Hace poco más de dos años Valiant sufría una serie de cambios muy importantes a nivel empresarial y creativo, la empresa se vendía a DMG Entertainment, que ya era inversora de la editorial desde 2015. Aunque pasaran a ser una empresa dependiente, admitían que los intereses de DMG eran sobretodo para los productos audiovisuales y que sus cómics seguirían como hasta ahora, pero lo cierto es que, aunque sí que parece que siguen en su misma línea creativa, coincidió que algunos de los principales editores se fueron y que las etapas de los principales guionistas se acababan. Así, la nueva dirección editorial, se encontraban con que Jeff Lemire acababa de salir de la empresa, Matt Kindt decidía finalizar su X-O Manowar e irse, Robert Venditti ya no iba a trabajar más para ellos y Joshua Dysart planeó su final para su trama de Harbinger. En un momento los nuevos editores se vieron sin series regulares, las que llevaban otros autores o bien se acababan, como el Ninja-K de Christos Gage, o se cancelaban por la falta de ventas, como el Shadowman de Andy Diggle. Así deciden convertir la última serie planificada por la anterior dirección, Livewire, de miniserie a regular, mientras mientras aceleran el ya publicado nuevo volumen de Bloodshot y recurren a Fred Van Lente para una nueva serie, Psilords, pero aun les quedaba mucho por investigar, ¿qué debían hacer?, pues mientras planeaban lo que este año veremos en Estados Unidos toman la decisión de ir sacando miniseries de personajes que habían sido relevantes en otras colecciones (como Guerra Encarnada en La Princesa Olvidada o Roku) pero no tenía hueco propio, lanzar alguna cosa nueva (KI6-Killers) y seguir con miniseries de personajes que habían salido ya en este formato (Doctora Mirage y Fallen World, esta última protagonizada por Rai), todo ello mezclando autores nuevos y otros ya conocidos en la editorial. Algunas de ellas son prescindibles, otras magníficas y otras llegaron a pasar a regular por su éxito, pero todas ellas las estamos viendo ahora en España y hoy hablaremos de Punk Mambo, un personaje muy llamativo que no había tenido su momento.
Cuando escribía estas líneas saltaba la noticia, la Editorial Hidra cierra Medusa Cómics para incorporarla a su catálogo, seguirán sacando cómics pero ya no bajo ese sello sino con el nombre de la editorial madre. ¿Qué pasa con Valiant? pues de momento han cancelado la salida de novedades de este mes, que incluía mucho de lo que comentaba en el anterior párrafo, y no se sabe cuándo las van a sacar o si van a seguir con Valiant, poco podemos decir por ahora, en cuanto sepamos más os informaremos. Esperemos lo mejor, aunque la cancelación de la línea de lujo no augura nada bueno. Por nuestra parte solo podemos seguir con las reseñas, que nos quedan pocas y saldrán estas semanas.
Empecemos por el principio, que a su vez es el final del tomo. Peter Milligan y Roberto de la Torre presentaban en la serie de Shadowman un nuevo personaje de creación propia, Punk Mambo aparecía en los momentos más bajos de la vida del héroe para ayudar, en un pantano y con una actitud entre pasota y macarra. Poco después, en noviembre del 2014, el propio Milligan junto a Robert Gill sacaban un especial número 0 que nos narraba el origen del personaje. Este número fue publicado por Medusa Cómics en el segundo tomo en edición de lujo de Shadowman, pero, dada su importancia para el personaje, han decidido incluirlo también aquí a modo de cierre del tomo. Aquel número nos llevaba a Inglaterra, en la época del punk, metiéndonos en lo mejor y lo peor del movimiento, para conformar la personalidad desagradable de Punk Mambo, aquí los autores se fijaban mucho en la figura de John Constantine (al que el autor ya escribió) y hacían un buen número, mejor que su trabajo en Shadowman, un guion interesante, con hueco para reivindicaciones, y un dibujo que le va como un guante, aunque se copian demasiados elementos del personaje de DC. Por suerte el resto de autores que utilizaron a Punk Mambo (principalmente Matt Kindt pero también Christos Gage) le empezaron a dar pinceladas algo diferentes y los autores de este tomo lo han sabido reflejar a la perfección.
Desde Valiant fichan a Cullen Bunn para esta tarea. Bunn es un autor que sabe moverse en los mundos de la magia y del terror, casi todas sus series propias versan sobre esto (The Sixth Gun, Harrow County, Dark Arc o Unholy Grail) pero también en el mundo de los superhéroes con una enorme cantidad de series para Marvel y DC (Veneno, Magneto, Sinestro o Tierra 2), en todo ello con resultados muy variados, desde pasables hasta memorables, personalmente me llamó mucho la atención lo que fue capaz de hacer con series tan locas como Asgardianos de la Galaxia o en Fearless Defenders. Bunn es un guionista solvente y en Valiantle han dado esta, la de Roku y ya se ha anunciado que van a confiar en él para otra serie.
Por otro lado tenemos a Adam Gorham, un dibujante que vimos hace poco en una miniserie de Los Nuevos Mutantes, donde hacía un trabajo notable, dando un toque oscuro a los personajes. Ni que decir tiene que ese toque se repite aquí y resulta ser lo mejor del tomo, que el guion no está nada mal, no me esperaba gran cosa de esta serie y me ha sorprendido, pero Gorham consigue retratar esa estética punk, logra que el lenguaje corporal de la protagonista transmita mucho, su trazo queda muy bien con el guion de Bunn, hasta se defiende muy bien en claros y en oscuros, deberían tenerlo más en cuenta para series de esta temática, me da la impresión de que son autores que, por estilo, encajan muy bien juntos.
