Reseña DC: Justice League of America: The Atom Rebirth#1

Del interesante  crossover Justice League vs Suicide Squad que está publicando por estas fechas DC, saldrá parte de los miembros de la JLA que debutará en Febrero, como son los casos de Killer Frost y Lobo, pero aún queda por saber cómo Batman, presumiblemente, contactará con los héroes aún inéditos en Renacimiento como Ray, Vixen o Átomo. Hasta entonces y de manera previa, durante el mes de enero DC publicará los correspondientes one shot de presentación de Ray, Vixen, Átomo y Killer Frost, y de ello nos haremos eco desde ZN, como es norma,con su correspondiente reseña, que serás acompañada con una breve retrospectiva del personaje.
Y el primero de ellos en llegar a las tiendas USA ha sido Justice League of America:The Atom Rebirth#1 el pasado 4 de Enero. 

El personaje de The Atom ha presentado cuatro encarnaciones a lo largo de la historia de DC,la primera no tardó en aparecer, pues en 1940 se presentó dentro de las páginas de All-American Comics #19. Al Pratt, el Átomo de la Edad de Oro, creado por Ben Flinton y Bill O’Connor, era un pequeño chico debilucho que no presentaba superpoderes y que recibió entrenamiento del ex boxeador Joe Morgan, el cual ya había entrenado anteriormente a Wildcat y a El Guardian. Tras ello formó parte de la JSA y del Escuadrón All Star. En 1948 adquirió la superfuerza como efecto colateral de su batalla en 1942 con el supervillano Cyclotron. Su última aparición en esta época, fue en 1951, en All Star Comic#57. Finalmente murió durante el evento Hora Cero.

La segunda encarnación del Átomo posiblemente sea la mas reconocida para el lector a causa de su longevidad, de ser miembro de la Liga de la Justicia, asi como por su presencia en Crisis de Identidad, Cuenta atrás a Crisis Final, La noche mas oscura o El día mas brillante, entre otras. Ray Palmer, el Átomo de la Edad de Plata, creado por Gardner Fox y Gil Kane en 1961 y que apareció por primera vez en Showcase#34, es un profesor de física de la Ivy University en la ciudad ficticia de Ivy Town, en Nueva Inglaterra, su especialización es la miniaturización de la materia como medio para combatir la superpoblación, el hambre y otros problemas mundiales. Usando la materia de una estrella enana blanca que cae en la Tierra, Palmer modela una lente que le permite encoger cualquier objeto en cualquier grado que desee. Entre sus villanos tenemos a Chronos, Bug-Eyed Bandit, el peligroso eco-terrorista Floronic Man o Bat-Knights of Elvaran y entre su amigos mas cercano estaría Hawkman. La historia de Ray Palmer apenas trajo modificaciones tras Crisis en Tierras Infinitas, excepto el olvido de algunos encuentros con Hawkman o con el Átomo de Tierra 2.

El tercer Átomo de la historia de DC será el hijo del senador Cray, Adam Cray, personaje creado por Ostrander en 1990 en Suicide Squad#44, será el propio Palmer el que le entregará el cinturón, con el que poder disminuir el tamaño a niveles microscópicos, en su lucha e infiltración en Microsquad. Su papel dentro del Escuadrón Suicida será breve, su existencia no será conocida por los demás miembros y fundamentalmente es usado por Amanda Waller como arma secreta. Murió empalado por el miembro de MicroSquad, Blacksnake y regresó tras el evento La Noche mas oscura, donde aparentemente murio de nuevo llevandose consigo a los Black Lanterns.

En 2006, Grant Morrison y Gail Simone crearon el cuarto Átomo en las páginas de DCU: Brave New World. Ryan Cho, es un físico hongkonés, púpilo de Ray Palmer, con el que mantenia una comunicación epistolar. Tras la desaparición de Palmer, Ryan se traslada a Ivy para asumir la cátedrá de Palmer, y es alli, donde siguiendo unas pistas dejadas por el segundo Átomo, Ryan encuentra el cinturón de Palmer y se convierte en el nuevo Átomo. En su actividad superheroica, Ryan se considerá ante todo un científico y aborda muchas de sus aventuras desde la perspectiva del descubrimiento y la investigación, a pesar de que se va tener que enfrentar ante situaciones paranormales en la ciudad de Ivy. Entre sus enemigos estarán Dwarfstar, Giganta y Chronos.

