Power Man y Puño de Hierro 1. Los chicos han vuelto

 

Edición original: Power Man And Iron Fist v3, 1-6 USA
Edición nacional/ España: Panini Cómics
Guión: David Walker
Dibujo: Sanford Green, Flaviano
Entintado: Sanford Green, Flaviano
Color: Lee Loughridge
Formato: Cartoné, 112 págs.
Precio: 14€

 

A nadie escapa que estamos ante una Marvel Comics bipolar, bajo mi punto de vista lo está haciendo genial con nuevos personajes o personajes minoritarios y entre fatal y debe mejorar con sus grandes franquicias. En el primer grupo entraría la nueva serie protagonizada por Power Man y Puño de hierro con guiones de David Walker (Vengadores indignados, Number 13, Cyborg) y dibujos de Sanford Greene (Imposibles Vengadores, Runaways) y Flaviano, sin lugar a dudas una de las propuestas más divertidas de cuantas han protagonizado este dúo de héroes de alquiler.

Lo cierto es que lo primero que sorprende al iniciar su lectura es el tono desenfadado de los diálogos de los personajes, rompe por completo esa imagen que ambos personajes se han ido labrando por separado en los últimos años, de serios adultos golpeados por mil y un problemas, en especial Daniel Rand si tomamos como base la magnífica etapa que escribió Matt Fraction. Como os explicará mi compañero Igor en un magnífico artículo que publicará en unos días estamos ante héroes de calle que para nada lo han tenido fácil, en especial Luke Cage aunque al lado de Jessica Jones haya conseguido aportar ese equilibrio que le faltaba a su vida ahora completa con la llegada de su preciosa hija Danielle. Y esa felicidad que sólo puede mostrar aquel que por fin ha conseguido completar todas las piezas del puzzle de su vida es justamente lo que desprende desde el minuto cero esta nueva etapa en la que David Walker se destapa como un guionista genial y chispeante en los diálogos.

Que Walker se ha tenido que empapar de las historias que Luke y Danny han protagonizado desde que debutaron a principios de los años setenta es algo que se palpa por la química que consigue crear en las escenas que ambos comparten. Es ahí donde la historia roza el sobresaliente, en ese quiero y no puedo – o no debo si no quiero hacer enfadar a Jessica -, a cuantos no nos habrá pasado que tenemos una amistad que nuestra pareja sabe que no nos conviene y que nos terminará metiendo en líos? Pues eso mismo representa Danny para Luke, así lo ve Jessica – su mujer – y en buena medida el grandullón retiene unas ganas enormes aunque disimuladas de volver a formar tándem con Danny. El guionista consigue la difícil tarea de mostrar la química que hay entre ambos personajes, por encima de todo son amigos y esa amistad y ese cariño que mutuamente se tienen se palpa en sus conversaciones. Si, es cierto que Luke tira en no pocas veces de puyas o sarcasmos pero precisamente es esa confianza, esa amistad por tantas aventuras juntos las que validan esa forma de hablarse.

Tendrá que venir alguien de su pasado, más concretamente su antigua secretaria Jennie recién salida de la prisión, quien de forma totalmente involuntaria haga que ambos vuelvan a formar un no-equipo para recuperar una joya familiar que por extrañas circunstancias ha caído en poder de Lápida. Como rápidamente descubriremos, Jennie tiene sus propios planes y lo que les había vendido a sus antiguos jefes que era una reliquia antigua realmente es un poderoso y mágico collar llamado la gema de la superalma capaz de otorgar peligrosos poderes a personas de alma débil, y esa persona es ni más ni menos que Jennie quien organizará su particular vendetta para junta a Negra Mariah – una vieja villana – cometer varios atracos y a enfrentarse con Luke y Danny.

Más allá de lo emocionante de la historia – que lo es – por lo que destaca este primer arco argumental es por el uso que hace de los personajes David Walker, da igual que sean héroes o villanos, suenan convincentes sus diálogos además de endiabladamente divertidos, lo mismo para apariciones puntuales como los cameos de Spider-Woma y Spider-Gwen, impagable la conversación que ambas mantienen. Lo mismo podríamos decir de las apariciones de Jessica y de cómo mantiene a raya a su marido demostrando quien lleva los pantalones en casa.

Estamos pues ante un arranque prometedor, una de esas aventuras que gusta releer con el paso de los años por lo divertida y bien construida que está la historia, y en la que el dibujante Sanford Greene realiza también un trabajo magnífico con un trazo particular y en el que por momentos aparecen influencias de autores tan personales y extraordinarios como Emma Rios, Paul Pope o Sean Murphy, todo ello sin dejar de ser Sanford Greene, un autor al que habrá que seguir muy de cerca en sus próximos trabajos porque promete muchas alegrías.