Siempre hemos visto a Punk Mambo en historias de otros, pero esta es toda suya, lo que conlleva que este tomo se pueda leer de manera totalmente independiente al universo Valiant, quitando el tema de los Loa del que se habla en Shadowman pero que aquí no hace ni falta explicar, esta serie vuela sola a tal nivel que bien podría ser un tomo de otra editorial. Es cierto que Valiant suele usar ese modelo de historias, bastante independientes, pero en este es uno de esos casos en los que se puede comprar el tomo como si el personaje no hubiera aparecido en otro lugar. Y, además de que he disfrutado con su lectura, se que me ha gustado especialmente porque al acabar el cuerpo me pedía más. No me hubiera importado nada que este equipo continuara unos cuantos números después, a falta de Hellblazer (ejem, el de Vertigo), creo que Punk Mambo podría saciar nuestra sed de magos bordes y desagradables, pero lo curioso es que precisamente Bunn y Gorham se separan del estilo Constantine marcado por Milligan en tanto que Punk Mambo es más punk, va más a su rollo, no tiene deudas con nadie y no hay nada que la atormente. Es una persona mucho más libre y con tendencias más heroicas, aunque nunca lo admitirá.
La historia en sí es bastante sencilla, pero mezcla los suficientes elementos como para no ser habitual, pero lo más importante es lo mucho que avanza con el personaje, ahora conocemos a Punk Mambo mucho mejor que antes, no a base de modificar el pasado sino de incorporar elementos nuevos. Los Loa recurren a Punk Mambo porque están desapareciendo y no saben quién es el responsable, de hecho el primero en desaparecer es el que la propia protagonista utiliza habitualmente en sus peleas. Con un aire oscuro, empieza una investigación que, en los últimos números, dan paso a la acción. Hay un poco de todo, más aun cuando el villano es planteado como un hombre a medio camino entre mafioso y líder de secta, este es otro de los puntos fuertes, entre Darke, su hermana y el Barón Samedí, Valiant anda algo corto de villanos interesantes en el apartado mágico y siempre utiliza a los mismos, es bueno ver que los autores se lanzan a la piscina creando uno diferente y con personalidad propia, Azaire, un hombre en cuya presencia la magia no funciona. Esto hace que Punk Mambo se sienta vulnerable, lo que enlaza con su origen en el número 0, de ahí el acierto de incluirlo en el tomo, aunque para quien ya tenga el segundo tomo de Shadowman formato de lujo le resulte repetitivo (eso sí, no nos lo cobran, el tomo tiene 6 cómics y cuesta lo mismo que los que contienen 5 en esta misma editorial). Pero eso lo sabemos nosotros por la narración en primera persona que escogen los autores, lo cual es otro acierto. Y volviendo al tema de las comparaciones con Constantine así es como la diferencian, vemos que su estilo de vida si que está más vinculado al mundo del punk, mientras que el otro lo había dejado de lado, esto tiene más repercusiones de las que parece, Punk Mambo no es una embaucadora, es muy directa, y aunque es una tipa muy dura, de las que siempre se levantan, de las que no se dejan vencer por nadie ni nada, tiene sus miedos, que no expresa. Su actitud desenfadada la hace parecer egoísta, pero eso no se oculta al lector, tiene ese carácter heroico del que hablaba antes bien marcado, lo que casa con sus ayudas a Ninjak y a Unity en otras colecciones.
Lo único malo son los secundarios, están bien trabajados y hacen muy bien en centrarse solo en dos, pero no profundizan y algunos cambios son demasiado bruscos, se nota que están hechos para estos cinco números y que no volverán. Lo que es tampoco estaría nada mal para una serie más larga en la que se tratasen casos, es un personaje que se presta a ello y contrastaría muy bien con el resto del universo Valiant. Pero nos tendremos que conformar con que la editorial no le ha quitado ojo, que de una forma u otra por aquí seguirá y, quién sabe, igual con Cullen Bunn al mando, la historia es autoconclusiva, pero deja un flequito abierto que podría ser muy interesante. De momento podemos seguir afirmando que es mejor personaje que Shadowman, rivalizando con la Doctora Mirage en el aspecto mágico (para mi no, prefiero a Punk Mambo, pero lo dejo abierto a otras opiniones).
Punk Mambo
Guión - 7.6
Dibujo - 8
Interés - 8
7.9
Maaaambo!
Cullen Bunn demuestra saber escribir a Punk Mambo, sin modificar pero añadiendo personalidad, consigue una aventura interesante, ágil y entretenida, pero el que se lleva el premio es Adam Gorham con su dibujo.
Igual es paranoia por haber vivido los tiempos de Zinco pero me parece que a la chita callando estan pasando cosas. Lo de Medusa precedido por lo de los tomos de lujo, la subida de precios de las grapas de Panini, los crowfundings, cambios de formato y el cierre de la coleccion de Harley Quinn con un arco argumental en curso en ECC, junto con el tema de que la linea juvenil de comics vaya a otra editorial… No he mirado por la ventana por si los cielos se tiñen de rojo, pero aparecen señales de Crisis?
Es paranoia, Drury, es paranoia. 🙂