Renacimiento DC: Fase 1 (Parte 6)

Sinopsis: John Constantine regresa a Londres gracias a la ayuda de Swamp Thing, a cambio de ello, el mago inglés ha de hacer algo por él: encontrar a Abby Arcane, su pasada amante y actual avatar de la Podredumbre. Para ello, le presenta a una vieja amiga, Mercury. Por su parte, John y su amigo y conductor de taxis, Chas, se ven perseguidos tras visitar a Clarice Sackville en el Club Tate. Ambas historias cruzarán camino con el relato de los hermanos Marid y Adnan, seres mitológicos (o del folclore) por los que no pasa el tiempo y con cierta influencia en el devenir de la humanidad.

A destacar: Para muchos, Hellblazer no ha recuperado su esencia desde su salida de Vertigo. Ni Ray Fawkes ni Tynion IV, lograron durante los new 52 y DC You narrar historias de John Constantine a la altura de su historia. En aquel trasvase – o incluso antes- algo se perdió ¿O puede ser qué dicho personaje ya no de más de si de manera individual?
Con Renacimiento, los seguidores de Hellblazer esperaban justo eso, ver al viejo y cínico John Constantine, y eso solo se ha conseguido en parte a lo largo de los siete números que componen el primer volumen que pública ECC. Simon Oliver, el guionista, es conocedor del personaje y por lo que se percibe en la lectura del tomo, especialmente de su primera etapa, una vez creado por Alan Moore dentro de Swamp Thing. A lo largo de las 160 páginas se leen numerosas referencias, especialmente a la etapa de Delano, que puede impedir que el lector novel disfrute por completo de la lectura. Y aunque el lector añejo, conozca y le gusten las recuperaciones de personajes pasados o las alusiones acontecimientos de anteriores volúmenes de Hellblazer, es posible que esta lectura no le satisfaga por completo, al no ser una historia centrada al completo en Constantine. Oliver pretende crear una gran historia, la cual no concluye en el #6, sino en el próximo tomo, con el #12, tras el cual, finaliza la etapa de Oliver y se inicia la de Tim Seeley y de Jesús Merino. Ofrece tres hilos argumentales, y los tres presentan temas interesantes; quiénes son esos hermanos y que pretenden, el viaje a la Podredumbre de Swap Thing y Mercury, y su conversación, así como los ácidos y reconocibles diálogos de John. Sin duda, estos últimos, son los que más disfruta el lector, ya sea con su abusiva relación con Chas o bien cuando aparece en escena White Boy y la resolución del aprieto en el que se encuentra John. En definitiva,Oliver tenía buenos ingredientes y sin duda sabe cocinar, pero no ha sabido montar el plato de manera adecuada o esperada por el lector.
Respecto al apartado artístico, señalar su irregularidad, tanto por presentar dos dibujantes, Moritat que se ocupa tanto del número Rebirth como del #1-4, y Pia Guerra del #5-6 (ya en el #7 se ocupará de los lápices Philip Than hasta el #10, y Davide Fabbri del #11-12), de estilos muy diferentes, como por el hacer del inicial Moritat, capaz de hacer páginas excelsas como otras anodinas, mostrar una excelente narración o ser muy básico, así como acercarse en ocasiones a un rostro representativo de Constantine y en otras dibujarle de manera caricaturesco.

Recomendación:Es tomo que se disfruta, que no aburre, que rememora el pasado de Constantine, pero que no da lo que uno puede esperar, pudiendo exclamar en esta ocasión, que el que mucho abarca, poco aprieta. Por otro lado tiene el hándicap, que para ser una historia inicial, su arco argumental es largo, pues no concluye en este tomo, sino en el próximo, con el número #12. En definitiva, un tomo con sabor agridulce.

Sinopsis: Killer Frost se ha reformado, y Batman, pese a su complicado carácter, decide darle otra oportunidad creyendo en ella e invitándola a formar parte de un nuevo grupo de superhéroes mortales y humanos, en los que los ciudadanos puedan sentirse más identificados. Junto a ellos estarán Vixen, Canario Negro, The Ray, The Atom y el macarra de Lobo. Un peculiar grupo que tendrá que enfrentarse a una amenaza alienígena que traerá nostalgia sobre todo a los fans de la JLE de Keith Giffen y J.M. De Matteis, hablamos de los Extremistas, con el tirano Lord Havok a la cabeza. ¿Logrará esta nueva y flamante JLA derrotar a estos villanos?

