Edición original: Marvel Comics – junio-diciembre-2012
Edición España: Panini Comics – febrero 2013
Guión: Greg Rucka, Mark Waid
Dibujo: Marco Cecchetto, Mirko Colak, Mico Suayan
Entintado: Marco Cecchetto, Mirko Colak, Mico Suayan
Color: Matt Hollingsworth, Dan Brown, Jim Charalampidis
Portada: Marco Checchetto
Precio: 15,95 euros (tomo de la línea 100% Marvel de 200 páginas)
Segundo tomo de las aventuras del Castigador narradas por Greg Rucka y Marco Checchetto. Después de un prometedor arranque en el que el viejo magullado Frank Castle se ha movido en el escenario urbano donde se encuentra más cómodo, verá como su camino se cruza con el de dos viejos conocidos más apegados al campo de los pijamas: Spider-Man y Daredevil. El efecto omega recoge un cruce entre Avenging Spider-Man (un Marvel Team Up con otro nombre), Daredevil y The Punisher, aprovechando argumentos provenientes de la colección del justiciero de la calavera y del abogado del pijama rojo para que sus guionistas nos planteen su particular versión de la complicada relación que, desde antiguo, han mantenido ambos personajes.
Aunque Spider-Man y Daredevil han sido desde siempre superhéroes de libro y últimamente se han relacionado más con equipos con los que en principio no casaban mucho, lo cierto es que su condición solitaria y urbanita los ha situado más cerca del Castigador que de los Vengadores. Sin embargo, la actitud de este último –o más específicamente, de la versión surgida en los años ochenta, en plena explosión cinematográfica del concepto de “justiciero seispesetas de la era Reagan”- les ha llevado a chocar constantemente. Castle no muestra respecto a sus enemigos el mismo respeto por la vida que podemos encontrar en Peter Parker o Matt Murdock, lo que hace que para la mayor parte de la comunidad empijamada el Castigador no sea muy distinto de los adversarios a los que se enfrenta. La caracterización que se ha dado al personaje siempre se ha movido entre la inmisericordia y la chifladura, pero siempre ha quedado patente que la formación de equipo con el Castigador constituye una alianza incómoda que por lo común acaba con un regusto amargo cuando no saltando por los aires. Spider-Man y Daredevil se muestran cuando menos incómodos cuando tienen que lidiar con Castle y este último se mueve entre un vago respeto a sus circunstanciales compañeros y la falta de respeto por considerarles un par de imbéciles condenados a partirse la cara con los mismos enemigos.
En esta ocasión Spider-Man queda reducido a un segundo plano, llevando Daredevil y el Castigador el peso principal de la historia. Después de todo la participación del trepamuros blaugrana viene de la mano de una de sus cabeceras menores, en tanto que son Waid y Rucka, jefes de pista del cuernecitos y el carnicero los que se arremangan para llevar a cabo las tareas de guión. La excusa es cierto soporte de almacenamiento de información que se halla en posesión de Murdock y que contiene información suficiente como para desmontarle el chiringuito a varios de los principales grupos criminales de la ficción marveliana. Un instrumento tan tentador llama necesariamente la atención de personas interesadas a ambos lados de la ley. Así, si previamente había sido la Gata Negra la que había intentado echarle la zarpa, y desde hace varios números las organizaciones afectadas intentan hacerle la pascua al abogado del pijama rojo en su propia colección, ahora es el Castigador el que quiere echarle el guante como modo de adelantar trabajo. Matt lo tiene claro: esos datos en manos de Castle equivalen a un gran baño de sangre; Frank lo tiene claro: esos datos en manos de Murdock equivalen a una monumental pérdida de tiempo. Una vez más volvemos al problema básico de su enfrentamiento: fines, medios y justificaciones.
