Reseña DC: Justice League of America: Killer Frost Rebirth #1

Última semana con one-shots dedicados a los nuevos integrantes de la nueva Justice League of America. Y a diferencia de los anteriores, este si es presentado durante el mini-evento Justice League vs Suicide Squad. Por ello, este número se ubica una vez finalizado el evento, donde vemos si realmente alguien cómo Killer Frost tiene cabida entre los superhéroes.

Han habido 3 encarnaciones del personaje de Killer Frost. La primera fue creada por Gerry Conway y Al Milgrom en las páginas de Firestorm en 1978. Crystal Frost fue una estudiante universitaria que cayó enamorada del profesor Martin Stein. Este la rechazó, ya fuera por ética o por ser demasiado «fría» para él, cosa que marcó la personalidad de Crystal. Esto no impidió que terminase la carrera como científica, y que años más tarde volviese a encontrarse a Martin Stein, esta vez como colaboradores. Allí, por un accidente, Crystal acabaría recibiendo los poderes que la convertirían en Killer Frost. Al tener todo el poder que no tuvo como Crystal, la primera Killer Frost decidió vengarse de todos los hombres que la habían rechazado. Y empezó con quien más le importó, su profesor de la universidad de Hudson. Afortunadamente para Martin Stein, para entonces ya era la mitad de Firestorm, y este usó sus poderes nucleares para derrotarla. A partir de aquel entonces, fue una villana recurrente del Hombre Nuclear, hasta que descubrió que sus poderes la estaban consumiendo literalmente. Firestorm intentó salvarla en el último momento, pero acabó siendo un beso (nuclear) de despedida.

Pero con la muerte de Crystal Frost, no desaparecía Killer Frost. Poco antes de perecer, había conocido a Louise Lincoln – si, las «LL» no sólo abarcan el universo Superman -. Y cuando Crystal murió, en respeto a su mentora, Louise recreó el experimento y se convirtió en la segunda Killer Frost. Y dado que fue creado por los mismos autores en la misma serie, siguió siendo una villana principal de Firestorm. Con el paso de los años, acabó siendo una amenaza para otros superhéroes. Algunos de ellos fueron Kyle Rayner o Superboy, cuando Killer Frost vendió su alma a Neron a cambio de más poder. También fue reclutada por la Suicide Squad de Keith Giffen, y no sería la única organización de la cual formaría parte. La Sociedad Secreta de Supervillanos, como su predecesora, o la Injustice League de Lex Luthor. También ha formado alianzas temporales, especialmente de temática gélida, si bien en alguna ocasión han sido manipulaciones por parte de poderosos telépatas como Gorilla Grodd. Con este historial en los cómics, no sorprende verla en otros medios. Primero en el videojuego Injustice: Gods Among Us y luego en la película Suicide Squad: Assault on Arkham, todas ellas posteriores al inicio de los Nuevos 52.

Este dato es importante, pues el universo post-Flashpoint nos presentaba la tercera Killer Frost. Recreando el origen de la primera, y cómo legado de la doctora Louise Lincoln – respetando así ambas predecesoras -, Caitlin Snow acabaría convirtiéndose en la nueva Killer Frost. Pero a diferencia de la original, no fue un accidente, sino un intento de asesinato por parte de los agentes de H.I.V.E., quien ya habían silenciado previamente a su predecesora. Al tener básicamente los mismos poderes que una Killer Frost, fue inevitable que Caitlin acabase colisionando con Firestorm – ahora siendo la fusión de Ronnie Raymond y Jason Rusch -, tomando la autoría de este personaje Dan Jurgens – si bien el número de su origen corre a cargo de Sterling Gates y Derlis Santacruz -. Pero pese a su necesidad de absorber calor, carece del odio irracional de sus predecesoras. Es más, Caitlin persigue a Firestorm para intentar deshacer lo que casi la mata y la convirtió en Killer Frost. Por ello se convierte en co-protagonista del Forever Evil: A.R.G.U.S., cuando precisamente Sterling Gates termina siendo el autor encargado de esta mini-serie. Así, esta encarnación de Killer Frost evolucionaba a una villana más de tipo Poison Ivy, alejándose de patrones más propios de otras villanas como Cheetah. Pero sin duda, hasta la llegada del mini-evento Justice League vs Suicide Squad, donde más hemos visto a Caitlin Snow ha sido en la serie de televisión The Flash. Con multitud de guiños a las diferentes encarnaciones del personaje, la doctora Snow es una pieza clave en el equipo Flash en S.T.A.R. Labs. Y cómo decíamos, el mini-evento no sólo la ha llevado nuevamente a formar parte del Escuadrón Suicida, sino ha servido para mostrarla al gran público todo su potencial mucho más allá de una villana genérica.