A destacar: Una nueva JLA comienza tras ese extraño experimento de Bryan Hitch que empezó muy bien y acabó fatal, y que finalmente le abrió las puertas de la Liga de la Justicia en Renacimiento, y que hemos podido ver como no ha resultado ser una buena idea. Steve Orlando, al que hemos disfrutado en DC You con las infravaloradas Midnighter y Midnighter y Apollo, se encarga de escribir esta serie, tras las buenas críticas que ha recibido su trabajo en Supergirl. Con unos personajes secundarios, algunos de los cuáles que hacía tiempo que no veíamos, tienen la oportunidad de cobrar más protagonismo ahora, como The Ray o Vixen. Killer Frost acapara el carisma del grupo y es el personaje de largo más interesante tras este nuevo estatus moral que ha adquirido. Más allá de ello, tenemos una serie que tras unos one-shot especiales que presentan a los personajes y su historia personal, y cuyas reseñas USA ya hicimos en su momento, el primer arco es muy sota caballo y rey, con un número introductorio con Batman reclutando al equipo, y después un primer número espectacular repleto de acción que nos presenta a los villanos de turno, en este caso los Extremistas, que van a ser los antagonistas del primer arco. Es una lectura rápida y ágil, pero no tiene nada especialmente interesante, más allá del atractivo de algún personaje o de la subtrama de Atom.

Recomendación: Una serie para los nostálgicos de la Liga de la Justicia Europea que quieran ver de nuevo a los Extremistas en acción, así como otros personajes que estaban un poco olvidados como The Ray o Vixen y en general para todos aquellos que disfruten de estos personajes que conforman el equipo, y que normalmente han jugado un papel bastante más secundario en el universo DC. Y como no, el apartado visual, como es habitual en Ivan Reis es excelente, por lo que es un punto a favor. Y sobre todo, recomendado para todos aquellos que estén aburridos de la Liga de la Justicia de Bryan Hitch (y con razón), aquí pueden encontrar una alternativa de aventuras de un grupo superheroico de DC, que aún siendo más de lo mismo y no destacar especialmente por nada, por lo menos entretiene y no se hace pesada su lectura, lo cual ya es un logro comparativamente hablando. Es increíble que con el nivel de calidad que hay ahora mismo en DC Comics no haya una colección de la Liga de la Justicia buena de verdad, pero así está la situación ahora y de momento habrá que conformarse con lo que tenemos.

Sinopsis: Kara Zor-El finalmente ha encontrado una familia en la Tierra. Tras llegar un acuerdo con el DEO – acrónimo en inglés del Departamento de Operaciones Extranormales -, Supergirl se convierte en Kara Danvers. Sus padres adoptivos también son agentes de la misma organización, y esta actualmente está dirigida por la directora Cameron Chase. Con su nueva vida como una terrícola más, deberá aprender a vivir cómo lo hizo su primo Kal-El, con la diferencia que Clark Kent vivió toda su vida en la Tierra, y Kara lo hizo en Krypton. Esta nueva vida incluirá empezar a trabajar por la prestigiosa Cat Grant. Esto debería ser suficiente aventura para nuestra kryptoniana, pero un viejo enemigo regresará para hacerle la vida imposible: Cyborg-Superman. Pero esta nueva encarnación del mítico villano tiene algo que lo liga intrínsecamente a Kara, pues es su padre kryptoniano, el científico Zor-El.

A destacar: Steve Orlando deja a un lado personajes oscuros y series grupales, para centrarse en la prima de Superman. Para ello la acompañan Brian Ching en la serie regular, y Emanuela Lupacchino en el número de Renacimiento. Cierto es que esta serie parece, a primera vista, más la serie de televisión que la Supergirl introducida en los Nuevos 52. Pero al igual que con John Diggle en Green Arrow, son elementos que se eligen porque quedan bien en el universo de los cómics – y porque ciertos elementos, cómo lo de Kara Danvers, lo han elegido de continuidades previas -, y con ello no se sienten cómo una intromisión. DEO está dirigida por Cameron Chase, quien fue quien introdujo esta organización en el universo de los cómics, y sigue la estela de la destitución del director Bones en Batwoman. Cat Grant había dejado el Daily Planet en la serie Superman durante la etapa de Scott Lobdell, por lo que ver que finalmente ha triunfado por su cuenta va en la misma linea. Finalmente, ubicarla en National City no es más que darle su propia identidad, especialmente con Superwoman también cubriendo Metropolis y Smallville. Por último, el villano de este primer arco, no podía beber más de los Nuevos 52, con todo lo bueno y malo que esto conlleva a estas alturas.

Recomendación: Pese a los elementos mencionados arriba, no es una serie basada en su contrapartida en televisión. Es un punto y aparte de la serie que hubo en los Nuevos 52, donde tras elegir que interesaba de dicha etapa anterior, empieza la nueva partiendo de un nuevo statu quo. Si estás acostumbrado a un estilo de dibujo «de la casa», puede que te cueste asimilar el estilo más ligero de Brian Ching. Por parte del guionista, Steve Orlando parece querer hacer su propia versión de la Chica de Acero, más optimista y colorida – y no lo decimos únicamente por el buen trabajo de Michael Atiyeh -, mostrando que no hay que pasar toda una vida en la Tierra, para quererla cómo tu nuevo hogar.