Los años perdidos de Bruce Wayne
«I’m okay being angry, Doctor. I can use that anger.»
No hay discusión sobre la sobrerrepresentación de Batman en el catálogo de DC comics. También tenemos todos muy claro, que si un personaje protagoniza un evento cinematográfico se va a ver premiado con un aumento de ediciones y reediciones.
Este año toca película de Batman por lo que se multiplicarán los títulos del murciélago, si es que todavía había margen para ello.
DC nos ha ofrecido, dentro y fuera de la continuidad, muchas versiones de Batman con muchos autores diferentes. Moore, Miller, Grant, Tomlin, Waid, Morrison, Lemire, Sorrentino, Jock, Bendis, King, Taylor, etc…
Rememorarlas es como cuando buscas una canción en Spotify para escucharla en diferentes géneros y versiones. Un ratito hace gracia, pero después ya cansa.
Caramelo envenenado, arma de doble filo… tenemos diferentes clichés sobre lo que supone guionizar un especial o una miniserie de Batman. Por una parte, el escaparate que supone tratar con uno de los personajes icónicos de mayor vigencia, por no decir el que más y por otra la dificultad que implica tratar un tema tan manido como casi todo lo que envuelve a Batman.
Los lectores veteranos nos quejamos. “otra vez…” “¿es que no hay más personajes?” “¿qué pasa con (y aquí podríamos poner el nombre de muchos personajes de DC)?” pero sabemos (y la editorial sabe) que iremos a leer las aventuras de Batman. Un personaje que ya forma parte de nuestra educación sentimental.
Las ventas están garantizadas.
Por ahora.
Recuperar, reciclar, reexplicar, revisitar… los mismos detalles y momentos tienen como objetivo supremo captar nuevos lectores y no hay mayor oportunidad que el año en el que hay película. Se trata de ir a rueda, de aprovechar el túnel del viento del estreno cinematográfico.
En esta ocasión, tenemos al candiense Chip Zdarsky, que por lo que perece lo está petando en Daredevil, como principal reclamo. Acompañado del italiano Carmine Di Giandomenico (Flash).
DC Comics en sus textos promocionales nos quiere hacer picar el anzuelo y nos dice que en este cómic se pone la luz en una etapa de Bruce Wayne poco reflejada en los cómics.
Los lectores veteranos alzamos las cejas (incredulidad, escepticismo) ante estas palabras, pero un gusanillo da vueltas en nuestro interior.
Lo sabemos. Lo saben.
Vamos a leer ese maldito cómic.
Estamos ante una miniserie de 10 números que nos pretende explicar lo que pasó para que el niño huérfano, aturdido por el asesinato de sus padres, se convirtiera en el implacable luchador contra el crimen.
Vienen a ser como los evangelios apócrifos de Batman, los años perdidos.
Vamos al jaleo. Tenemos a un Bruce Wayne adolescente y furioso, que va a terapia. Su Doctor es un señor calvo, con gafas redondas, barba Old Dutch y responde al nombre de Hugo. Blanco, en botella y con un dibujo de una vaca en la etiqueta.
Bruce es un caballo desbocado, rebelde que se mete en peleas con o sin motivo. El doctor no puede controlar ni manipular la furia que hierve en las entrañas del joven Wayne . Alfred llora de impotencia al ver como se descontrola.
Se trata de una historia bien tratada, rápida y dinámica. Pero con muchas cosas esperables. Como es habitual en un primer número solo podemos intuir hacia donde apuntará la colección.
Es verdad que da la sensación de pasar por lugares comunes y que nos muestra cosas bastante recurrentes.
Como positivo, destacar la relación entre Alfred y Bruce Wayne y la manera de narrar los flashbacks sobre el asesinato de los Wayne.
Zdarsky hace un trabajo reseñable. Un guio bien estructurado, de narración cinematográfica. La trama avanza de manera pausada pero es difícil ver mucho más en tan poco espacio.
Di Giandomenico parece un hermano Kubert con las dificultades que tienen para dibujar historias cotidianas, cerradas en una habitación. Al ilustrador italiano le cuesta contener su estilo dinámico hasta que el guion le permite soltarse en las escenas de acción.
En el caso de este primer número, el tratamiento de Zdarsky sobre la rabia e impotencia del adolescente Bruce Wayne es impecable, sin histrionismos ni tópicos facilones.
El cómic facilita une relectura muy actual. Ver la angustia adolescente, ver a un Bruce Wayne al borde de la enfermedad mental, ver como lo gestiona, ver su furia y la impotencia de su tutor, nos remite a una problemática muy vigente y alarmante como es el incremento de problemas mentales y tendencias suicidas entre adolescentes.
