Conoce más a los titanes, el superequipo titular del Universo DC
Relatos de los titanes es una cabecera que nos evoca a la que ha sido y será la etapa más laureada de este supergrupo, la de Marv Wolfman y George Perez. Tom Taylor y Nicola Scott serán los encargados de volver a traer al centro del Universo DC a este superequipo, como aperitivo ECC ha publicado este tomo de relato de los titanes, que se publicó originalmente paralelamente a esta renumeración. Cada número, de un total de cuatro, tiene un equipo creativo distinto y se centra en un personaje. Para hacerlo un poco más justo a la hora de hablar vamos a ir uno por uno.
El primer número se centra en Starfire, como ya veremos en la tónica del resto de números, no nos van a contar su pasado por enésima vez ni nos hablarán de Okaara, X’Hal y Komand’r en exceso. Veremos a una Koriand’r que quiere establecer una amistad con Barbara, que ama a sus compañeros pero que se sigue sintiendo una extraña entre ellos muchas veces. Ya no está perdida en la Tierra, ya es una más de ellos y es una adulta. Por eso mismo, cuando tiene que ayudar a unos colonos tamaranos tendremos un viaje introspectivo de lo que ha significado este viaje y que significa vivir en la Tierra para ella. Compaginar su identidad con su terrible adolescencia y preciada infancia.
El guion corre a cargo de Shannon Hale y Dean Hale, escritores sobre todo de cómic juvenil, conocidos por Las aventuras de Diana: princesa amazona y por las novelas infantiles de Chica Ardilla en Marvel. Protagonizaron hace un par de años un poco de revuelo al salirse de la iglesia mormona por desavenencias sobre la misoginia y el colectivo LGBTI. Han sabido plasmar muy acertadamente la sororidad del personaje, las dinámicas de la torre son divertidas recordándonos un poco a la serie de Cartoon Network en el buen sentido, aunque se sienten diálogos un poco anticuados continuamente. Creo que el guion queda algo desaprovechado y algún personaje algo fuera de lugar como Raven, pero en lo que se centra lo hace muy bien.
Javier Rodríguez es el encargado de deleitarnos a los lápices y creo que ayuda a que este cómic destaque mucho más. Escribir a un personaje que se deja llevar continuamente por las emociones y que mucha gente la tacha de demasiado sensible es un trabajo complicado, pero por cada gesto que nos muestra Javier entendemos cada una de las emociones y frustraciones de la princesa tamarana. Los momentos en grupo y los diseños de la colonia tamarana son por razones distintas una maravilla. El homenaje a la viñeta de George Perez justo al último número de Tales of the new teen titans donde se contaba el pasado muestra que con estilos distintos Rodriguez y Perez han hecho trabajos increíbles.
Este número comienza con la bienvenida al mundo del hijo de Rosabelle, más conocida como Pantha, que es posible que hayáis perdido del radar, fue un miembro de los titanes de Wolfman y murió allá por Crisis Infinita. Partiendo de aquí, Rachel, se verá envuelta en una trama heredada de Planeta Lázaro, donde su nuevo hermano Trilogy intenta reunirse con Trigon y necesita de un hijo nacido a través de una secta al demonio para adquirir poder. Raven se infiltrará sin poderes en esta, rememorando los pasos de su madre para concebirla y ayudará, de la forma que Azarath hizo con Angela, a esta para que pueda decidir su propio destino.
El guion esta vez sale de la pluma de Tini Howard, quien ha hecho sus deberes más que excelente a la hora de tratar a Raven de la manera en la que ha ido creciendo editorialmente en la última década. Desde que Wolfman hiciera sus dos miniseries pre-Renacimiento había quedado más que claro que Rachel quería distanciarse de su pasado tan trágico y dejar que aprenda a controlar sus emociones sin tener que reprimirlas del todo, algo que se había ido construyendo desde mediados de su carreta con los Nuevos Titanes. Quien no esté muy familiarizado con la resurrección de Raven o las miniseries modernas del personaje sentirá muy cambiada al personaje, pero creo que Tini Howard ha sabido plasmar muy bien esta dualidad y acercarnos a todos al personaje de forma amable y bien escrita.
El dibujo de Eleonora Carlini y el color de Lee Loughridge funciona muy bien como tándem, en los momentos de representar la secta y los demonios sobresalen, pero cuando se trata de mostrarnos al resto de titanes en la fiesta de Pantha no es tan acertado, Garth tiene el mentón tan perfilado y de color tan blanco que parece El Joker. Eso sí, el diseño de Raven me parece un ejercicio muy curioso y ese toque gótico moderno le queda muy bien. En los momentos de acción y mostrar divinidades y demonios saben hacer algo muy dinámico y composiciones que entran rápidamente por los ojos y que narrativamente son muy claras y expositivas.
