Qué está pasando en el cómic americano (+24)

Volvemos una semana más a la sección dedicada a repasar lo más interesante que ha dado de sí la actualidad al otro lado del muro, en un Qué está pasando con el cómic americano 24 que además de volver a salir con un día de retraso y con complicaciones técnicas inesperadas. Por problemas diversos que van desde los problemas técnicos que nos han asolado estas últimas semanas, unidos a la falta de tiempo, está entrega va a ser algo más breve, con menos introducción y más minimalista en cuanto a imágenes que de costumbre. No os sorprendáis si comienzan a desbloquearse a lo largo de los próximos días.

En otras circunstancias me habría gustado poder hablar más de la nueva serie del Cuentacuentos de Jim Henson, hablar de Island, Arclight y otros trabajos del cada vez más olvidado Brandon Graham en Image, pero en su lugar va a tocar marcarse un Byrne y entrar directamente en materia con el Que está pasando en el cómic americano 24:

Empecemos directamente por el tomate con un tema que lógicamente implica cataclísmicos niveles de

La serie de Tim Seeley protagonizada por Dick Grayson se ha convertido en una de las habituales de la sección. Con su viaje a Blüdhaven para encontrarse con el legado de otro Nightwing de una continuidad anterior a esta, ¿qué nuevo y estimulante giro habrá dado su vida esta semana?

Parece que ninguno demasiado importante, así que sigamos circulando.

Nueva serie del Equipo Batgirl Cameron Stewart, Brendan Fletcher y Babs Tarrs para Image Comics, con un título que -entre el Piloto Fantasma de Marvel y Motor Girl de Tony Moore- parece ser un reflejo literal del romance que parece estar viviendo el fandom geek con el mundo del motor desde Mad Max: Fury Road. Una prolongación del Kill V. Maim de Grimes -la hija popera y sinquieta del … Like a Clockwork de Queens of The Stone Age- con carreras ilegales de motos con armas punzantes, mucho cosplay y drogas fluorescentes.

Si cualquiera de esos ingredientes os mola

Otro estreno. En este caso por parte de Marvel, con la nueva serie Star Wars. A los guiones Kieron Gillen. ¿Protagonista? La Han Solo personal de Darth Vader con doctorado propio. ¿A los dibujos? El nunca suficiente valorado Kev Walker.

¿Que como luce?

Hablando de Williams, la entrega de esta semana de su serie para Vertigo Comics es un número autoconclusivo ambientado en el pasado que nos trae a Javier Pulido de vuelta. ¿Que como luce? Otro que como él solo sabe.

¿Más regresos? Otro sonado en la nueva Archie Comics.

Y no, no me refiero al del rival del pelirrojo por el que absurdamente se pelean Betty y Veronica, sino al del mismísimo

Seguimos con los regresos con el nuevo volumen de las aventuras del coheter humano, con el autor de Cuento de Arena Ramon Perez a cargo de dibujo y guión, así como Jeff Loveness echándole una mano en el segundo aspecto. ¿Que qué tal? Un arranque francamente simpático con una frescura gráfica maravillosa. Pero como esto iba de regresos, que sea una imagen la que hable en lugar de mil palabras.

Hoy, en la categoría de dibujos en los que podría quedarse a vivir uno, en la serie del arquero esmeralda tenemos otro flamante regreso. ¿Cual? El de Otto Schmidt en su duelo constante con Juan Ferreyra a ver quien es uno de los mejores dibujantes del año, claro.

La serie de los supremacistas -y nunca más a cuento lo de supremacista– nazis que hizo que Kieron Gillen y Canaan White fueran acusados de apoyar las doctrinas de Adolf Hitler vuelve a la carga, con los metahumanos alemanes invadiendo los Estados Unidos tras ganar la guerra en Europa.

¿Que como de contundente es este nuevo blitzkrieg?

Pero si hablamos de regresos -semana monotemática, ya os avise- pocos hay más oportunos que el que tiene lugar en las páginas del mercenario bocazas. Sobre todo por tener lugar en uno de los momentos más delicados para la vida de Wade, como una mano amiga dispuesta a prestarle ayuda justo en el momento en el que su mundo se tambalea y más lo necesita.

