Preludio a Cisma (MMXI): Magneto

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Aviso de Spoilers: El artículo que sigue a continuación trata información de actualidad en Estados Unidos, por lo que puede desvelar detalles argumentales que todavía no han sido abordados en la edición española.

Forjados entre átomos y secuencias de ADN bicatenario, durante miles de años los mutantes han sido víctima de la segregación y el miedo. Fustigados por una humadidad que se niega a abandonar la hegemonía sobre la biosfera terrestre, su nombre es sinónimo de tragedia y violencia. Una fuerza imparable de la naturaleza sin mesura ni control cuya irrupción raramente era pacífica destruyendo mundos allá donde nacieran. Tildados de monstruos o brujos, convertidos en piras ardientes al nacer, no tardarían en darse cuenta de que había más como ellos reclamando el lugar que les pertenecía. Algunos como Rómulo, Selene, Azazel o Apocalipsis se atreverían a detener la mano de su verdugo convirtiéndose en azote de la humanidad. Temidos y odiados, su especie nunca pasaría de unos cuantos de centanares hasta que en los albores del siglo XX, la revolución científica trajese consigo el estallido de la especie mutante convirtiendo en noticia lo que antes no era sino material de leyenda. Mientras su población crecía hasta niveles alarmantes el miedo y el odio se adueñaría de un mundo consciente del peligro al que se enfrentaba. En medio de este convulso clima pocos se atreverían a tomar las riendas intentando postergar lo inevitable ya fuera escondiéndose o negociando para ganarles unos cuantos años más a su especie. Tobías Messenger y Charles Xavier fueron dos de estos «iluminados» carentes de visión o redaños necesarios para guiarlos a reclamar un destino que por derecho les pertenecía. Tuvo que ser un judío alemán, víctima de los horrores del Holocausto nazi el que se armara del valor para alzarse al frente los mutantes preparándolos para el inminente conflicto. Terrorista para algunos, salvador para otros, contaba con el irresistible poder de las fuerzas magnéticas a su servicio siendo conocido por todos como Magneto, protagonista del segundo número de X-Men: Preludio a Cisma al cual dedicamos el post de esta semana.

Miniserie que abrirá camino al evento de Jason Aaron y un espectacular equipo de dibujantes superestrella, cada número le servirá a Paul Jenkins para explorar los puntos de vista de los principales líderes ideológicos de los X-Men. Así, si en el primer número pudimos ver la actual situación desde la perspectiva de Xavier, ahora tocará hacer lo propio con su eterno rival y ocasional amigo Magneto bajo el cobijo de los pinceles de Andrea Mutti (One Month to Live). Refiriéndose al protagonista de esta nueva entrega, Jenkins describe a Magneto como alguien con una idea radical sobre lo que es necesario acometer por el bien de los mutantes. Pese a su extremismo, sus razones son en cierto modo entendibles pudiendo ser expuesta de forma que uno acabaría seducido por ellas. Esto es lo que lo que según el escritor hace al villanos más terrorífico y complejo si cabe, pues lejos de ser pura maldad sus actos vienen motivados por la defensa de un bien mayor por el que lo sacrificaría todo. ¿Existe una diferencia tangible entre sus ataques contra la raza humana con el fin de proteger a los suyos con la creación de la moderna X-Force o las retorcidas manipulaciones mentales de Xavier? Seguramente en lo que atañe al número de cadáveres sobre la espalda de cada uno, campo en el que Magneto lleva una clara delantera mostrándonos durante años el lado más aterrador de la especie mutante.

Hijo de un relojero judío en la Baviera de los años 30, Max Eisenhardt creció en un entorno enrarecido propiciado por el auge el partido Nacionalsocialista aleman. Convertidos en la diana del prejuicio de un pueblo enervado por las situación social, su gente padecería una de las peores tragedias de la historia moderna viéndose perseguidos, humillados y prácticamente exterminados a manos de sus «amigos» y vecinos por la mera razón de existir. Sufriendo lo indecible, el joven Max perdería a su familia tras fugarse del guetto de Varsovia siendo internado en el campo de concentración de Auschwitz, donde para consevar la vida se vería obligado a «alistarse» como Sonderkommando. Abrumado por la desesperación y la vergüenza, conocería horrores que escapan a la comprensión humana y que día tras día fueron minando las vidas de millones de sus congéneres además de su humanidad dejándole como único asidero su amor por Magda. Escapando junto la joven gitana, ambos contraerían matrimonio alojándose en una aldea entre los carpatos bajo la identidad de Erik Lehnsherr. Viviendo entre los gitanos, tras el nacimiento de su hija Anya, viajarían hasta la ciudad soviétiva de Vinnytsia donde despertarían sus dones sobre el magnetismo hiriendo a un capataz durante una disputa por los honorarios. Buscando refugio junto a sus familiares, sería perseguido por una multitud furiosa, quienes prenderían fuego a su hogar atrapando a su hija dentro. Incapaz de usar sus recien descubiertos poderes para salvarla, Erik vio a su hija morir abrasada ante sus ojos quedando a merced del dolor y la desesperación. Creando inconscientemente un devastador pulso magnético que mató a centenares de personas en la ciudad, cuando intentó aproximarse a su esposa esta huiría aterrada de él. Solo, abandonado y con una hija que enterrar, el corazón de Erik comenzó a agriarse sin saber que Magda portaba en su vientre a dos hijos por nacer.

Trasladándose a Israel, Magneto perfeccionaría su talento sobre el metal trabajando para la Cruz Roja. Allí conocería a Charles Xavier descubriendo que había otros como él. Tras enfrentarse contra el Barón Wolfgang Von Strucker, Erik se implicaría a la caza de criminales nazis al servicio del Mossad bajo el nombre código de Magnus. Durante esta época perfeccionaría el uso de sus poderes con fines letales hasta que, traicionado pos sus compañeros, comenzó a ser consciente de la perspectiva que tenían los demás de él y lo mucho que tenían en común por los que albergaban los nazis hacia los judíos en su Alemania natal. Fue entonces cuando sus miedos de que la historia volviera a repetirse con un nuevo holocausto contra los mutantes comenzarían a crecer. Consciente de los recelos y la paranoia que albergaban los humanos contra ellos, el autoproclamado Amo del Magnetismo se dedicaría a acaparar recursos, bases secretas (destacando un islote en el Atlántico, su mítico Asteroide M y una base en la Antártida como todo villano que se precie) y simpatizantes forjando la Hermandad de Mutantes Diabólicos.