Otro nuevo elemento para este viejo conflicto viene dado por la presencia de la nueva aliada del Castigador, la sargento Cole-Alves. En el primer tomo Rucka y Checchetto contaba el origen de esta infante de marina que había visto morir a casi toda su familia el día de su boda, en lo que venía a ser un obvio paralelismo con la historia de Castle. Como Frank, ha visto morir a los suyos a manos de agentes del crimen organizado; como Frank, tiene formación militar. Cuando la tienen delante Spider-Man y Daredevil el primero no puede evitar pensar en unos cuantos chistes en tanto que el segundo se pregunta si podría salvar a esta nueva justiciera, ya que no pudo salvar al original. Waid y Rucka demuestras sus habilidades como guionistas escribiendo a unos protagonistas que resultan reconocibles, creíbles y, pese a todo lo vivido / leído junto a ellos, conmovedores. Matt intentará constantemente salvar la vida a Frank, pero este último se considera muerto desde hace mucho.
Una vez cerrado el encuentro con los viejos conocidos don Greg retoma la senda iniciada y devuelve al Castigador y a su compañera al camino de la venganza contra quienes masacraron a los allegados de la segunda. Volvemos a encontrarnos con la pareja de policías encargada de la investigación sobre las andanzas de Castle y asistimos al desenlace sobre los secretos relativos a la meteórica carrera de uno de ellos, el más joven. También es de agradecer que se usen personajes como Norah Winters y –muy tangencialmente- Phil Urich, por aquello de recordarnos que seguimos en Nueva York y que, pese a su tamaño, es lógico que se produzcan los consabidos encuentros. Rucka nos ofrece un par de giros inesperados en los que se refleja el final, un tanto apresurado, que tuvo que dar a sus planes para con el personaje. Queda para más adelante un epílogo –Punisher War Zone- en el que el Castigador se enfrentará a los Vengadores y Castle será trasplantado a un ecosistema tan exótico como el de los pijamas. Ya hemos visto en los adelantos yanquilandeses que lo tendremos en una extraña y colorada encarnación de los Thunderbolts pero mucho me temo que el bueno de Frank estaba más cómodo en este entorno de lo que lo habrá de estar en aquél. Al menos serán Rucka y Checchetto los que se encarguen de realizar ese capítulo final.
En el apartado gráfico hay que seguirse quitando la gorra ante la labor de don Marco, haciendo mención especial de los otros responsables del asunto, sus sustitutos Mirko Colak y Mico Suayan. Sus estilos se alejan bastante del de Checchetto pero cumplen con notable corrección.
Es una verdadera lástima que la serie haya tenido un final tan abrupto y que no haya llegado al año y medio de existencia, porque el paisaje dibujado por los autores prometía algo que hubiera sido del gusto de los consumidores de series de corte policiaco según modelos que van desde Canción triste de Hill Street a las múltiples variantes de CSI. Quizá estemos asistiendo a otra crisis en la popularidad de un personaje que lleva cuarenta años en las viñetas, treinta en los mercados y que ha alternado momentos de ubicuidad dignos de Lobezno con sequías que no se curaban ni con junta de médicos.
La verdad es que lo pillé por el cruce con DD, y no me enteraba bien de quien era esta Sargento Cole-Alves, pero conforme avanzaban los capítulos ya la fui conociendo más, y justo cuando Frank y ella empezaban a caerme bien, zas, se acaba la serie. Que lástima que las ventas no acompañaran, porque en mi opinión Rucka estaba haciendo un buen trabajo.
Tengo el tomo en mi poder pero aún no lo he leído, tengo muchas ganas de hacerlo porque el primero me pareció magnífico y la labor de Rucka y Cecchetto, me resulta muy notable y eso que a mí el Punisher fuera de MAX no suele hacerme tilín desde que se inventara ese sello y Ennis cogiera las riendas del personaje en el mismo.
Muy buen artículo, Luis.
Muy buen tomo con 9 numeros integrados que cierra el primer arco argumental de manera muy correcta, aparte de resolver la trama de Daredevil con tensión y buenos dialogos.
Hasta aqui, todo correcto, peeeeero:
-Lo malo:
1-El dibujo de Marco Cecchetto: Precioso, digno de un album Europeo, de una calidad tan superior que merece la pena el gasto del dinero solo por difrutar de trabajo del italiano.
No obstante, esto, precisamente, es lo que juega en contra de las historia: La calidad del dibujo es tan buena que cuando ves a Spiderman o a Daredevil o a Hidra, parace que están de más y no porque esten mal dibujados, sino porque el estilo urbano y ocuro en los fondos/luminososo en la figura de Don Marco quedaria mejor en el universo «realista» de Puninsher Max que en el universo relacionado con los demás heroes.