No se si es intención de los autores o cual será el recorrido de la colección, pero es indudable que quien tenga en su entorno un problemática parecida sentirá esta historia cercana y quizás le ayude a sentirse menos solo.
Al final, las grandes obras son aquellas que que tienen múltiples niveles de lectura, que nos ayudan a comprender el mundo, que nos hablan a nosotros, que nos increpan.
Ésta tiene mimbres para ser una gran obra. Dependerá de como se desarrolle.
Esperemos que la vorágine de títulos de Batman y el estreno de la película no minimicen la importancia de los temas que se tratan en este cómic.
Lo mejor
• La profundidad a la que apunta el cómic.
• La narración y claridad de la historia.
Lo peor
• La sobresaturación de títulos de Batman.
Interesante inicio.
Guion - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 8.5
7.8
Un Batman más pero que puede ser una oportunidad para tratar temas actuales y preocupantes.
Lo que he leído de Zdarsky en Batman Leyendas Urbanas me ha gustado. Tiene el gran plus que escribe bien, «fácil», es dinámico en el desarrollo de sus historias… lejos de esos guionistas que llenan la página de cuadros de texto innecesarios y pretenciosos. Me gusta su visión de como contar historias. Hace «actuar» bien a los personajes y deja fluir al dibujante.
Por otro lado, aunque Batman satura y ya se ha contado todo de él, creo que lo que hace DC va en la línea correcta, pasarle miniseries a equipos creativos más o menos fijos para contar una historia concreta, sin alargar, sin rellenar. Lo de las series regulares siento que debería orientarse hacia las miniseries (o series de miniseries, como el caso de Caballero Blanco, o en Marvel con Simbionte Spider-Man)
Yo en su día leí el Daredevil de Bendis y el de Brubaker, me faltó el de Waid, y puedo decir que el de Zdarsky es el que más me está gustando con diferencia. Creo que cuando se vaya difícilmente va tener un relevo a la altura. Pero como bien sabemos los guionistas al final necesitan nuevas series, sino al final se queman las ideas, es decir ya no saben por donde tirar. Un ejemplo de esto para mí es el Thor de Jason Aarón, que fue de menos a más, especialmente la etapa de Jane con Dauterman al dibujo. Pero cuando acabó ese ciclo, y siguió con Mike del Mundo como dibujante, para mí se alargó innecesariamente. Bien es cierto que deriva en la Guerra de Reinos donde volvió a enganchar, pero se notaba que era el momento de que pasara a manos de otro guionista. En este caso con Donny Cates, de momento Thor sigue en buenas manos.
Coincido contigo con Urban Legends, la mejor historia es la de Jason con diferencia, que justamente es la de Zdarsky. Las otras historias de complemento depende del personaje están bien o no tanto, pero al menos no son tan de complemento como en otras grapas como la actual Batman (con Ghostmaker) o Joker (con Punchline), que aportan muy poco o nada.
Y también coincido contigo en lo de que hay demasiados títulos de Batman, me gusta que haya de la Batfamilia, pero títulos alternativos de Batman en solitario hay un porrón. Diría que solo la Patrulla X tiene tantas series, al principio de la etapa Hickman me enganche a casi todas, al final especialmente después del evento X de Espadas, me he ido bajando, hasta dejarlo solo en Patrulla X (especialmente por el dibujo de Larraz) e Inferno, por ser una miniserie continuación/desenlace de Dinastía/Potencias de X.
Al final hay demasiadas series y pocos guionistas que cuenten bien las series, y yo lo noto sobretodo en grapa, que es el formato que más sigo.
Si, demasiadas series. Si matan (temporalmente, otra vez) a Batman (cosa factible por el videojuego de Gotham post-Batman) sera un momento estupendo para reducir colecciones, maxime cuando el Batman de Ridley (el reemplazo en la logica editorial) no termina de arrancar
Estoy de acuerdo en que es un escritor que «lo hace fácil», la historia fluye. Debe ayudar que se trata de un dibujante que narra muy bien también.
Gracias por comentar.
Mejor Zdarsky que Tynion para contar los añps perdidos. Habra que ver que mantiene, que descarta y que innova (Hugo de psiquiatra del joven Bruce) en una obra con vocacion de canon y que puede conseguir si el equipp creativo es habil y la obra consigue critica y ventas.
Por el momento la cosa gusta y pinta bien. Que al final como lectores es lo que inporta.
Saludos!
A mi lo del psiquiatra es lo que me chirria pero es gusto personal. Hubiera preferido algo menos vinculado a lo que ya sabemos del personaje, algo más natural, más casual… algo menos planificado… no se explicarme mejor.
Estoy de acuerdo en que puede ser un buen cómic pero sobretodo por lo que confiamos en el guionista.
Gracias por comentar, como siempre, un placer.