Con un casco creado expresamente para bloquear la telepatía de Xavier y una indumentaria a juego, Erik asumiría la identidad de Magneto rodeándose de un grupo de descarriados y disidentes entregados a su determinación de ganar la guerra contra los humanos antes de que el conflicto empezara. Rescatado tras años de sometimiento a pruebas científicas de dudosa ética, el servil (y poco hábil) Sapo sería su primer recluta. Apuntando algo más alto, no tendría la misma suerte con la brillante e igualmente judía teleportadora Astra, quien no tardaría en darle la espalda para seguir su propia agenda. Los misterios del azar se encargarían de que sus desaparecidos hijos se uniesen a sus filas bajo la identidad de Mercurio y la Bruja Escarlata sin que ninguno fuera consciente de sus lazos de sangre. Otros como Mente Maestra, la Mole, Unus el Intocable o incluso el poderoso soberano atlante Namor se unirían al grupo con mayor o menor implicación perpetrando numerosos ataques contra centros de poder humano como el centro de misiles de la Ciudadela del Cabo o la República de San Marcos.

Encontrando pronta oposición en la Patrulla-X, Magneto trataría de ganarlos para su causa no obteniendo más que una negativa por parte de su antiguo amigo Charles Xavier. Los grupos de ambos se convertirían en tenaces rivales hasta que tras sufrir varias derrotas la Hermandad se disgregase en varias facciones. Así, mientras Mercurio y loa Bruja abandonaban el terrorismo mutante para unirse a los Vengadores, Mente Maestra, Mole y Unus mantenían el legado de la Hermandad con motivos meramente lucrativos uniéndose al Amo Mutante y su Factor 3. Engañados por un androide impostor, Mesmero y sus Semi-Hombres se mantendrían leales a sus doctrinas localizando a una cuarta hija desaparecía (Lorna Dane, posteriormente conocida como Polaris) mientras que el verdadero Amo del Magnetismo desaparecía del mapa tras un enfrentamiento contra la Patrulla-X y los Vengadores encontrando la Tierra Salvaje.

Bajo la nueva identidad El Creador, Magneto usaría tecnología Desviante para convertir a un grupo de Hombres del Pantano en sus Mutados. Nuevamente derrotado, la experiencia le serviría para reunificar a su Hermandad con los restos de los anteriores grupos creando a Alpha, el Mutante Supremo. Usando su imparable poder para asestar un ataque quirúrgico contra las Naciones Unidas, Magneto se quedaría con la miel en los labios cuando su creación supo ver fanatismo y odio detras de sus actos revirtiéndoles a él y sus partidarios a edad lactante. Internados en el Centro de Investigación Científica de la Isla Muir, el rejuvenecido Magneto sería sometido a numerosos estudios por parte de la Doctora Moira MacTaggart hasta regresar a su forma adulta gracias a la intervención del Sh’iar Erik el Rojo.

Permaneciendo entre las sombras tras enfrentarse y casi acabar con la Patrulla-X, el Amo del Magnetismo emprendería una nueva acaparación de recursos mientras contemplaba como la semilla de la disidencia mutante comenzaba a dar sus frutos. Tras una breve reunificación bajo el liderato de El Desvanecedor y una fallida segunda encarnación enviada por el mismo contra el Capitán América (y que se transformaría en Fuerza Mutante tras perder el respaldo del activista mutante), la Hermandad de Mutantes renacía bajo el liderato de la metamorfa Mística congregando a nuevos integrantes como Destino, Pícara, Avalancha, Pyros o Blindspot. Tan proactiva o más que la anterior, su primer objetivo fue acabar con la vida del candidato presidencial Richard Kelly algo que, aunque no fueron capaces de conseguir propiciaría el acaloramiento de las relaciones entre humanos y mutantes.

Con el Proyecto Amanecer y el Acta de Registro Mutante asomando en el horizonte, los principales grupos disidentes darían un paso atrás en sus acciones extremistas apostando por una vía mucho más conciliadora. Tras descubrir que Mercurio y la Bruja Escarlata eran sus hijos, Magneto se unía a la Patrulla-X tomando bajo su tutela a los Nuevos Mutantes mientras que la Hermandad de Mística se convertía en Fuerza de Libertad al servicio del gobierno. Únicamente Fuerza Mutante, que tras una breve estancia bajo las ordenes de su país se convertía en los Resistentes, mantendría cierto carácter contestario sustituyendo los actos terroristas por la liberación de mutantes encarcelados. Sin olvidarnos de ellos, los Mutados continuaban con sus guerras de poder en la Tierra Salvaje bajo los lideratos de Saurón y Zaladane ajenos a los intereses mutantes en el mundo exterior.

Esta situación se mantendría hasta que sucesivas crisis como la Masacre Mutante, el regreso de Apocalipsis, la caída de Inferno sobre Nueva York o los atentados de los Arribistas contra varias figuras clave de la comunidad mutante provocaran el resurgir de las posturas más reaccionarias. Recluido en el Asteroide M tras la enésima crisis mental de su hija Wanda, Magneto se vio interpelado por Fabian Cortez y sus Acólitos, quienes le suplicaron volver a ponerse frente a los suyos para liderar la guerra contra los humanos. Accediendo a sus peticiones cuando una mutante fue asesinada por Agentes de SHIELD frente a sus ojos, el Amo del Magnetismo reemprendería su cruzada contra la humanidad teniendo nuevamente a los X-Men en oposición. Enfrentándose en un feroz combate en su base espacial, Magneto se vería traicionado por Cortez, quien en secreto era miembro de los Arribistas y pretendía acabar convirtiéndolo en un martir extremando todavía más las ya de por si acaloradas relaciones entre humanos y mutantes. Haciendo explotar los sistemas de navegación del Asteroide, Cortez provocaría que este se precipitara sobre la Tierra convirtiéndose en una amalgama de fuego mientras él escapaba en el último segundo.

Con el Frente de Liberación Mutante de Dyscordia como nuevo referente del terrorismo mutante, Sapo siguiendo los pasos de su mentor al crear una nueva Hermandad de Mutantes con partidarios Morlocks y los Resistentes haciendo de las suyas hasta su disolución final, Cortez comenzaría a proclamarse heredero de los ideales de Magneto congregando a la mayor coalición de mutantes vista hasta la época. Bajo el nombre de Acólitos, tras la muerte de Dyscordia y la liberación del virus Legado comenzaron a reclamar retribución mediante prácticas poco pacíficas asaltando la mansión de los Vengadores, atacando varios hospitales o secuestrando a Moira MacTaggart acusándola de haber manipulado la mente de Magneto entre otras tropelías. Sin embargo, evidencias de que el Amo del Magnetismo no había muerto en la tragedia del Asteroide M desembocaron en su triunfal regreso acompañado del poderoso Éxodo. Acusando a Cortez de haberle traicionado, Magneto le arrebataría el liderato de los Acólitos y tras reclutar a varios miembros entre diversos grupos antisistema partiría al funeral de Illyana Rasputín ofreciéndoles a los alumnos de Xavier que se unieran a él. Coloso y otros cuantos aceptaron para sorpresa de muchos partiendo a la nueva base espacial de Avalon, donde comenzaron a gestar su nuevo plan. Pretendiendo alterar el campo magnético de la Tierra para provocar una cadena de desastres que exterminasen a la raza humana, Magneto y sus nuevos partidarios se enfrentarían nuevamente a la Patrulla-X en un feroz combate en el que Xavier se vio obligado a lobotomizar a su antiguo amigo cuando este casi mata a Lobezno extrayéndole el adamantio de sus huesos.

