Los futuros distópicos en los que el planeta Tierra es parcialmente destruido por una amenaza externa que no se tiene muy claro de dónde ha salido, con una serie de héroes de a pie que sobreviven como pueden en una escala social distópica es un escenario en el que suelen moverse muchos shônens de acción futurista. Dentro de un contexto argumental así las herramientas que mejor pueden servir al autor para dotar de personalidad y de algo que llame al lector por encima de otras obras iguales son el ritmo y el tono de la narración y el carisma de sus personajes. En
Tatsuya Shihira es el joven autor que firma esta obra de 4 tomos publicada en España por
Q [Kû], como ya he dicho, nos narra una historia leída muchas veces en otras obras de corte similar. Situados en un incierto futuro la Tierra lleva 10 años subyugada por el miedo debido a la aparición en el cielo de una esfera llamada Solaris, que cada vez que alguien alza su mirada hacia a ella envía una especie de huevos con seres monstruosos en su interior llamados Demis. Estos Demis están catalogados según su tamaño y peligrosidad en niveles del 1 al 5 y tanto el gobierno como grupos paramilitares especiales, entre los que se encuentran los famosos U7, intentan acabar con ellos usando toda la fuerza a su alcance. Dentro de este contexto apocalíptico la propia sociedad ha quedado polarizada en dos grupos: mientras que la clase baja vive en suburbios semiderruidos pasando hambre y miseria y con la consigna autaprendida de nunca mirar a los cielos, las altas esferas viven en una zona acotada en la que se ha instalado una cúpula que impide los ataques de Solaris. La historia nos presenta como protagonista a Rem Serizawa, un joven ex soldado con conocimientos militares para acabar con los Demis que, junto a su amiga Mana, se dedica a recoger niños huérfanos de la calle e intentar darles una vida mejor en algunos de esos suburbios.
Todo cambia para Rem cuando un día cuando está asaltando a uno de los poderosos en un ejercicio de Robin Hood postapocalíptico, se ve obligado a interceder por una niña pequeña que se encuentra sola ante el ataque de uno de los Demis. La niña al principio no parece saber siquiera hablar, solo pronuncia lo que parece ser su nombre: Kû. Pero eso dura hasta que se come el móvil de Rem y comienza a asimilar el idioma humano gracias a ello. Lo que parecía una dulce e inocente niña se convierte en un extraño ser que parece tener más en común con los Demis y Solaris que con los humanos. Algo que queda totalmente demostrado cuando, tras acoger a Kû en la comuna que dirigen Rem y Mana, se enfrentan al ataque de uno de los monstruos y la pequeña es la que salva el día comiéndose sin miramientos al atacante. A partir de ese momento Rem se verá en la tesitura de decidir si Kû supone un peligro por su incierto origen y debe acabar con ella o si, por el contrario, es una bendición que puede protegerles a todos de la desolación causada por Solaris.
Como vemos la historia no deja ser bastante típica para un manga de estas características. Encontramos algo de reflexión y de seriedad en el mundo que construye Shihira para que sirva de escenario a la trama y sus personajes, un mundo tremendamente polarizado y dividido donde los únicos que tienen la posibilidad de vivir sin preocupaciones son “los de arriba”, mientras que los de abajo tienen que luchar día a día por sobrevivir a duras penas, obligándose incluso a autocensurarse a sí mismos acciones tan básicas para la felicidad y la esperanza como poder mirar al cielo o cantar. Una visión distópica y pesimista de la sociedad que muestra como aquellos obligados a vivir en los suburbios son incapaces de pasar la vida tranquilos, sin estar expuestos a ataques de monstruos, robos, destrucción y miseria; mientras que los que viven en la “Ciudad Alta” tienen todas las comodidades posibles e incluso poseen un cielo artificial dentro de la cúpula que les protege. Una situación social que tiene su negativo en la moral y la manera de ser de las personas que viven a un lado u otro de la cúpula, siendo la gente del exterior los que más se preocupan por los demás, se ayudan entre ellos, una suerte de utopía dentro de la distopía en la que las personas son capaces de dar todo de sí mismos para ayudar a los suyos. Todo lo contrario a la gente del interior de la cúpula, egoísta, codiciosa, que usa su tranquilidad para crear armas que puedan acabar con los monstruos pero solo para llevarse la fama por ello y que utilizan a los desfavorecidos para conseguir información o ayudas a cambio de unos pocos alimentos o recursos.
Hasta aquí todo sigue siendo bastante habitual, y la verdad es que bastante serio, pero todo queda relajado gracias al tono y el ritmo que Shihira utiliza para narrarnos la historia, con situaciones algo disparatadas y mucho humor blanco protagonizado en su mayor parte por Kû y, en menor medida, Rem. Un tono cómico que rebaja en gran medida la dureza de la situación y que se apoya sobre todo en el gran carisma de sus protagonistas, personajes muy bien construidos, quizá algo planos y arquetípicos, pero que funcionan a la perfección en el relato. Aparte de esto, el ritmo general de la narración es bastante bueno y, sobre todo, muy entretenido, combinando momentos más serios y reflexivos (no demasiado espesos ni lentos, eso sí), con acción dinámica, aventura y alivios cómicos. Un ritmo que funciona muy bien y hace la lectura rápida y amena, ayudada por la gran introducción que Shihira realiza de la trama, mundo y personajes en este primer todo, sentando las bases del manga de muy buen modo para dejar con ganas de saber un poco más de lo que hemos leído.
Otro de los grandes valores de Q [Kû] es el apartado artístico, con un espectacular dibujo muy apto para la ambientación y la acción que encontramos durante todo el tomo. El dibujo es muy detallado y expresivo, realista pero de corte shônen, y muy cuidado tanto en fondos como en personajes. Su dinamismo en el movimiento y el trazo lo convierte en ideal para representar las peleas y las acciones, a menudo frenéticas, que protagonizan los personajes, que por otro lado poseen un gran nivel de expresividad que se ajusta además al tono del momento que se nos está narrando en cada caso. Las perspectivas son sencillas pero muy bien ejecutadas y el diseño general del ambiente, personajes, vehículos, edificios e instrumentos y monstruos es muy bueno. En mi opinión, tanto el dibujo como el manga en sí es muy comparable a los trabajos que realizan
Q [Kû] es un manga bastante freso y entretenido, con una premisa basada en la ciencia ficción ligera, la acción explosiva y el humor, que en este primer tomo ofrece una introducción perfecta a su mundo, su tono y su excelente dibujo. Una serie corta, de 4 tomos, con buenos personajes y buena premisa temática, que aunque sencilla puede llegar a gustar por su gran ejecución.
Valoración Final
Guión - 6.5
Dibujo - 8
Interés - 7
7.2
Primer tomo introductorio de Q [Kû], un manga de ciencia ficción distópica, con mucha acción y un humor y un apartado artístico muy destacable. Una obra entretenida y amena de leer, con buenos personajes.
Niña adorable (kawaii para los japos) con aspecto gatuno con enorme poder se enfrenta a monstruos que asolan La Tierra.
Esto es un cliché dentro de otro cliché envuelto en papel de cliché.