Las bases del Black Adam del futuro
«Quiero saber porqué vas en metro»
Había curiosidad, expectativa y cierto temor para ver como continuaba la maxiserie sobre Black Adam. Recordemos que en el tomo anterior que correspondía a los seis primeros números, Priest y Sandoval abrían varías líneas narrativas de diferentes niveles de complejidad y de tono.
Íbamos desde la densa trama vinculada con Theo Adam y sus trazas geopolíticas hasta la alegre y desinhibida presentación de Malik como White Adam.
Este segundo tomo supone un punto de inflexión en el apartado gráfico. Si bien en el primero la presencia de Rafa Sandoval prácticamente era total, en esta segunda parte tenemos uno de los grandes lastres del cómic de superhéroes, la kryptonita de la continuidad, un baile de dibujantes que nos hiela el espinazo.
Se agradece el esfuerzo por buscar autores con una estética similar y gestionarlos para que el dibujo y la narrativa no se resientan demasiado. Esta segunda mitad pega un bajón atenuado. También se nota la fuerte personalidad como guionista de Priest del que suponemos que ofrece un guion detallado que ayuda a dar cierta homogeneidad a esta serie y a su obra en general. El escritor suele utilizar determinados recursos narrativos como marca de la casa y eso ayuda a dar una sensación de regularidad.
Yendo a la trama…
Priest le hace un favor a Black Adam y a DC. Profundiza en el pasado del personaje y en su psicología para darle firmeza a sus motivaciones. La serie trata sobre la destrucción y reconstrucción del personaje para dejarlo en la casilla de salida de cara a su nuevo estatus en la continuidad DC. Aunque ya veremos sí con los cambios recientes a nivel empresarial y la vinculación con el medio audiovisual permiten a Black Adam ser un personaje importante o quedarse en el rincón de esperar.
Por otro lado, la trama más tenue, divertida y frívola, la que está vinculada a White Adam, se complica al mezclarla con el resto de historias. Malik es divertido y locuaz, lo que permite a Priest darle un toque más urbano y contemporáneo al cómic, un personaje moderno con preocupaciones y necesidades vinculadas al siglo XXI.
Lejos de idealizarlo, Priest enfrenta a Malik a sus contradicciones como ser humano, como joven negro de entorno urbano en la actualidad. El resultado es un personaje menos limpio, menos puro, al que se le ven las grietas en su supuesta heroicidad, una psicología compleja porque es realista, es humana, mucho más allá de los semidioses sin dobleces que solemos ver en las viñetas del género (o al menos en la continuidad). Esperemos que esto no sean pistas para convertir a White Adam en un villano.
A pesar de los hallazgos, de los distintos niveles de lectura y de la complejidad, este segundo tomo baja un peldaño respecto al primero y supone una continuación algo fallida. Quizás sea al baile de dibujantes (Burrows, Montos, Sandoval, Luis, Ferreira) que le da una trayectoria irregular, la limitación a doce números de una cantidad de tramas y subtramas tan densas o la casilla final (presuntamente) impuesta desde las altas esferas. La cuestión es que esta mitad de la colección vulgariza la serie sin dejar de ser apreciable y agradecida a diferentes niveles de lectura. Hay momentos confusos, precipitados y algo aturullados que dan la impresión de ser peajes necesarios por los que pasar.
En conclusión, el cierre de Black Adam es un recorrido impetuoso y fuerte, complejo, irregular y entretenido que supone un lavado de cara del personaje, una actualización y la necesaria reforma en profundidad de su mito, motivaciones y psicología de cara a una supuesta proyección en el futuro.
Sería una lástima que el trabajo de Priest (siempre apreciable a pesar del pequeño bajón) no se viera recompensado con una continuidad sostenida en el tiempo y quedara guardado en un cajón a la espera de que el siguiente equipo que se haga cargo de BA lo desarrolle o lo liquide.
Lo mejor
• La solidez del trabajo de Priest con Black Adam.
• El personaje White Adam.
Lo peor
• Es algo mas aturullado que el primero volumen.
• El baile de dibujantes.
Le da fondo y coherencia al personaje.
Guion - 7.5
Dibujo - 7
Interés - 7.7
7.4
Cerramos la serie limitado un poco por debajo de la primera parte aunque con mucho contenido para Black Adam.
