar al más pintado. Dos de los grandes del cómic, encumbrados por equipos creativos de calidad y que han ofrecido algo distinto a muchos lectores, les han hecho cruzar portales más allá de la dimensión de las mallas y las capas. También es cierto que ya no son lo que eran originalmente, especialmente tras el relanzamiento de DC, donde han pasado a convertirse en algo más para todos los públicos. Aun así.

6. Atraer buenos actores. Aunque la tendencia en este tipo de proyectos es embarcar a actores sin demasiado caché cuyo sueldo no embarre la cuenta de resultados, casi siempre, y como forma de llamar la atención sobre el proyecto, suelen atraer a uno o dos grandes nombres. En éste caso, no sería difícil tentarles con la manzana de un gran personaje (aunque requiera toneladas de maquillaje y mucha pantalla verde). ¿Un elemental de la Tierra capaz de montárselo con su novia humana zampándose un boniato? ¿Un tipo que vende su alma a tres demonios y los deja a dos velas mientras se larga fumando tranquilamente? (¿Y si Sting, en quien se basó el aspecto de Constantine, se atreviera a volver con él al cine?)

7. Del Toro. El director es un reconocido experto en el género fantastico-horrorífico, ya fue capaz de adaptar algo en una línea parecida (Hellboy) y su nombre es una garantía para la taquilla. Un proyecto de esta clase es capaz de hacerle sacar de dentro lo mejor de sí mismo. Puede ser su Star Wars, su Padrino, su Indiana Jones… Tratándose de un director que realiza el mismo sus diseños, podríamos avizorar que las adaptaciones de la parte física de sus personajes serían fidedignas, y que la parte de la personalidad no le iría a la zaga. No tiene que repasar cientos de comics, ya los ha leído. ‘nuff said.

8. Un nicho dentro de otro nicho. Salvo el ya desinflado Blade y el poco afortunado Motorista Fantasma, comisionados a otros estudios, Marvel no contempla por el momento abordar el rincón sobrenatural de su universo (aquel que tanto explotó en los 90, aquellos MIdnight Sons que vendieron toneladas de comics; ¿qué tal una serie de TV de Morbius, que pronto volverá a tener serie regular?). Ok, Stan Lee ha avanzado que se prepara algo del Dr. Extraño, pero todavía hay muuuuuucho por delante antes de llegar al 177 de Bleecker Street. Sin planes de la competencia, DC debe pisar el acelerador de lo oculto y marcarse como líder en éste área del mercado.

9. Más ventas en papel. Tras el relanzamiento de septiembre de 2011, el área sobrenatural de DC es una de las apuestas fuerte de la editorial, aunque haya habido que rebajar el whisky con un poco de agua. JL Dark, Constantine, Demon Knights, Phantom Stranger… Un filme de éxito ayudaría a consolidarlos, y a ayudar a calibrar el menor impacto de lo esperado de algunos supergrupos tradicionales, y a evitar una sobreexposición de las franquicias tradicionales.

10. Ok, no será como en Vértigo… pero seguro que tampoco se ignorarán los errores del pasado, porque el mercado ha demostrado que una adaptación de comic hecha con cierto mimo, presupuesto y fidelidad, renta más que reinventar la rueda con geniales ideas surgidas de algún despacho. ¿O no?