Prophet, vol 1: Remission

 

Edición original: Prophet Vol 1. Remission. Contiene PROPHET #21-26.
Guión: Brandon Graham.
Dibujo: Simon Roy, Farel Dalrymple, Giannis Milonogiannis, Brandon Graham, Simon Roy.
Formato: TPB USA.
Precio: $9.99.

Abrir un tebeo de Image en la actualidad es justo la antítesis de lo que sucedía cuando hacías lo mismo en los noventa. Ahora, todo parece nuevo, palpitante de ideas y bullendo en experimentación. Sus autores no están pendientes de acabar el número cuanto antes para cobrar los royalties. Al contrario, ahora procuran contar historias. Como sea. Las que sean. Y gracias a un concepto de la edición donde la idea reina, están saliendo a la luz títulos como este. Sí, aunque esté auspiciado por el pacato Rob Liefeld. Aunque continúe la numeración de esa serie llamada Prophet, que nadie recuerda, que nadie leyó.

Lo que ofrece esta remozada colección es un universo sci-fi ávido por destacar debido a su naturaleza, a su arrolladora personalidad. Sin ser del todo original, pero sí estirando conceptos ya creados y rebozándose en la parte más visceral del género, Prophet acierta al ofrecer un producto inusual, que no transgrede, pero casi. Así, pugnando entre un sense of wonder más que evidente y un aún más evidente sentido escatológico, la serie nos presenta un universo particular deudor de la Nueva Carne, ávido en mostrar xenobiologías al límite. Pero pendiente a su vez de crear unos mundos lo suficientemente atractivos como para atrapar el interés del lector. El interés por explorar ese universo de clones y robots con alma, donde en casi cada capítulo se muestra un granito de ese desierto inmenso que supone el título.

La trama -o tramas, pues después del tercer número, cada capítulo es protagonizado por personajes distintos- nos muestra a grandes rasgos los intentos de una serie de clones por hacer renacer el Imperio Tierra a lo largo y ancho de una galaxia plagada de razas alienígenas.

Sin apenas hacer hablar a sus personajes, demostrando un soberbio dominio de la elipsis, Brandon Graham –sí, el mismo de King City- desarrolla su historia dejando que sea el dibujante de turno quien nos haga explorar este nuevo universo, como un documentalista desquiciado con el foco puesto en el asco y la aprehensión. Así, el primer arco sienta las bases del concepto Prophet a nivel visual. El trazo sucio pero rico en detalles de Simon Roy nos da la bienvenida a su particular cosmos, para apuñalarnos justo después de cruzar el umbral. La biología es cruel e inhumana y Roy no se corta un pelo en demostrarlo a través de unos diseños que deben nacerle de las entrañas. Y como un caramelo envenenado, el autor de Jan´s Atomic Heart nos regala páginas deudoras de Moebius, Peeters o Pope. Pero preñándolas de insectos humanoides, vaginas que hablan, larvas de cientos de patas y demás pesadillas, gestando un corpus estético del todo perverso, mientras somos testigos del planeado renacer de la humanidad a través de los citados clones.

Pero no sólo de clones vive el hombre. En el que puede ser el mejor episodio de los seis que comprende el primer paperback, la trama pone el ojo en un robot más humano que humano. Uno de esos androides que la raza dejó atrás para preparar lo que está por venir y que ha acabado siendo testigo de maravillas más allá del tiempo. El trazo elegante, casi infantil, del propio Brandon Graham –recordemos, el guionista de toda la obra, que se permite aquí dibujar un número- vehicula la belleza del capítulo, a través de robots emotivos de diseños redondos, culturas aborígenes de simpleza exquisita o misiones épicas a través de agujeros de gusano artificiales que moldean el espacio-tiempo. Todo ello con el mismo trazo claro y generoso en detalles de su trabajo previo. Un soplo de aire fresco tras la tremenda visceralidad de las imágenes del resto de dibujantes del título. Y es en ese número de dibujantes donde –una vez más- radica la única pega que se le puede poner al título: cinco ilustradores para seis números es una fórmula peligrosa para asentar al lector.

¡Reza para que alguien publique esta joyita en España!