 

Edición original: DC Comics
Guión: Steve Orlando y Jody Houser
Dibujo: Mirka Andolfo
Entintado: Mirka Andolfo
Color: Arif Prianto
Formato: Grapa, 32 pág.
Precio: 2.99$

 

Cómo indicábamos en la introducción, este número no es el origen del personaje. Eso ya lo hicieron Sterling Gates y Derlis Santacruz en el Justice League of America #7.2: Killer Frost, durante el Mes de los Villanos y sus portadas holográficas. Ni siquiera puede ser un número de presentación al gran público, pues lo han visto en acción durante todo el Justice League vs Suicide Squad. Así pues, Steve Orlando junto de nuevo con Jody Houser, nos muestran el último intento de Amanda Waller de quebrarla. De quebrar la fe de Batman en ella, de mostrar que siempre será su muñeco roto. Usando una de las peores armas de la humanidad, la burocracia, fuerza a Caitlin Snow a permanecer unos días más en Belle Reve. Con ello, la directora y responsable de las Task Force la hace cruzar con villanos, que atraigan su necesidad de consumir calor. El primero de ellos es Mister Toxic, villano creado por Tony Daniel en su Detective Comics, durante el primer año de los Nuevos 52. Pero es sólo el aperitivo de la venganza de The Wall, puesto que Killer Frost es obligada a compartir celda con Heatstroke. La pirokinética, creada por Mike W. Barr, fue capturada junto a otros miembros de los Maestros de los Desastres en el último número de la primera serie de la Suicide Squad en los Nuevos 52, que servía de epílogo a Forever Evil, antes de dar el pistoletazo de salida a la New Suicide Squad.

Durante todo el número, vemos a una Caitlin Snow que ve en sus poderes una maldición, y que arrastra el sentimiento de culpa por todo el daño causado desde que es Killer Frost. Pero también, a raíz de lo acontecido en la Justice League vs Suicide Squad, un fuerte deseo de dejar de ser la villana Killer Frost y volver a ser la doctora Caitlin Snow. A diferencia de sus predecesoras y otras villanas, aún no se ha consumido por la espiral de violencia, destrucción y muertes que conllevan sus poderes. Esto es algo que Amanda Waller no puede tolerar, pues la redención a través del Escuadrón Suicida es un espejismo. Necesita que lo crean, lo desean, sino pueden volverse unos psicópatas como en su primer Escuadrón Suicida. Pero si hay redención, ganas de cambiar y hacer del mundo un lugar mejor a la buena usanza, pierde piezas de su maléfico tablero de juego. Esta lucha la vemos reflejada durante todo el número, donde de momento sale victoriosa la doctora Snow. Pero cómo se trata en otro cómic reciente de la misma editorial, esto es una lucha diaria. Y Waller sabe que sólo necesita que falle una vez, para volver a contar con Killer Frost como recluta de Belle Reve. El trabajo conjunto de ambos autores es nuevamente notable, y Mirka Andolfo con los colores de Arif Prianto, combinan para dar unas trazas limpias y expresivas. Vemos a alguien que pese a las tropelías que sufre constantemente, no pierde la esperanza de la libertad. La esperanza de poder tener una vida mejor, poder ayudar al prójimo y enmendar todos los errores del pasado.