Pese a la comprometida salud mental de su máximo defensor, la insurgencia mutante continuó adelante a través de los Acólitos liderados por Éxodo, un nuevo Frente de Liberación Mutante organizado por Fuego Reinante e incluso el propio Cortez, quien se pondría al frente de los rebeldes de la isla nación Genosha en oposición contra su gobierno. Siendo prolíficos los enfrentamientos entre las diferentes facciones, la Era de Apocalipsis las complicaría todavía más cuando la irrupción de Holocausto en el hogar de los seguidores de Magneto partiría Avalon en dos matando a muchos de sus partidarios y dispersando a los otros.

Tras esta catástrofe, el terrorismo mutante perdió a su principal frente pero continuó en boga encarnado en numerosas facciones como los Gene Nación liderados por Médula o un todavía renqueante Frente de Liberación Mutante al servicio de Danielle Moonstar (quien en realidad trabajaba para SHIELD). Sin rastro del paradero de Magneto, los Acólitos sobrevivirían divididos en varias facciones tratando algunos integrarse en los X-Men sin demasiado éxito. Pero en ausencia de Magneto, el totalitarismo mutante estaba apunto de descubrir un nuevo estandarte como nunca antes hubiera conocido. Tras la presentación de varias amenazas incluyendo a varios criminales mutantes como la Mole, Holocausto, Mímico o Fortaleza con poderes aumentados y una nueva Hermandad liderada por la Bestia Oscura y Kaos, X-Man, Fatale, Ever, Random y Aurora como miembros (Descendientes Oscuros se llamaría a toda esta coalición) Onslaught emergería de entre las sombras reclamando el planeta Tierra como propiedad de la especie mutante. Pavorosa entidad psíquica creada por la unión de la mente de Xavier con la de Magneto, tras instaurar Nueva York como capital de su reino con sus lacayos y un ejército de Centinelas a su servicio, decidiría exterminar a humanos y mutantes por igual siendo detenido gracias al sacrificio de los grandes héroes de nuestro planeta.

Descubriéndose la implicación del gran benefactor de los X-Men Charles Xavier con aquella amenaza, las relaciones entre humanos y mutantes se hicieron añicos instaurándose la Operación Tolerancia Cero. Con Xavier entre rejas y la Patrulla-X en la diana de los servicios de defensa, grupos terroristas como el Frente de Liberación Mutante, los Gene Nación o los Descendientes Oscuros desaparecían dejando a los Acólitos como únicos representantes. Con la aparición del joven amnésico Joseph (que según todos los indicios parecía ser Magneto) el grupo trataría de recuperar la gloria glora de antaño sin demasiado éxito, pues los credos pacifistas del muchacho poco tenían que ver con sus beligerantes pretensiones. Una nueva Hermandad nacería para frente a Cerebro bajo el impensable liderato del por entonces desaparecido Charles Xavier y aunque no tuvo un período de vida excesivamente largo serviría para sentar las bases de la nueva generación.

Sin embargo, el evento determinante para las facciones extremistas de la raza mutante llegaría con el regreso del verdadero Magneto, descubriéndose que Joseph era un clon creado por su antigua pupila Astra. Invirtiendo los polos magnéticos de la Tierra para someter a la raza humana a su voluntad, tras sacrificarse Joseph evitando la catástrofe, las Naciones Unidas accederían a entregarle al fundador del terrorismo mutante la soberanía de Genosha. Con los Acólitos y muchos de sus antiguos partidarios de su lado (incluso sus hijos Mercurio y Polaris, quien decidieron formar parte de su gabinete para vigilarle) Magneto se vería envuelto en una serie de conflictos con los Magistrados y sus propios partidarios -de nuevo alentados por Fabian Cortez- dejando al resto del planeta en paz mientras ponía en orden su isla. Tras esta gran victoria, una quinta Hermandad formada por algunos de los más infatigables miembros de las anteriores encarnaciones (Mística, Sapo, la Mole, Avalancha y Fortaleza, a quines se les unirían Dientes de Sable, la nueva Mente Maestra, Sabre y la nueva Comando Carmesí) se dedicaron a exterminar a varios objetivos clave designados enemigos de la especie mutante. Las muertes del Lord Imperial del Club Fuego Infernal Sir Gordon Phillips, la doctora Moira McTaggart y el candidato presidencial Richard Kelly conmocionaron al mundo poco antes de que, tras la erradicación del virus Legado, la población mutante creciera alarmantemente brindándole a Magneto un gigantesco ejército con el que se disponía a realizar una invasión a gran escala.

Un improvisado equipo de X-Men lograría infiltrarse en el corazón de su reino y, tras rescatar a Charles Xavier de sus garras, pondrían fin a sus ansias dominadoras cercenándole Lobezno la columna. Durante los meses siguientes, Genosha prosperó como una gran nación mientras su soberano permanecía convaleciente. La poco concurrida escuela de Wetchester dirigida por Charles Xavier pasaba a un segundo plano mientras que Hammer Bay -capital de la isla- se convertía en la gloria de la especie mutante congregando a más de 16 millones de mutantes en sus calles. Eso sería hasta que la demencial hermana de Xavier, Cassandra Nova, enviase cuatro Centinelas salvajes contra la isla arrasándola por completo. En una de las más tristes fechas que puedan recordarse el utópico reino quedó calcinado hasta sus ciemientos viéndose reducido a un mar de ceniza, fantasmas y huesos calcinados. Ni siquiera el poderos Magneto y sus Acólitos pudieron sobrevivir dejando como único legado un mensaje de esperanza para el pueblo por el que tanto había dedicado.

