Rambla arriba, Rambla abajo…

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Edición nacional/ España:Reservoir Books
Guión:Carlos Giménez
Dibujo:Carlos Giménez
Formato:Cartoné. 80 Páginas
Precio:.

 

Con Rambla arriba, Rambla abajo… Reservoir Books reedita una de las obras fundamentales de Carlos Giménez, o lo que es decir lo mismo, una de las obras fundamentales del cómic nacional y mundial. Fue prepublicada entre 1985 y 1986, en la revista Comix Internacional. Anteriormente fue editada por Ediciones de la Torre y luego Glenat.

Carlos Giménez (Madrid, 1941) es el autor más importante de la historieta española. Capaz de tocar todos los géneros y en todos realizar grandes obras. Donde más ha brillado es en sus obras sobre el periodo histórico más negro de este país. Prueba de ello son obras como Paracuellos, Barrio, 36-39: Malos tiempos o este Rambla arriba, Rambla abajo que nos ocupa.

Rambla arriba, Rambla abajo… supone la carta de amor de Carlos Giménez a la ciudad que lo acogió cuando fue a trabajar a Selecciones Ilustradas. Publicada en principio como parte de Los profesionales con la que comparte personajes, pero es lo único que comparte ya que el tomo aquí esta más cerca del drama. Carlitos, el alterego del autor, pasea por las Ramblas y con él como referencia vemos todas las historias de la Barcelona de los sesenta, con los distintos personajes que la poblaban y que reflejan una época. Nos encontramos ante una historia en la que se entrecruzan los personajes que pueblan la ciudad y la dotan de alma. Todo ello contado como si fuera un plano secuencia sin ninguna interrupción para ajustar la realidad a lo que se quiere contar.

Es una obra en la que apenas pasan unas horas pero son suficientes para mostrarnos el rico crisol que compone una gran ciudad. No es una ciudad normal ya que se haya bajo el yugo de un terrible y opresivo régimen, capaz de aplastar las ansias de libertad de un país. El álbum esta cuajado de pequeñas historias que se entrecruzan con el paseo de Carlitos por Las Ramblas, esas pequeñas historias que ni Franco, ni los turistas, ni lo terroristas serán nunca capaces de acallar. Desfilan por el cómic: parejas de enamorados, vendedores, noctámbulos, niños que juegan, artistas callejeros, prostitutas veteranas, insumisos al franquismo, fascistas y todo tipo de gente. Las historias pasan de la comedia a la realidad mostrandnos las miserias de la ciudad y de un régimen que no se preocupaba por sus gente y no tenia ningún problema en abandonarles a la miseria.

Las pequeñas historias brillan con luz propia, en particular la del anciano que tiene que pedir limosna por primera vez, en ella Carlos Giménez da una lección de lo que es el cómic y de todas la herramientas de las que dispone para contar un historia y tocarnos el corazón. Pero no es la única, Rambla arriba, Rambla abajo… está abarrotada de pequeñas grandes historias, como la del amigo del mendigo que le dice que se levante. Las tres últimas páginas son un perfecto resumen de una época y un símbolo de que la oscuridad iba a terminar.

Parece mentira que viendo la obra acabada, se gestara como una historia de ochos páginas que debía ser otro capítulo de Los Profesionales, que fue alargando hasta convertirla en un álbum. Cuando la lees da la sensación de que todo está atado y medido para hacer una obra coherente y perfectamente estructurada.

Carlos Giménez tiene varias obras autobiográficas, pero alejadas del estilo habitual del resto de ese tipo de cómics. Aquí a pesar de salir como personaje, su historia es una mera anécdota que sirve de hilo conductor del resto, mucho más importantes. Su intención es contarnos nuestra historia, con sus miserias y alegrías. En esta obra se reflejan los primeros momentos de un cambio en la sociedad que acabaría por traernos la democracia, ya que a pesar de lo que nos han querido contar no es obra ni del Rey ni de Suárez, sino de un montón de personas anónimas que no se quisieron resignar a la vida en blanco y negro.

Es un historia en el que el humor está presente pero siempre teñido de tristeza, con una mezcla de ternura e ira. Ya que la comedia siempre se ve cortada por la triste realidad. Además vemos todos los estados de ánimo que pueblan una gran ciudad. Desde la soberbia de los ricos y poderosos hasta la empalagosa estupidez de unos jóvenes enamorados.

En el aspecto gráfico nos encontramos con un Carlos Giménez en su mejor momento, con su característico estilo plenamente consolidado, con esa mezcla de caricatura y realismo. Aquí fluctuá según sea el tipo de secuencia, con la cómicas es más caricaturesco y con las dramáticas más serio. Con sus líneas tan precisas y su habilidad para dotar a sus personajes de gran expresividad. La estructura de página varía en función de la historia que nos cuente en ese momento, pasando de páginas de tres a cuatro tiras según la necesidad de las mismas.

Edita Reservoir Books como todos los últimos trabajos de Carlos Giménez con una calidad destacable. La edición es similar a la de La maquina del tiempo, Crisálida o Paracuellos 7.

Rambla arriba, Rambla abajo… es un testimonio de una época y un lugar concreto que no se debe olvidar para poder valorar la historia en su justa medida. Es una novela gráfica antes de que se pusieran de moda. Y una a la altura de las mejores. Pero eso no puede sorprender cuando hablamos de un tebeo de Carlos Giménez que se merece todos los reconocimientos que se le puedan dar como el Premio nacional de cómic o el premio Princesa de Asturias.

  Edición nacional/ España:Reservoir Books Guión:Carlos Giménez Dibujo:Carlos Giménez Formato:Cartoné. 80 Páginas Precio:.   Con Rambla arriba, Rambla abajo... Reservoir Books reedita una de las obras fundamentales de Carlos Giménez, o lo que es decir lo mismo, una de las obras fundamentales del cómic nacional y mundial. Fue prepublicada entre…
Guión - 9.5
Dibujo - 9
Interés - 10

9.5

Obra Maestra

Una de las obras maestras del maestro Carlos Giménez.

Vosotros puntuáis: 9.08 ( 6 votos)
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Diego García Rouco
Nacido en Barakaldo en 1977 donde sigo viviendo. Descubrí los cómics en una librería de barrio con Tintin, Asterix, SuperLopez y los personajes de Ibáñez. En 1989 descubrí los superheroes de la mano de Stern y Buscema con el numero 73 de la edición de Forum de Los Vengadores. A estas lecturas se fueron incorporando la novela gráfica y el manga, de los cuales, a diferencia de los superheroes, nunca me cansé. Todavía sueño con ser agente Espacio-Temporal y de Planetary, con visitar mundos de fantasía con el señor T., Philemon, Lord Morfeo, Arale y Thor. Viajar con Reed, Ben, Susan y Johnny al futuro y pasear por el cuartel de la Legión. Recorrer la antigua Roma con Alix y una cantimplora de poción mágica. Buscar Mú, perderme en un viaje al corazón de la tormenta, contemplar el Olmo del Cáucaso mientras paseo por un Barrio Lejano leyendo El almanaque de mi padre. Conseguir beber la sangre del Fénix. Leer, al fin, algún articulo de Tintín y de Fantasio sin que me molesten los absurdos inventos de Gastón. Perderme por las murallas de Samaris, mientras de la pirámide flotante de los inmortales cae John Difool. Enamorado de la chica de los ojos rojos y de Adele. Y cabalgar hacia el amanecer con Buddy Longway, Red Dust y el teniente Blueberry. Con un poco de humo azul en los labios...
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