Aparte, el cambio del dibujo de Don Marco al de Mirco Colack y de Mico Suayan, es tan impactante, que solo hace que parezcan dibujos feos hechos por
dibujantes de DCla reserva de Marvel y debaluan la calidad del comic ,y lo peor, se cargan de las partes climáticas de la historia del Sargento Cole-Alves«Alves, solo…Tomé el apellido de mi esposo…«
2-Personajes:
«¡Te acompaño en el sentimiento! Pero si de verdad te crees que solo la muerte de un ser querido puede motivar a un ser humano para tomar una caua… ¡¡¡entonces aparta tu patético y cínico trasero de mi camino para que pueda hacer mi trabajo!!!»
Lo de Spiderman, ya te lo explican en el tomo y en el presente artículo, es un enlace con una serie secundaria del cara-red y por tanto su aparicion y participación es secundaria, dejando todo el peso a Daredevil y a Castle.
Lo malo viene con el cuernecitos que parece más Jesucristo que un ninja ciego, esto es, aparte de llevar consigo la carga de lo «pecados» de la organizacion MegaCrimen (esto es, HYDRA, IMA, IMPERIO SECRETO, LOS GAL….) en forma de disco grabado en moleculas inestables, se dedica a redimir y salvar a todos, incluidos a los malosos.
Como ejemplo de la labor de San Murdock está la escena en la que se tiene que reunir con el Castigador para finiquitar el problema del megadisco y se paran porque hay una mujer dando a luz en medio de un atasco (!!y el marido no deja acercarse a Spiderman pero sí a Daredevil porque este es un heroe, tócate lo huev***********s!!!!)
En cuanto a Castle, su papel tambien es bastente secundario, tanto que parece como si estubiera de paso y esperando a que se acabe la historia para retomar la suya, de esta manera, vemos al Castigador más cooperativo, pasota y silencioso de todos los encuentros que ha tenido con DD hasta la fecha, para ceder la parte de tension a Rachel Alves-Cole.
-Lo mejor:
1-Personajes secundarios:
«-¿Qué haces aqui, Winters?
-Lo mismo que usted, detective Bolt. Investigar»
Muy bien trabajados en cuanto a la diferenciación de personalidad (como la competitiva reportera Norah Winters) asÍ como las distintas motivaciones que por una cosa o por otra les ha llevado a meterse tras la pista de un personaje tan peligroso como es el Castigador.
Personalmente, considero que las conversaciones entre los agentes de policia Ozzy y Walter y sus distíntos puntos de vista sobre el estado de las cosas, es uno de los mejores puntos que te puede ofrecer la serie.
2-Los malos:
«Tus empleados, tus ordenes, tu responsabilidad.»
Tanto la ex-agente de I.M.A, Stephanie, como el ex-agente de Espectro Negro, Chris, destacan por salirse de la norma media de supervillanos marvelosos: son criminales, cierto y tiene manchadas as manos por multitud de chanchullos, pero aún así demuestran un cierto código de honor y sentiminetos más que sinceros que les hacen más humanos incluso que sus enemigos, a pesar de que sus destinos están más que sellados.
Esto se puede apreciar en como la Directora de Intercambio (¿está bien hecha esta traducción?) se niega aceptar la responsabilidad por lo que le ocurrio a Rachel Alves ya que fue culpa de un operativo («un pu*o irlandes mierdoso de Bóston«, como diria Garth Ennis… :D) descerebrado al cual mando ejecutar (aunque más porque el Puninsher andaba destás de el que por los asesinatos…), o por su parte, la reacción de Crish, completamente fuera de si, ante las «reclamaciones» de Castle y su asociada (no digo más para reventar este climax, además, magnificamente narrado por Cecchetto).
3-La relación entre Castle y R.Alves :
«…Los muertos no escuchan música, los muertos no se maquillan, los muertos no conocen el sabor, el color, el calor, ni la amistad porque los muertos no sienten.
