Esta tarde se acaban de dar a conocer los ganadores de esta edición de los premios que otorga el evento barcelonés.
Mejor Obra de Autor/Autora español: Siempre tendremos 20 años, de Jaime Martín, Norma Editorial.
Mejor Obra Extranjera: Ventiladores Clyde, de Seth.
Mejor Cómic Infantil y Juvenil: Astro-Ratón y Bombillita, nº5: Retorno a una tierra desconocida, de
Mejor Fanzine: US, de Sara Soler.
Autora Revelación: Aroha Travé.
Premio Votación Popular: Lezo vol.1: Última batalla, de Ángel Miranda, Guillermo Mogorrón, Ramón Vega y Miguel Ángel Abad. Espadas del Fin del Mundo.
Gran Premio Comic Barcelona: Antonio Martín.
Enhorabuena a todos/as los premiados/as.
Hace tiempo que el Salón del Cómic (o cómo lo quieran llamar esta semana) está dirigido y asesorado por gente muy desconectada del mundo del cómic. Si en los premios, desde siempre, se ha sospechado de una mano negra, este año se lleva la palma. Sin meterme en las obras premiadas, que aunque todos tengamos nuestras favoritas alejadas a años luz de las ganadoras sólo es cuestión de gustos personales ¿En serio le dan el Gran Premio a Antonio Martín? Nadie discute su labor dirigiendo editoriales o como divulgador. Pero el Gran Premio es un reconocimiento a la trayectoria profesional de un artista y un homenaje al conjunto de su obra ¿Alguien puede decirme qué ‘obra’ ha realizado? Ficomic se ha convertido en una empresa chanchullera y espero que desaparezca pronto y sea sustituida por verdaderos profesionales del medio.
La polémica está servida https://elpais.com/cultura/2021-05-31/un-centenar-de-dibujantes-y-guionistas-critica-el-premio-del-salon-del-comic-de-barcelona-a-antonio-martin.html
Sobre el comunicado:
– totalmente de acuerdo con la repudia al premio a Antonio Martín. Es sencillamente cómico que este premio se le otorgue a un editor/divulgador en lugar de a un autor.
– me parece absolutamente IMPRESENTABLE que se esgrima como argumento em contra de dicho premio que Martín denunciara a un dibujante por un chiste de un mal gusto absoluto en el que El susodicho era objeto del probablemente peor insulto que puede recibir un ser humano. ¿Qué tenía que hacer? ¿Callarse y aguantarse ante tamaño atentado contra su honor?