Tom King es uno de los mejores guionistas de su generación, por no decir el mejor. También es el más polémico. Todas y cada una de las decisiones que toma, todos y cada uno de los giros argumentales que definen sus historias, cada simple palabra puesta en boca de sus personajes es recibida con una hiperbólica euforia, o con un rechazo tal que se corre el peligro de caer en el fanatismo. Sin duda pronto veremos contenedores ardiendo por su culpa.
Sin embargo, mientras que obras como La Visión o El Sheriff de Babilonia reciben una aclamación unánime y más o menos conforme a pesar de las quejas, su etapa en Batman es el objetivo predilecto de los dardos y las pullas. Algo totalmente lógico y normal, si tenemos en cuenta que el Batman de Tom King alterna momentos de brillantez absoluta con largos arcos trazados con una mediocridad exasperante. Los últimos exabruptos lanzados al cielo se han originado a costa de la re-aparición de Gotham Girl tras más de cincuenta números desaparecida.
Hagamos memoria. En la primera historia de King en Batman (sin contar aquel misterioso prólogo con el Hombre Calendario, y esa magistral obertura con Bruce Wayne peleando con un avión a reacción), este descubría que dos misteriosos superhumanos habían aterrizado en su ciudad. Batman decidiría acoger bajo su ala a Gotham y a Gotham Girl, con funestos resultados. Gotham acabaría volviéndose loco y perdiendo la vida. Gotham Girl sobreviviría a múltiples aventuras, pero a costa de su cordura. Bruce decidiría enviarla a Europa, donde esperaba que alguien, un mentor mejor que él, le ayudara a ser una mejor heroína.
No hemos sabido nada de Claire, el nombre real de Gotham Girl hasta ahora. Catwoman, La Guerra de las Bromas y Acertijos, Elmer Fudd, La Boda… muchos eventos se han sucedido, y prácticamente nos habíamos olvidado de la superheroína de mente frágil. Heroes in crisis, la que promete ser la obra definitiva de Tom King en DC Comics, ha sido la excusa perfecta para que la chica superpoderosa vuelva a casa, con un viraje hacia el lado del mal incluido.
Pero, ¿por qué ha decidido King traer de vuelta a Gotham Girl justo en este preciso momento? Es en este punto cuando se abren dos perspectivas, dos caminos. Una es apropiada para la manía hiperbólica. La otra le gustará a los aficionados a lanzar exabruptos a las estrellas y blasfemar contra los dioses.
La explicación que gustará a los fanáticos de los exabruptos y las blasfemias. Tom King es un guionista que improvisa, que no tiene un plan definido, que solo busca el momento cool y el diálogo chispeante de turno. Si en los primeros compases de la colección, su Batman parece centrarse en la relación entre Bruce y Claire, a partir del segundo año King se deja llevar por la improvisación y pega bruscos giros de timón que le llevan a querer emparejar (¡para siempre!) al bueno de Bruce y luego a cambiar de idea en el último minuto para dejarlo de nuevo soltero.
Un pequeño paréntesis. El hecho de que la saga que durante cerca de cuarenta números ha unido los destinos de Batman y Catwoman este cosida débilmente a la trama principal no implica que la saga, por si misma, no sea una obra maestra.
Incluso los lectores más escépticos no pueden dejar de notar que pocas veces hemos visto una evolución tal en la personalidad de Bruce Wayne. No por nada siempre se ha dicho que la verdadera personalidad de Bruce es Batman, e incluso el primero ha jugado en multitud de ocasiones a convertir su iteración de playboy en una caricatura. Tom King se ha atrevido a desafiar ese paradigma. Con éxito o no. Solo al tiempo le corresponde decidirlo, aunque es poco probable que sus cambios se perpetúen una vez haya abandonado la colección.
La explicación para los maníacos eufóricos. Tom King tiene tomado el pulso a la perfección a la colección de Batman, y ha medido al milímetro todas las causas y consecuencias que han tomado, toman y tomarán sus personajes durante los cien números que durará su etapa.
La desaparición de Gotham Girl planta las semillas de un momento anagnorico de manual: un evento relativamente pequeño, que pasa desapercibido y se olvida rápidamente con el discurrir de la trama, para luego explotar con fuerza al final del segundo acto. Sin duda, un simple prologo para la traca final que colocará definitivamente esta serie en el podio de las obras maestras del comic.
