«De Ezequiel, 25-17: El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por la avaricia de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que, en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del Valle de la Oscuridad. Porque Él es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. ¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquéllos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos! ¡Y tú sabrás que mi nombre es Yavé, cuando mi venganza caiga sobre ti!» (Jules Winnfield)
El inminente 25 aniversario de Zona Negativa nos hace ser conscientes de lo rápido que pasa el tiempo. Así como el Covid marcó a todo un planeta, quienes formamos parte de la redacción hablamos en clave AZ / DZ (antes de Zona, después de Zona), siendo el primer acrónimo un ejercicio de auténtica arqueología. Sin embargo, cuando repasamos eventos, cómics o películas de comienzos de los noventa, el mismo sudor frío recorre nuestra frente. Parece que fue ayer, pero… ya hace treinta años del estreno de Pulp Fiction. Una excusa perfecta para que esta obra maestra del séptimo arte retornara a la gran pantalla y nosotros le dedicásemos un artículo.
Tras haber despuntado en su debut, Reservoir Dogs, sin llegar a cumplir 30 años, Quentin Tarantino se consagró como uno de los grandes maestros del cine contemporáneo con su segundo largometraje. Tres décadas más tarde podemos confirmar que su efecto permanece vigente. Más allá de conseguir en su día la Palma de Oro en el Festival de Cannes o el Oscar en la categoría al mejor guion original, Pulp Fiction es una de las diez películas con mejor valoración de todos los tiempos en Filmaffinity (8,6 de media con más de 200.000 votos). Como el vino, la cinta dirigida por Tarantino parece mejorar con los años. En comparación con las dos películas más taquilleras de 1994, El rey León y Forrest Gump, podemos asegurar que Pulp Fiction resultó barata. Mientras que la película de Disney costó 45 millones de dólares y la protagonizada por Tom Hanks rondó los 55, Pulp Fiction se pudo llevar a cabo con 8,5 millones. El balance para Miramax no pudo ser más jugoso. Avalada por la crítica internacional, Pulp Fiction consiguió una recaudación global de 213 millones de dólares. Las cuentas no mienten. Pese a que seamos más de letras que de ciencias, esto quiere decir que la multiplicación de los panes y los peces, en este caso, fue x25.
Pulp Fiction destaca por su extraordinaria narrativa cinematográfica ligado a una ingeniosa estructura. Tarantino, que a lo largo de su carrera ha demostrado ser una esponja cinéfila, se inspiró en Las tres caras del miedo (Mario Bava, 1963) para configurar el conjunto. En un principio, pensó hacer una película compuesta por tres episodios y que cada uno de ellos contará con un realizador diferentes. Tony Scott, director de Amor a quemarropa (historia creada por el propio Tarantino), fue uno de los elegidos por el maestro de Knoxville quien, finalmente, decidió acometer el proyecto en solitario. No obstante, poco después llevaría a buen puerto Four Rooms siguiendo dicha premisa episódica junto a Robert Rodríguez, Allison Anders y Alexandre Rockwell.
Como en el resto de su carrera, Quentin Tarantino metíó en la coctelera referencias no solo sobre películas y series televisivas de todo tipo y condición, sino también vivencias propias. El futuro director de Érase una vez… en Hollywood acabó de apuntalar el guion en Amsterdam y la ciudad holandesa se coló en el propio libreto. Con un estilo marca de la casa, Tarantino construyó un poderoso e inteligente guion con largos monólogos que destacan por su providencial verborrea. El uso de la violencia, su desternillante humor negro y la presencia constante de las drogas sirven de hilo conductor en esta especie de vidas cruzadas.
Junto a Karyn Rachtman, Tarantino eligió personalmente los temas que sonaron a lo largo de las dos horas y media que duraba el filme. Como ha sido habitual en su trayectoria, Tarantino se alejaba de los grandes éxitos del momento para descubrir al gran público piezas con mucho gancho. Misirlou, de Dick Dale & The Del Tones, Girl, You’ll be a woman soon, de Urge Overkill o Son of a Preacher Man de Dusty Springfield enamoraron al personal dando el salto de la pantalla grande a las ondas de radio.
En cuanto al reparto, Tarantino echó un órdago a los hermanos Weinstein que no querían ver a John Travolta ni en pintura. El otrora protagonista de Grease no pasaba por su mejor momento, laboralmente hablando, y no parecía ser la mejor opción como cabeza de cartel. El director insistió en que, sin Travolta, se llevaría la película a otra parte. A pesar de que le ofrecieron más dinero (Tarantino tenía garantizado el 40 % de la venta de los VHS futuros en videoclub), los mandamases de Miramax finalmente tuvieron que claudicar. Igualmente, discreparon en la elección de Jules. Mientras que los productores querían a Laurence Fishburne como colega de Vincent Vega, Quentin solo tenía ojos para Samuel L. Jackson. Al margen de las controversias, Bruce Willis aceptó rebajar su caché para participar en el proyecto mientras que Uma Thurman, de entrada, rechazó el papel de Mia Wallace. La insistencia de Quentin Tarantino hizo el resto. Tim Roth y Harvey Keitel, que jugó un papel decisivo para que Reservoir Dogs se convirtiera en realidad, volvieron a ponerse a las órdenes del maestro aunque, esta vez, en roles menores. De hecho, nuevamente, el propio Tarantino se reservó un pequeño papel como fue costumbre en sus primeras películas.
Rodada en Los Ángeles a lo largo de 500 horas de maratoniano trabajo, Pulp Fiction contó con setenta escenarios diferentes. Años antes, cuando Quentin Tarantino y Roger Avary trabajaban en un videoclub escribieron distintas historias cortas inspiradas en las viejas publicaciones policiacas de los años 30. Los dos primeros trabajos de Tarantino como director tuvieron aquellos relatos como semillas. La historia se mostró tremendamente coral, con personajes que entraban o salían a escena como si de un partido de balonmano se tratara. Secundarios que pasaban a ser protagonistas y protagonistas que desaparecían del foco. Los chispeantes diálogos y su particular narrativa tuvo como principal consecuencia una pléyade de imitadores que, en su gran mayoría, no estuvo a la altura de las circustancias. Además de por su impecable calidad, Pulp Fiction es recordada por algunas escenas la mar de icónicas. El inolvidable baile entre Mia y Vincent tuvo como referentes productos tan distantes como el Batman de Adam West y Los Aristogatos. Incluso hoy en día Vincent Vega suele aparecer en las conversaciones de Whatssapp a modo de meme para manifestar confusión. Pulp Fiction ha sido homenajeada, premiada, aplaudida, imitada y recordada hasta la saciedad. Sin lugar a dudas nos encontramos ante una de las películas más importantes de la década de los noventa y supuso la confirmación de que Tarantino había llegado para quedarse.
¡Es la hora de la encuesta!
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