Edición original: nov. 2009 – mar. 2010 – Marvel.
Edición España: jul. 2010 – Panini.
Guión: Dan Abnett, Andy Lanning
Dibujo y entintado: Leonardo Manco, Mahmud Asrar, Kevin Walker
Entintado: Nathan Fairbarn
Portadas: Clint Langley
Color: Jeff Huet, Allen Martínez
Precio: 9,95 € (Tomo recopilatorio en tapa blanda)
De unos años para acá, la parte cósmica de Marvel ha dejado de ser el pariente paupérrimo para recuperar buena parte de la importancia que ostentara en la década de los noventa. Ahora como entonces es una pareja de guionistas la que se encarga de llevar la batuta de un sector de la casa de las ideas donde, más que franquicia, lo que hay es un batiburrillo de ambientes, conceptos y cacharros varios. Ahora como entonces, asistimos a un proceso de explosión-implosión, expresado en la aparición y desaparición de colecciones donde se descongelan y vuelven a congelar personajes hasta mejor ocasión. Ahora tenemos a Dan Abnett y Andy Lanning, como antaño tuvimos a Jim Starlin y Ron Marz.
El dúo de escritores británicos es un viejo conocido de la afición a los superhéroes y, aunque empezaron sus carreras de forma separada –Abnett como escritor, Lanning como entintador-, son sus trabajos conjuntos los que han dejado más huella en el mundo de los tebeos, principalmente marvelianos y deceeros. Si nos remontamos un poco en el tiempo aparece su labor en Fuerza de Choque y Máquina de Guerra, cuando Iron Man tuvo algo parecido a una franquicia separada de la vengadora. Aparecen también títulos de la antaño prolífica división británica de Marvel y, acercándonos un poco al tema espacial, uno de tantos relanzamientos de la Legión de Superhéroes, una curiosa paradoja, si tenemos en cuenta que la Guardia Imperial, el supergrupo protagonista de la miniserie de la que toca hablar hoy, es un entrañable trasunto del mítico y futurista cónclave de empijamados de DC.
La Guardia Imperial fue una de las tantas afortunadas creaciones con las que Chris Claremont y Dave Cockrum llamaron la atención de la nueva y diferente Patrulla-X. Se trataba de un nutrido grupo de superhéroes que estaba a las órdenes del Imperio Shi´ar y que cruzó su camino con el de los mutantes al final del épico arco argumental que incluyó a Erik el Rojo, el cristal M´Kraan y Lilandra Neramani. Cada uno de sus miembros era un homenaje que Dave Cockrum hacía a los integrantes de La Legión de Superhéroes, colección de la que se había encargado anteriormente. El ejemplo más patente lo teníamos –y tenemos- en Gladiador, un Superman (o Superboy) con el peinado del kirbiesco OMAC. Este origen, que no es excepcional en la historia del comic-book yanqui, definió en buena medida el tratamiento que los sucesivos autores dieron a los personajes, los cuales se han pasado las primeras tres décadas de su historia haciendo el papel de adversarios eventuales a los que apalizar cuando el Imperio Shi´ar aparecía en danza (como aconteciera en la saga Operación: Tormenta galáctica). De sus integrantes, sería Gladiador, por su condición de Superman apócrifo, el que contaría con mayor número de apariciones, siendo una de las más curiosas la que realizó el otrora genial John Byrne en los números 249 y 250 de The Fantastic Four. En esos tebeos y tres años antes de que le tocara regir como autor completo los destinos del kriptoniano, “pataletas” Byrne daría su peculiar explicación en torno al fundamento del poder de Superman, tomando como conejillo de indias al atribulado Gladiador. Con ésta y otras apariciones, daba la sensación de que los autores de turno querían exagerar hasta el desagrado las cualidades que definían a uno de los iconos de la distinguida competencia, pero ésa es otra historia. El caso es que, hasta tiempos muy recientes, Gladiador y sus compinches parecían limitados a la función de comparsas.
