«Si el infortunio no te llevara a la superación, se quedaría en mera mala suerte.»
En el panorama del cómic japonés actual hay una nueva generación de autoras que busca con sus obras mantener un diálogo más directo con el lector. Sus trabajos han empezado a llegar a nuestro país gracias a jóvenes editoriales como Milky Way Ediciones y Ediciones Tomodomo. Esta última ha tenido claro desde un principio la dirección de su catálogo. En su página web especifican su intención de centrarse en la publicación de autores, temáticas y géneros inéditos o poco presentes en el mercado editorial español pero que cuentan con un gran reconocimiento en su país de origen. Esto nos ha permitido ver editada en nuestro país por primera vez a la veterana Moto Hagio con la excelente ¿Quién es el 11º pasajero?, a una estrella emergente como Asumiko Nakamura, o la presente Tomoko Yamashita de la que el pasado año se publicó por estos lares una recopilación de relatos cortos llamada Predestinada.
Esta autora solo lleva en activo desde 2005 pero ya tiene un extenso currículum lleno de historias que abarcan todo tipo de géneros, desde el romance, el terror o el misterio hasta la ciencia ficción y la fantasía. Todo resulta un arma en las manos de Yamashita gracias a la profundidad de sus historias y su característico dibujo. Su manera de manejar la psicología de sus personajes y el ritmo de sus propuestas añaden una peculiar carga emocional de cara al lector que la hace inconfundible. Es también relevante su construcción de personajes femeninos, roles atípicos en constante conflicto con su realidad y que solo buscan tomar sus propias decisiones aunque para ello tengan que revelarse contra lo establecido. Esto es lo que en parte encontramos en Predestinada, un recopilatorio de tres relatos de distintos géneros que tiene como una de sus particularidades principales estar protagonizados por mujeres.
Esn estos relatos Yamashita demuestra su versatilidad, pasando fácilmente del thriller, al romance o la fantasía futurista. El tomo se abre con Invencible, un thriller psicológico protagonizado por una inspectora de policía que se enfrenta a un difícil caso. Por el simple hecho de ser mujer se le asigna el interrogatorio de una joven sospechosa de varios asesinatos, entre ellos los de su propia familia. El diálogo que se establece entre los dos personajes presenta al lector una historia desfragmentada en la que nunca estamos seguros de la auténtica verdad de los hechos. Pero más allá de resolver el puzzle lo interesante del relato se encuentra entre líneas, con la disección de la violencia que realiza Yamashita y el retrato del sexismo que a través de su personaje principal se define en unas pocas pinceladas. Es un relato que apenas tiene acción porque su autora no la necesita, manteniendo el ritmo y la tensión con solo una conversación y la introducción de varios flashbacks.
Por otro lado, en Tú eres la estrella Yamashita cambia de registro para darle una vuelta de tuerca a las típicas historias de romances en el instituto. En ella se nos presenta un triángulo amoroso que se define por la punzante caracterización psicológica de sus personajes. El relato se narra a través de flashbacks centrándose en la relación de Kai Kaitani, Kôko Inoue y Yukari Kodaka, los mejores alumnos de su promoción. La relación que entre ellos se establece y la manera en la que cada uno interpreta su lugar en el mundo, sus objetivos personales y el amor, son el foco de interés de la historia. De manera muy fluida y natural Yamashita se desliga de los tópicos habituales para analizar sutilmente la identidad sexual, la atracción y la definición del yo. Nos habla de la madurez, de la confrontación de las expectativas y deseos de la juventud con la incómoda simbiosis entre la realidad y el mundo adulto. La manera en la que Yamashita enfoca la cuestión funciona a varios niveles y en ningún caso se conforma con convencionalismos.
La tercera y última historia del tomo tiene por título La princesa sin maleficio y el prisionero. Esta es la propuesta más surrealista y peculiar del recopilatorio, entremezclando ciencia ficción y fantasía para elucubrar un curioso futuro distópico. En este universo se ha descubierto el uso de la magia y el gobierno tiene el control sobre la misma. Por ley todos los niños al nacer reciben un maleficio que solo se materializará al cumplir los dieciséis años. La superación de este maleficio, que puede adoptar cualquier forma imaginable, marcará el paso de los jóvenes a la edad adulta. El relato se centra en Sahoko Koga, una joven que vive con la vergüenza de no haber podido recibir ningún maleficio al nacer. Este caso excepcional ha señalado su vida y determinará también el futuro de toda la nación cuando el sistema se vea amenazado al sucederse una serie de extraños acontecimientos en los que ella tendrá un papel protagonista. Yamashita adapta sus maneras a la literatura juvenil que se han puesto de moda en los últimos años a raíz del éxito de Los Juegos del Hambre.
En definitiva, en Predestinada tenemos un buen ejemplo del talento de Yamashita que se defiende con habilidad en el formato de relato corto. Lo hace dando profundidad a sus premisas y personajes, construyendo pequeñas cajas que contienen universos enteros, complejos y estimulantes pese a estar circunscritos a un espacio limitado. El dibujo que acompaña a las historias tiene un perfil desgarrado, con un trazo irregular que sirve de base a una narrativa determinada por la profusión de viñetas grandes y aparentemente de corte conservador, descartando la fragmentación de la estética manga tradicional. Este pragmatismo no impide que la obra sorprenda por su poso emocional a través de certeros diálogos y la aspereza de unos personajes que siempre se antojan demasiado reales. El sello distintivo de una autora que sabe medir el tiempo de sus historias, dotarlas de una identidad y una intención que no siempre se evidencia en una primera lectura. Nos atrapará o nos dejará caer, pero no habrá medias tintas con ella.
Valoración Global
Guión - 8
Dibujo - 7
Interés - 7
7.3
Diferente
En Predestinada tenemos una buena muestra del talento de Tomoko Yamashita, autora capaz de ofrecernos relatos originales y contrarios a los convencionalismos. Su dibujo ágil y desgarrado, sus diálogos y sus complejos personajes se mueven con igual facilidad por la fantasía, el thirller psicológico o el drama.
