Black Label sube el listón y nos ofrece (una vez más) un Batman como nunca hemos visto
«I’m making the difference»
Ahora que la pandemia parece remitir y nos acercamos a la normalidad la salud mental se está convirtiendo en un tema informativo de moda. Los deportistas de élite exponiendo sus problemas mentales y las consecuencias psicológicas de la pandemia y el confinamiento, han expuesto a la salud mental a la luz pública.
Como no podía ser de otra manera, los medios de comunicación han consultado y entrevistado expertos para saciar el hambre informativa. Acudir a voces autorizadas no exime de las interpretaciones simples y sensacionalistas en algunos casos de los periodistas. Actitudes, que en un tema tan delicado y frágil, pueden ser más perjudiciales que beneficiosas.
Los aficionados a los cómics sabemos muy bien lo fácil que es caer en el error y la simplificación por parte de los medios generalistas. La inolvidable por vergonzosa entrevista de Jacinto Antón a Frank Miller, Stan Lee acreditado como dibujante o Gotham presentada como ciudad del universo Marvel, son algunos de los ejemplos que recuerdo.
Las dos grandes editoriales USA, muy sensibles a los vientos de cambio, cada vez se profundizan más en los perfiles psicológicos y profesionales de la salud mental adquieren más relevancia en los cómics, como es el caso de Jocasta Joy en Arkham City y el caso que no ocupa.
Batman, The Imposter se mueve entre dos tramas. Por una parte, tenemos a Bruce Wayne en el “diván” de la psicóloga y por otra una aventura de misterio más convencional.
Respecto a la primera, Batman cae desmayado y herido en la casa de Leslie Thompkins, la psicoterapeuta que trató a Bruce Wayne tras el asesinato de sus padres. La doctora desenmascara al héroe inconsciente y resiste su obligación moral de llamar a la policía. Cura las heridas físicas de Bruce y le ofrece un trato/chantaje (violando todo código deontológico) para no delatarlo, que cada día, al acabar su jornada como hombre murciélago vaya a su consulta y se someta a terapia.
Por otro lado, tenemos a un hombre disfrazado como Batman que se dedica asesinar delincuentes.
Este segunda trama que aparentemente da título a la serie, será el McGuffin que dinamizará la historia, siendo menos interesante que la primera, ya que allí Bruce Wayne debe responder a la preguntas que le plantea la psicoterapeuta de manera abierta y a la cara.
Wayne se abre y responde de manera madura, directa, sincera. Podemos ver (por fin) un héroe reconocible dar respuestas honestas que no supongan un juego de equilibrismo por parte del guionista o una excusa para criticar el género. Se trata además, de un Batman más falible, realista y humano. Las heridas que sufre en el inicio de la historia se las infringe un simple atracador y no Bane o Dos Caras.
El escritor de esta nueva serie del sello Black Label es el guionista y director cinematográfico, Mattson Tomlin (Project Power). En este trabajo destaca por crear las circunstancias que ponen a Batman ante cuestiones y dilemas que bordean las costuras del genero. El guion desarrolla una trama urbana y oscura, donde, además de profundizar en los rincones de Gotham, lo hace en el alma de Bruce Wayne.
La fragilidad de Batman viene multiplicada por el dibujo realista y crudo del artista italiano Andrea Sorrentino que puede que aquí ofrezca su mejor trabajo. La atmosfera opresiva, oscura pero real, de la historia encajan como nunca en su estilo de dibujo, muy deudor de la fotografía y el calco pero que aquí supone una virtud. Como es habitual, nos ofrece una composición de página experimental pero que huye de la confusión y potencia la narrativa. El dibujo asimétrico y oscuro, expresa la gravedad de la historia ante el Batman más real.
Sorrentino despliega su capacidad para reproducir elementos realistas de manera que la historia en algunos momentos puede parecer la versión documental del comic. El trabajo del dibujante encaja como un molde perfecto con Tomlin y con la Gotham más gris.
No nos olvidemos de la colorista Jordie Bellaire que da el toque justo sin llegar a “tapar” el dibujo. Un trabajo que exige discreción y no desentonar.
Tenemos, en definitiva, un cómic que se ha marcado el difícil trabajo de ofrecer una versión más sincera y verosímil de Batman y Gotham, y no se trata tan solo de mostrar ese realismo en la traslación gráfica de los personajes, la ciudad o en la falibilidad del héroe, en este caso es muy destacado el esfuerzo por parte de Tomlin de dar una dimensión madura y coherente al ser humano que se encuentra debajo de la máscara.
Lo mejor
• Un guion sincero y honesto que trata a los lectores como adultos.
• La exhibición de recursos gráficos y narrativos de Andrea Sorrentino.
• El sello Black Label parece que estar cumpliendo la promesa de historias adultas y de calidad.
Lo peor
• Siempre que se habla de profesionales de la salud mental se caen en errores e incoherencias como el chantaje al que la doctora Thomkins somete a Bruce Wayne.
Guion - 8
Dibujo - 9
Interés - 9
8.7
Primer número de muy alto nivel que anticipa un comic, que a falta de ver cómo se desarrolla, aspira a convertirse en una referencia.
