Un camino que no tiene marcha atrás
«Cada cual tiene su propia forma de vivir. Nadie tiene derecho a determinar si es buena o mala»
MATSUMOTO Leiji es una de las figuras más importantes de la historia del manga, un autor que debutó en la década de los 50, especializado en publicaciones shôjo, para posteriormente adquirir renombre con obras de género bélico y consagrarse definitivamente a nivel mundial como un reputado autor de ciencia ficción, género en el que desarrolló las diferentes obras que componen el aclamado Leijiverso. Este universo compartido tuvo su punto de arranque en Space Battleship Yamato, en la que esta nave y su tripulación representan la última esperanza de los terrícolas. La siguieron poco después obras que se situaban en el mismo contexto futurista y en las que se producían apariciones de personajes de otras series, ampliando el trasfondo de esta gran space opera con Galaxy Express 999, Capitán Harlock o Queen Emeraldas.
También ejerció como supervisor gráfico de Interstella 5555: The 5tory of the 5ecret 5tar 5ystem, película producida por el dúo francés Daft Punk y Toei Animation para servir como soporte visual al álbum Discovery, culminando en una obra que emana puro aroma a este mangaka, evocando a su genuino diseño de personajes y su maravilloso sentido de la ciencia ficción.
Al abrir las páginas de estos dos volúmenes encontramos el sobrecogedor arte de Matsumoto, que, con un uso predominante del negro y una gran cantidad de imponentes dibujos a página completa, nos transporta al vasto, frío y solitario cosmos. Pero entre la oscuridad emerge la luz de la estilizada figura de Emeraldas, los complejos detalles tecnológicos del interior de las naves espaciales y escenarios sin un gran nivel de detalle, pero con la suficiente cantidad de elementos para aportar información útil durante la lectura. La pausada narrativa del autor y el uso de viñetas amplias favorecen la profusión del diálogo introspectivo como mecanismo para dar a conocer la idiosincrasia del personaje principal y dotar a historias sencillas de una mayor profundidad.
Poco sabemos de Emeraldas al comienzo de la historia, más allá de que es una mujer fuerte y valiente que surca el espacio en soledad a bordo de su nave, el Queen Emeraldas, con el objetivo de ver realizado un sueño que desconocemos. Poco a poco, el autor nos revela pequeños detalles de la personalidad y el pasado de la protagonista, permitiéndonos conocer algunos de los hechos que la llevaron a embarcarse en esta aventura, que determinaron algunos de sus rasgos personales más característicos o que provocaron que la sola mención de su nombre desate el pánico en quienes lo escuchan.
En un principio se pueda percibir a la protagonista como una versión femenina de Harlock. No obstante, hay que reconocer a Matsumoto un esfuerzo por dotar a Emeraldas de una personalidad y un discurso propios, que forman parte de un ejercicio de empoderamiento femenino, realizado en una época en la que no era algo común y ligado a un mensaje de libertad como trasfondo de esta epopeya espacial. Emeraldas es una mujer independiente que se conoce a sí misma, que tiene un férreo código moral y que perseguirá sus sueños hasta el fin de sus días. A través de ella, sus diálogos internos y sus acciones, así como las de otros personajes, el autor dota a la obra de un sentido carácter existencialista y reflexiona acerca de la condición humana, las reacciones dispares que podemos tener ante determinados acontecimientos y los distintos grados de aceptación de las responsabilidades de cada individuo.
Al igual que ocurría en Capitán Harlock con Tadashi, quien se unía a la tripulación de la Arcadia tras el asesinato de su padre para luchar por unos ideales contrapuestos a los de los gobernantes de nuestro planeta, en Queen Emeraldas encontramos a un joven humano que abandona la Tierra para trazar su propio camino y hacer realidad sus sueños sirve al autor para acompañar en cierta manera a Emeraldas y narrar en paralelo la historia de cada una de estos dos personajes. Su nombre es Hiroshi Umino, un terrícola que presume de haberse hecho a sí mismo y no depender de nadie para sobrevivir. Este personaje, en su afán por cumplir sus sueños, se lanzará a explorar el espacio y cruzará su camino en diversas ocasiones con una vigilante Emeraldas, que desde las sombras procura estar alerta para asegurarse de no sufre ningún daño irreversible y que admira la tenacidad que lo mueve, reconociéndose a sí misma en este peculiar personaje.
