¿What if… los Wayne hubieran ido al cine entre semana?
«You have school tomorrow»
Superman: Space Age supuso colocar el concepto de Superman en un entorno de Guerra Fría con el “aliciente” de saber que el mundo en el que se ambientaba la historia se iba a extinguir.
El éxito de ese cómic (en España han llegado a coexistir dos ediciones diferentes en las estanterías de las librerías con pocos meses de diferencia) hacía presagiar que el inevitable Batman iba a disfrutar de una versión equivalente e inevitable, también.
La sobreproducción de tebeos de Batman, con Batman o relacionados con personajes nacidos en las cabeceras de Batman está sobradamente comentada. Batman es un género en si mismo. Es tan amplio y rico en matices que cuenta con sus propios subgéneros. Destaca entre todos las historias de origen. Los primeros años. La forja del Caballero Oscuro. Etcétera.
Todo Elseworld (y este cómic lo es en su concepción) tiene incorporado el origen de la nueva versión de Batman. Los cambios en la primera piedra del mito han ocasionado multitud de versiones alternativas.
En este caso Russell introduce un pequeño matiz, mínimo pero despliega una nueva realidad. Lo que aquí ocurre es que Bruce no está presente cuando sus padres son asesinados a la salida del cine. Además los asesinos aquí son una banda con su propia ideología más o menos elaborada. Se trata de una banda de enmascarados que pretenden denunciar la hipocresía de la sociedad acomodada.
El Bruce que emerge de estos cambios como un joven pasota y sin rumbo para caer en las manos de un agresivo ejecutivo y despiadado que quiere ponerle las pilas a las empresas Wayne para multiplicar su riqueza.
Russell acomoda la estructura de la historia para dejarnos claro que este antipático Bruce Wayne devendrá en el Batman justiciero e implacable, bastante parecido al de toda la vida.
Se trata de un primer número (de tres) que se desarrolla en 48 páginas. Tiene los suficientes cortes temporales (analepsis y prolepsis) para que intuyamos que la historia es el viaje desde un Bruce desorientado y caprichosa al vigilante nocturno. No solo eso, sino que lo vamos a ver de anciano echando de menos a Alfred.
Russell no deja pasar la oportunidad de andamiar la historia con un subtexto progresista y crítico con el capitalismo. Tranquilos, no se trata de un sermón, sino de algo bastante más habitual en el cómic de superhéroes de lo que muchos quieren pensar. Simplemente, es que Russell lo deja un poco (solo un poco) más claro que otros.
La experiencia del guionista queda patente en la naturalidad con la que introduce los cambios temporales y los hace interaccionar para poner énfasis en los aspectos clave de la historia y el personaje.
No están todos pero hay muchos de los elementos característicos del entorno de Batman versionados de manera más o menos ocurrente y curiosa, como el monologuista, la terapeuta Grayson o la enigmática carterista. Se trata de los detalles característicos de las historias alternativas que tanto nos gustan a algunos. Hay algo en las versiones alternativas artísticas (sea cómic, cine o música) que nos hace chispitas en el cerebro.
Pero si a algo estamos habituado los lectores de Batman es a esta costumbre de ofrecer nuevas ideas sobre el murciélago y su contexto.
El guion, más allá de la curiosidad que despiertan esta nueva concepción de Batman y este subtexto izquierdoso, no da para mucho más. Al menos de inicio. La trama es interesante, capta nuestro interés y hace que nos preguntemos “¿Qué ha pasado para llegar hasta aquí?”. Y punto.
(Ojo que lo de Dark no venga también por cierta crisis reciente. En la última página sale…)
Por otra parte, el dibujante es el que ya fue compañero de Russell en Space Age, Mike Allred. Al creador de Madman le queda algo raro el “universo Batman”. Demasiado colorido, bello y positivo, nadie dibuja a la gente tan guapa como Allred. Su estilo que sería ideal para cómics románticos le da un toque curioso al Caballero Oscuro, sin embargo adolece en las escenas de acción, en algunas ocasiones parece que los personajes estén flotando.
Allred tiene un estilo muy personal, que puede generar interés o rechazo. Para los fans del dibujante (como este humilde redactor) los defectos son mínimos pero no pueden dejar de señalarse y pensar que está algo forzado en una trama superheroica, urbana y por tanto oscura.
Se trata, en conclusión de un cómic curioso pero poco impactante al repetir una fórmula que ha devenido un género en si mismo y que puede caer en el cliché. Russell tira de oficio para dar elementos de interés pero que pierden capacidad de sorpresa al ser “otra” (más) historia de origen alternativo.
Veremos cómo se desarrolla.
Lo mejor
• Para fans del personaje y los Elseworlds.
Lo peor
• Le falta un punch.
Interesante
Guion - 6
Dibujo - 8
Interés - 6.5
6.8
Aporta poco bagaje, entretenida e interesante.
Muy muy buena reseña.
A mí me apetece más lo de Jurgens que esto, y tampoco es que esté deseando leerlo. A ambas las veo alternativas a Creature of the Night, que esperé con ganas durante años y que, aunque me gustó, tampoco me cambió la vida como Secret Identity (que era muy difícil de igualar).
lo de jurgens es algo más original, a mi modo de ver y por lo que se ha publicado por ahora… al menos en el planteamiento.
gracias por comentar
Pues a mí esta pareja de autores sí me convence y el de Superman me pareció entretenido y curiosete (tampoco mucho más). Con este picaré también
eh che…un 6? obvio que no hay nada demasiado original, pero Russell siempre escribe muy bien como para merecer esa nota. A mi por ahora me gustó bastante, y el dibujo combina.
bueno, la nota no es mala, no es una obra notable ni insuficiente… por ahora, el 6 es más porque se trata de algo que está por ver en como se desarrolla.
Yo tampoco estoy contento con la calificación, esta es una obra superior a la media, con el sello de Russell, pero ¿qué se puede esperar si el autor de la reseña empieza con «What if…»?