He mentido más arriba. Solo un poco. No son dos caminos o dos opciones los que se abren ahora que Gotham Girl ha vuelto. Por fortuna, existe una tercera vía para los moderados de corazón.
Desconozco cuáles son los hábitos de escritura de King. No se si alguna vez King ha hecho mención a su forma de trabajar, y si lo ha hecho no se si ha mentido. Pero si me pusieran una pistola en la cabeza y me obligaran a definir como creo que trabaja, diría que tengo la impresión de King gusta de pensar detenidamente en el principio y el final de sus historias, y que tiende a improvisar a lo largo del camino.
Es por ello que, al leer Batman, huelo lo que King había trazado hábilmente el primer arco argumental de su serie, y había diseñado el final de su idea. Huelo también a que por algún motivo desconocido (presiones editoriales, súbita tormenta creativa, peticiones de los fans, o todo lo anterior a la vez), King decidió alargar su historia más de la cuenta, y añadir un factor más a la ecuación: la relación de Bruce Wayne y Selina Kyle.
Es por ello que todo el arco relativo a este último punto parece más un paréntesis que un contenido añadido de forma orgánica al conjunto. Particularmente, creo que la enorme calidad demostrada a lo largo de más de cincuenta números y varios especiales pesa más que la endeble estructura de la colección. Pero la opinión de un pobre juntaletras importa bien poco. Es el lector, el lector nuevo y el veterano, el vanguardista y el clásico, el que debe decidir qué significan para él los números de Tom King en Batman: ¿tomadura de pelo, obra con boquetes argumentales u obra maestra?
Yo le veo bastante más positivo que negativo
Excelente análisis. Me encantaría si se pudiera hacer un análisis comparativo de las etapas de los últimos arquitectos del cómic de Batman como son Grant Morrison, Scott Snyder y Tom King. Tal vez sea mucho pedir, pero seguro que sería un artículo de colección.
Hola Athos, al leer tu petición he recordado una entrada que hicimos hace 2 años, no es lo que pides – que sin duda es muy interesante- pero puede que sea de tu interés
https://www.zonanegativa.com/opinion-dc-snyder-batman/
Pd: Gracias Pablo por el artículo
Nada, Pedro. Muchas gracias a vosotros.
Athos me apunto la sugerencia
Hola!
Parece que Tom King además de para leer obras da bastante para comentar…
Sobre lo que dices del prólogo de su etapa con el Hombre Calendario como misterioso… Yo no lo vi así. Hay que tener en cuenta que el Batman Rebirth es un número escrito entre Snyder y King, dibujado por Janin. Es como Snyder pasándole el testigo a King y al nuevo equipo creativo por extensión. El tratamiento del Hombre Calendario, con esa reinvención un poco creepy parece un tratamiento más típico de Snyder que de King. Se hace hincapié en el personaje de Duke y cómo comienza su «empleo» con Batman, trama que se desarrollará en All-Star. Al comenzar la lectura de «los confines de la Tierra», até cabos y me di cuenta con todo ello que el Batman Rebirth era en realidad un prólogo a este arco de All Star y no al Batman de King, y el Hombre Calendario era el primer ataque orquestado al que después seguirían Frío, Hiedra y el Sombrero Loco (aunque no se explicite así). Claro que mi razonamiento puede ser erróneo o discutible, pero yo lo veo claro!
Y yo opino como vosotros. Creo que King tiene una idea de la historia general, el principio y el final, y en el resto se deja llevar sobre la marcha, con su idea de hacer la cifra redonda de cien números. De todas formas es una improvisación calculada, porque sus historias tienen un mecanismo narrativo muy preciso (a veces se le ve un poco el cartón, como en la balada del Hombre Cometa). Parece que sigue la idea Hitchcockiana de tocar las teclas para conmover al público y también maneja muy bien el marketing con un cierto personalismo o exposición pública. El mayor pecado que le veo a King es que pone todo al servicio de una historia, sacrificando en ocasiones caracterizaciones de personajes o verosimilitud, que emplea secundarios (especialmente villanos) con aporte nulo a la historia y cierta tendencia ocasional hacia lo pretencioso en los diálogos, a veces con decisiones un poco extrañas como Maxie Zeus recitando a Dante. De todas formas ha hecho contribuciones muy buenas, creo que tiene más que ofrecernos y habrá que ver en qué a a parar todo esto!
Muy buen análisis, Drury Walker. Gracias por el aporte.