El espacio que presenta Matsumoto recuerda irremediablemente al Salvaje Oeste americano, con el que comparte multitud de elementos. En los diferentes planetas que son visitados por los personajes podemos encontrar áridos paisajes, poblados solitarios con sus habitantes refugiados en sus casas, saloons, minas donde se obtienen recursos naturales y los trabajadores son explotados por sus capataces, autoridades policiales que evaden sus responsabilidades y buscan hacer fortuna a costa de quienes deben proteger, forajidos que tienen atemorizada a la población, por los que las autoridades han puesto un precio a sus cabezas, y cazarrecompensas que los persiguen como modo de vida para poder cobrar el precio estipulado por su captura. Es por tanto el cosmos matsumotiano un escenario que presenta una dualidad en su naturaleza, siendo por un lado un lugar al que las personas escapan de vidas desgraciadas en busca de hacer realidad sus sueños, pero por otra parte, es un lugar inhóspito y peligroso, en el que la vida humana no tiene valor.
Tal y como ha ocurrido con cada título publicado en su línea manga, Satori Ediciones ha realizado un trabajo sensacional en lo que a la edición se refiere, poniendo gran cuidado hasta en el último detalle de los dos tomos que recogen esta obra, presentado productos muy atractivos realizados con materiales de gran calidad. La editorial gijonesa publica este título siguiendo los patrones establecidos para todos sus mangas, por lo que nos encontramos ante dos volúmenes en formato A5 (15×21 cm), con una robusta encuadernación rústica, vestidos con unas preciosas sobrecubiertas y que incluyen un bonito marcapáginas, a juego con las tonalidades de cada uno de ellos. Además de los capítulos que conforman la historia principal del manga, podemos disfrutar de otros capítulos autoconclusivos que nunca habían sido recopilados en tomo con anterioridad, hasta que se publicó la última edición japonesa, en la que se basa esta, ya que los originales se perdieron y ha sido necesario recuperarlas a través de las revistas en las que se publicaron, requiriendo un arduo trabajo de restauración, presentando una excelente reproducción de los materiales en todas las páginas de estos volúmenes.
También se incluye como contenido extra una interesante entrevista al propio Matsumoto, en la que reflexiona sobre el proceso de coloreado con acuarelas de las portadas o la importancia que para él tiene el personaje de Emeraldas. Ambos volúmenes tiene 416 páginas y cuentan con un precio de 21 euros. A continuación pueden verse varias imágenes de esta fabulosa edición, que una vez más denota el mimo que los responsables de esta editorial ponen al diseño de sus distintos elementos, haciendo justicia al desempeño de una de las figuras más relevantes de la historia del manga.
Lo mejor
• Por fin se publica en nuestro país una obra del Leijiverso que no sea Capitán Harlock.
• La habilidad con la que el autor retrata a la protagonista a partir de pequeñas pinceladas en cada capítulo.
• La edición está cuidada hasta el último detalle, como es habitual en esta editorial.
Lo peor
• El dibujo puede resultar anticuado para algunas personas y dificultar que se acerquen a la obra.
Guión - 8.2
Dibujo - 8.6
Interés - 9
8.6
Satori Ediciones vuelve a presentar en su línea manga una gran obra del cómic japonés en una edición impecable. Queen Emeraldas es una obra que embarga a los lectores por su inmersivo aspecto gráfico, su cuidado y cautivador discurso y su carismática protagonista.
Cuando lo peor que se puede decir una obra es que su (magnífico) estilo visual puede no gustarle a alguien, queda claro que es una obra de mucha categoría. En su día me acerqué al integral de Capitán Harlock atraído por la fama de la obra. A esta Queen Emeraldas me acerqué por lo mucho que me gustó la anterior. Y después de haberla leído no puedo más que desear que la siguiente obra de Matsumoto en verse publicada aquí no tarde en llegar.