Donna Troy es la única que no tuvo su número en la miniserie original de Wolfman y Pérez, fue Victor Stone el que ocupó su lugar. Adentrándonos en el comienzo de este número, Donna está trabajando en lo de siempre, la fotografía y moda, en este caso para un desfile de Mari, Vixen. Esto nos lleva a comentar su problema con la Agencia de Extradición de Amazonas, algo gordo que está pasando en la Wonder Woman de Tom King, pero que por ahora no tenemos fecha de publicación en España, así que aquí os dejo la reseña del primer número USA y un tirón de orejas a ECC para que nos la traiga por aquí. Donna tendrá que afrontar la situación de sus hermanas con las ganas de actual para ayudar al mundo, y ella sola se enfrenta al barón Bedlam de Markovia, ya sabéis que los titanes y este territorio tienen mucha historia; todo mientras busca que la antigua fundación de La Liga de la Justicia pueda ocuparse de la ayuda humanitaria, haciendo un puente entre la vieja guarda y la nueva.
Steve Orlando es un guionista que suele acertar mucho a la hora de representar conflictos internos y políticos. También es un guionista con un buen recorrido usando personajes con pasados turbulentos, Donna Troy es la definición de pasado complicado. Es uno de los personajes más complejos y con más orígenes de la editorial, desde ser en realidad Diana de joven, una niña que salvó Wonder Woman de un incendio, un titán mítico o una amazona de Themiscyra; toda esta ambigüedad no existe en este número, sabe con pequeñas pinceladas decirnos quien es y de donde viene mientras nos construye la personalidad que tan bien conocemos de Troia.
El dibujo corre a los lápices de Katherine Lobo y el dibujo a Adriano Lucas. Es la primera obra que recuerdo de Katherine Lobo y me ha sorprendido muy gratamente, a Adriano Lucas creo que no paro de hablar de él, como colorista siempre sabe ensalzar el trabajo de sus compañeros. Las escenas de acción y son dinámicas y simples, recordando mucho a los mangas, algo que se acentúa en los diseños de la mayoría de los personajes femeninos con ojos grandes y caras redondeadas.
En el último número tenemos a Beast Boy, que, de escapada con su pareja, al fin podemos decir que son pareja, tendremos un viaje de descubrimiento y sanación. Tras los acontecimientos de Crisis Oscura en Tierras Infinitas Gar había perdido un ojo y tenía ciertos traumas que superar, ya que Slade le abrió en canal durante el segundo número del evento. Será a través de un enfrentamiento con Anthony Lupus, un villano muy antiguo del Batman de Len Wein que podrá poner en calma a su cabeza.
El guion de Andrew Constant habla sobre la sanación y lo importante que puede ser el amor, a pesar de que Beast Boy es un poco gilipollas con Raven. El uso del Hombre Lobo no le sienta muy bien al cómic, no parece estar aprovechado y se sienten las menciones a la historia original con Batman algo alejadas del público objetico de este cómic. Gar también queda algo fuera de lugar, acostumbrados a un personaje dicharachero, aún con el trauma reciente, parece más acertada la caracterización de Raven que la suya.
En cuanto al trabajo de Ted Brandt y Ro Stein al dibujo si que puedo decir que han sabido recoger muy bien una acción dinámica, unos diseños que me encajan al doscientos porciento y composiciones muy bien cuidadas. Las diferencias entre los licantropismos, las transformaciones de Beast Boy y cosas que serían bastante spoiler contar hacen de este número uno de los más solidos al dibujo. El color de Lee Loughridge funciona muy bien y se siente homogéneo con la historia de Raven, a la vez se distancia bastante del trabajo de Los mejores del mundo pero sabiendo destacar igualmente.
Al contrario que con Relatos de los nuevos titanes, no existe un hilo conductor entre todos los números, quizás ese ambiente de aventura cotidiana de los titanes, más pausada para que cada personaje contase sus pasados y preocupaciones se pierde un poco al ser cada número totalmente independiente. Pero ese costumbrismo reaparece de otra manera en estos números, aunque sea más diluido en situaciones como dentro de la torre y no en unas vacaciones conjuntas.
En resumen, las historias de cada uno son totalmente distintas las unas de las otras y están bastante desconectadas entre sí, cada una tiene una calidad distinta y no funcionan como introducciones al personaje desde cero. Si llevas tiempo sin seguirle la pista a estos personajes, si los conocemos y te interesa el Nightwing/Titanes de Taylor este tomo es para ti. Funciona muy bien como preludio a la serie principal y complementa muy bien los huecos que podrías tener sobre ellos antes de llegar a la serie regular.
Lo mejor
• Da bastante contexto y ninguna de las historias es mala.
Lo peor
•Desentona los distintos estilos artísticos para cada número.
Guion - 6.5
Dibujo - 7.5
Color - 7
7
Un trabajo muy dispar pero que mantiene una calidad bastante aceptable en su conjunto