Los muertos tienen un proposito, una misión….es todo lo que tenemos.»
Lejos de ser una relación de camaraderia y respeto mutuo, Frank le da de palos a Alves cada vez que esta se sale del camino (por cierto, otra de las maravillas gráficas de Ceccheto que nos incluyen el presente tomo: una pelea cruda, bajo la lluvia, sin bocadillos u onomatopeyas), ya que el estilo de vida del castigador requiere una total y completadedicación a lo que se está haciendo: siempre alerta, siempre preparado para el siguiente movimiento, nada más, nada de ocio, nada vida privada, todo por la misión.
Aqui volvemos a ver el lado más oscuro de Castle, la del soldado eterno obsesionado por una guerra eterna que no quiere que acabe nunca. No está furioso, no esta resentido por su desgracia personal o por la situación de la sociedad, sino que solo sabe hacer eso y nada más: cazar criminales.
En cambio, Rachel Alves está dolida profundamente por el asesinato de todos los suyos durante la el día de su boda, es más una victima de una injusticia que un verdugo.
Está tan cabreada por lo que le ha pasado, que actua de forma impulsiva frente a un Castle frio como el hielo.
Alves considera que Castle es un homologo a ella y que puede ayudarle a superar lo que le ha pasado, pero a medida que avanza la hisotria se ve que no, que su mundo pertenece al de los muertos («¿…cómo consigues superarlo? / Solo los vivos lo superan«), a aquellos que han pedido todoa esperanza o ganas de recuperar su vida normal.
El trabajo del Puninsher es el de la muerte y solo con los muertos se relaciona, esta vision de la vida tan dura, hace el perfecto contraste con Daredevil, quien ama la vida y por ello se dedica a salvar a todo aquel que puede.
4-La violencia:
«Rachel….nadie deberia ser como yo…«
Tratada de forma muy espectacular (¡¡¡bieeeenn!!!…), en ningun momento se cortan un pelo, mostrando que siempre que interviene un supervillano en el universo Marvel (aunque sea el ridículo Garra Negra), palma una media no inferior a 10 habitantes de New York (que duro es vivir en esa ciudad….).
Esto es una diferencia clara, respecto a las series de supers en general, en las cuales apenas se ven víctimas inocentes a causa de las acciones de los supertipos.
Las consecuencias de este tipo de actuaciones las conoce bien el astuto detective Ozzy, quien no se deja enredar con los asuntos y tejemanes de la policia. Un personaje digno de The Wire.
En resumen:
Un buen tomo, a pesar de ciertos puntos flacos pero que no hacen mella en el resultado final, una historia sobre lo fácil que es morir y matar y lo dificil que es vivir y seguir adelante.
No obstante, queda bastante claro que Castle funciona mejor en cuanto más se aleje de el resto de superheroes, aunque sean de corte urbano como Spiderman o Daredevil (y yo incluiria al Caballero Luna, pero como no se sabe ande carajo está…).
Espero que la Marvel sea lo suficiente mente avispada como para volver a hacernos disfrutar del excelente trabajo de Cecchetto en un tomo del Puninsher Max, la calidad de su dibujo no merece menos.
Un saludo y gracias por leer este ladrillo 😉
Don Bluntman: un ladrillo altamente instructivo que es por sí mismo una reseña. Saludetes.
Esta etapa de Rucka al frente de Punisher ha sido una de las mejores del personaje integrado en el Universo Marvel. Sin duda ha encontrado un equilibrio muy bueno entre las tramas urbanas y violentas de Punisher y la aparición de heroes y villanos más tradicionales. Desde luego es una pena que no le hayan dejado desarrollar más las tramas que había montado. A ver cuanto tardamos en tener otra buena época del personaje.
@samanosuke: Los esclavistas también es mi saga favorita de Ennis en la serie de Punisher MAX y eso que para mi toda la etapa de Ennis me parece muy buena, pero ese tomo en particular me parece genial.
La fase de pasar de ver a Ennis como el guionista de gamberradas gratuitamente provocadoras a descubrir ese Sam Peckinpah contemporáneo que se esconde debajo de esta fachada la hemos pasado casi todos, y muchos gracias a su Punisher MAX