Aunque apenas un par de docenas consiguieron escapar con vida de la catástrofe, la población mutante continuó creciendo y con ella los partidarios de un Magneto erigido como martir. La convivencia entre los dos especies cada vez era más dificil y comenzaron a surgir numerosos grupos radicales bajo líderes como Mística, Hoffman, Orwell, Marshall o Médula, quien reunificaría a los Gene Nación para continuar pidiendo justicia por la masacre mutante. En lucha contra todos estos grupos mientras los gobiernos humanos reabrían iniciativas tan atroces como Arma-X, la Patrulla-X crecería convirtiéndose en una entidad mundial pero sin ser capaz de librarse de la influencia de Magneto. La droga Coz trajo el conflicto al corazón de su institución a través de Quentin Quire y su Banda Omega proclamando a los cuatro vientos que «Magneto tenía razón» siendo apenas un precedente de lo que desencadenaría Xorn usurpando la identidad del Amo del Magnetismo con una nueva legión de seguidores mientras reclamaba Nueva York como nueva capital del imperio mutante. Muchos -incluido el propio responsable- murieron durante aquel incidente en el quedaría patente la falta de dirección de unos ideales centrados en la hostigación del enemigo y que se tambaleaban una vez ponían la mira en el futuro. La Patrulla-X consiguiría renacer desde sus cenizas para contener la situación y hacer frente a una nueva Hermandad liderada por Éxodo (con Dientes de Sable, Avalancha, Tom el Negro, Nocturna, Juggernaut y Mammomax como miembros) clamando venganza por la muerte del que la mayoría tomaron como el verdadero Magneto.

Paralelamente a la catastrófica crisis la Bruja Escarlata que destruyó a los Vengadores, este reaparecería de forma misteriosa en Genosha a la postre del funeral de su impostor. Sin explicación para un regreso del que muy pocos tuvieron noticia, tras la caída de los Héroes más Poderosos de la Tierra a manos de los poderes desatados de su hija, comenzaría a rumorearse que pudo ser la propia Bruja quien le devolviera la vida de forma inconsciente. Trabajando junto a Xavier intentando rehacer el mausoleo en su nombre que se había convertido Genosha, el Amo del Magnetismo reclamaría la custodia de su atribulada hija dedicando sus esfuerzos para sanarla con ayuda de Xavier y Stephen Extraño. La terapia fue un estrepitoso fracaso y tras ser convencida por su hermano Mercurio -quien temía que la coalición de Vengadores y X-Men decidiesen poner fin a su vida para evitar una catástrofe mayor- Wanda usaría sus poderes para crear una nueva realidad en la que los mutantes se alzaban como especie dominante bajo la soberanía de su familia. Sin recordar nada de su vida anterior, Magneto obtuvo al fin lo que siempre había deseado. Sin embargo, los esfuerzos de un grupo de héroes por devolver al mundo a su estado «real» provocarían que Magneto recuperase sus recuerdos volviéndose furioso contra su hijo. Culpándole de manipularle y usar sus propios sueños para devolverle a una senda que había decidido abandonar, Magneto apunto estaría de matar a Pietro dando pie a que Wanda se viese abrumada por un padre que continuaba haciéndoles daño por mucho que se esforzaran en satisfacerlo pronunciando las fatídicas palabras «No más mutantes».

La Masacre Mutante, el Virus Legado o el exterminio de Genosha quedaron como meras anécdotas frente a los efectos de lo que apenas fue un susurro. De la noche a la mañana, los mutantes pasaron de ser los inminentes herederos de nuestro planeta a convertirse en una especie en peligro de extinción viéndose privados por arte de magia de sus poderes y su dotación genética. Apenas un par de cientos escaparían intactos convirtiendo a los X-Men en último bastión para unos pocos afortunados entre los que no estaban ni Magneto ni su estirpe. Mientras los últimos supervivientes de la especie pedían asilo en la improvisada reserva en la que se convirtió el Instituto Xavier, Magneto se vería solo vagando entre las ruínas de Genosha como un fantasma olvidado por un mundo en el que la reivindicación mutante había perdido toda su razón de ser. Dispuesto a abandonar este mundo, el amo del magnetismo desaparecería tras su enfrentamiento contra el Colectivo dedicándose a peregrinar a través del ancho mundo en busca de una salvación para su especie y para si mismo.

En este oscuro período algunos como Absolom Mercator, Éxodo al frente de los supervivientes de los Acólitos, Mercurio, Máscara y su grupo de Morlocks disidentes o los antiguos mutantes de la Célula-X trataron de mantener vivo su legado dándose una vez tras otra contra el duro muro de la realidad. Sin nuevos nacimientos mutantes y el patente decrecimiento de su número víctimas del resurgir del odio contra su especie, el ocaso definitivo de los mutantes se antojaba a la vuelta de la esquina. Completamente desesperados y sin nada por lo que mirar hacia el futuro, los presagios del nacimiento de una mesías mutante que los sacaría de las tinieblas les devolvería la esperanza haciendo que muchos de sus más radicales miembros vendieran su alma al diablo uniéndose a Mister Siniestro y sus Merodeadores con la intención de tomar las riendas del futuro de su raza. Tras una gran guerra entre X-Men, una coalición de Acólitos y Merodeadores y unos Purificadores forjados bajo la bandera del odio contra los mutantes por hacerse con el bebé, este quedaría en manos del profético Cable, quien se sumergería con ella en sus brazos en la corriente temporal con la promesa de un futuro regreso.

Sin la pequeña con ellos, los ajados restos de la comunidad mutante se vieron envueltos en un mar de dudas chocando hasta que finalmente fueron conscientes de que, en su situación, la lucha entre ellos no traía ningún bien para el futuro de la especie. El enfrentamiento de Magneto contra los X-Men para hacerse con la matriz Celestial que le devolvería sus poderes, un ataque en su nombre de los Mutados de la Tierra Salvaje y la creación de las Hermanas Mutantes de Madelyne Pryor con fines puramente egoistas fueron los últimos de una larga lista de conflictos ideológicos que han mantenido a los mutantes separados hasta los últimos tiempos. La clausura de Nueva Avalón tras el intercambio de pensamientos entre Xavier y Éxodo y la declaración de lealtad de Magneto hacia Cíclope sobre el escenario de la recien creada Utopía unificarían a la raza mutante bajo el estandarte de los X-Men.

Erigida sobre una islote artificial forjado sobre los restos del Asteroide M y los cimientos del pueblo Atlante, la especie mutante ha sido capaz de superar sus diferencias ideológicas aunándose como una nueva nación. Con la convivencia como nuevo reto, en Utopía podemos encontrar desde un grupo predominante compuesto por los integrantes de la Patrulla-X hasta a algunos de los más tenaces miembros de la Hermandad (Sapo o Avalancha) hasta mercenarios sin escrúpulos que se ganaron la vida masacrando a su propia especie como parte de los Merodeadores (Cazador de Cabelleras o Arco Voltaico). Algunos como Unuscione o Dragonesa han pasado toda su vida afiliados a la causa antisistema, mientras que otros como Neofito o Aguijón lo hicieron por simple circunstancia no siendo pocos los que eligieron este camino por no tener otra escapatoria. Desde Morlocks proactivos como Ergio, Cucaracha hasta Felicidad hasta habitantes del antaño Barrio Mutante con poca intención de someterse (como es el caso de Lorelei) la población de Utopía es un hetereogéneo grupo «humano» no exento de fricciones y con un sistema penitenciario propio para aquellos que se conviertan en un problema para sus congéneres (como pueden dar buena cuenta Empata o el Hombre Tatuado).

