Powers #14: Dioses

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Edición original: Powers vol. 3, 7-11 USA .
Edición nacional/ España: Septiembre 2013.
Guión: Brian Michael Bendis.
Dibujo: Michael Avon Oeming.
Entintado: Michael Avon Oeming.
Color: Nick Filardi.
Formato: Rústica. 168 págs.
Precio: 17,95€.

 

Las aventuras policiales de Powers regresan en este arco argumental inédito en España en el que el agente Walker y su nueva compañera, Enki, deben investigar una serie de asesinatos en el que las víctimas son los dioses del panteón griego. Además, la agente Pilgrim regresa al servicio activo pero esta vez de la mano del FBI. Todo ello de la mano del equipo artístico creador de la serie: Brian Michael Bendis y Michael Avon Oeming.

Hace ya trece años que esta serie inicio su singladura en el sello Image donde se publicó el primer volumen (37 números) para luego pasar a editarse bajo el sello Icon de Marvel donde apareció el segundo volumen de la serie (30 números) que acabó en el 2008. Tras una pausa para dedicarse a otros proyectos, Bendis y Oeming volvieron a unirse para lanzar el tercer volumen de esta longeva serie. Este tomo recoge los últimos números de este tercer volumen aparecidos entre 2011 y 2012.

La historia arranca con el descubrimiento de un cadáver que corresponde a Damocles, uno de los Dorados, un equipo de poderes que afirman ser los dioses auténticos del panteón olímpico. Walker y Enki serán los encargados de investigar el caso y contarán con la ayuda de la agente Pilgrim, ahora al servicio del FBI. El que parece un caso complicado dada las preguntas trascendentales que despierta la naturaleza de la víctima, se complica cuando el asesino vuelve a actuar impunemente ante la impotencia de los agentes. Las consecuencias de esta ola de asesinatos tendrá consecuencias terribles para la humanidad y alterará definitivamente el estatus de los protagonistas.

La muerte de un dios provoca serias discusiones en los protagonistasInterior_powers_dioses_2Interior_powers_dioses_3
La muerte de un dios provoca serias discusiones en los protagonistas

Bendis vuelve a su fórmula de siempre para realizar una nueva aproximación a una faceta habitual de los universos superheroicos: los seres divinos. Desde casi el principio de la era de los cómics de superhéroes, los antiguos dioses mitológicos han tenido lugar en los diferentes universos superheroicos. El Capitán Marvel tenía poderes inspirados en figuras mitológicas como Zeus o Aquiles, y los Vengadores contaban en sus filas con el dios nórdico del trueno, entre otros muchos ejemplos que han tenido lugar a lo largo de los años. El panteón escogido por Bendis para explorar este tópico superheroico ha sido el griego, aunque eso es lo de menos en la historia, ya que lo importante es comprobar como afecta que autoproclamados dioses habiten en la Tierra junto gente ordinaria y otros seres con grandes poderes. El enfoque de Bendis, a mi parecer, se puede resumir en una frase que pone en boca de un presentador televisivo: «Una cosa es que los dioses vivan entre nosotros y otra muy diferente es que los dioses mueran entre nosotros«. A través de su habitual estilo plagado de diálogos, el guionista de Cleveland aborda el tema explorando diferentes puntos de vista, desde el creyente hasta el incrédulo. El planteamiento y desarrollo de la historia no es precisamente innovador ya que este tema ha sido tratado otras veces antes, e incluso la mezcla de género policiaco con crímenes que impliquen deidades ya había tratado por otros autores como Alan Moore en uno de los números de la maxiserie Top Ten. Quizás lo más destacable del conflicto sea la sangrienta resolución que tiene, en el que los propios dioses son víctimas de la ira de aquellos que han sufrido por la arbitrariedad de los caprichos de dichos dioses.

