Reseña DC: Superman#45

 

Edición original:Superman#45 USA.
Guión: Patrick Gleason, Peter J. Tomasi.
Dibujo y Entintado:Patrick Gleason .
Color: Stephen Downer, Alejandro Sanchez.
Formato:grapa 22 páginas.
Precio: 2.99$

 

Todo cambio es bueno…¡pero duele! Da igual si es elegido por ti, decidido por terceros o por las circunstancias, se siente como una punzada en el costado. No importa si sabes que tras el viene algo mejor, mucho mejor o si te han quitado lo que más deseas, con lo que más estás disfrutando, un sueño. En ambos casos cierras los ojos, te los frotas, te mesas la barba y miras al cielo azul o bien te quedas en silencio, con la mirada perdida o concentrada.
El cambio es necesario, la vida es siempre un cambio continuo, pero es una putada. Eres consciente de que las cosas de igual modo que tienen un inicio han de tener un final, pero el tener conocimiento, incluso el saber que en anteriores ocasiones, a pesar de lo pensado, era para mejor, no impide que uno ande mas despacio, pensativo y con ganas de meterse en la cama y no salir hasta que el huracán haya remitido y la playa ya se haya como la viste en el día de ayer.

Si los cambios lo vemos con el prisma de la pasión; la dolencia, la incomprensión y las ganas de llorar son sentidas como si Te hubiesen marcado con fuego…cicatriz que nunca desaparece. Bajo el foco del trabajo, el cambio de puesto y de lugar de trabajo pueden parecer menores, pero los quebraderos de cabeza y las conversaciones con tu pareja o amigos son largas y repetitivas “¿Qué hago, digo que sí o qué no?” .

¿Y qué ocurre cuando se unen ambas cosas?

Gleason y Tomasi intentan en este número de despedida transmitir el amor y el cariño que han tenido por esta serie a lo largo de 45 números, y la comprensión, por su parte, de que aunque les hubiese gustado estar 45 números más, las cosas – el amor, el trabajo- no son para siempre, evolucionan, y de nada sirve el ver la cara negativa, el llorar desconsoladamente porque la casa familiar que has construido ladrillo a ladrillo es abandonada por la llegada de un nuevo inquilino.

Son muchos lectores, entre los que me incluyo, que no buscaban en Superman aventuras trepidantes – para eso estaba Jurgens con la notable Action Comics – sino más bien sentir el acogedor y familiar calor que desprende una chimenea, pues la serie de Gleason y Tomasi o de Clark, Lois y Jon, era sentida como propia, más home que house.

Nada de eso va a existir ya y es una pena. ¿La culpa es de Bendis? No, de ninguna manera. ¿Entonces?

Para DC el culpable… Bueno, Bendis es fichado, no se le puede ofrecer Batman pues mantiene ventas y al guión se halla el autor mas hot del momento. ¿Entonces?

Para Gleason y Tomasi es quitarles un sueño, una ilusión, un trabajo que respira cariño por cada página, no olvidamos que son los autores que supieron reflejar de mejor manera la muerte de Damian ¡Quién no recuerda aquél número mudo! Pero a pesar de todo el esfuerzo, las ventas decrecían mes a mes.

Y para Bendis , nacido en Cleveland como Siegel, tras su marcha de Marvel , a falta de Batman – todo llegará – pues que mejor que el otro gran icono de la compañía de Burbank – ¿habrá rechazado Wonder Woman?

No cabe duda que en estos 45 números de Gleason y Tomasi ha habido aventuras, pero siempre dejando un rastro familiar. Esa es la huella que recorre esta etapa desde que se iniciase en Renacimiento, y la que se muestra en el adiós, en el próximo traslado de Smalville a Metropolis. Es el momento para llorar y recordar, pero también para celebrar todo lo que se ha disfrutado, y para ello que mejor que ir a la feria del pueblo y señalar que esta serie de los Kent permanecerá por siempre entre nuestros corazones.