Como gran pueblo en «igualdad» de condiciones, la mayoría de ellos incluso conseguirían el estatus de X-Men a prueba durante la crisis de los Centinelas Nimrod colaborando con la Patrulla-X en numerosas misiones. Algunos como Amelia Vogth y Legión ya tuvieron cierta experiencia en el pasado mientras que para otros como Frenesí o Random supone una novedad mucho más importante (o al menos en lo que a colaborar por propia voluntad respecta). Pero sin duda el caso más destacado es el del propio Magneto, quien no solo vuelve a ser miembro de los X-Men, sino que además lo hace como parte del grupo de confianza principal de Cíclope. ¿Se guiará Scott por el viejo lema de «manten cerca a tus amigos y aun más cerca a tus enemigos» o confiará plenamente en él? Según palabras del propio Jenkins, el Amo del Magnetismo ha dado un giro de 180º a su forma de pensar sintiendo una gran admiración por como alguien de la juventud de Cíclope ha conseguido unificar a gente con ideales tan diferentes como una única comunidad. Respetándolo por ello, Magneto ha desarrollado una gran lealtad hacia el actual líder de la especie mutante dedicándose en cuerpo y alma para conservar lo que ha conseguido orientándole con su consejo para evitar que vuelva a repetir sus mismos errores y prepararlo para aceptar algunos sacrificios necesarios en su actual camino.

Publicado el Miércoles de la semana pasada, el segundo número de X-Men: Preludio a Cisma a cargo de Paul Jenkins y Andrea Vitti no solo es el antepenúltimo escalón antes de llegar a la miniserie-evento a cargo de Jason Aaron sino además la consagración del rol cada vez mayor de Magneto como parte de los X-Men. Desde su reincorporación al equipo en los Uncanny X-Men de Matt Fraction, el amo del magnetismo ha tenido un peso capital tanto en esta como en X-Men Legacy así como varios relatos cortos con mayor o menor acierto (ya sea el especial de la miniserie Utopía en el que se narraba su reencuentro con su antigua base o aquel de La Maldición de los Mutantes en el que coincidía con un antiguo compañero en Auszwitch convertido en vampiro) y un peso destacado en colecciones como Lobezno y eventos como Necrosha o Advenimiento. Fundamental para la nueva etapa de Kieron Gillen a cargo de Uncanny X-Men, este ya nos ha ofrecido un fantástico número ahondando en su compleja persona de un Magneto que nos muestra lo mejor de sus dos caras no obviando al de Chris Claremont ni al de Stan Lee. Baluarte incuestionable con un comodín siempre bajo la manga y una tendencia natural para actuar entre bambalinas, actualmente sirve a Cíclope y el resto de su pueblo mientras trata de recuperar su relación con Xavier y Pícara (especialmente dedicado en esta última) y asumir el rol de mentor sobre Hope Summers.

Tan magnético como su propio nombre indica, siempre nos queda la duda de cuando sacará a relucir su agenda oculta (en este caso con forma de un diario Morlock poseedor de los secretos del futuro cual Libris Veritas de Destino) si es que realmente esconde algún tipo de plan. Sin nada más que aportar, tras otra entrega centrada en Uncanny X-Force y la Saga del Ángel Oscuro volveremos próximamente con otro número centrado en Cíclope, heredero del sueño de Xavier.

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Sara
Sara
23 mayo, 2011 21:36

Menuda reseña!! Un resumen muy muy bueno.

I´m with a Skrull!
I´m with a Skrull!
Lector
23 mayo, 2011 21:43

Que maten al colorista de la primera imagen.

molon labe
molon labe
Lector
23 mayo, 2011 21:46

Si, creo que me ha rayado las corneas.

Dultyx
Dultyx
23 mayo, 2011 21:47

«Que maten al colorista de la primera imagen.»
Lo secundo. Que color mah soso

Henry Lee
Henry Lee
23 mayo, 2011 21:59

Grandisimo articulo que hace justicia a uno de los mejores personajes de Marvel (al menos para mi). Tan interesante él como su progenie. Me muero por ver, llegado el momento de la verdad, hasta donde alcanza su lealtad hacia Scott Summers…

tenguman
tenguman
23 mayo, 2011 22:03

Van a matar a Mageneto, hijos de puta!!

alienigena
alienigena
Lector
23 mayo, 2011 22:05

Enhorabuena por el espectacular artículo. Para alguien como yo que está un poco desconectado de los X Men, este artículo ha sido muy interesante.
 

Ocioso
Ocioso
Lector
23 mayo, 2011 22:06

¿No es raro que nunca hayan recuperado a Anya, la primera hija de Magneto? Supongo que es cuestión de tiempo que vuelva como la «Soldadesa de Otoño», o algo.
Y seguro que habrá flashbacks en los que se cuente como Lobezno se la zumbó en los años 60. O Bucky. O los dos…

Tiegel
Tiegel
23 mayo, 2011 23:43

Muy buen resumen, solo echo en falta su breve periodo como Rey de España  

Goku_Junior
Lector
24 mayo, 2011 0:39

Grandioso repaso!
Con tu permiso me he saltado alguna parte ya que prefiero leerlo en cómics cuando se pueda, aunque la mayor parte de la historia del señor del magnetismo ya la conozco.
 
Es una lastima que hayan dejado a guionistas inutiles convertir a Magneto una y otra vez en un supervillano malo malisimo malo y hayan tenido que volver para atras diciendo que era un clon o alguna gilipollez así. La posición actual de Magneto en los X-men me esta gustando bastante y la veo bastante lógica.
 
Ahora, espero que no venga el típico guionista gilipollas y haga que Magneto sea más malo que Apocalipsis y Mefisto juntos para liarla y joder al personaje… y es que no entiendo a los editores que permiten una historia que acaba jodiendo a un personaje por que sí.

nenoskoda
nenoskoda
Lector
24 mayo, 2011 1:09

Es una lastima que hayan dejado a guionistas inutiles convertir a Magneto una y otra vez en un supervillano malo malisimo malo
 
Pero si es que así es como se creó al personaje de Magneto. Como un malo, malísimo, malo. Fue Claremont el que, siguiendo su máxima de que en la colección había villanos sino héroes caídos, hizo que cambiara de bando de bando y el detonante fue que Kitty estuviera a punto de morir combatiendole.
 
