Edición original: Akita Shoten.
Edición nacional/ España: Ediciones MangaLine.
Guión: Kanako Inuki.
Dibujo: Kanako Inuki.
Formato: Tomo A5, rústica con sobrecubierta, 200 páginas en B/N.
Precio: 8 €.
“Si un desconocido te hiciese un regalo, ¿qué harías?. Seguramente te asaltarían dudas. ¿Qué habrá dentro?, ¿será algo increíble o algo que te de un poco de miedo?, y sobre todo, ¿por qué me lo regala a mi?. Aunque dudases y pensases en tirarlo, seguro que al final acabarías abriéndolo por curiosidad. Los regalos tienen ese encanto extraño y misterioso.” dice Kanako Inuki, la autora de este manga. Lo curioso, y más chocante del asunto, es que, con la profundidad psicológica que puede dar ese misterio a la trama, su autora, se contradiga en el comportamiento de sus personajes, unos protagonistas planos de los que poco se puede sacar.
Esta recopilación de historias cortas, divididas en tres volúmenes, están unidas por un mismo nexo, el espectro vengativo de una niña llamada Kurumi. Todo comienza cuando Kurumi y otra niña de su clase llamada Mayuko, celebran su cumpleaños juntas. Debido a un complot de las niñas del colegio, todas deciden no regalarle nada a nuestra protagonista, lo que la trauma de tal manera, que deja de cumplir años y se convierte en un fantasma en busca de vendetta que impartirá su propia justicia, que solo aparecerá en las ocasiones donde un regalo tenga detrás unas connotaciones negativas. La presentación del argumento, es de por si, típico y repetitivo en el mundo del terror, y aunque esta historia esté clasificada como tal, dista de otros autores que sí definen bien lo que representa el género como Hideshi Hino, Kazuo Umezu o Junji Ito.
A lo largo del manga, se va desarrollando un sentimiento de apatía y aburrimiento, que lo genera unas historias previsibles con un desarrollo repetitivo y con unas connotaciones extremadamente moralistas, pareciendo más una guía de comportamiento, que un manga de terror. Un compendio de fábulas que acaban con moralejas tipo: “no te aproveches de los demás por dinero”, “no seas codicioso”, “no seas envidioso”, “no uses a los demás para tus fines”….y así un largo etcétera, que aunque sean válidos para la vida, son incompatibles con el género en el que está enmarcada la historia.
Al igual que Falsas apariencias de Senno Knife, la estructura narrativa es simple. Hay una injusticia (relacionada con regalos en este caso), aparece Kurumi (en el caso de Senno Knife, son elementos externos o el propio destino), se reparte justicia. Así, historia tras historia. Con el ritmo del relato pasa igual, es pausado en todo momento, hasta llegar al final, donde se desarrollan las viñetas más gore y explícitas, siendo lo único que merece la pena salvar. Los personajes son muy simples, muy planos, prácticamente carecen de trasfondo, los buenos son muy buenos, y los malos muy malos. Los buenos triunfan, los malos reciben el castigo. Así, historia tras historia.
Las cosas a salvar del manga, sin duda son el dibujo y el contexto en el que enmarca la obra. El dibujo de Kanako Inuki es de trazo fino y limpio, de facciones simples pero expresivo, con un toque cartoon influenciado por el mismísimo Hideshi Hino. El marco de la obra son desde cuentos folclóricos de Japón, pasando por supersticiones o leyendas urbanas, contextos enormemente complejos y profundos de los que poder sacar más partido de lo que su autora hizo.
Desde luego, una obra bastante mala para ser de La reina del manga de terror. Una lectura nada obligada, que solo merece la pena por su dibujo y por las escenas gore, donde su trazo cobra más fuerza. En un momento de la obra, la autora pregunta al lector si le ha gustado su regalo (este manga). Desde luego si esto era un regalo, estaba algo envenenado.
Guión - 4
Dibujo - 7.5
Interés - 4
5.2
Una obra soporífera y repetitiva que vendrá bien a quienes sufran de insomnio.