¿Quienes somos? ¿O más bien qué nos hace ser lo que somos? Sin duda alguna, existe una parte científica que responde a esa pregunta; la genética tiene una parte de culpa en relación a nuestras acciones futuras y nuestra forma de ser, el ADN que se halla en nuestra células nos predispone. A ello hay que sumarle las condiciones externas, ajenas a nuestro código genético, como son las condiciones de vida, la posibilidad de desarrollarse, etc. Ante este respecto, existen pensamientos filosóficos que establecen una vinculación directa entre el ser y el trabajo, pues este último es donde uno desarrolla tanto sus capacidades intelectuales y formativas, como donde se establecen relaciones sociales y se genera una visión del mundo más allá del universo particular creado en torno a la casa, la familia y los amigos. Por desgracia, no todas las personas pueden verter sus conocimientos, aspiraciones o capacidades en un trabajo elegido por ellos mismos y he ahí la frustración del adulto maduro, pero si hay un cierto numeros de personas sí pueden trabajar en lo que quieren y sobre lo que han estudiado, pudiendo llegar al extremo de convertir su trabajo en su vida, olvidándose de la mujer, hijos y amigos, pues para ellos el trabajo lo es todo, sobre todo cuando los avances y progresos que uno alcanza, pueden significar un cambio para la vida del ser humano. Incluso en ese punto, el individuo no olvida que aunque somos mortales, los pensamientos y los conocimientos, no , de modo que para que la rueda del mundo siga girando hacia adelante y no sólo sobre sí misma, es necesario legar.

Steve Orlando habla sobre ello en Justicie League of America: The Atom Rebirth#1, pero sin mostrarse pretencioso, trascendente o pedante, como si puede haberlo hecho un servidor, pues el guionista de Midnighter &Apollo tiene claro lo que quiere y como debe ser este one shot: un punto de partida de un personaje, pero siendo consciente de que ningún camino se inicia desde cero, pues su andadura es debido a unas motivaciones e intereses y que en ese andar otros caminos se entrecruzan en el caminante, por ello, el actual guionista de Supergirl, al mismo tiempo que nos enseña la llegada de Ryan Cho a la Universidad, sus sueños, la importancia de estudiar lo que uno quiere y de esforzarse al máximo, nos muestra las que personas van influir en el caminar de Ryan Cho, y estableciendose esta historia en la universidad, no podían ser otras que la figuras típicas del compañero de habitación y el profesor, pero en esta representación, Steve Orlando tira de legado, puesto que es una de bases fundacionales de Renacimiento, poniendo a Adam Cray en el primer papel y en el segundo a Ryan Palmer. Este último caso ya se pudo ver en el especial de Geoff Johns, y de manera acertada, Orlando nos enseña la historia previa y posterior aquellas páginas, y si en el primer caso vemos como Palmer, a modo de mentor, es quien lográ que Cho mire muy dentro de si mismo y sienta y declaré el porqué quiere ser físico, en el segundo, gracias a esa revelación personal, Cho logra ser tanto el compañero del Átomo Palmer como convertirse en el nuevo Átomo que se desarrollará en la nueva JLA. Queda por ver si su papel en el equipo es importante, si genera las simpatías de los lectores para lograr serie propia, aun con el impedimento de que una parte de los seguidores pueden tener mas interes respecto a la pequeña gran historia de Ryan Palmer. Aun con todo, Steve Orlando, con este one shot de presentación, consigue que queramos saber mas de Ryan Cho, pues es quien ha de salvar el ¡Universo!

Y no se puede finalizar la reseña sin destacar el notable trabajo de Andy McDonalds, el cual ya demostró en segundo volumen de Teen Titans Earth One, que su dibujo indie casa de manera perfecta para reflejar un ambiente juvenil, y al que le viene muy bien el trabajo al color de John Rauch, aunque si es cierto que en una lectura mas detallada, uno puede observar que abusa en demasía del tono azul, ocupando en varias ocasiones tanto el fondo de la página al completo como la ropa de los personajes, y al apenas añade colores verdes y amarillos.