Ese fue, en mi opinión, uno de los movimientos más ridículos que hizo Claremont en su estancia en la serie. Un villano, un asesino y un megalómano como era Magneto asumiría que la muerte de una mutante como Kitty era una baja necesaria y posiblemente culparía a Charles de enviar en su contra a una niña y la haría responsable de su muerte… Pero no. Se arrepiente y cambia su forma de pensar… y éso que Kitty no murió.
 
¿?
 

Tildoras
Tildoras
24 mayo, 2011 1:12

En serio aún esperais que sepan hacer algo con Magneto. Al final por muchas vueltas que le den Magneto es el comodín para finalizar todos los ciclos de los mutantes, desde Onslaught, Lobdell, Morrison (por mucho que luego dijeran que era Xorn), Dinastia de M, etc al final lo único que saben hacer con Magneto es usarlo como el cierre de etapa y así seguirá siendo por los siglos de los siglos. Me gustaría saber cuando llegemos al 2050 cómo justificarán sus orígenes en la Segunda Guerra Mundial.
 
Mirad, ahora mismo Magneto está como está porque hay pocos mutantes y él habia aceptado que su especie se iba a extinguir.
Antes había millones de mutantes y cuando engendraban nacían más mutantes. Esto acabó con la Dinastia de M, pero el hechizo de Wanda ya ha finalizado y ahora tras la llegada de Hope los mutantes vuelven a empezar a aparecer e incluso los viejos están recuperando sus poderes. Ya se le cambiará otra vez el chip a Magneto y vuelta a lo mismo porque ni saben hacer otra cosa con él ni les interesa tenerlo de bueno. Les interesa más que Magneto se defina como villano para que esto a su vez posicione a los X-Men como los buenos.
 
Esto lo explicaba muy bien un comic de la saga de Tierra X: Magneto siempre ha creido que lo que él hacía lo hacía por el bien de su raza mutante, por un bien mayor y glorioso… ¿cómo es que entonces deniminaba a su grupo «La Hermandad de Mutantes Diabólicos»? pues porque Xavier se autodenominó en el bando de los buenos y Magneto se definía entonces en el otro extremo. Esto es así y seguirá siendo asi por siempre.

yagami2015
yagami2015
24 mayo, 2011 1:18

Insisto, que horribles son las traducciones que hacen, mejor dejen los nombre originales tanto de personajes como de eventos.

x-power
x-power
Lector
24 mayo, 2011 1:36

Yo siempre crei que Anya era Polaris, aunq la vd es q nunca se justifico (por lo menos yo no se) el q fuera su hija si en la primera etapa de X-men se asumia via examen que no lo era…..

nenoskoda
nenoskoda
Lector
24 mayo, 2011 1:36

¿cómo es que entonces deniminaba a su grupo “La Hermandad de Mutantes Diabólicos”?
 
Eran tiempos más simples. Los malos de los cómics se llamaban «Liga del Mal» o «los Seis siniestros».
Se puede justificar diciendo que Hermandad de mutantes diabólicos era un nombre destinado para llenar de terror el corazón de los humanos.

l rodriguez
l rodriguez
24 mayo, 2011 2:21

pues los mutantes vienen recuperando sus poderes desde un día despues del Dia M, no fue necesaria la presencia de Hope
atinado artículo ahora que se acerca First Class donde Magneto será el centro de atención y atracción principal de la película junto a Xavier

x-power
x-power
24 mayo, 2011 5:31

Esperemos que Anya no resulte ser HOPE

I´m with a Skrull!
I´m with a Skrull!
Lector
24 mayo, 2011 8:47

«Me gustaría saber cuando llegemos al 2050 cómo justificarán sus orígenes en la Segunda Guerra Mundial.»
Ya le hicieron bebe una vez con tal de reeducarle, la mejor manera de durar otros 50 años, es que te quiten 60 de encima.
«Insisto, que horribles son las traducciones que hacen, mejor dejen los nombre originales tanto de personajes como de eventos.»
Ah, pero Magneto no es la traducción de Magneto?

Goku_Junior
Lector
24 mayo, 2011 9:30

nenoskoda no estoy deacuerdo. Claremont le dío algo que nadie le había hecho a Magneto y es darle personalidad y no ser simplemente un malo de pandereta con risa maligna y que gruñe ferozmente cuando los buenos le dan una paliza…
Si Magneto se hubiera quedado solo en eso no tendría los fans que tiene. Digo yo.

INCREDIBLE KURT
INCREDIBLE KURT
24 mayo, 2011 9:48

Buen resumen…
Concuerdo con los que dicen que Magneto al lado de los ángeles es sólo una fachada. Pronto sacará los dientes y mostrará su verdadero yo, que es ser el VILLANO.
Es probable que ahora sea miembro de los X-Men, pero no lo fue en los Nuevos Mutantes de Claremon y luego volvió a lo de siempre?
Es interesante ver a Magneto con traje blanco y actuando como uno de los buenos, pero en esta etapa se me hace aburrido porque las series mutantes de cabecera no están al nivel esperado (aunque con Lobdell estapan peor).
No obstante, algo hace falta en estas series para que llamen la atención y me lance de cabeza a comprarlas. Tal vez un gran evento que ponga en evidencia el regreso del homosuperior como próximos dominadores de la Tierra. Algo inesperado y a la vez que regrese a las series X a lo más alto de la popularidad.
 
 
  
 

Darquez
Darquez
Lector
24 mayo, 2011 11:06

Hombre, yo prefiero un magneto gris, donde la linea que lo separa de las ideas de Xavier a veces se pueda hacer borrosa. Creo que hace más interesante la lucha entre los dos personajes, el que te puedas posicionar del lado de magneto cuando se supone que es el villano.

nenoskoda
nenoskoda
Lector
24 mayo, 2011 14:56

nenoskoda no estoy deacuerdo. Claremont le dío algo que nadie le había hecho a Magneto y es darle personalidad y no ser simplemente un malo de pandereta con risa maligna y que gruñe ferozmente cuando los buenos le dan una paliza
 
¿Magneto era un malo de opereta in personalidad en los episodios de Thomas y Adams o en los números de Claremont y Byrne?
Que un personaje sea un villano no quiere decir que no tenga personalidad o carisma y si no, mira a personajes como Luthor, Joker, Dr. Muerte, el Duende Verde o Cráneo Rojo, que son tan carísmaticos o más que los héroes de sus series.
 