Este arco argumental sigue fielmente el estilo marcado por los autores desde el principio de la serie, algo que se puede ver de forma positiva o negativa. Por la parte buena, la serie sigue fiel a su estilo y ofrece todo lo que se espera de ella: una aproximación alternativa al mundo de los superhéroes, buenos diálogos y cierta truculencia en el planteamiento de los casos a investigar. En el lado negativo se puede acusar a los autores de falta de evolución de la serie: los esquemas argumentales son los mismos que aplicaban en los primeros arcos argumentales e incluso se repiten defectos de historias anteriores, como el de la resolución del caso en el que nada tiene que ver la labor policial de los agentes ya que el culpable directamente se entrega o se rinde. Incluso la aparente evolución que los personajes han tenido a lo largo de los años se ve lastrada por el regreso a estatus anteriores, como el caso de la agente Pilgrim, que tras los sucesos del volumen anterior vuelve al servicio activo como si nada hubiera pasado. Este estancamiento le hace perder fuerza a la serie, y es algo de lo que parecen ser conscientes los propios autores ya que el final de esta historia supone un nuevo cambio de statu quo de la serie y el cierre del actual volumen de la colección.

Los poderes se deben unir para afrontar una gran amenaza
Los poderes se deben unir para afrontar una gran amenaza

El dibujo de Oeming sigue siendo uno de los puntos fuertes constantes de la serie. Dotado de gran fuerza y expresividad a pesar de su aparente sencillez, el estilo de Oeming sigue definiendo a la perfección el estilo de la serie, permitiendo que las labores policiales de los protagonistas luzcan tanto como las ocasionales escenas superheroicas.

En resumen, un tomo que satisfará a los seguidores de la serie que esperen encontrar una fórmula que ha funcionado desde el inicio de la serie y que supone un punto y aparte en las aventuras de los protagonistas a la espera del relanzamiento de la serie bajo el título Powers: Bureau.

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Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
5 octubre, 2013 16:04

Creo que fue en el hilo de las novedades de Octubre dónde se dijo que estos números estaban muy por debajo de la calidad media de la serie. ¿Es así?¿Tan fuerte es el bajón? Empecé tarde con Powers, pero cuando lo hice me enganchó de narices. Prácticamente, me fui pillando un libro al mes (no siempre, a veces fueron dos en un mes; y los primeros treinta números los pillé juntos porque resulta que aún tenían en almacén ejemplares de la editorial anterior que eran bastante más baratos) y he completado los dos primeros volúmenes. El caso es que me ha dejado tan buen sabor de boca que, si es verdad que se nota tanto el bajón, no tengo claro si seguir la serie o plantarme.

guolberin
guolberin
Lector
6 octubre, 2013 11:55

Yo tengo todos los tomos publicados (vía bookdepository, que los precios de Panini son de cárcel) y la verdad es que me estoy planteando dejarla, la serie me resulta bastante repetitiva a estas alturas, y me canso de las 200 páginas iguales (alguien siendo interrogado durante 5 páginas, sin decir nada que influya de verdad en la historia o algo así). Y Oeming, pues bueno, a veces parece un aficionado que intenta copiar a su idolo de los cartoons de Batman de los 90 y otras veces parece un buen dibujante, aunque abusa de la «fotocopia» (probablemnete por culpa de Bendis y sus cabecitas parlantes).

Jose Maria Vicente
Autor
6 octubre, 2013 18:00

Muy malo tiene que ser un cómic de Bendis y Oeming para que no me guste.

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
7 octubre, 2013 12:02

Gracias por vuestras opiniones, tíos. Aunque de todas formas le daré un descanso, que hay otras muchas cosas que me apetecen, seguramente la continúe. Que ya sólo por lo bien que lo he pasado leyéndola hasta ahora bien merece Powers el beneficio de la duda, un voto de confianza o lo que sea.

NobTetsujin
NobTetsujin
Lector
7 octubre, 2013 12:32

A mi Powers en su momento me gustó mucho, pero los tomos que salieron tras el relanzamiento me parecieron un bodrio considerable. Y llegado el punto en que la serie «traiciona» su propia idea la dejé.