Me gusta el dibujo creo que lo voy a chequear
Sorrentino es un crack. Los trabajos que ha hecho con Lemire son de una calidad altísima, y además no para de mejorar.
Bueno, no hay que confundir la ficcion con la realidad. Batman es ficcion, por lo que la representacion de las enfermedades mentales entran mas en la fantasia, lo sensacional(ista) que en hacer el retrato de una enfermedad. Tampoco le pedimos a Poe o a Lovecraft o a Stephen King que sigan la ciencia en sus escritos, no?
Esta bien que se apliquen otras perspectivas que enriquezcan mas la narrativa que la pobreza de los N52. Si comlaras a personajes como Victor Zsasz, el antes y el despues, su ideacion delirante, el ritualismo de la marca y preparacion del cadaver… Con el reduccionismo a loco con cuchillo y a veces sicario es una pena. Mi querido Alan Grant no hacia buenas representaciones de la enfermedad mental tampoco, pero su Ventrilocuo, su Zsasz, su Stirk… Se veia un trabajo previo ahi de documentacion para inspirarse, por explorar. Bueno, creo que estoy divagando.
Este proyecto parece muy apegado al Batman que se va a estrenar, no?
Mattson Tomlin es uno de los guionistas de The Batman, de ahí el apego. Tiene buena pinta la verdad, pero como siempre yo esperaré a que lo traigan en un solo tomo.
No se si has visto el nuevo tráiler, pero yo tengo el hype por las nubes con Robert Pattinson.
Siempre intento ir con pocas expectativas para no llevarme un guantazo. Como voy a ir a verla si o si, prefiero saber lo menos posible!
Si, pero últimamente han salido declaraciones de Tomlin en las que dice que apenas si le dejaron aportar nada al guión de la película, que cuando llegó ya estaba todo hecho y escrito por el director y el hizo un poco de apoyo.
Ostras pues eso no lo sabía!! pensaba que era uno de los guionistas principales.
Imagino que aun habiendo participado poco en la elaboración del guion, el cómic seguirá teniendo la influencia de la película.
Una pregunta: el traje que va a usar Robert Pattinson, ¿no os recuerda al que dibuja Lee Bermejo?
Por cierto, para Roman de Muelas. Me llamo la atencion la referencia a una entrevista infame a Frank Miller por Ruben Amon. No la conocia y buscando lo mas parecido que encontre fue una entrevista por Jacinto Anton, para El Pais, con motivo de un Salon del Comic. Puede ser una errata del texto?
Esa entrevista fue una autentica vergüenza, ya de primeras empezaba criticando a Miller por su deteriorado aspecto (debe ser la única persona que después de un cáncer no tiene el físico de un modelo de pasarela) y encima se regodeaba diciendo que eran de la misma quinta en plan: mira, tú estas hecho una puta mierda y yo no jaja.
Si, despues intento justificar lo injustificable. Empezar a resaltar y hacer comparaciones para decir qie tu entrevistado esta hecho fisicamente una mierda y rematando con lo de la misma quinta. Ya solo por la acumulacion e insistencia en el texto sin ningun tipo de contrapeso (no se, esta demacrado ppr su enfermedad pero sus ojos llenos de vida con un brillo de ironia, por ejemplo, y para que aun estas a tiempo). Que ademas es algo escrito,que implica cierta reflexion, tampoco es un directo y que tengas un mal dia. Aparte de que en la entrevista es para conocer al entrevistado, no el impacto y lecturas y opiniones del entrevistador.
Y se justifica en que lleva años siendo un vehemente seguidor de la obra de Miller… Pues hace unas preguntas que no se salen de los cuatro lugares comunes. Que es un medio generalista, pero bueno… Entre eso y la sortiempoal verlo no parece habersela preparado mucho.
Bueno, eso y que Miller no parecia molesto o indignado, que estaba incluso simpatico. A lo mejor es que Miller tiene mas educacion!
Vamos, es que la he conocido a raiz de esto y me parece increible que mandara ese texto y se lo publicaran asi. Se ve que como los comics son para niños de ocho años o discapacitados psiquicos, da un poco igual!
Si, la justificación era de traca. Decía que era un grandísimo admirador suyo y menos mal, porque le falto decir que Frank Miller olía a cloaca. Que si estaba echo un Ecce Homo o que su rostro era como el de Freddy Krueger y tenía pinta de enajenado, fueron algunas de sus lindezas.
Ves la entrevista que le hizo aquí Pedro Monje y es un gustazo leer las respuestas que daba. Pero claro, aquí fue una persona que de verdad admira a Frank Miller y le tiene un profundo respeto y El País mandó a un subnormal que se piensa que los cómics son cosa de niños o frikis perdedores de la vida.
Con los videojuegos pasa 3/4 de lo mismo.
Tienes razón. Ya he corregido el texto y he puesto un enlace para quien la quiera leer.
Gracias por el apunte.
Encantado de hacer algo util.
Es que si a los toros y Placido Domingo le sumamos Frank Miller, el señor Amon lo mismo se tuene que exiliar!
Un saludo y gracias por tu articulo!
La primera imagen no se ve.
Gracias por el excelente artículo.