Yo no digo que el Magneto de Claremont no sea un buen personaje, sino que el modo en que lo cambió del lado de los villanos al de los héroes fue bastante ridículo. ¿En serio nos tenemos que creer que alguien como Magnus, que padéció y vio morir a su familia en los campos de exterminio, que durante 100 números ha intentando matar a la Patrulla y cualquier que le llevara la contraria, de repente, se conmueve porque una niña pudo haber muerto por sus actos???
Que sí, que el Magneto con un pie en la luz y en la oscuridad es un personaje interesante, pero antes también lo era y no es lógico que ciudadanos se metan con Morrison o Bendis diciendo que han cambiado la esencia de Batman o de los Vengadores y pongan como ejemplo a Claremont, olvidando lo que hizo con Magneto o los 4 Fantásticos, por ejemplo.
 
Si Magneto se hubiera quedado solo en eso no tendría los fans que tiene. Digo yo
 
Eso ni tú ni yo lo sabemos.

jorgenexo
jorgenexo
24 mayo, 2011 15:22

A mí también me gusta el Magneto más ambiguo que el psicópata misericorde, el que se fraguó en torno a la historia de «El juicio de Magento» (de lo último decente que se ha hecho con los mutantes, por cierto), pero sin llegar a lo momentos de redención absoluta que se le han visto en momentos. Magnus es, ante todo, un resentido de la vida, un fanático y un visionario: que el continuo fracaso de los medios que ha empleado, el cambio de situación de su especie y, por qué no, una mayor capacidad de reflexión fruto de enfrentarse a diferentes formas de vivir la condición de mutante le hayan moderado la actitud y pueda incluso llegar a colaborar con sus antiguos enemigos lo veo factible, creible. Pero que esté pasando, según le cante al guinista de turno, de demonio a ángel, de nuevo a demonio, de nuevo a ángel… resulta totalmente inverosímil y absurdo. En ese sentido, Namor, bastante similar a Namor en términos de orientación e incluso poder bruto, ha sido bastante mejor tratado (aunque también se han hecho muchas chorradas con él). Pero Magneto, como Namor, siempre tiene en mente que lo primero es su especie, que su especie es superior y que debe de prevalecer a toda costa.

jorgenexo
jorgenexo
24 mayo, 2011 15:24

INmisericorde, quería decir.

tierra616
tierra616
24 mayo, 2011 16:25

No sería mala idea buscarle un sucesor ideológico a Magneto, que no un clon ideológico… quiero decir, Scott ha sucedido a Xavier del que se diferencia bastante y al que repudia incluso en algun punto (me encantó aquello de «Usted tenía un sueño. Yo tengo un plan»), pues quizás sea la hora de que Summers tenga un contrincante ideológico, y qué mejor que sea alguien cercano a él, igual que Charles y Erik eran próximos. Cuando volvió a Utopia para «besar la mano del nuevo Don» de los mutantes, Magneto se lo dijo bien claro a Xavier, que aquello ya no iba con ellos sino con la siguiente generación. Pero claro, eso es en los tebeos: con la nueva peli Magneto va a estar más activo que nunca.

Faith
Faith
24 mayo, 2011 16:42

Alguien que esté al tanto con los mutantes, me podria decir que piensa Don Charles Xavier de que su gran amigo Magnus haya cambiado de bando?? Si es que xavier sigue vivo, claro =)

Psi-Lord
Psi-Lord
24 mayo, 2011 16:51

Excelente resumen, como siempre, Daniel. Nos estás acostumbrando mal y eso te pasará factura. 😉
 
Magneto es uno de los mejores personajes Marvel, en mi opinión. Posee todos los ingredientes para despertar el interés. Pasado dramático, poderes casi ilimitados, moral disoluta, pasión por la que considera su verdad, la única posible, etc, etc.
 
El cambio de bando que propició Claremont fue, ciertamente, basado en una excusa cogida con alfileres, es cierto, pero sirvió para dar mayor profundidad al personaje. Jamás debió deshacerse como se hizo, nunca de la manera en que se perpetró su retorno al bando de la oscuridad (algo que influyó en la marcha de Claremont de la colección).
 
Ahora, las cosas están como están y, sinceramente, todos esperamos el momento en que Magneto sufra alguna desgracia y regrese a su papel de villano. A fin de cuentas, la historia es cíclica y, cada cierto tiempo, le toca volver a enfundarse el traje de terrorista mutante.
 
Yo lo prefiero como un ente dividido entre cómo le gustaría que fueran las cosas y lo que debe ser hecho. Enriquece su, ya de por sí, magnética personalidad.
 
Un saludo.

Psi-Lord
Psi-Lord
24 mayo, 2011 16:54

Faith, Xavier sigue vivito y coleando. No le entusiasma la postura de Magneto, es más, sospecha de su actitud (como para no hacerlo, visto lo visto), pero Cíclope se encargó de cerrarle la boca diciendo al profe que ahora es poco más que un consejero.
 
Ahí queda eso…

Alfeizar
Alfeizar
Lector
24 mayo, 2011 19:31

¿Y la megaserie se llama Cisma?
 
¿Y los dos primeros personajes que se publican son Xavier y Magneto?
 
Pues esto está  muy clarito… ¿no?
 
¿Tendrá cíclope que tomar bando?
 
 
Eso sí, que los malos ahora son molones y tienen un lugar protagonista forma parte de estos tiempos.   ¿No son molones los robacoches de Five fast? Pues eso.
 
Y entre los comics, ( aparte de emma frost, juggernaut, mystica y alguno más «malohechobueno»), hubo (y hay)  una serie en la que un grupo de mutantes se dedicaban a matar a ciertos personajes (Despues de justificar que se lo merecían, eso sí) con personajes de dudosas actuaciones como x-23 y lobezno….
 
Vamos, que lo que ha hecho magneto hasta ahora, se está quedando corto con lo que otros están haciendo

Alfeizar
Alfeizar
Lector
24 mayo, 2011 19:32

Por cierto, excelente artículo

l rodriguez
l rodriguez
25 mayo, 2011 0:18

pues tierra616 lo que propones está muy bien, y parece ser que eso es lo que intentan hacer en Cisma, que el enemigo ideológico de Ciclope sea Wolverine, lo cual no me tiene nada contento, mucha sobre explotación de Wolverine cansa, además no me checa que Logan de pronto sea un super líder ideológico de masas

salebaaay
salebaaay
25 mayo, 2011 2:09

x-men schism=war of the green lanterns ?

salebaaay
salebaaay
25 mayo, 2011 2:13

war of the green lanterns=civil war?

Iván B.
25 mayo, 2011 10:45

Muy buen resumen.
A mi es un personaje que me gusta, aunque creo qu han abusado demasiado del cambio de bando, probablemente a causa de una falta de ideas para este facción del universo marvel que empieza a ser una verguenza.
 

alfeizar
alfeizar
Lector
25 mayo, 2011 12:43

x-men schism = mutant civil war ?

alfeizar
alfeizar
Lector
25 mayo, 2011 12:55

Por cierto, creo que es Cíclope es más sucesor de magneto que de xavier.
 