Abnett y Lanning han desarrollado una curiosa labor de recuperación de personajes. Starlord, Nova, Adam Warlock, Gamora, Mantis, Dragon Lunar… la lista sería muy larga, y aunque en algunos casos el rescate ha pagado el alto precio de hacer poco menos que tábula rasa con su personalidad y trayectoria, tiene el mérito de presentar a las nuevas generaciones caracteres que dormían el sueño de los justos o dar una oportunidad a quienes, como los superhéroes shi´ar, estaban sin llegar a estar. Reino de Reyes: Guardia Imperial permite comprobar cómo afronta la Guardia Imperial el nuevo statu quo derivado del explosivo fin de Guerra de Reyes. Vulcano está (presuntamente) muerto, al igual que Lilandra. Los vencedores pretenden imponer un virreinato, lo que supone una curiosa analogía con el final de Operación: Tormenta Galáctica, pero ahora como entonces, la población nativa se opone. El peso de la corona recae sobre los atribulados hombros de Gladiador, que debe dejar el campo de batalla para pasar a la estrategia de gabinete. Debe mandar y debe dejar partir a sus antiguos camaradas a una misión en la que la razón de Estado le impide participar. Esta situación es una buena ocasión para que los autores intenten dar algo de personalidad a los demás legionarios, perdón, guardias. Si a estas premisas añadimos la presencia de los Saqueadores Estelares, tendremos una mixtura que, sin ser especialmente sabrosa, permite pasar un rato entretenido, sobre todo para quienes siguen con asiduidad los eventos cósmicos marvelianos. El resto puede guardarse los maravedíes en la faltriquera.
Estupenda reseña, Luis. Personalmente disfrute esta miniserie tanto por los lápices de Kev Walker (por el que siento debilidad desde la tercera y cuarta miniserie de los Marvel Zombies) y ese tono a lo relato bélico interestelar que gasta la historia. Como personajes de serie Z, todos y cada uno de ellos son prescindibles y parecen ser perfectamente conscientes lo que le añade si cabe mayor imponencia a la amenaza a la que tienen que hacer frente. Echaré de menos a algunos de los caídos, pero como bien refleja el genial epílogo
no serán los últimos, ni en vivir, ni tampoco en morir
recuerdo a dan abnett de cuando hizo las guerras mis-tec en la marvel UK……y era un guinosta horroroso por aquella epoca, de hecho aquella miniserie era un desproposito a la altura o peor del ultimatum de loeb
sin embargo con lanning ha conseguido readaptarse, y sacar adelante proyectos muy interesantes…de vez en cuando tiene algun ramalazo sin mucho sentido, pero entre lo que le frena su colega o como reconducen cada momento discordante les esta quedando un submundo cosmico realmente bueno
PD: en la pareja que indicas de jim starlin – ron marz pasaba algo similar, marz servia de contrapunto para las idas de pinza de starlin, pero cuando tuvo que trabajar solo era mas bien tirando a mediocre
Es recomendable entonces? No se necesita leer nada de Rey de Reyes antes?
Recuerdo a Abnett y Lanning de sus tiempos en Force Works y desde entonces no he tenido el valor de leer nada de ellos…. de verdad han cambiado tanto el estilo… hasta al ser al menos legibles??
La verdad que si han cambiado… para mi lo mejor de ellos es sin duda Guerra de Reyes y Guardianes de la Galaxia y la actual serie de Thanos… Nova me aburrio… y esta miniserie hace pasar un muy buen rato, muy entendible asi que es recomendable…
Yo me sorprendí mucho al ver el trabajo de Abnett y Lanning en la franquicia cósmica de Marvel. Sentía por ellos la misma aprensión que quienes se acercaron a leer Fuerza de Choque, sin terminar de entender los motivos de extraño giro que mandaba al cajón a los Vengadores Costa Oeste y montaba una cosa que nunca terminó de cuajar, en parte por el baile de dibujantes. Poco tardó el grupo en volver a acercarse a los Vengatas y luego vino aquello de la Encrucijada, con los magnificentes Terry Kavanagh y Ben Raab… En fin, que parecen otros, pero es que, leñe, han pasado quince años.
P. D. Mys-Tech Wars ¡un cásico!
Abnett & Lanning eran unos incompetentes en los 90 que acabaron exiliados en su pérfida albion haciendo comics y novelas para Games Workshop.
Su segunda oportunidad vino con su etapa como guionistas en Legión de Superheroes, donde montaron aquello de Legion Lost y con Coipel al dibujo. No lo he leído, pero dicen que está muy bien.
Pero ahora están que se salen. Han actualizado a los personajes cósmicos de una forma pasmosa, dando lugar a una revolución en mi opinión sólo comparable con lo que hizo Starlin.
Su gran acierto: dejarse de Thanos, Estela Plateada, Galactus y Warlock (aunque los han usado a todos) y centrase en personajes antes menores a los que han engrandecido. Y darle un giro a cada personaje.
Este comic, por ejemplo, es uno de los pocos en los que hemos conocido algo de las personalidades y motivaciones de la Guardia Imperial. y mira que llevan años existiendo.