¿Que a quién me refiero? Esta claro que a su viejo colega y compadre de fechorias

Hoy, en viñetas fácilmente descontextualizables, a Adam Strange no parece gustarle demasiado lo que Carter Hall tiene que ofrecerle.

Pero no dejemos los regresos todavía, que otra que vuelve es la serie de Markisan Naso y Jason Muhr para Action Lab, centrada en el local de cocina especializado en servir apetitosos platos de gourmet con carne de dinosaurio. El cómo la consiguen es mejor que lo dejemos como secreto de la casa -pista, tiene que ver con pinches de cocina, máquinas del tiempo y fusiles de plasma- pero además de nuevas y deliciosas recetas de dinosaurio, presentan una nueva amenaza llegada del futuro, con la intención de arruinarles el negocio. Y si todavía no estáis intimidados, las reclamaciones a este caballero dispuesto a acabar con el tráfico de carne de dinosaurio. Un triceracop con todas las de la ley.

Un pensamiento en la línea de lo que ya comentasteis alguno hace unas semanas. A pesar de que el uso de la mitología de los Vengadores continúa la misma línea imaginativa de lo mostrado con las nega bandas en la saga de Annihilus -y que si su andadura fuera una serie de televisión como Vengadores: Los Héroes Más Poderosos de la Tierra en lugar de un cómic seguramente tendria una acogida mucho más entusiasta por parte del fandom adulto-, ¿podemos decir a estas alturas que a Mark Waid se le nota más empeño por los zagales de los Campeones que por los integrantes de los Vengadores?

Tampoco es que demasiado, pero si el suficiente como para que -mientras los Vengadores tienen trepidantes aventuras de corte arquetípico contra villanos pintorescos- sean los Campeones los que muestren algo más de mordiente tanto en sus relaciones como en el tipo de amenazas a las que hacen frente.

En esta última entrega abordando temas de tante importancia como el integrismo islámico y la lucha de las mujeres de los países controlados por este para acceder a una educación digna y un mínimo de igualdad de derechos. Pero vayamos al mamoneo, que seguramente sea lo que más os interese a algunos. En episodios anteriores de los Campeones…

¿Que cómo acabó eso? Pues

Pero ya se sabe eso que donde se cierra una puerta

Tom King y Mikel Janin se alian para volver a dar una lección magistral de narración en un cómic que se puede resumir como una única secuencia de hostias guiada por un monólogo interno, en el que el guionista de Omega Men continúa ahondando en la naturaleza del murciélago como producto del síndrome del estrés post-traumático, dando un nuevo sentido tanto al título de la saga como al mismo germen del personaje a través de la consciencia de su propia ridiculez.

¿Estatus de la serie de Robert Kirkman esta semana?

James Robinson por su parte continúa en sus dominios personales, decidido a hacer con la Bruja Escarlata algo a la altura de lo que Jim Starlin hizo con Adam Warlock en los setenta. ¿Que exagero? Quien sabe, pero si Wanda hubiera tenido una serie como esta en aquellos locos años -en los que tampoco es que anduviese nada mal gracias al trabajo de Steve Englenhart- hoy seguramente sería capaz de disputarles al Doctor Extraño y Constantine su condición de gran icono de la magia. De Zatanna ya ni hablamos porque hace años dejó a la bruja con medias de rejilla tan atrás que la pobre de la Liga de la Justicia Oscura ni se encuentra.

Si todavía no habéis leído el primer tomo de su serie no clickeis en este spoiler. Si ya lo habéis hecho, seguramente estéis más que al corriente de todo el tema del precio que le ha costado a Wanda su propia magia y ese verdadero rostro al margen de la que hemos conocido durante años. O en otras palabras, como es en realidad el rostro de Wanda detras de toda esa magia y la belleza de esa enigmática romaní de Europa del Este. La última entrega de su serie nos deja verla con toda claridad

Cada número de la serie de Cecil Castellucci, Marley Zarcone y Kelly Fitzpatrick para Young Animals es como entrar en un estado de embriaguez en forma de lectura, propiciado ya sea por portadas como Paul Rentler:

Como por páginas como esta versión de La Saga del Fénix Oscuro que toda muchacha atraviesa al entrar en ese terreno de destrucción, fuego, pasión y muerte llamado adolescencia:

Hace unas semanas preguntastéis por el improbable crossover entre los dos grandes mitos del cine de John Carpenter a los que Kurt Russell dio vida. La gamberrada de BOOM! Studios con la que Greg Pak consiguió arrebatarle el top de ventas a Marvel y DC hace un par de meses, sí. ¿Que qué tal? Pues algunas cosas como cabía esperar. Otras…

… diferentes:

Pero que opinen los expertos sobre semejante blasfemia tan de cómic de superhéroes:

Me vais a permitir volver a reincidir en Thor, pero es que a cada número que pasa Aaron me da más razones para estar de su parte y menos de sus detractores. Y si el primer número dejaba muy claro que pocos guionistas saben escribir al hijo de Odín con tanta fuerza, tragedia heroíca y arrolladora épica como la que él y Coipel le dan vida, el de esta semana se erige vendaval imparable frente al que no hay argumento de que si Thor cambia, pasa a ser menos Thor que resista. Primero fue la cesión del Mjolnir para reivindicar a Jane Foster por encima del personaje injustamente denostado en el que la habían condenado a convertirse. Ahora es el mismísimo Thor quien renuncia a que un trozo de su mitología con quince años se desvanezca

Como extra, una nueva figura va a entrar en el juego como pista de lo que está por venir en las próximas sagas del personaje, y del elegido solo se puede decir que

Prosiguiendo en su cruzada para usar usar a los personajes de Hanna Barbera para dinamitar todos esos absurdos y sinsentidos cotidianos a los que le hemos colgado la etiqueta de normalidad, Mark Russell continúa arrasando con todo lo que se le pone por delante.

Primero fueron cosas generales con las que hacer ver lo poco que hemos avanzado en realidad en los miles de años que llevamos progresando como especie. Después tiró a por temas concretos como el consumismo, crearse una absurda dependencia de objetos materiales que no necesitamos, el presunto monopolio del matrimonio a manos del lobby heterosexual y un largo etc. Ahora le toca a la elevada estima que tenemos de nuestros tan vanagloriada ética, civismo y moral

Para terminar, un popurrí de series indies quizás no demasiado conocidas pero a las que lo mismo os interesaría echar un ojo antes de que termine el año. ¿Qué os van los relatos de horror a medio camino entre Mulholland Drive y Lovecraft, sobre los horrores en la trastienda de Hollywood? Glitterbomb de Jim Zub y Djibril Morrisette. ¿Las historias bélicas de Garth Ennis y P.J. Holden? El Mundo de los Tanques. ¿La sagaThe Witcher? Su adaptación a cómic a cargo de Paul Tobin. ¿El Flash Gordon de Jeff Parker haciendo equipo con Mandrake y The Phantom, mientras combaten tarántulas gigantes formadas de gorilas subterráneos? ¿Una Red Sonja hardcore con sexo y gore explícitos como la que Mike Costa y Nahuel Lopez ofrecen en Belladonna? ¿Una saga de dioses antropomórficos a medio camino entre El Señor de los Anillos y 2001 Odisea en el Espacio como la que podemos encontrar en Supernauta de Michael Nelsen? ¿Relatos noir contemporaneos al borde del bien y del mal como los que Frank J. Barbiere y Victor Santos nos traen en Violent Love?

¿Intrigas metaficcionales en torno al mundo del arte salpicadas con agujeros en la barrera de la realidad y cadáveres humanos? Cuidado no os vaya a explotar la cabeza con The Electric Sublime.

Terminar haciendo una mención rápida a la maravilla de número que se han marcado Amanda Conner y Jimmy Palmioti para la que sin lugar a dudas ya debe haberse ganado el puesto de mejor etapa histórica de Harley Quinn. Eso y recomendar leer Giant Days, claro. Hay que leer Giant Days siempre. Sin más, un placer por compartir con vosotros esta sección.

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