Y creo que el verdadero antagonista de cíclope es Beast (Con Jean Grey muerta es el más representativo de la patrulla original y de sus ideales)
 
Otra opción sería que se enfrentara a Hope.
 
Yo creo que cíclope y labezno se han acercado mucho en su forma de pensar. (En la serie X-Force, lobezno hace lo que sabe hacer porque a Scott le interesa que lo haga).

tierra616
tierra616
25 mayo, 2011 15:41

Coincido contigo, Alfeizar. McCoy es el que más se ha opuesto a los cambios que mostrado Summers, hasta el punto de dimitir e irse con Rogers a los Vengadores Secretos o con su novia a SWORD (ni año sabático ni leches, dimitió porque según él «no se había alistado a ningún ejército»). Los factores del resentimiento hacia Cíclope se han ido acumulando: por ejemplo cuando fabricó los chismes temporales para cazar a Bishop en el futuro, Scott no le dijo el propoósito de lo que hacía porque sabía que se negaría; luego, cuando Osborn lo capturó y lo torturó, Summers no corrió a rescatarlo, sino que se esperó de forma estratégica; lo de vivir todos en una isla le parece una idea fatal, algo más parecido a una reserva, y supongo que la revelación de X-Force y sus acciones debe haber sido el colmo. Pero la cosa puede venir de más atras aún, aunque ya no sea algo de Fraction (que puede que ni conozca el dato): en los episodios inmediatamente posteriores a Morrison, Hank mostraba su decepción con Scott por haberle sido infiel a Jean con Emma (aunque Emma le caiga bien). En Astonishing X-Men, Warren Ellis también ha mostrado los roces entre los dos, lo cual es un dato a agradecer por la «coordinación». Sí, creo que McCoy debería tener todas las papeletas para ser el tipo que recoja el testigo «pro-convivdencia con los humanos», es un intelectual con suficiente base ideológica y moral para serlo… pero otra cosa es lo que decidan en Marvel, claro…
¿Lobezno como contrincante de Cíclope? Pero si se sorben los mocos juntos, ahora más que nunca, que si «Slim esto, Slim lo otro». Ahora Scott dice «salta» y Logan responde «a qué altura» (es decir, «¿a cuántos mato?»), porque ahora por fin Scott habla su idioma. Lo único que le molestó es que metiera a gente tan joven en X-Force (nº 1), pero no la intención. De nuevo en el Astonishing de Ellis, Cíclope hasta le ordena a Lobezno que ejecute a un prisionero del que ya no va a obtener más información, y Lobezno ni pestañea (porque ya se había cargado al otro), y Emma le dice a Cíclope que no se lo diga a Tormenta porque no sabe mentir, que ella se encargará de contarle la trola de que «el prisionero murió por las heridas del combate, bla, bla …»  Que sí tios, que el calzonazos llorera de Scott Summers es ya historia, que el tío va en plan destroyer…
 

tierra616
tierra616
25 mayo, 2011 16:24

Aunque claro, Alfeizar,  a Scott no lo veo como sucesor de Magneto, quiero decir, Magneto iba a por la dominación mundial, asi a mogollón,  para «salvar» a los mutantes (con él como regente, claro); Scott, no busca conquistar ni gobernar nada, sólo mantenerlos con vida ante cualquier amenaza, respondiendo con implacabilidad a cualquier amenaza, porque no se puede permitir que se pierda ni una vida mutante, empezarón en 198, y con los que han caido por el camino ha deben andar por los 150 y pico ¿no?. Scott no es el malvado, simplemente ha aprendido del pasado, como aprendió Magneto, a no fiarse de los humanos, pero de ahía a ser una amenaza para la humanidad queda mucho trecho. Si Xavier dirigiera el cotarro ya estarían todos fritos, con esa manía hippy de querer cantar cumbaya con los humanos mientras éstos te persiguen con antorchas y horcas.

Sara
Sara
25 mayo, 2011 16:39

Estoy de acuerdo con tierra616. De hecho, Lobezno le sacó la cara a Cíclope hablando con Rondador Nocturno, si no recuerdo mal, en la miniserie de Nación-X, tanto que Rondador se asustó.
Ya era hora de que le sacaran partido a Cíclope sin que parezca el pringado del visor detrás del profesor Xavier, haciendo todo el tiempo lo que le mandan sin rechistar.

Darquez
Darquez
Lector
25 mayo, 2011 17:12

Muy bueno el resumen. Tras leerlo me ha quedado una duda. Comentas que a parte de los x.men, hay acolitos, morlocks y otros mutantes viviendo en la isla.¿A parte de Nemesis y Rao, sabes si hay algun humano viviendo en la isla ? Al instalarse en San Francisco, cíclope concedía asilo en la instalaciones, a mutantes, ex-mutantes(por lo del día M) y familiares. Ahora que se trasladaron a Utopía, no recuerdo que se haya mencionado que tambien hay «humanos» viviendo en ella.

Alfeizar
Alfeizar
Lector
25 mayo, 2011 17:37

Cuando digo que  Scott está mas cerca de magneto, me refiero a la idea de nación mutante tipo House of M. o Genosha antes del ataque de Cassandra Nova. Y no por lo de sicópata melagómano y asesino.
 
Coincido contigo en todo lo que has comentado tierra 616
 
 

Aoshi
Aoshi
25 mayo, 2011 19:25

Pues muy buena critica de la reseña, todos exponen sus puntos, pues la verdad ya no hay comunidad mutante para apoyar a magneto solo unos pocos que estan apoyando a ciclope, que nos queda caballeros tuviste la oprtunidad y no pudiste concretarla en tantos años, ahora este muchacho lo logra usando metodos de su mentor y los tuyos conbinados
Y sobretodo mantuvo viva a tu raza, enfrentandose y eliminando a tus enemigos naturales «los que te odian y te han perseguido y matado por años», teniendo un arsenal de asesinos era logico usarlos en las sombras
 
pero en la luz mantener los colores de tu pueblo y luchar por sus vidas
 
Saludos a todos!!!
 

david
david
26 mayo, 2011 21:00

pues a lo mejor magneto puede estar detras de la gran masacre que ejecuta el mesias mutante que se menciona en la linea temporal de la que viene bishop, manipulando a hope o provocando el los eventos que hagan esto posible

EL Humano Promedio
EL Humano Promedio
Lector
28 mayo, 2011 0:17

Llegue tarde a leerlo, pero que buen articulo.. y que buenos comentarios.

Darquez
Darquez
Lector
28 mayo, 2011 2:16

Gracias Daniel por responder, creo que tendrían que verse mas este aspecto de utopía.
En Second Coming me faltó alguna escena de los familiares prestando su ayuda, para dar mayor sensación de unidad.